Ya no es mi hombre perfecto; se ha comido dos raciones de egoismo y tres de desconocimiento y aún así, sigue proclamando su superioridad moral que ya ves tú, lo hace desde In the wee small hours of the Morning, cuando al día le cuesta a amanecer y la capa de héroe del frío luce por todo el valle.
Pronunciar palabras como si fuesen sortilegios y a la vez, no darle ningun significado real. Besos para los oídos, pringados de melaza.
Al meter los dedos, todos se quedan impregnados pero a algunos les parece el intercambio de fluidos de la saliva de la amada, tórrida e incrustada en la neurona; un problema cuando no existen muchas más y la patina tapa la escucha desde lo ajeno.
La gente no es que no se enteré, el asunto es que no dejan que la gente se entere. Lo afirmaba Patricia López y lo demostraba con sus investigaciones.
Es una de las razones para no entender a Antonio Maillo y su entrega a la podredumbre de los Ferreras y otros táhures del periodismo. La única explicación podría ser, se hunde la izquierda; la izquierda, no el cada vez más partido Demócrata español (Psoe) y quedarían ellos para proclamar su más que centenaria existencia, su nulidad como actor social pero eso si su pureza y su salida en la tele, como un vestigio a poner sobre el aparato televisión para tirar ante una pérdida de algo intrascendente, una final de mus de un pueblo en las Huerdes por ejemplo.
Julián en su Pandemia Digital la homenajea. Ejercer el periodismo como lo hace desde aquí, este Robe de periodismo tiene su miga y la unta de honestidad y rigor,una pringa no común, pero sin los aditivos de los burdos-as que no olvidemos tiene detrás a lo peor de la sociedad, los corruptores. Esos florentinos, amancios, roigs que a su inmensas fortunas le añaden su control de la sociedad.
Las Analia Plaza, no son importantes, son un vehículo dispuestas a introducir un tema, las pensiones que desvían la atención de los bancos y fondos de inversión dispuestos a entrar en ese pastel. Pablo Iglesias da tres caminos para hacerla sostenibles. Las Analia y Maillos son cebos para destruir sel pensamiento y El Mundo y tantos otros son los mercenarios traidores a sus lectores para ponerles en la mesa información sesgada.
Follow the money
Me pregunto por todo, me pregunto por las guerras. Siervos necesitados de casito "arropados" por pinchauvas para destruir escuchas. Ni cien años de historia, justifica la autodestrucción, como puristas de la nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario