El equipo femenino de Barcelona, me gusta mucho. Su mentalidad es la de un equipo de fútbol. Las creaciones hechas para cubrir cuotas y apoyadas por medios para aparentar glamour, no sirven y se deshacen como azucarillos, cuando enfrente tienes a un grupo consolidado de mujeres comprometidas con su deporte y su idea de dignificarlo. Se fue Asllani, insinuando algo de esto, del Real Madrid y al Barça han venido las mejores del último Europeo y las promesas más consolidadas de una victoriosa España sub17, 2ub20, Vicki López y Salma Paralluelo. Existe un proyecto de fútbol; lo otro, parece otra pirámide más de un faraón.
El grupo de activistas promotor de "arquitectura colectiva", de esa dinámica ciudad, tiene proyectos para transformar la forma de vivir, sin las tutelas de constructores y especuladores. Lo primero es una metáfora de esto segundo. Aquí una ciudadanía libre sigue los pasos de quienes van golpean los tambores a través de una prensa subvencionada, amordazada, atemorizada. Esta permite que la presidenta de esta Comunidad y el pelotero Alcalde, vayan diciendo que los demás son los que tienen controlada los medios. Sólo una mala periodista y una mala persona puede permitirse no preguntar el porqué, el cómo, el donde y el cuando de las acciones de un presidente para acallar la prensa.
Mala persona porque si tu haces sociedad desde tu televisión, y sabes que a esas preguntas, las daría mil vueltas para aturullarse, en poner ejemplos, de su televisión autonómica arrasada de ideología, entonces no estás respetando la capacidad intelectual de quienes te están viendo anclados por muy diversos motivos, a tu, entonces, escaparate mañanero.
Lo de periodismo ni lo nombramos, cuando descubriste que existen ricos que desde su publicidad te puede soltar millones para que elabores un producto industrial carente de ética, carente de la esencia de ser un descubridor de lo que sucede en los hechos.
Pena de digresión, porque oyes, triste, como tras años sin oírle, un: "si es catalán, no lo como".
Descubrí, siempre por encima, es mi desgracia todo el poder social que existe en Barcelona; es muy ciudad amada, como con gente como Karo, Berlín, será mi lugar para creer en otra sociedad.
En "A vivir", Javier del Pino y en "Carnecruda", Javier Gállego se han hecho eco de un auténtico y esencial problema estructural en nuestra sociedad.
El primero, desde su imprescindible y transformador magazine de fin de semana, intuyó y recogió todo el movimiento que llevó a Ada Colau y Manuela Carmena a luego ser representantes de sus ciudades-
En estos momentos con tres millones y medio de casas vacías.
Con una exaltación del miedo por la ocupación,
Con empresas especuladoras que incluso, pueden tener participaciones en su radio; ha cogido el reto de ayudar a buscar alternativas. Contará con una arquitecta para explorar soluciones que no tengan que estar dirigidas por los grandes poderes financieros.
Javier Gállego, este pasado lunes, daba voz, en un programa grabado en Bilbao, a colectivos tanto, del País Vasco, como de Cataluña que están abordando, forma valiente, ya no utópica, sino real, un empoderamiento de las personas para que el problema habitacional no esté dependiendo de especuladores, directores de los pasos que debe dar una sociedad. El programa de carnecruda.es, que aborda este problema es el de ayer 07-11-2022.
En mi cabeza, existe esta metáfora entre el fútbol femenino representado por el Barcelona y los pasos de una sociedad que crece desde su base. Eso debiera ser España y no la de los padrinos que nos van dando imágenes de glamour, para paliar nuestro sometimiento a los caramelo envenenados que nos van dando en vueltos en papeles tramposos de trapos y sicofonías en sus aperturas.
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