jueves, octubre 31, 2024

Ir a mil

 Desde hace tiempo en el cielo que no elegí, ha empezado a aparecer una estrella oscura. Luce todo lo demás a su alrededor y entre la T que fue y el X que dice ser, empiezan a lanzar rayos de prepotencia y mesianismo sobre sus gránulos de excrecencias, manipulaciones, con gotas venenosas de mesianismo.

  El cielo te mira y te recuerda en vozarrón: ¡¡si, tú lo elegiste capullo!! en medio de lo que quieres ver, estaba envuelto los nuevos dioses y sus bajadas de sus propios Sinai privatizados

  Te quedas mirando una lechuga, unas judías verdes y tal vez, tu indistinguible coliflor; has intentado evadir la patente que un estado vende a los fondos de inversión para que les dejen tranquilos y ¡oh promesa! de algún lugar paradisíaco con cremas frotadas en lascivia.

  Sucedió y les quemaron como a modernas brujas. Piras catódicas financiadas por mil millonarios. ¿Puede una sociedad admitir que estos seres, con su mercenarios sigan enriqueciéndose, mientras trabajadores caminan alimentando sus propias aquelarres?

   En un Insignia, desposeído de ella, cada uno de los dos interlocutores intentan rebatir el fin de la esperanza. Uno le recuerda el altar en el que arden, como en una eternidad de 24 tvs, todas las torpezas propias, reapropiados por mor de los sicarios mediáticos y las culpas excrementadas de togados sin dios, ni ley.

    El otro interlocutor, de hábitos silentes, escuchantes, enfrente siente que tiene a un amigo, no un primo, no una imagen a la que venerar; suelta un chorro de palabras en las que apenas puede contener todo las reflexiones acerca del control que ejercen esos milmillonarios ¿por qué? y sus mutantes ejecutantes. 

    Claro, le reconoce al primero, todas las excusas: separaciones traumáticas; no traidoras, le recuerda, el otro. Las incoherencias que no ven en nadie, más que en ellos, ¡ay! ministra exasperada: vergüenza te debiera dar, nombrar Galapagar; bueno, primero hay que tenerla. 

    En otro torrente, tiene miedo de convertirse, en quedar como Torrente mayúsculo vuelva a soltar, con datos, de quienes andan detrás, primero de las traiciones, pero ¡qué leches!, no es tiempo de defenderse, existen mentes para abrir las nuevas expectativas, están las Laura Arroyo, Irene Zugaste, Manu Levin, Inna Afinogenova que van dando forma honesta de ver el mundo y la exponen llena de argumentos para que no nos termine exterminar los cielos en Croma de los mil millonarios que se resquebrajan entre sus codicias y el funambulismo mental de gente trabajadora que justifican su sumisión a mandatarios abyectos, correa de transmisión de esas fábricas, que mientras mandan anuncios de blanquismo supremacista que intentan colar como ideal, incluso en las escuelas, ¡ojala en las publicas siempre haya un tocapelotas! que le recuerde al ponente: ¡pero eso que pone!, eso es puro nazismo. Eso sucede, entre la mixtura de procedencias y vidas de sus trabajadoras, que se ve anegada de carencias; dependencias para la supervivencia y bañada en los lodos de acudir para que no te sacuda la falta de recursos.

    Su querido amigo, le mira entre obnubilado porque parece medio alocado, fuera de la realidad que el vive. Le recuerda si iban a tener 72 diputadas, y se quedaron en 20 por algo sería

     Mil millonarios, vuestras ganadoras apuestas, con cartas marcadas y ruletas engrasadas por vuestros croupier, no sirve para la vida. Esa que decís favorecer mientras vuestros pobres golpean a sus niños exhaustos para que les entreguen el coltán y otras materias que os son necesarias para vuestra deslumbrante soberbia de mierda, bañada en lujo y platino. 

      Mequetrefes de mil píxeles tenéis la capacidad de agotar la mente de esa persona, abrumada por el dolor, la incomprensión, con vuestros chalaneos impúdicos. Ella se refugia en los juegos con los que desconectar.

      Ángel hace tiempo que ha tomado su propio coche y ha dejado a Mefisto hablando sólo, su coche es un desierto y allí, bajando por las escarpadas carreteras, para en un pequeño hueco y observa unas preciosas tierras, labradas entre sudor y ahora demasiada agua y como para maldecir aquel espacio rodeado de pequeñas colinas un Vallés escupe sectarismo, mentiras envueltas en sermones y glamour plateado en dobleces ante quien le paga.

       ¿En qué día mil millones de denarios tomados del trabajador y la comunidad, a la que llaman amada patria, se convirtió en la fusta con la someter una sociedad?

        Del Insignia sale un ser, pensando si tantas excusas, son la mesa en la que exponer su propio trabajo y esperar a sobrevivir sin ruido.



  

miércoles, octubre 30, 2024

Escaparate en tres centavos


  Corre quien puede; arrastrarse es una nueva forma. 

  Visita la ciudad, aún sin adquirir el chaleco naranja de obras. Existen bares, muchos pertenecientes a grandes cadenas; se nos cierran los que tienen nombre, miradas, equivocaciones y setas para sazonar besos.   No quieren luchar contra tus inocentes fondos de inversión para optimizar tus ahorros y contra quienes te lanzan para arruinar la vida de habitantes y trabajadores, mientras te dan glamour en montaditos y cafés que os ponen en fila.   

  En el éxtasis del yo, quienes nos dieron de cenar por años, con pulcritud, dignidad y sobre todo, sabrosura, buscan su propia salvaguarda.

   Durante años se vieron los bajos de edificios, abandonados; buscando su momento, como diría Miguel; poco a poco lo van encontrando; expositores de seres vigorexicos en gimnasios con personal trainer y salas de apuestas, miseria o la ruina.

  Escaparates de apariencias en modo monos, chalecos de las apariencias

  Signos de nuestro tiempo, monarquía privatizada disfrazada, especuladores espoleadores al abismo a sus trabajadores mientras rescatan sus inversiones los servicios públicos a los que torean.

   Los yo en mancuernas, pesas, "máquinas en las máquinas", emperifollados en sus creaciones mientras panfletos de noticias dirigidas que les guían hacia los desfiladeros que les acribillaran en las carencias, hoy de servicios públicos, otros días con toneladas de paciencia por falta de atención en la sanidad y aunque, parezca lejano, caerán puñales cuando en la enseñanza se vayan precarizando la enseñanza porque no se atienda bien en todos los casos porque unos privilegiados, poniendo al pobre niño jesús en su belén, dispongan de mejores medios,  mientras que como supremacistas les hayan apartado a los banlieues pauperizados que se describen en "los indeseables",  y a los que insinúan, aceptar vivir sometido es el oscuro asfalto, con ceras sin árboles y horizontes sin parques como describen Patrisse Khan-Collors y Asha Bandele en "cuando te llaman terrorista".

   Se quiebran tierras, se desangra la sanidad, se oscurece la educación. Lloremos a cada ser con su nombres, sus abrazos cercenados en su violento e inhumano día de la ira; temamos no luchar, porque las fuerzas de las destrucción nunca desistan de conseguir sus objetivos.

    Cuando se apaga la luz del día, lucen los incansables músculos ahítos de aún ser más embrutecidos. 

    Se han ganado el privilegio de ser admirados, mientras se encierran en rediles donde el forraje de la autocomplacencia les adormece para ser equilibrados en la hecatombe 

martes, octubre 29, 2024

En la mesa; la educación.

 Andrew procede  de la banlieue de una país indescriptible. Se formó en la calle y en su juventud se embarcó en un viaje que le llevo a otro país; donde habita con los condicionantes de ser un señalado.

    Pasados muchos años, adquirió muchas de las costumbres del vecindario donde habitaba. Una era que la gente con recursos limitados, echaba parte de su futuro a la suerte. Hubo ancianos que confiaron en la lotería y en la quiniela porque en su condición social, sólo encontraba agradecimiento a quienes se decían hacedores de un mundo de orden; no cuestionaban rapiñas y traiciones.

