domingo, diciembre 14, 2025

Maldición; perder las artes

  Los libros, dolientes.  Héctor, goteando de amor

  Robe, un manantial desbordado a amar

Desprenderte de películas,  

Camus, y ser un macarra

  Aún no sabes si por payaso o estar sin pulso

Esconderte en Brocano y el de Pla

 dejar pasar al personaje Wyoming;

   jamás su caliscopica persona.

  Trozos de hiel en cada bondadosa taza

 Donde mezclar ceguera y dios

Textos de sátrapas, con colores de traiciones

 No fue tu puta crema robada 

nos regalaste vídeo, seguridad para silencios

  ¡Nunca pidas ni cordura ni stop a los ladrones! 

  Podemos encerrar a una traidora por ti, sin tu ser Viriato

Incluso, darte pienso televisivo cuando te hemos echado y comprendiste; 

  Nos cuesta un anuncio campofrio, melífluo; taimada equidistancia

   Pero

 ¡Pedir responsabilidad a los asaltadores de lo público!

   ¿Estás loca?

 Ya no, ¿ves El Padrino?, una noñada. 

 Nuestra día a dia, el nuevo dios

graduacción de psicópatas,

Ahitos de superar olas de impudicia

que te lleva al desprecio del limite siguiente, 

donde andan metidos

 desde el urdidor más canalla

por acomplejado y su coartada 

delirios de sueños de un Cid, 

un mercenario al mejor postor

 este, de ahira al ego, aquel dinero; 

hasta el más estúpido, 

acodado en una barra, su único refugio veraz. 

Cuando incluso te han echado de tu tierra

y vives la desmesura oscura del universo 

de palabras soltados como en una diarrea 

que no te mancha a tí, apostadora segura a ganador

sino a quien se te pringa, por creerte libre y ¡jajaja!

rompedora dice tu asalariado medium

No hay comentarios:

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y