viernes, julio 31, 2020

Bror, sin tiempo para la desolación

  Bror está en el camino, ofreciéndome otra voz sobre Bob Dylan. Tiene un grupo musical en Umea que le canta. Son años en los que estoy muy ocupado, he sido lanzado al kayak en alta montaña y después al kayak polo; al mago de las palabras, me sonaba, le oía trovar pero entonces mi cultura se escondía en los golpes del agua contra la gran piedra antes del llegar al triángulo; en la ruta de la fuente de la Falaguera al puente de San Pedro, como su precipitación por un pasadizo estrecho que aceleraba nuestras indefiniciones, para golpear terminar encallado, fruto de una corbata que hubiera podido ser peligrosa, en muchos años de torpeza eso era más que posible. Siempre me venía a la cabeza, alguna afirmación de algun futbolista, compañeros de niñez, donde decía que según empezará el partido, así se desarrollaría el resto; a mí, en el agua me pasaba igual. Aún llevando tiempo, hubo días de empane que podrían ser comparados con algunas de las mayores cantadas que se han dado en el fútbol. Enganchones estúpidos, caídas en pequeños rápidos, cruces sin apenas clavos que te sujetarán. Ahora, cuando de forma esporádica bajo con algunos jóvenes, siempre les ánimo para que acepten algunos de los fallos más normales que les suceden. El asunto es seguir luchando.
Al compañero que nos dejó la casa en Umea a Vanesa y a mí, apenas no le conozco, y sólo durante dos semanas tendremos una convivencia menor. Hoy, viendo la serie de Stieg Larsson, reflexionó como no atrapé cada uno de aquellos instantes que me ofrecía seguir manteniendo contacto con Bror.
Perder a los 20 años, una compañero de fatigas, un jugador, un héroe sin miedo en el barrio, que no debería haber muerto sea un abismo en el que tú mismo te hayas sumergido. Quizás todo lo que fue pasando después tenía la precariedad de un tiempo que ya te has dado cuenta que no puedes retener y por eso dejas de implicarte con alguien, por el miedo a no ser aceptado o a que no sea duradero.

 Mi inglés era tropezón, pero recuerdo la noche con los compañeros de Umea, en una de sus casas, en que quizás el vino me soltó para lanzar mis reflexiones más de lo que yo podía entender. Así sucedió durante mucho tiempo. Incluso en mi primer curso con Sten en Berlín, donde un médico mago en el ozono percibió como otro de sus grandes descubrimientos que yo no entendía muchas de las cosas que se hablaban en inglés. Fue un visionario, no se dio cuenta que incluso en castellano, puedo estar interpretando lo que se me dice, en mis claves marcianas. Lástima que, como en muchas ocasiones, no le mandará a paseo o incluso con un poco más de precisión, a la mierda

En la serie sobre la vida de Stieg Larsson, que nació en aquella nuestra ciudad universitaria, acogedora, exploradora vimos uno de sus mundos. Cuando hoy termino de ver el último capítulo, descubro que sólo era una aproximación de lo que percibí. En su estancia en Guadalajara, Bror utilizó sus palabras irónicas, al vagar en unos polígonos desérticos que entonces nacía para colonizarlos, me hizo ver que el ser humano tenía un extraño sentido del crecimiento. Cortaba árboles, dejaba muerto un espacio para crear viviendas. Primero estas y luego ya se adornaría con algo artificial. Tantas de estas incongruencias se le aparecían y me las hizo ver. Las voces en un bar del Madrid antiguo con voces lanzadas como cargas de aproximación que no le parecía lógica para la comunicación.
Murió Larsson en el 2004, como una vaticinio sus compañeros ven la desazón que tendría enfrente del mensaje de ultra derecha que ha seguido creciendo y ven como él habría salido a combatirlo. Le extrañaría tanto el que los frutos de las violencias propias generadas por estos grupos, se las achaquen a los demás. El que hayan podido viajar a países como Tailandia, cuando la gran catástrofe para salir de la noche eterna, pero, allí, en su lugar de vacaciones paradisíaco no sean capaces de ver las necesidades a las que están sometidos y que su servilismo, les sirven para ganar un mínimo sustento que es aún más pequeño en lo que les supone su gasto en aquellos espacios.

