Metido hasta dentro, atrapado por los inútiles videos, postergo la salida de mi cabeza de entre las sábanas. El día se antoja largo y el año, recién nacido
En la dolorida cabeza se cura una herida por querer levantar una puerta.
Un astado viene a la cuneta y demanda su azucarillo; tú, miras a los lados y te aseguras que no haya ningún cañón dispuesto.
Le sacaste una foto, se la enseñaste, se reconoció; te pidió recomponer una de las puntas, también dañada por otra puerta y en este caso, su manía de pasarla atravesada. Buen pueblo Horche.
El otro día, en un after, saque la conclusión que la imprimiría y la impondría un halo, por su bondad. Oye chico, ninguna queja, es toparse, dar un berrido, venir una de las ciervas, por si acaso, decirla que no, que no está para fiestas y montajes y ponerse a narrar alguna de sus anécdotas con "ni les escuches"; estos se ha juntado, como para crear una asociación. Les patrocina los de la bellota, pero no del Rincón, que esa gente es más seria. Son los de las encina, que saben que entre arado, cepas y cagadas, todo aquello hace un compost ¡qué alimenta!, dice el cérvido Pepe que está hasta las narices que los muy cerdos, digan que te lo dan y luego se pongan gochos con ellas.
La verdad que el montaje con la IA ha quedado de lo más curioso. Rainiero se ha carcajeado del resultado; Miriam ha escrito un podcast y la señora censora ha salido echando humo, en plan locomotora, se ha topado también pero ella con la puerta de salida de la peluquería. No es la primera vez que pasa. Van tan puestas con su "es que, es que somos divinas" de la muerte añade ya nuestro olvidado ciervo.
Que si, que puede tener cuernos de doce puntas, como Molly le fue haciendo al tío Quiles, pero ahora de atinar con la definición de la cosa, ¡chico! un clarividente.
Tú fíjate, dice Eleonora, que podría haberse hecho una foto y su posterior montaje, ella con su maromo y montado por un puzzles de 7291 piezas y decir a estas las voy a eliminar.
Doceno la anima, ¡chica te pones un halo y quedas divina de la muerte"
Tu "puta madre", responde ella, vulgar y pijotera con cualquier insinuación.
Aparece con ese halo, por lo de "a lo mejor", y una boca que dije su "sosías", una chancla te podría adornar las paletillas de la dentadura.
El caso es que a los "ni les escucha" les entra un reconcome, quizás por repetirles las 20 cigalas, de cada uno, comidas sin un orden ni concierto, sólo ansía.
Así que se me acerca el tío Gilito, viene con música de Allen Toussaint, quizás por lo de la parte final del apellido. Y como en una plegaría con cilicios les espeta
¡Qué pasa! ¿no creeréis que os voy a patrocinador a vosotros? Zumbaos, añade; los otros, los de la asociación con killers con rasgos psicopatológicos; esos me defienden aunque intuyan que me he eliminado toda posibilidad de vida humana decente, con mis salarios de mierda y mis aseguradoras que piden sumisión a todo un Estado.
Viendo a aquella mequetrefe, venida a más, con su carita compungida por estreñimiento; me he decidido por llevar la foto de mi Cervido; la voy enseñando y muy jodió con los efectos que he logrado parece que fuera tocando las canciones de Allen Toussaint; a mí me pasa como con Doctor John que me da una ganas de llamarle Lopachuslolo que sólo por ver la cara a los "ni les escuches"; he organizado un carnaval para su funeral.
El maestro les ha empezado a poner la letra
Toca el piano Sam y las maracas tu Peter
no avances por Pang, ni quites el suéter
¡Cuánta tontería tenéis!
Es desvergüenza guéis
A dios, decimos, le amamos
¡Que leches, ja, lo requisamos
al desprevenido fanatizamos
y pasito a pasito, gobernamos
La mayoría no se lo cree
Mandamos a Tomás y ve