Un paso lo pudo dar Stefan y otro Pere.
A Zweig lo conocí a lo largo de sus maravillosas hojas; a Rojo en ese "todos me preguntar por usted señor Zweig". fíjate que me ha constado empezar a leerlo.
Ahora, lo antes llamado twitter, ha tomado el tiempo, la atención y el cansancio; la mayoría de las veces para nada o conocer alguna reacción de quienes ya sigues, como por ejemplo ayer la de Antonio Maestre, ¡qué lujo haber leído Franquismo SA! y su explicación de cuatro minutos para situarnos sobre quienes tienen la responsabilidad ante la ola de incendios. Alguien a quien han mandado a Europa, pretende ir poniéndole nervioso con una actitud de una atención condescendiente, falsa y estúpida. Esa eurodiputada puede mantener esa táctica aprendida como mucho durante tres minutos, luego su capacidad de desvergüenza rebosa su vaso de falsedad y fluyen y mancha sus actitudes y empiezan los aspavientos y las palabras de ofendidita; nada que no haya pasado tantas y tantos y cortos con los Hugo que nos ponen para embarrar un debate que pasa a ser:
"Escuchas un razonamiento, por un lado; y lanzarte mierda, desde el otro". El termino medio, entonces se desborda, no existe; la realidad es que te has quedado manchado de mierda y te pones a limpiarla, pero te pringas más, y ya no escuchas ni al defecador, lo que a este no le importa, ni a quien te habían propuesto el reto de razonar. Es lo que tiene la caca que despista y entretiene demasiado. Así, quienes creen deglutir un debate, te terminan diciendo "todos son iguales", porque si, porque te has manchado y quien te lo dice, acude a sus templos de la gran verdad; les debe purificar.
A esa red, otras veces, te ponen un hilo, como hoy, sobre Virgilio Lérez e intuyes con un acto, nunca pequeño, como es asesinar a un ser respetuoso con el orden establecido, La República, todo lo que se perdió en un golpe de Estado patrocinado por ricos y rey y su séquito, todos corruptos; y ejecutados por seres que fueron recompensados por la traición a su propia palabra dada; ¿su mérito? tenían armas aunque sólo se las habían prestado, entre otros, muchos a quienes asesinaron- Servidores públicos entronizados, bajo palio, por poder usarlas, cobardes y ventajistas.
En su acto de vileza, teniendo el mando, obligaron o incluso lanzaron a mentes que creen que los himnos y símbolos están por encima de los seres humanos. No son novios, son siervos de la muerte, a los que alimentan los medios de comunicación de entonces, sobre todo los altares y los que ahora en medio de la destrucción de los incendios y Dana, reciben patrocinio antes que dar dignidad quienes en realidad nos salvan de esas desgracias.
Volviendo a la necesidad de leer, por encima de esas redes sociales, el autor del libro, Pere Rojo, ha embarcado en la nave de lecturas que llevan demasiado tiempo amenazando con naufragar, por tantas vías de agua de lo digital
Comprender a Stefan a través de todo los contactos que tuvo con tan diferentes autores es hilar la curiosidad con las letras y coserlo a través de la aguja de la línea que traza mapas por encima de lo artificial para ir conociendo parte de los que sólo se conoce por las anécdotas. Es un descripción del mundo del antes, dentro del mundo de aquellos días.
Existieron y perduran los Lérez que nos llevaban a realizarnos a otros mundos superiores ante todo en crecimiento en dignidad y, por contra, las bestias nos retuvieron en la esclavitud de dar prevalencia y anclarnos en el mundo que dominan sus amos.
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