    Andrew no, sentía el vértigo como cuando cogió aquella patera de muerte; estable en su trabajo, confió su afán por cambiar su suerte, al poker.

    Todo siguió el plan estructurado que existe en cualquier barrio de las afueras; jugarse los cromos, competir por las bolas o una peonza nueva y luego, ya apostar a los montones, no se necesitaba ver los personajes. 

     En los bares para los obreros hizo sus pinitos sobre con las cartas, mus y cuando este se quedó encasillado en una bebida apostada o en unas ganancias limitadas, se abrió en aquellas mesas el póker. Largas partidas y rotura de los horarios en el que vivían aquellos seres migrantes.

     Acostumbrado a traspasar fronteras, la de ir a los barrios ricos, no le pareció tan difícil; bajo sus apariencias y su menosprecio tenían sus mismas debilidades; su pasión por el riesgo, andar por el alambre, mirar a los ojos a la muerte. 

     Le gustaba hablar con Lucía que le revelaba cosas del sentido común. Él compartía el brik de vino de los arrabales.

    Ella creía que todo tenía una lógica; él se la rasgaba, hasta dejar a la luz muchas de las miserias

    Un día, hastiado, cansado de escuchar de la perorata de lo interesante de vivir en lo establecido.

    Andrew cogió una de las cartas de póker con las que ensayaba

       Mírala, las cartas son las mismos para aquellos con los que jugaré mañana y para mí. Los mismos tréboles, las mismas posibles escaleras de color; las parejas, las misma posibilidades de repóquer. 

     ¿Sabes lo que nos diferencia?

       Ellos tienen un dinero infinito; él suyo y el que tú les pagas, con tus impuestos en las construcciones estatales sobrevaloradas, en las comisiones a concesiones que realizan

         Cuando me acercó a su mesas, me digo; ¿Cuánto estoy dispuesto a perder hoy?

        Imagínate a un profesorado de la enseñanza pública en huelga porque una administración  hace una apuesta descarada por quien privilegia a uno sobre los otros.

        Perderán siempre; su contrario tienen las cartas marcadas y las tuyas son débiles

        Mírales a los ojos; saben que tienes una simple pareja, que tienes la responsabilidad con el alumnado, que piensas en lo inmediato; muy próximo; nada de ver lo que les dejan de dar porque se lo dan a los que seleccionan a otro tipo de alumnado. 

       No pensarás que se van a arredrar aunque lleven unas, aún más miserables, parejas. 

       Te miran, apenas pueden contener su sonrisa; se les escapan un je, aunque lo visten de una inoportuna tos. Eres funcionario, tienes sentido de culpa porque sabes que existen compañeras de estudio en peores condiciones y tu status te concede unos privilegios, incluso un seguro exclusivo; sabes que también discriminatorio.

      Aún así, sabiendo todo eso, reconoce Andrew, siempre necesito esa sensación de precipitación. En las mesas que recorro, como esos profesores saben; tengo que llevar mucho cuidado; no, con los que más tienen. 

      Estos meten a jugar a unos colaboradores necesarios; a mi me intentan poner de los nervios, porque juegan sin ton ni son, como sabiendo que les cubrirán las pérdidas.; a las profesoras, estos enviados las hablan de orden; de la belleza de enseñar; del futuro, incluso aunque sepan que están admitiendo que rellenar papeles, no es enseñar, ni darles igualdad de oportunidades. Son seres que se muestran piadosos con los débiles, cuando saben que a estos no les pueden atender veinte mil papeles sin corazón

      Aún así, le asegura a Lucía, acudo, porque es mi forma de vivir, cuando me embarqué en otro mundo. Ellos; hoy viajan dicen que a un fósforo, lo pueden romper. 

     Serán muchos, parecerán irrompibles, risueños, creativos con su pancartas para cambiar el mundo

     Enfrente tienen a pirómanos y si están dispuestos prender la mecha; a ellos no les llegan las llamas cuando se queman las ilusiones de hacer una enseñanza pública de todos y para todas.

        Los jóvenes, a estos últimos, les hablan de tirar la mesa y quitarles sus cartas marcadas. 

         ¡Qué la valentia no sea inconsciencia, aunque lo parezca, tejamos lazos con el pasado, presente y futuro! Dice Lucia, mientras recoge en un abrazo al amigo, tantas veces, exhausto


lunes, octubre 28, 2024

Made Scorcese cine always

  En Made England, Martin Scorcese hace una declaración de amor al cine de Michael y Emerik.

    Corriendo al atardecer, no se puede evitar, el sol escondido lanza al cielo los colores que nos recuerdan a Marisa Paredes. 

    Es el cine, al que fallamos; es su compromiso con los personales reales a los que había dado una vida creible en la ficción. 

    La tañen Gerardo Tece, quizás con demasiado ironía para gente que peta en las mentiras que asume, pero deberíamos hacernos burlarnos de los pequimenetres que las expanden.

    Es Pablo, histriónico que la celebra con sus análisis alejados de lo vendido para consumo rápido. Iglesias disfruta en este tiempo, porque saca su capacidad de análisis de todas las ciénagas por las que se van rebozando nuestra realidad y no tienen, y se agradece, ningún cortapisa para exponer a la luz la mediocridad de una progresía timorata, cuando enfrente existen verdaderos depredadores. Dispuestos a dar dentelladas sin miedo a llevarse por medio la convivencia que luego rematan utilizando la violencia para proclamarse ganadores.

  El último pálido naranja, antes del anochecer son sus dedos, para empujarme ante ella y su regalo como abrazo.

  ¡Invéntate algo! no hay cama elástica pero tampoco su voz de caricia

No de fácil lectura; es sobre el agua

 No se puede dejar de reconocer que cuando Karo visita Barcelona, va buscando los espacios descritos por Cristina Morales, en el libro "lectura fácil". 

  Karo siempre pinta un mundo con brochas de detaches de realidad y colores de empatía. Pugna por encontrar en la ciudad una paleta de sabores, sonidos y trajes con la que gustaría de diseñar su entorno, no muy lejano. 

   Lo encontrará aunque alrededor vayan creando búnkeres de publicidad recubiertos de artificios, ahora de hierba, por allí de un cierto abandono premeditado, ahí en la otra orilla, paso un río inanimado, una bestia en proteínas que vigila el engaño.

   Habla Nieves Congostrina de Guissepe Matteotti; recuerda la importancia de su asesinato para dejar, su país, en las manos de un desalmado. Scuratti en M retrató al infame traidor a una patria. A quien quiso llegar al poder, por encima de la vida de quien se pusiera delante

    Relata el hoy, esos seres que perdieron la dignidad y se ofrecieron como garantes del gran capital, para conquistar un poder que les regará, aunque fuera de mierda, si esta tenía forma, color y peso de oro.

    Recuerda Nieves cada paso, no del ayer, que sucede alrededor. Aquel rey sonriente que da la mano a quien se sabe un bufón, pero bien pagado, para eliminar del imaginario al padre, para dar futuro a su sol brillante, cuasi perfecto.

   ¿Cuántos miserables se necesita para construir una dictadura? 

   Innumerables y contra más abyectos mejor. Esos periodistas, Iñaki que creen hacer periodismo con un manuscrito que bien sabe es corrupto, pero que tira con ello y lo lee; no para la infamia de quien se lo muestra, sino indicarnos cuan hundido está dispuesto a entrar en el lodo que le alimentará con los años.

   Lo demostrará siempre; en su última canallada, dejará labrado con cincel y teclas su bajeza moral. Pedirá a Podemos que hubiera denunciado las andanzas de traidor mefistofélico de aquel lejano Lab 2; sabiendo que hace un año, si lo hubiera hecho en pleno proceso electoral, les hubieran tachado de amorales, ventajista. 

   Con sus poderosos motores, surcan olas, se saben impunes y llevan fardos de medias verdades y protección de los agraciados. 

   Cada día desde sus cabeceras, inician marchas de lanchas pardas; viven la vida, por la misma razón que es única y la podrán cimentar en lujos, con vigas podridas de traiciones a si mismo. 