Ciudadanos soberbios porque no son capaces no ven al otro mundo que les sirve

jueves, julio 30, 2020

Estaba en una escama

Andaba por tierra, durante años, aunque las montañas no me atraían a la primera, luego despertaban en mí, la admiración por su majestuosidad. También, navegaba aguas, aunque en sus diferentes, muchos, momentos de zozobra su poderío me hacía temeroso, pero siempre fue admirador de toda la grandeza y paz que me ofrecía.

 Por el aire, sin estar pegado a tierra, no hice muchas exploraciones aunque mi hermana me puso en la tesitura de alarme para volar contemplando tantas diferentes cotidianidades, como pudieran ser, incluso una juventud capaz de pasar un fin de semana, en un descampado, cubiertas, no podríamos decir que mínimamente, con bebidas, aporreo musical y vamos a interpretar que demás ofertas recogidas en diferentes grados.

 Por todos aquellos lares cabalgué con mi cordura, entonces la música era una parte más del acompañamiento, pues pareciera que la vida la estaba trazando con los ritmos de las paladas, con las sintonías del viento, con la voz de los encuentros, en los que nunca profundice quizás, sin darme cuenta absorbido por un cierto placer de la vida que me saciaba.

 Sin embargo, aquella noche, mientras empezaba la travesía de aquella tundra, sin más luz que la limpieza de la atmósfera pura que usaba las estrellas como pequeños leds, mínimos, trascendidos porque el escenario se abría, aún gélido pero listo para disfrutar de ese intervalo de tiempo con un cierto calor.

Pudo pasar que tropezará con ella, o que un cierto brillo la pusiera en mi foco de atención, el caso es que me agache y tome la escama.

Hubiera faltado a la verdad si hubiera dicho que la cogí, porque en aquel instante, aunque quizás se adelantará ella, pero fue, tomarla y empezar a encontrar ritmos en aquella bacanal de silencio.

Me había propuesto caminar durante todo un mes para explorar su vegetación, su fauna, desperezada, peligrosa. Había cogido lo mínimo, lo que consideraba esencial y si, al tomar aquel pequeño apéndice me di cuenta que poco a poco irían apareciendo mis yos, incompletos porque nunca habían sido expuestos a la desnudez de aflorar vidas que se habían quedado incompletas, palabras que exhalarían cada una de las sensaciones de la vida con la que podías hacer un relato, no muy largo, pero sí muy revelador.

 Cuando aún no había percibido que era aquello, mi curiosidad me la hizo paladear, con una cierta precaución y sabiendo ya que aunque por una parte afilada, sin embargo no era cortante.

 No sé si a mi valentía, le acompañaba en ese momento también una cierta aversión a ciertos animales que de forma irracional había desarrollado durante mis primeros años, para entender mi primer gesto de frotarla sobre mi incipiente barba. Ahí surgió la primera memoria de aquel cantante que, en francés, me lanzaba mi adquirida nueva “mala reputación”. Quise explicar muchas cosas, pero recogí las palabras de Juan Luis Goenaga: las palabras no le servían frente a su trabajo pictórico; allí, en aquel espacio de musgo y baja vegetación, me avine a descubrirme a través de las conversaciones que volcará desde mi cuerpo.

Lo vivido, lo entregado durante años me decía que no sería fácil, ni tan siquiera por tanto, provechoso. En aquella escama, había encontrado una palanca, ¿suficiente?; antes, creía que no; hoy, con los sueños, buscaba desbrozar terrores.

