Invisibilizar a una fuerza política porque no te lo pone fácil como periodista, no lo vamos a llamar terrorismo, porque luego nos sale el exaltado y nos dice "como no te voy a llamar" miserable si tu me has llamado terrorista, que en estos tiempos de anuncios basura sobre la equidistancia, saldrá la experta en corrupción y estará a regimén con la fruta, que ya hay que serla o estarla para su cuidado físico y mental, que nunca deja de venirles bien.
Si no es terrorismo, más en una televisión pública, tapa el voto de muchas miles de personas, podríamos decir que es podredumbre que es en la que vive de maravilla nuestro burdo y sobretodo maquiavélico canalla, transvestido por sus amos.
Del primero podríamos decir que no tiene derecho porque representa a una sociedad que le está pagando; del segundo, que dice ser privado, recibe dinero público, prebendas de exclusividad en la publicidad que consiguió el señor de las tinieblas y subvenciones encubiertas en modo de universidades privadas, que es a lo que han elevado a las academías pero les viene bien ese entronamiento porque ya los títulos que tantos han falsificado para tener una apariencia de sabiduría será cuestión de dinero, que es algo que puede pagarse con facturas frases, aunque los bites habrán sido destrozados a martillazos para que nada quedé ni incluso a un juez del Supremo que ve lo que no existe.
Sé forte, y sobre todo honesto; al periodismo se le puede defender de los miserables que utilizan a un hijo para atacarte, pero no tu falta de ecuanimidad, no tiene pase.
Las personas que se han implicado en sacar adelante un proyecto de regeneración democrática que se ha demostrado no era una estúpidez de jóvenes, sino que existen esos jueces encubrados desde lo político, jajajaja, su independencia; esos policias que creen que España es decirla y no respetar a las personas y empresarios, ansiosos de la eternidad de sus ganancias ya que no puede con la personal, aunque la sueñan y pagan.
Todas esas personas, con sus errores tienen su derecho al respeto. Dicen que sois un poder muy importante dentro de la estructura del Estado. Estás ahí, no para exhibirte, sino para abrir las perspectivas a las personas que se acercan a una televisión pública.
No seas el Fortes de ahora, sé quien te pide la sociedad, más cuando lo que proponen es dar posibilidades a los ciudadanos, sin las tutelas de esas fuerzas que parecen haberte dado la razón. Lo cual, podría ser un signo de locura
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