   Darán sermones familiares donde primen las suposiciones y sus excretas ideologías contra los lazos que se debieran fomentar entre humanos, sean cercanos, que ayudan a respetar; sean lejanos que nos unirnos para tejer un mundo en convivencia.

    No lo afirma en su post de ayer, Nieves, pero ¡que sería de un copiador si no le diera su propia impronta!; cuan importante es que un periódico extranjero contribuya a dar vida y orgullo a una España real, a una España multicultural, a una España de reales amaneceres de cansancio e insomnio, a una España que empieza a caminar por encima de los soberbios que hablan de ese estado, pero sometidos a sus designios con Cromas donde introducen excelencias a las que arrodillarnos.

     El año que en Europa, se reconoce las grandes pequeñas imágenes de un collage que es España; existen esas M o esos F, que construyen grandilocuencias sabiendo aquel, que un rey necesita a quienes están dispuestos a someterse, pero les abre futuro a embestidas; y este, F con panegíricos diarios, vergonzantes en enlatada televisión. Le falla, al último, que en el césped quien deleita, a la vez embiste y en las afueras, que muchos, con su mismo nivel de soberbia no están dispuestos a someterse a sus delirios de faraónicos estadios, con pies de ruido.

     Cristina nos habla de una protagonista que ensaya por Moianés; con la cabeza en aquel barrio y con su pequeña cuadrito en un nuevo Can Vies que visibilice la mixtura humana con latidos para su reconocimiento y protección. En una amanecer entre brumoso, desequilibrado y con corazones de plata de Camarón, sentimos que llenamos el orgullo de Comunidad, con los pequeños momentos de felicidad que el fútbol español, ayer, nos los dio a probar. 

     Ay Nieves, cuantos ariquitao de gotas de perfumes y excrecencias cotidianas, nos forman

     y que un día descubriéramos que el valor de palabras de esos filibusteros López, Vallés, es el que menos vale, cuando son de ventajistas, sin responsabilidades en sus mentiras, conscientes y de puñales a traición.


domingo, octubre 27, 2024

Y dice usted

  Me han puesto un foco apuntando a la cara. Me avisan saldrá cara tu osadía si no admites lo que nosotros queremos.

   Pardíez, me digo, pocas opciones tengo de salir de este embrollo en el que me hallo metido.

    Dice, usted que siendo joven, aquel supuesto amigo, te invito a brick de vino

    Don Simón era que entonces era muy socorrido a mi estómago le sentaba como un pepino

     No cree usted que entre entre esas hebras de hierba, no de las plantadas, el humo era nocivo

     Señor, hubo momentos que me sentí adormecer y otras en los que tres meneos, y monte en un tiovivo

     Podemos afirmar entonces que aquellos corros, círculos, maticemos, ya nacieron viciados

     Nos llama malandrines, por canutos, no serían los yogurines, en sustancias enganchados, tarados

     Ser listo, ahora no es lo más adecuado, de enfocado puedes pasar a desnudado. Vivamos el presente

      Siento que aquello fue muy pasado, que del Laboratorio 2, fue señalado y que, por élites fue usado

      él era alabado, nombrado, entronado, pero no tienes la corona y tus polvos si son penados.

      Más que delito cometí contra vosotros, si lo común hace eternidades se cortaron. 

          Eso, reconoce, reconoce

       Ah, ya comprendo, cuando nacimos al hecho social, no somos los que por golpe se instalaron

            No te desvíes muchachuelo

       Mas, quiso ser él, con los burdos, la izquierda que doméstica, entre leches y magdalenas

            Perdedores, confiesa, hasta Millás te pone en descenso

       Sabíais que su comportamiento no era el de "sólo si es si"; a Irene quisisteis humillar.

             Bueno, bueno, bueno, eso son otras cosas; empuñar un arma o una mentira no tiene porque ser un acto violento.

             Soñabais con quien callaba, ¡ay, Ada! que el derecho a la vivienda, es vejada por el de la propiedad privada.

             No te desvíes

             Que ante un genocidio, si te tienen en modo pegasus, mejor callar; que a la amada España, que tuvo el Sáhara, la humillen, por si mandan gente en turba.

              ¡No te amilanas!

               Eso me dijiste: ¡¡cuenta!!. No me abras la ventana. Ahora son miles

               Caerás en la red

               No en Canal Red

                 Malditos

               Para decir a aquellos pobrecitos, que no somos pequeños, somos Pueblo

                 Ehhhhh! (gesto de monumental enfado, amenazante), Podemos

                 no lo digo yo, tu lo afirmas


sábado, octubre 26, 2024

Entre tu sencillez, Joan, y su desprecio

 Feliz, hasta ensombrecer el universo;

Salieron en tren, a un pan  más diverso

llego a baños de gotas del Mediterráneo 

la gloria parecía más un barco en balanceo

con jardín de adoquines, a veces, malditos

oyente de mil sueños para locos bajitos

  emigrantes en Moianeses 

  miserias en 311 bonaerenses

Trinó sin parar, más de medio siglo

 ahora con nietas montando triciclo

 contempla la sala, ¡abrigan amigos!

 con esos, de otoños compartiendo higos

  Me entrevista bajo símbolos, Iñaki, leyenda

Sabio, por la vejez dice, me llenan agenda

de actos que de joven, de su buena fe, dudó

hoy, aspirante, sus  versos pan y amor desnudó

humilde bajó la cabeza, le ruboriza tanto cariño

va a terminar el texto, levanta su mirada de niño

ella, pasante de méritos floridos, recoge hojas

ni sintió lo leído, empuño espalda a hordas rojas

tiene grabada en su ADN, la soberbia, transparente

el padre: "disimula, como la abuela, de lo aparente"

mamamos y el pueblo, siempre necesita imágenes

nos exhibimos, instantes; permanecemos, por genes

  Darles pizcas de fingida felicidad, caduca e intuida

 ¿A Joan que costaba, concederle una mirada furtiva?

     Aquella confesión en austera televisión

     ahora de luces y alharacas, aquella visión

     Nano, llenaste de abrazos al humilde

     ni tan siquiera pudiera añadirte tilde 


viernes, octubre 25, 2024

Un rincón

  Entras por la caverna de la noche con la inquietud de si podrás volver con el hilo que se ha ido deshaciendo.

  Salió con un grupo de exploradores con la certeza que aquella cueva no tendría más profundidad de la que todos los datos en los mapas y en los escritos, le decían que sería un emplazamiento para pasar una amorosa noche en un lugar poco común. 

   Se acercó a un pastor, acostumbrado sólo a contemplar; cuando llegaba alguien entonces de una manera enigmática describía la realidad a la que se había anclado entre cabras, perros y alguna que otra alimaña que merodeaba por el lugar.

   Preguntó Julio por los datos "en terreno", para confirmar las informaciones que traía. Demetrio se le quedó mirando, y se apoyó en una muletilla con la que empieza sus circunloquios. No sé yo; luego sí, añade, pero mi perro anduvo descarriado tres días y salió de aquel lugar y pa'mi que no es de estarse rodeado de oscuridad durante mucho tiempo-

   Cecilia, que si por Julio fuera, la seguiría por tierra y por mar dando palmadas de complicidad, le da un pequeño empellón con el codo, regresan sobre sus pasos y le explica que todo lo tienen que hacer de una forma más lenta, pero más minuciosa, por lo imprevisto que pudiera haber dentro.

  A él, estas cosas no le gustan nada, cuando emprende una marcha, volver hacía atrás le parece un retroceso. Cree que ya tiene los medios necesarios y los conocimientos suficientes.

  Aún así, se prepara para dar su brazo a torcer; aunque en el camino, cabezón lo es un rato; al irse con diferentes grupos o personas solitarias, buscar amurallar sus certezas; entre ellas, busca alguien que le de la razón. Jorge lleva un ligero, pero adecuado equipamiento para penetrar en esa "mapeada" cueva y por lo que ve Julio, no parece que tanto esas cuerdas, como los mosquetones y los cascos sean parala  cosa de nada que les han transcrito

   El ínclito explorador le escucha con atención, a lo que une una soberbia desafiante, en un seguridad personal con la que cree poder superar los diferentes obstáculos. Ante la invitación del segundo, él le pide a Cecilia que le esperé buscando unas setas, de esas que caen como besos de agua, sobre el paladar. Regresa con Jorge, el cual le da dos indicaciones básicas a la entrada. Las oye, pero minutos después, cuando vuelve de su intento fracasado por seguirle unos metros, reconocerá que no le había escuchado. 

   Sale malherido en su brazo y destrozado en su ánimo. Escucha lo que hará Jorge y como utilizará todo lo que lleva, sencillo pero imprescindible para encuentros que inesperados.

    Regresará con ella, una media hora después. Repasarán juntos el uso de los diferentes instrumentos que han traído y a los que nunca, él, había prestado la suficiente atención. 

    Todo, para él, es en exceso lento; con ella, como una melodía con la que te dejas mecer, entretenerse en cada uno de los preparativos es como arrojarse al lado salvaje de la vida. No todos lo quieren tomar. Él si, ¡sólo que tiene momentos de tanta ansiedad!. Tiene miedo que todo se le escape, que haya llegado demasiado tarde para explorar lo que pudiera ser un mundo en otra dimensión que parece haberle indicado Jorge

     Itaca, recuerda, Itaca, como el sueño que todos tenemos, que cuando lo alcanzamos, quizás nos resulté pequeño. 

     Mas haber viajado con Lluis Llach, haber parado en una isla solitaria para engañar a    l Cíclope, o haberse atado a los mástiles para que las voces de las perfectas sirenas no te hicieran abandonar tus torpes aprendizajes.

      Entran los dos, ya bien pertrechados, sabe Julio, que sólo hace dos años, no hubiera sido capaz de meterse en esa cueva, que lo único que le ofrecía era oscuridad, donde sus inseguridades se hacían monstruos.

       De pronto, Cecilia intuye ver una imprecisa  claridad. No sabe si le viene de la entrada, raro, o es que existe algo por donde se haya colado esa difuminada luz.

       Le coge de la mano, le hace que de pequeños pasos, que se aseguré con el arnés bien puesto y aunque le habla de pocos metros de caída hasta una repisa suficiente para los dos, le anima a que fijé su cuerda, coja su descendedor, su polea y realicé un rapel.

       Toda la seguridad que tenía afuera, se la entrega a ella; tarda unos segundos, eternidades, añade él, para reconocer su derrota; y ella, tras descender, apagar la luz y quedar todo, en un silencio que le resulta aterrador a nuestro protagonista; encenderá la linterna apuntando hacía Julio, de sus ojos caen lágrimas, que él no puede ver, porque, entre otras cosas, se asustaría y con voz entrecortada Cecilia le dirá

       Ves muy despacito, lee ese agarre, reconoce lo que te va rodeando. 

       A pesar de tu pereza, no lo dudes, ahí abajo existe una sinfonía de luces y agua. Lucha contra tus miedos y desánimos. Existe un abismo hasta penetrar en ello, pero en nuestro camino iremos recibiendo besos de agua, de esos que tanto nos gusta y con los que nos vestimos.

        Arriba, aburridas, en un rincón, han quedado certezas y cortapisas en las que se escondía la melancolía de conformarse con los mapas, cercados de los que te imponen sus marcos.

   

jueves, octubre 24, 2024

Pierre y nosotros

  La magia de Abriendo Fronteras en el Rincón Lento eliminó el cansancio, no del todo, de la hecatombe de una menudencia como pudiera ser te pusieran una multa; esa es una miseria de un ser anónimo, enfrente de la apertura de un diálogo con Pierre Zgheib, Albertina Oria, Vanesa Alonso, coordinado por Alberto sobre el Genocidio en Gaza y el Líbano. 

  El final de este encuentro es el que sirve para el principio o la continuación de interacciones que ya existen en grupos, en sociedades, también en algunos países que han visualizado lo que existió hace casi 100 años. Una dejación de responsabilidades y ante la debilidad la llegada de una extrema derecha que no tiene ningún complejo en tapar sus latrocinios bajo los mantos de símbolos y fuerza bruta. (por qué una mujer con principios fascistas apela a los famosos "huevos" humanos, y a una policía que se debería sentir insultada, como la nombran para imponer subjetividades y sometimiento a lo económico)

  ¿Qué se puede hacer después de haberte puesto contexto de más de 100 años de intervención del poderoso Occidente, Inglaterra, Francia, Estados Unidos con sus particiones arbitrarias y sus explotaciones impositivas sobre Palestina y países de alrededor?

   Existe una liga Fantasy en la que se ha colonizado la forma de interacción entre los jóvenes para crear partidos, enfrentamientos ficticios, ellas lo saben mejor que los mayores que nos asustamos de la dependencia de los móviles.

   Esta mañana vuelvo a oír a Olga Rodríguez, periodista, jugadora en esa hipotética liga, en la cual confió después de muchos años. En el hotel Palestina, de Bagdad perdió a su compañero José Couso, este estaba grabando como se comportaban los tanques estadounidenses que penetraba en el enésimo país invadido, salvado de las garras de algo sátrapa, anuncian. Como si el emporio armamentístico de aquel país, no actuará como tal, en un estado que no es el más democrático del mundo. 

   Pierre es otro jugador, más modesto, pero esencial tiene nombre y apellido Zgheib, es la representación de millones de libaneses, tienen madre, hermanas y se dejan revestir por una religión; esta podría ser inicua, si no fuera manoseada por ladrones, crápulas y abducidos que la utilizan para fines ajenos a la fraternidad de las creencias. Pierre escucha el entusiasmo de Albertina Oria por la cultura árabe e islámica. No utiliza un texto, se ha embarcado en naves ficticias con las que ha visitado casas, bibliotecas, monumentos y sobre todo, insertándose en vidas como las de nuestro interlocutor.

    De Vanesa podríamos afirmar que es un fichaje de última hora; hace pocos años, desconocía todo, sobre la parte del mundo con la que ahora se arropa. Podemos decir que como Rafinha se ha imbuido de la cultura de esa parte, la ama y por supuesto, con el amor compartido, es parte de ella; y por ello, la trata de comprender y dedica horas para ello. 

    No podemos afirmar que varios de los participantes en el diálogo, no estén haciendo los suficientes méritos para plantearnos su fichaje. Tienen conocimientos, empatías y ayudan a desbrozar algunos de los momentos de la historia de aquel lugar, que se han pasado por alto. La guerra alimentada entre facciones de convivientes en el Líbano que, oh, casualidad, fue aprovechada para que el ejército invasor penetrara hasta su capital. 

    El del banquillo, como un Vinicius, que vino acelerado, aprendió a tener pausa ante el gol, pero no ante las interacciones con sus compañeros y árbitro; dice: ¡eh, eh, el asesinato de Hariri!, no se le escucha. Creemos que, como al segundo, al fichaje que chupa minutos en la reserva, le van enseñando comportamientos. En este caso, comprende que tiene que expulsar de su equipo a una, que aunque él ha sido así, en este caso reconoce que su puerilidad y bajeza es incurable y querrá seguir siendo una macarra incurable y de por vida. La árbitro Gemma Nierga, ha querido contemporizar; como queriendo decir que Stiles, a parte de sus patadas, llevaba una vida apacible o el dictador asesino austríaco alemán, fuera del Holocausto que provocó, hacía cosas sobre un lienzo. 

    Sabemos que enfrente serán siempre dañinos pero, al menos no corroerán a nuestro equipo como un Iñigo cualquiera.

     Hacemos un paréntesis aquí, porque vemos se va llenando el contrincante de oportunistas, burdos, canallas. Cogen fuerza porque sus medios van siendo engrosados por la aportación de millonarios oportunistas, deificados y adorados por quienes se ven deslumbrados entre luces y algoritmos.

     Existen Bartomeus que pueden arruinar nuestras ilusiones y cercenar el futuro de quienes son parte de nuestra esencia, la cantera; pero existen Calixtos, que aman los suyos y se abren camino; en esa liga Tantasya daremos valor a los gestores que permiten que volvamos a lo que somos. 

     No es fácil meter en el equipo a Laura Arroyo, dicen que viene de fuera, ¡¡uuhhhh!!, ¡¡¡¡¡uuhhh, migrantes!!!. Nuestra vecina parece haberha sucumbido al coche que recorre la calle, difamándoles, despersonalizándoles. Te entra una tristeza infinita porque la oíste defender las acciones que humanizan nuestra sociedad. En último termino, la fichas; es el espíritu de la cantera, como una Lamine o el chico de Los Palacios, Gavi; tiene entrega, conocer las claves del tipo de juego que queremos ejercer y como, nuestro joven herido, mete el pie; ella, lanza reflexiones que podría decirse que son "luz de gas" porque son muy vistosas, pero es que son humanas y atacan las líneas débiles de nuestros embrutecidos rivales. 

   Te piensas si meter en el equipo a Raúl Sánchez Cedillo porque como dice nuestra admirada decepción, no tiene ni media hostia. Tiras para adelante con él, con sus profundas reflexiones se convierte como cada uno de ellas, en individualidades, autosuficientes, pero cuando van en conjunto se hacen inabordables y pasan a ser nuestro Centro de Gravedad Permanente.

   De Alberto, Tito, para sus amigos, dudas porque piensas, ¡hostías! está en todas las salsas, pero no es el que da el toque final; por años, te vas a Luis Enrique, su tiempo de minusvaloración en el Real Madrid, su engrandecimiento posterior, porque era un ser humano integro, honesto en el esfuerzo compartido con sus compañeras. Concluyes, ambos, imprescindibles.

   El equipo se va completando, la liga Tantasya la considera que no la ganarás pero con estos integrantes visualizarás la belleza de la vida y de la lucha. Anda, por esto mismo, recuerdo que aún no he fichado a Carmen, ella es todo lo anterior pero además, no se queda en lo que aporta. Ahí desaparece y entonces, son sus alumnas las que tienen que conformar todo el espacio que van a ocupar en el campo de juego. Si, cual Marc Cásado, realizan bellas jornadas por las personas migrantes, acuden a nuestro Rincón Lento, no todo está perdido. Salen muchos cenizos de enfrente, algunos que nombres tan pomposos como doctor Muerte. 

    ¡¡je, je! no saben con quien se están enfrentando

   La podredumbre que denunciaba, puso en el disparadero a Pablo Iglesias, persistió pero creyeron hacerle desaparecer; ganaban los Amancio Ortega que eran imprescindibles en sus éxitos vestidos con trajes glamourosos tejidos en semi esclavitud en Bangladesh, aquí si escaparates. Apareció de nuevo, pletórico, brillante, incisivo. Quienes se creían vencedores, volvieron a echa bilis en mas periodismo; sus posibles compañeros, hicieron corros y decidieron que se sumarían a los primeros para que Canal Red, pareciera Red rota, con agujeros. Unos y otros fueron comprobando la inutilidad de la negación. Incluso una miserable televisión ¡¡¡¡Española!!!! hizo un intento de unirle con el destino de un mefistofélico ídolo caído, con el que cabalgó y que se descabalgó para traicionarle. 

     Existe silencio cuando, entre seres queridos, le nombró, como una de las posibles incorporaciones a mi equipo; si, a Iglesias. O también, ese Alejandro, por tanto, imprescindible porque siempre lucha para que los Pierre se les vea como persona. 

    Como se le va a negar su imprescindible labor de medio centro para que el partido del otro día, con los Pierre, Albertina, Vanesa y todas las miradas de las niñas desorientadas por la sed de sangre; los niños, sacando una sonrisa de infinita negrura porque Tortell Poltrona le ha vuelto a pintar una paloma de paz y los Ahmed y las Aisa, lanceadas en mil heridas, vuelvan a sentir que a su mirada, le responde la empatía.

     Preguntaban el otro día, ¿y ahora qué?

  Intuí que existía una liga la Tantasya a la que debía dar jugadores con nombres, con habilidades por jugar. Puede ser otra utopía más, pero aquí está, para ser nombrada y cuando la nombras, la humanizas.

   Hubo una compañera que creo participaba en la misma liga y pedía responsabilidad y darse cuenta quien en este inmenso campo de juego, con debilidades que siempre nos van a lastrar  o van a magnificar nuestros enemigos, pueden ser equipos fiables con los que jugar y ensalzar los encuentros.

   Hubo muchos seres, desconocidos, en muchos casos, venidos de muchas diferencias y allí estaban dando valor a otras vidas, que alumbraba las suyas, siempre, todas, merecidas de ser vividas.-

miércoles, octubre 23, 2024

Ahora

  Como "cosas", ahora es una palabra que la estoy escribiendo ahora. Pero es que habiendo quedado este blog en lo que siempre fuimos, un modesto post it de una vida, apenas legible; ahora vuelve a ser más fácil decir que la vorágine de ruidos que siempre han provocado los que mandan para que no sepamos por dónde vienen los robos, necesita de la inteligencia de muchos; unos, Broncano, y otros, la mayoría, la pléyade de personas que normalizan la vida diaria.

     En esas excepciones televisivas; ahora tomada por ejércitos de meritorios de los de arriba, se aprende que, ahora, es muy importante visibilizar la gente común que es convocada en el Rincón Lento para un diálogo, hoy miércoles a las 19h30, sobre los migrantes y las violencias que sufren.

    Tú, que tienes un saxofón con el que no pretendes desgravar pero si tocar los graves mejor, con la ayuda de Manu, sabes que ahora, estás en otro momento vital,  es el de defenderte como jubilado porque la banca y las aseguradoras tienen contratados asalariados a quienes ordenan que "vayan y esparzan" que robas al presente; para tú, sentirte culpable. 

  Te rebelas, a la vez que te viene a la cabeza que, ahora, estás pensando en si los que te dicen que te metas en fondos de inversión, te están ayudando o poniéndote clavos en tu propia cruz, lo cual rechazaras en la manifestación del domingo 26, para defender las jubilaciones de ahora y del futuro que no puede estar en manos de los bancos y las bolas de la ruleta a la que siempre vuelven, como ludópatas con traje, porque a su codicia, la alimentan con la implicación de quienes creen tener una nueva oportunidad, vestida de la, ahora, suerte. Cuando, de forma cíclica, sólo la tienen los que siempre son rescatados, en los ahora inmediatos, sí, con tu pérdida de derechos.

    Se convocan, ahora, de nuevo, jornadas de paro en la enseñanza pública porque se les roba plazas al alumnado, en las FP, para que vayan a instituciones privadas de doble pago, con los impuestos de todos, tuyos, no lo dudes, también, vamos, más con pagos encubiertos o no, que más da, si la desvergüenza en los platos, que niegan hasta lo reconocido, ya se ha convertido en un modo de ganarse la vida.  Luego tienen acceso a las prácticas en ¡Oh, maravilla! también en empresas privadas.

    Ahora, ahora que la lavadora centrífuga y la pared no vibra, animas a que las compañeras, porque este mes, aún parece que eres compañero, sepan que existen compañeras o ellas mismas que están en institutos con carencias porque otros, concertados; ¡que coño, privados! reciben ayudas para diferenciar. Si, los que ahora o mañana, podrán un belén, con un niño casi desnudo, palestino, ¡pobrecito!;  seleccionarán a su alumnado, exhibirán y se promocionaran en sus privilegios. 

  Ahora, que vuelvo a estar lo invisible que siempre fui, es el momento, el ahora para ser valiente, no sólo pidiendo al presidente que lo sea como en Méjico y haga que los jueces sean elegidos por los ciudadanos, para ver si quien ha defraudado a la ciudadania, poniendo un chalet en un terreno rústico merece ejercer la justicia. 

   O,  si el que ahora, abre una causa con especulaciones, puede ejercer su cargo de juez, cuando con miles de pruebas no vio nada.

   Es tiempo de valientes, de romper fantasías y coger los personajes de carne y hueso y darles un valor. Ahora se lo he pedido al presidente.

