¡Pues no va el puto ese, fascista de los cojones y dice que me quemen en el pesebre!
Qué seré un recién nacido; pero joder ¡Qué soy Dios y me entero de las cosas!
¡Hostias! ¡Qué hacéis hablar hasta allí niño! Pequeño, pero ¡cómo no voy a saber hablar! En arameo, en latín o en el lenguaje ese, que aún desconoceis de las indígenas americanas a las que queréis echar de las entrañas de la tierras que las concibieron
Lo que tiene uno que aguantar.
- A ver hablar bajito que Marco Antonio, tiene un oído finísimo.
- No, Marco Antonio, no; yo, yo os oigo ¡Que soy Dios!, repito. Si me vas a quemar, joder, hazlo tú y no vayas provocando a los ignorantes; que nos conocemos, luego si te he vistobno me acuerdo:
Un!, pues parece sucio, uff, ¿será un guarro?
No, puto nazi, soy un niño pobre y tu un pobre hombre que se alimenta de los que roban las plusvalías del trabajo de mis padres.
No me mires con la boca abierta. ¡Cómo no lo voy a saber!, bocachancla. A ver si te crees que fue el Marx, el primero que se dio cuenta de quien era tu amo.
Tan grande, tan despreciable y si un mamón
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