Había comprendido que perdería mucha riqueza en variados apartados, en cierta manera, por su falta de interrelación con muchos que se le acercaban, pero que siempre había pertenecido a esa soledad, que ahora, en muchos momentos, habían dibujado parte de su vida. La oscuridad elegida te enfrenta muchas veces a las miradas desenfocadas de quienes se creen jueces, con sus queridas únicas fuentes de información.

Ese mes, no tenías tiempo para audiencias, que ellas dictarán sus ejecuciones. La tundra, hoy con esa pequeña escama, acariciada por su suavidad y su calidez, se ofrecía a ser explorada en las hierbas aún vibrantes por el frío estremecedor que aún les recordaba el tiempo para la soledad; ahora era renacer

miércoles, julio 29, 2020

Baldwin, Stieg Larsson, Maestre. Mostrar las perlas robadas, verdaderas

A golpe con la energía. Endesa, La perla robada, @guillenandorra

Si eres capaz de escuchar los 28 minutos largos y no reflexionar sobre quien ataca a tu patria. Está bien, descansa. Vives irrealidades que te agitan en pesadillas ajenas, mientras abres tu puerta para ser asaltado por esos voceros símbolos en pecho y palabras en agitación serpentil

Veía ayer la intensa lucha de James Baldwin por mostrar al ser humano, sin ninguna división, sin ninguna excepción, sin blancos ni negros, religiosos o no, orden y desorden, parafernalia artificial que se fabricó durante años, como quisieron que sucediera durante siglos en Estados Unidos, como en el documental sobre la vida de Larsson, muestra que era en los años 80 y 90, Suecia. Sublimar

Antonio Maestre, en España, muestra las contradicciones de esos mensajes, racistas y fascistas, apoyados en los mensajes primarios de patria, bandera, símbolo, cuando no se sabe resolver un problema de convivencia que están generados por el sistema capitalista que siempre subliman esas ideas, mientras dejan de atender al ser humano del que en un momento determinado no sacan beneficios.

Intentas analizar, si alguna vez el partido ultra ha propuesto algo coherente con lo que se pueda estar razonando hasta llegar a un punto de un cierto acuerdo y te es imposible. Lo decía, esta mañana Pablo Iglesias en un tweet y resumía una sensación que tengo, que hemos tenido, muchos, desde el principio. Junto con su palabrería sobre espacios comunes, en su profundización de lo que es España, no encuentra una diversidad a tener en cuenta. Lo más escandaloso, apoyan medidas donde los muy ricos, serían mucho más ricos y donde habría una clase trabajadora sometida y sin apenas derechos. Sanidad privada, donde las empresas les pagarían un peaje, como la educación concertada ha pagado al partido popular de Madrid, durante este año para ser beneficiado. Sólo la veracidad de esa afirmación debiera estar destruyendo su presunta calidad que se apoya en dar dinero dinero para obtener exclusividad en los lugares donde les he rentable estar instalados. Es una simbiosis perfecta: tu me das colegios donde pueda excluir a quien no aporta dinero, a quien puede crear problemas y yo te doy una imagen para que los votos te perpetuen. Si no fuera trágico, por todo lo que supone de atracar a la sociedad en general, podría hasta producirnos risa, eso si, tonta, por la simplicidad y eficacia de ese efecto animal.

Resquebrajamiento de lo público, salvo en las instituciones (policia, armada) que serían utilizadas como ejecutores punitivas para frenar posibles levantamientos ante las injusticias que aflorarían, aparecen enseguida que empiezan a practicar las instituciones privadas que al final seguirán explotando al Estado para obtener sus beneficios

. Lo más loco que se puede ser, como Scurati también escribe sobre los sucesos que sucediendo en1922 en el 1925 dieron el poder al hijo del siglo italiano, donde los fascistas apoyan al capital que está perjudicando a las personas de ese pais que dicen glorioso. En nuestros cuatro espacios crece el abismo de ser fuerte para defender la injusticia. Eso no es un país, ni una bandera, sería un cortijo de unos cuántos que saben de nuestras debilidades por el folklore, para saciar nuestra uniformidad que produce sangre, enfrentamiento y odio; mientras sus beneficios no menguan.