   Me lo escribo para mí; el capitalismo es tan una máquina a punto de estallar que algunos de los que se creen sus beneficiarios salen a la calle a decir banalidades, España, bandera, unidad, pero como dice, ayer, ahora que le leo, Marc Giro: ¿Son españoles, los que no se sienten como tales y no lo son los que lo quieren ser?

    Que se aclaren, por lo menos a la hora de hablar, porque las generalidades no dan casas, si la tienen empresas extranjeras. La banca o los repsoles no tienen bandera si tienen que contribuir a un Estado que les ha puesto en unas condiciones de superioridad o ventaja y ahora, quieren irse.

    Ahora, es ahora cuando deben dar sentido al ser humano al que dicen defender pero nunca hablan de los explotados que les dan alimentos y ropa exclusiva ispanogla.

    Ahora que el ego ha bajado después de verte, en verano con días de cientos de visitas, quizás como apuesta, tal vez, como puerta a otros lugares; ahora, que aún así sabes que alguien vigila, no sabes para quién, si es un servidor o un ejecutor; les comenta que no hay orden, al que dicen cuidar, si se dejan rodear de símbolos y sus usuarios y no encuentran las miradas de sus vecinas con las que tanto tienen en común 

    Ahora, que la pública merece todo el respeto; que tenemos que poner en nuestra liga de realidad a muchas Carmen.

  Que somos porque fueron y por ahora existen muchos Pepe Mujica y porque serán con las semillas de aquellos y este.

   Ahora, escribimos, incluso para sabernos ahogados en la nada.

     Pero fuimos, en las noches estrelladas;  ahora, cambiamos los cromos de la nada, para que nada se pare

martes, octubre 22, 2024

Mesiallas

     Una niña acude al reportero. Desde hace bastante metros este ha visto primero un pequeño bulto, al acercarse una niña despeinada y con una mochila en la espalda; le ha recordado a su hija. Cuando ha llegado a su vera la niña, apenas iba vestida, su sucia cara reflejaba un cansancio infinito y lo que creía era su morral, ha resultado ser un niño, aún más pequeño que ella, de seis o siete años, al que llevaba a su espalda y que herido, buscaba que alguien atendiera a su hermano.

     Hace la fotografía, a la vez que saca el móvil para uno de sus contactos. Se da cuenta que la crueldad todavía puede ser más infinita y saca la batería al móvil y con un pañuelo hace varios movimientos, muy enérgicos y exactos.

     Tiene un trozo de pan, quien hirió al pequeño, lo dejó; ella le cuenta que sabe que fue aposta; a esa edad y en ese sitio ha vistió desgarrones de músculos, roturas de brazos y quebrantamientos psíquicos por igual.

      Era una chica, aquella militar; se mostró tan inflexible como dañada, como si en el último momento encontrará en su recuerdo, la sonrisa que le produjo aquel payaso, que andaba por donde ella aprendía.

      La han llenado la cabeza de trampas que preparan sus enemigos que la odian; de la crueldad con la actúan cuando las ven solas. Cuentan historias horribles que no son propias del mundo tan cuadriculado y perfecto en el que viven  que estos les quieren quitar.

      Se entrega a quien le ha contado todas esas grandes certezas. 

      Cuando dejó aquel trozo de pan, miró a los ojos de aquella niña, era un espejo de ella, hacía 20 años, cuando se preparaba para ir al colegio y llenaba la cartera de algunos libros y de su cinta de pelo que deshilachado porta ahora la niña a la que ha golpeado con la culata para que se lleve lo antes posible a aquel niño, que balbucea mama y aspira trozos de vida, por si tuviera algun resquicio para entrar.

      A varios cientos de metros, el reportero observó aquel conato de diálogo; pudo ponerle voz a las dos interlocutores. Ya se ha encontrado a alguna mujer soldado que le ha contado su infierno en la victoria.





lunes, octubre 21, 2024

El móvil de las cosas

 Muchas cosas por emparejar cuando ya se lo tomó ella a la ligera. Miro el ambiente, suelto lastre y empiezo la navegación.

   Lo decía ayer Fermín, si Muguruza, el mar, el océano es la metáfora de la vida. Días para ya donde coger una lancha con varios motores de cientos de caballos, con los que llegar hace un rato. 

    El resultado es darse cuenta de ese personaje que ha tomado el camino de la indignidad. 

    En una aldea, encerrada en el Amazonas , cercana a uno de sus ríos. Tuán expresa que Pitxu ha tomado un camino equivocado, se ha alejado de su protección, ha caído enroscado por una boa de 5 metros y murió asfixiado. El primero es joven, el segundo lo es aún más.

    La gente del poblado, como la madre que nunca reveló las claves de comunicaciones entre presas, para transmitirse mensajes, sabe que el joven les está contando una mentira. Le dejan seguir, cree que se salvará si va aumentando el nivel de su fabulación. Va introduciendo en su narración que se volvió y se dirigió hacía la cabeza de aquella serpiente, que la golpeó y la atontó, pero otra había aparecido y surcaba ya por sus pies, lo que le hizo apartarse. 

   Aumenta su fogosidad y su intrepidez, cuando añade que apartado de la segunda, cogió a la primera por la boca y se la intentó desgarrar, sólo la aparición de un gorila, paró lo que estaba consiguiendo. No porque ayudará a la constrictor, sino porque le dio en el codo y estando en una posición tan equilibrio, le desestabilizó y tuvo que soltar, cuando esta daba signos de soltar a PItxu.

    Iba a añadir algo más, cuando vieron que se volvían hacía Ssiunn que con otros veinte joven, traían el cuerpo inerte de quien había sido abandonado por Tuán. 

    Le explicaron el rito de muchas generaciones en el que se les daba esa responsabilidad a un joven que debía integrarse en esa comunidad tan débil que necesitaba la fortaleza de todos para la autoprotección.

    El castigo para esta generación había cambiado, con respecto a todas las anteriores. Tenían fama de ser, casi inhumanos; estaba vez pensaba que, por diferente y curioso para su tribu, no sería menos. 

    Le dieron un teléfono móvil, donde le enseñaron cosas que no tenían que ver con ellos. 

    Enseguida comprendieron que podría ser la causa de su exterminio, porque allí tenían que estar todas alertas y prontos para actuar.

     Se fueron y se lo dejaron encendido; era el sino de los tiempos, les había llegado el que no se agotaba la batería. 

      Tienes la oportunidad de conocer otras cientos de historias como las que nos has contado tú. 

      Tienes que escuchar alguna de Spanbauer. Como en forma de tragedia griega, uno de sus protagonistas termina cometiendo incesto con su madre; sin que le desgarre el sentido de la culpa.

      A la vez de toda esa tarea, en esta selva sucederán cosas; tu castigo es decidir lo que quieres aprender; de lo que no tiene nada que ver contigo, o de tomar conciencia de cual es tu tarea en la sociedad en la que te ha tocado vivir.

      Sale una voz cavernosa, espirituosa y le anima a lo primero, niega lo que has hecho; dentro de nuestro mundo se admiten y pasas a otras pantallas.

       Mientras esto sucede, todos se dan la vuelta, Pitxu se ha reanimado y quien le abandonó fija la atención en el móvil; ahora, unos seres emboscados en banderas y exasperación hablan con la misma lengua de serpiente con la que lo hizo aquel jefe blanco; que acabó ensartado en sus propias varas de medir.

domingo, octubre 20, 2024

Gallito o gilito

  Se acerca la partitura; de alguna manera observa cierta entrega en el paisano. Duda de su persistencia:

   ¡Ahí tiene! Gallito del Maestro S. Lope.

     Uhhh! por aquí; ¡uuuuUUUU, por allá!, la examina, la deja en la mesa, imposible. No, insiste, te acuerdas de cuando fuiste al examen de mecanografía y el sonido coral te hizo pensar que tu ibas superlento. 

      La coge, va al compas, lo repites, diez veces; avanzas y ahora queda el análisis. 

     No, ¡eso es no tocar! 

