viernes, julio 24, 2020

Nueva compañia, viejas prácticas; cero

Cuando ya ni te mire, ni crea que tu luz me abrirá nuevas metas. Aparecerás esplendoroso porque los que necesitan asegurarse un futuro te habrán abierto las puertas de la Administración de una manera injusta y torticera, pero ¿qué importancia tiene eso, si el negocio continúa? A mi, tu nuevo cliente, que acogiste con cartas trucadas, me habrás tenido sin el servicio esencial por el que te contraté.

¡Glamour por espuertas!. Para la masa, mas, ¡no molestes mosquito!
En un pequeño sitio, en número de casas, pero inmenso en contacto con tantos pulsos verdes, voladores en zumbidos para zumbarte, de corazón para llenártelo y derramarte, te sigo esperando, segunda línea comprometida, por tus pensaba, buenas artes.
13 días, cuando me dijiste que acudirías raudo porque sabías que te necesitaba. Cómo la canción me abrumó tu entrega, loco de mí, sin saber que me adentraba en una bruma de buenas palabras, sin cópula a resultados.

Ha pasado de este tiempo, la vida continúa, los tomates maduran; de las patatas no sé si van en la buena dirección; por eso, mi conocimiento de la naturaleza avanza despacio porque quizás, los bits de los nuevos aparatos invaden el tiempo para la lectura, para contrastar algo que tiene las caras de una prisma insatisfecho.
¡Cuántas letras pequeñas manejan los poderosos para una vez en sus redes, tu salida sea entorpecida por quienes se anuncian, quienes entran, quienes relucen, quienes boquean, como yo, por encontrar aire y entonces nos molestamos, nos enredamos, nos resignamos a recibir pequeñas bocanadas de un ponzoñoso gas que ya sabes te ha vencido:

          El gas de ser nada enfrente de una empresa internacional.

Tres meses para una oferta, de la que ya se ha incumplido 1/6; era una oferta, o un gancho con puntas en las posibles direcciones que desgarren  tu confianza en las palabras de las chicas que son expuestas para paralizar tu ira.
Feminizan la desatención para que ante una reacción desmedida, seas, encima, acusado de machista. Pero ellas, me atendieron muy bien, yo les insistí ante una comprensión que sabía que era esteril en resultados que se les escapa a ellas y a mí.

¿Cómo es posible que EL CERO, se lo hayan ganado por su servicio y falta de una organización eficiente, por encima de sus publicidades que banalizarán EL CERO que se merecen?

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