De lo poco que he podido ver sobre la serie de Stieg Larsson, lo más importante, es que no es bello escribir como lo puedo estar haciendo, desde una pequeña información leída y extraída de diferentes medios en los que confío; lo extraordinario sería la capacidad, casi inhumana por esfuerzo y compromiso hasta el final que tuvo Larsson, para buscar y profundizar con todos los documentos que iba recibiendo. Una maravilla como lo expone la serie, y asomándome a lo que se de los cuatro autores que cito, el camino necesario. Hubo gente que entonces apoyo a Stieg en mitad, de incluso ser amenazado de muerte, como debe haber gente que apoye a Antonio Maestre, en su labor de descubrir que existe realmente detrás de esa parafernalia de voces, panfletos, proclamas, uniformidad y pasión por la simbología: el odio hacía el diferente para que del enfrentamiento, oculte las ganancias de sus pagadores y la pobreza de sus exposiciones para conseguir una patria mejor, que sólo puede ser si existe un reconocimiento del diferente.

Juventud ahogada en pasiones manejadas, descontroladas, como la visión de esos niños pequeños, con caras desencajadas que van a acompañando a los primeros seres humanos negros que van a entrar en su misma escuela. ¿Cuáles podrían ser sus oraciones si en un momento determinado se encontrarán trasladados a un país con mayoría diferente a su color de piel, sus creencias, sus aspiraciones?

¿Su dios habría cambiado su mensaje? ¿O serían sus dioses los que le habrían dado piedras, para que en una galería de tiro, sólo mirarán al frente para ahí. úfanos, encontrar su sentido de la vida?

 

martes, julio 28, 2020

Conocer a James Baldwin, "I am not your negro". Filmin

Cuando viajas y vives a través de una película. Su duración será de 2 o menos horas, pero te conecta con parte de tu vida. En muchos momentos, volver sobre esta y sus misterios te retienen en círculos, como un caballo domado en entre cercas, Podrá ser más o menos rebelde con lo que hubiera querido cambiar que le azuza pero, sabedor de tu encierro te hace agachar la cabeza para vez más lejos,

 Ayer fue "System crasher", una dura película alemana, sobre una niña, habitada por mundos tan diferentes que la vida se le escapa sin que un sistema educativo, aún atento, no podía solucionar ese abismo que la habitaba.

 Hoy, después de 16 días de esperaba para que tuvieran a bien, ponerme una instalación que me permitiera más seguridad para poder ver estas películas que siempre me siembran y me habitan, he podido ver "I am not your negro" de Raoul Peck. Un película, sobre unas anotaciones del escritor James Baldwin, sobre tres amigos que fueron asesinados:

   - Medgar Evers

   - Malcon X

   - Martin Luther King

 Quizás es la película que protagonizan tantos nombres anónimos que describió Javier Gallego, "crudo"; en su poema "como si nada", personas que están hundidas en el Mar Mediterráneo ó en el Océano Atlántico, como nos describe Carlos Bardem en su salvaje libro "Combo Blanco". 400 años una sociedad, utilizando su ingenio para atrapar, engañar y esclavizar a seres que no tuvieron la oportunidad de ser ellos mismos.

Son duras, claras las reflexiones de James Baldwin a través de este documental, imprescindible.

Lleno de datos para posicionarse ante seres miedosos, que no quisieron, jamás:

- Ser conscientes de quien intervenía en la producción de su riqueza

- Salir de su ensimismamiento para no conceder al otro, su igual humanidad. Aprovechada por quienes siempre se benefician de esas separaciones, de esos odios, para obtener sus riquezas

- Dejar de ser ejecutores de una violencia que a la vez que humillada a quien la recibían, les humillaba también a ellos, por convertirse en ejecutores, dentro de un problema que no estaba en sus manos, resolver.