     Si, eso es destripar la conversación que existe entre las notas. Igual que la cara de Broncano aparece entre el paleolítico porque allí, entonces, también había humor. y con ese se enfrentaban a mamuts o emprendían relaciones sexuales.

     Sudores en semicorcheas, toboganes con precipicios, no una, varias veces. 

      Deshielo en el montacargas. Siiuuu, no confundir Carlos, el silencio ante la injusticia, os condena. Pides, sean justos con tu partido, pero te lavaste las manos, ante la bellaquería de muchos de los tuyos.

      En la sexta menor, descubres una historia de amor. Te descubres migrante musical, con la diferencia que la música te acoge, le caben quienes se arriesgan a cruzar los desiertos donde las músicas se oyen al anochecer, cuando la arena se calma de los viajes emprendidos.

       La bossanova derrocha sensualidad por esa sexta. En Ipanema nada mucha belleza; la vista es tan incompleta; la descubre, se balancea su cuerpo, se entregan sus mentes. 

       La música ahora es interna y la plenitud se produce en pequeños escarceos; aquí un beso, por allí, una mano con su dedos catadores; una oreja, pero no cortada es salivada sin peligro de que haya un débil talón de Aquiles.

        Gallito, mucho, pero en sus partes, se construye en el lector



  




     

         

sábado, octubre 19, 2024

Hacer banda en un Castillo

 Entre justos y mayores. Guiados por tonos y semitonos, empiezas a intuir otra forma de escuchar las música. 

  Aparecía un pentagrama y como un Leopoldo cualquiera empezabas a caminar por las calles paralelas del pentagrama. 

   Encontrabas sentido  a plantearte emprender viajes que no siempre terminaban de ser lógicos. Para que tengo que salir a Mallorca, sí las montañas por las que me paseo cada día, me enseñan sendas con sinuosas curvas, subidas y bajadas en las que me sintió crecer. Si además en las calles, en la que solfeo lo aprendido, surgen las miradas caídas de derrotas.

    Estos últimos caminos, pareces encontrar un asiento para el descubrimiento. El viaje por esta Odisea, sin embargo, acaba de empezar. Sólo hace dos años, menos 18 días, que lo emprendiste. La excusa pudo ser un desafío imposible de una adolescente o un homenaje, siempre continuo a quien rapeaba en mil experiencias.

    Ahora has cogido la receta para que te preparen la fórmula de un jabón con olor a limón que ayudará a  cuidar la piel de otra Molly y te has dicho que llegar a Sweny,  será emprender otro viaje, en el que descubrirás los porqués que rodean a una vida, caminándola con seres especiales.

    El Sweny de ahora, no tiene nada que ver con aquella llegada, al lugar de encuentro y actos de abrazos. Ahora es llegar a la consciencia que te dé la llave para comprender como poder, tú, ofrecer Swenys.

    No son las calles, que siempre conviertes en intransitables bosques a los que rodeas con mil vueltas, el objetivo a conseguir.

    Los armónicos son océanos; los justos, cuatro, cinco u ocho pueden no serlo tanto si tus pies destripan piedras en líneas al borde de un precipicio al que te asomas y no sabes si te atreverás a patear en un paso que no te promete que la visita al siguiente ensayo, te producirá la misma angustia en el abismo de ayer. 

   Hubo años en los que estabas orgulloso por la insistencia en los grandes esfuerzos en entrenos de la carrera; los años te hacen preguntar si serás capaz de no desfallecer, como entonces, para saber si atravesar las Mayores, 2, 3, 6, 7 con semitonos, por arriba, por abajo para hacerles disminuir o aumentar. 

    Miras a la Torre Martello, para encontrar la silla donde estudiar los amaneceres a mundos que no los podías imaginar, ni tan siquiera hace unos instantes. El profesor te desafía; comienza tu comprensión vistiendo ejercicios en los que produces girones y rotos pero que siempre con persistencia y atención, puedes remendar como si el haber compartido partida con un sastre, te hubiera enseñado su arte.

      Descansas de tanta intensidad, levantando la vista y buscando en el limpio horizonte, la otra orilla que, vuelves a recordar que es una línea a la que no llegas nunca. No desfalleces, ves a un barco con viento entrando a estribor, te admiras de las pericias de piloto y copiloto que hacen banda para equilibrar el velero con un viento que les quiere aproar y por tanto, producir una parada peligrosa. Encuentras más veleros con gente luchando con vientos cambiantes que quisieran volcarles e incluso romperles los arneses para que el barco volcado quedé a la deriva. 

      En un ultimo bordo del día, agachas la cabeza, ahora entre aquellas líneas paralelas de imposibles cruces, te emocionas porque se empieza a tejer vínculos en los que intuyes bellos trajes, bordados por las agujas que luchan por reconocer las notas secundarias, terciarías, cuaternarias, quintas, sextas, séptimas que ya estaban pero no tenías capacidad para entender  en los mundos que ya visitaste 

    Sueñas que siempre fuiste de un Sandicove pero que hubo días que en las primeras, generaban pequeñas trampas para el divertimento de lo infantil; en la siguiente, para el terror o en la sexta para un jazz o un blues con el que se mece cuando ya sientes que la luz le pide un nuevo descanso.

    Te has convertido en ese Leopoldo, insomne que se emociona porque, sabiendo todo el bagaje en el que soportas tu edificio actual, sigues caminando agradeciendo a aquella, ahora ya joven, te pidiera ser parte de una grupo, cuando entonces sólo eras un banda    

viernes, octubre 18, 2024

Dolly, un amor bajo sospecha

   Se descubrieron en una mañana de otoño en la que vagaba, Duke, por la calle cercana a la arboleda hacía la que se dirigía. Ella, rubia, esplendorosa, perfecta le lanzó una mirada que con el tiempo, pudo llamar destello. 

   En aquella vía, en otro tiempo, fue atrapado en unas de las casas bajas en la que fue sometido a las vejaciones más abyectas que mente humana concebir.

    Durante años, evitó que le nombrarán el lugar y prefirió hacer varios kilómetros más, con tal de no intuir ni los contornos por donde aparecieron aquel grupo de depravados mentales. Podía haberle surgido un problema casi irresoluble que, sabía, tenía solución en una de las tiendas que parecía haber elegido el lugar, al lado de un fresno en el que Isa y Juan habían dibujado un corazón que pervivió más que su amor.

  Aún en esos instantes, empezaban a correr; llegaba sudado que siempre resultaba ser una incomodidad y pasar por un lugar donde en grandes letras se podía leer; el matadero, pero en este caso, era un jovial encuentro de jóvenes. En su caso era una lugar de despiece de los más variados animales, donde había permanecido durante 33 horas, y de donde sólo pudo salir porque José mostró la misma persistencia con la que se desenvolvía en el fútbol. Le salvó, encerró a los pervertidos y sólo años después se supo como habían terminado, devorado entre ellos. Al lugar, un inoportuno incendio, le arruinó el nuevo uso para el que lo habían comprado dos inversores. Tenían ya adquiridas las mil camas, las cien mil botellas de alcohol y la música creada en una fundición de herreros. Los turistas serían arrojados allí, desde un avión, con su correspondiente paracaídas. Se meterían en el local, atrapados como ahora lo están la mirada, el cerebro en los móviles en el que ponen sus esperanzas de escapar y en un tren de carga, volverían a la cinta transportadora que les dejaría de nuevo en el avión de proporciones bíblicas.

     Ahora, la perspectiva era otra. Había vencido ese miedo atávico a pasar por allí. Creía haber encontrado, a cambio, la felicidad por aquel cruce de miradas y cuando se volvió para hablarla y mostrarla su admiración y su entrega, descubrió que Dolly sólo era una imagen univisional, una copia y aún así, decidió entregarse a ella y borrar cualquier atisbo de inteligencia cerebral con la que superar aquel lugar maldito que le volvía a encadenar a la verja; ya no encontró ningún nuevo fresno en el que escribir el nombre de su amor platónico


jueves, octubre 17, 2024

Bruja

 Soy Dolores, Lola, viví hace 503 años, por las calles de Luzinia; desde pequeña, jugaba cerca de alguna casa que lanzaba sus micciones por la ventana, alguna vez me pilló debajo, pero siempre aprovechaba que estaba blanda la tierra para hacer una imitación al castillo. 