     Hablaba Baldwin de los años 60 y 70, pero el director nos lo relaciona con 60 después, terrible el derrumbe final de un sistema basado en el miedo al otro, animalizado, para generar odio que justifique la violencia. En diferentes libros y autores que he comentado (Susan George, Ece Temelkuran) están estudiados esas formas de manejar las conciencias, los comportamientos.

Problemas que un sistema capitalista no puede resolver porque ha necesitado esa mano de obra barata, sin condiciones humanas que dignifiquen a los seres explotados para construir su base piramidal, donde en lo alto están quienes obteniendo sus grandísimos beneficios, a los que se creen con derecho por sus orígenes, su perspicacia o su inhumanidad que les hace vencedores.

A estos seres no les importa quien este en el poder, mientras obtengan beneficios

    - Les parece más aseado una democracia, pero ahora que la hecatombe visualiza más sus ganancias, sus injusticias, sus especulaciones, apoyan a presidentes, investidos en el trono de la mentira, o en la túnica de las creencias.

     - Pagan individuos amorales, que en está época han defecado sobre la objetividad en el periodismo, esencial para el conocimiento de una sociedad, atrapada en las mil ocupaciones que, muy bien, dice mi prima que nos van a volver loco, porque no nos deja descansar. Estos seres se escudan en una realidad con dos visiones, que no existen en muchos casos: la violencia en el desembarco de Normandía, como dice mi admirador Gerardo Tece no tiene que ver nada con la violencia en un campo de concentración nazi.

    - Utilizan, a personas que dicen poner un orden basado en leyes; como interpreto de Hanna Arendt, un hecho reprobable, aunque te haya sido mandado desde arriba, no te lo puedes justificar de forma personal: seas un guardia civil, disparando a personas que quieren entrar en España o a personas que se quieren separar de esta. Antes existen unas oportunidades que quienes se han querido dedicar a la política tienen que saber plantear, como en estos casos ha pasado. Y sin embargo, de forma moral a estos que usaron diferente tipos de violencia. La realización de estas alternativas les tiene que haber enfrentado a un abismo moral, y malo sería que no.

 ¡Qué odio se ve en las imágenes de este documental en mayores, pero también en jóvenes y niños!,

 Vivir en tu seguro mundo, con frutas del Sur, de la Huerta murciana sin ser consciente que el sabor que penetra en tu boca para darte ese placer momentáneo ha sido posible porque alguien que puede haber dormido doblado en cuerpo y en pesadillas, que  se ha alimentado por comida de la que te has desecho y que no ha recibido el salario que merecías. No serán ellos, humanizados, nunca el peligro. Quien para sus ganancias te pone en el escaparate la fruta roja sabrosa, pondrá también el colorado de tu odio cuando a quien no viste en su penar, lo contemples en su deambular hacía otro lugar, donde desde su necesidad se les transportara también al odio a recibir.

 Quien asesino a Medgar, a Malcon a Floyd, a King, a Houssama, a tantos otros, porque recibió la orden, la creencia, el odio y la paga como decía Dylan son: “only a pawn in their games”. Fueron criminales que crearon el clima para que unos se aprovecharán y una sociedad común, hermana como dice Baldwin se enfrentará en razón “a nada”

Only a pawn in their games. Bob Dylan en el funeral de Medgar Evers

Alejandro, Chantal, Carmen, María, Meli, Isabel, Alberto, Blanca en Guadalajara, con Abriendo Fronteras nos recuerdan la necesidad de recorrer siempre el mar de los encuentros con los seres en transición, en viaje a la dignidad, a la supervivencia que se les ha negado, en muchos casos, entre sus propias gentes, quizás de la misma manera torticera que durante siglos se les ha negado en un país, que contempla 400 años de negación de la visibilidad

 

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y