  Dormía cerca de las bestias, pero como comprendí más tarde, estas daban mucho calor y además nunca estuvieron muy incómodas con mi presencia.

   Aprendí a escribir porque Lucio se encaprichó conmigo y anduvimos de cama en cama, por algunos de los lugares que mensuraba. 

   Tras hacer aquella tarea, se encerraba en una casa del pueblo y allí, "pasaba a limpio" anotaciones que había realizado "in situ". Pronto empezó a ayudarme, primero con las sumas, después con las letras. El ingente trabajo que tenía que hacer, lo repartió conmigo cuando mejoré tanto en cálculo como en la escritura.

    Debo confesar que me abrió los ojos y que empecé a comprender lo que me pasaba, por la lectura de algunos de los libros a los que tuve acceso. Deje de tener el asco infinito que había tenido al principio de nuestras relaciones y supe que con unos poco embates, aquella relación me abría mundos diferentes a estar pidiendo una limosna aquí y allí.

   Era gracioso que hubiera una ley de maleantes, que, salía a recordarme, a diario, una mujer anclada a sus minutos, medidos y publicitados con toses, a la iglesia. 

   La ironía era que aquella beata salía de allí y se convertía en un alcahueta que procuraba niñas más jóvenes a diferentes, pulcros pagadores. Siempre ha sido así, encontré en algunos libros de Horacio de Siracusa que los hombres letrados, de leyes, vivía en un volcán continúo, con la concupiscencia a flor de piel. Bien claro que no todos, pero contaba el relator que Cayo Cercadus fue presa de una de aquellas harpías que deambulaban por los templos dedicados a Dionisios Atenea y tras regalarle encuentros con alguna joven, le tuvo tan agarrado por aquella villanía, al haber vendido como símbolo de su imparcialidad, llevar una vida de eunuco, que se convirtió en un pelele de sus tramas. 

    Siglos después, Lola reconocía aquellos mismos actos; ya se hablaba, por supuesto, de un sólo dios; se tenían a la leyes romanas como guía para una sociedad mejor; el tema era que Lucio seguía atrapado por ella, que se había convertido, en la parte externa, en una belleza en la que sus ojos castaños, intensos, derretía su promiscuidad, ahora despreciada por eyaculaciones precoces que le dejaban, tan desvalido como idiotizado. Sus pechos eran firmes y esplendidos para la vista, su cadera se contoneaba para describir círculos perfectos, sus piernas largas, y volviendo a su geométrica cara, la encontrábamos adornada con un pelo ondulado, negro de una intensidad azabache, como algún caballo árabe que veía pasar a lo lejos.

   Aquel desprecio, llevó al hombre a denunciarla ante la Inquisición. 

   Sucedió que fue Anquelo de Taniuta quien empezó a tramitar la causa contra ella. Ni habiendo hecho la primera gestión, este quedó prendado y ella, supo en el nerviosismo de aquel juez, ya parcial, que tenía la causa ganada.

   Lucio, unía a su puerilidad, su control de las cuentas de los poderosos de los alrededores. Lola comprendió que unos segundos más con él, no sería un donativo sin premio y entre algunos minutos y tres o cuatro movimientos añadidos, la daba la llave a las cuentas de los especuladores y los lugares donde reposaban.

    Eran unos tiempos de muchas apariencias, mucha beatitud externa y de un desenfrene en habitaciones desde castillo hasta casuchas. Desde camas con lana de merinas, inmensas, a catres de pajas, demasiado húmedas, en la mayoría de la ocasiones.

    Lola, risueña, veía pasar a dignas parejas, con mujeres enjoyados y maridos corridos en la vergüenza por el uso que la primera hacía de ellos. Esta, poco a poco, se fue envalentonando y unió a su enriquecimiento material, un engreimiento por las calles, por las que se paseaba con ropas, cada vez, más llamativa y una procacidad en alguna de sus arengas que abochornaba al común de los mortales

   Todo lo anterior se decía de mí; habiendo hecho crecer el número de mis enemigos, pero me sentía protegida y con capacidad para destrozar a algún alfeñique con ínfulas de gran señor; que lo era para aquella sociedad de las apariencias, tanto como lobotizado en su dependencia. 

    Lei y supe, por una descripción de siglos anteriores que, pese al control y poder que creía tener; siempre sería una advenediza para los enquistados dueños aquel lar. 

    En aquel arenas movedizas supe encontrar al ser más abyecto, miserable pero gran conocedor y manejador de las claves que movía aquel mundo. A mi éxito personal que ya era venerado, incluso por los pobres que veían como había colonizado las casas de "alta alcurnia"; se unió que aquel mequetrefe al que me confié quería controlar aquel pueblo, por ello, me elevó, sin ningún pudor, ni suyo, ni por supuesto mío, a reina de aquellas calles. 

     Exhibí mi resentimiento de los padecimientos de los años de mi niñez, en mil y un actos en los que despreciaba a aquel mundo cimentando en la ficción. 

     Enfervorizada por aquel miserable, puse en entredicho la honorabilidad del abad, que me había concedido prebendas y su sumisión; desprecie al juez que reinterpretó un caso en el que alguien con el que sentí una pulsión de amor, lo eliminé porque me reclamó una pasión, a la que de forma calculada y mísera no pude corresponder; le desterró del lugar y su familia y de mi corazón que ardía en deseos de él.

     Hoy, seré quemada por bruja. Aquellos a los que desnudé en sus desvergonzadas acciones y prerrogativas han decidido, estimulados por mi traidor mentor, que ya encontró otro personaje tan dispuesto a ser manejado pero, desposeído de las ínfulas, con las que había recubierto, las carencias juveniles.

      Creo que no harán una oda a mi muerte; pero un titiritero con el que compartí hambre y migas de pan, anda tocando el flautín, a las afueras de mi lugar de encierro.

       Baile brujo

        Erase una vez un ser vergado

        agarrado, vengativo, taimado

        sintiéndose vivir mancillado

         asesino para ser maquillado

         a aquella, que le descubrió ladrón,

         cálmose la plebe, él siguió mamón


miércoles, octubre 16, 2024

Fue una banda

 Delicias tomo el violin y lo estuvo afinando durante unos minutos. Hacía un tiempo que no lo tomaba y no sabía si la humedad le había producido un destemple peligroso. Miraba el estuche donde lo había guardado pero tenía claro que la habitación donde lo había dejado no era el sitio adecuado.

  Había salido rápido, pensando que volvería al día siguiente. La furgoneta la estaba esperando y ella había apurado el tiempo para escribir lo que pensaba sería su último post. Tras unos largos 13 minutos que exasperaba a la gente del interior, dieron un último pitido y a los 32'', el raspas encendió el motor. 

  Delicias comprendió que a partir de ese instante tenía 2 minutos. No repasó lo escrito, sabía que eso era un seguro para un nuevo aviso de Estela para decirla que aquello sería lo último, si no había un mayor cuidado en la entrega de un producto que hacía meses esperaba por el deleite que obtenía en su lectura.

   Lanzó un caluroso beso y un sonoro hola que pareció congelarse en las miradas gélidas del grupo. Al beso se lo quitaron del carrillo que debía haberlo recibido; lo arrancaron con los dedos y estos lo lanzaron al suelo. Sólo Andrea dejó que rebotará en la chapa y lo guardo en el otro lado, se le encendieron los mofletes.

    Para aquel bolo, se había llevado el ukelele. Sería una noche, pero se convirtió en una semana. Del éxito de la primera noche, aparecieron en la capital al día siguiente. El domingo, Delicias tuvo pequeños descansos en el lecho de aquel Ibis, entre las horas de exploraciones mutuas con Ander. 

    De forma sorprendente averiguaron su paradero y esa misma noche tuvieron otro bolo en un antro al que Estela había prometido que acudiría el grupo. Andrea se negó a cantar y fue ella, Delicias impregnada de besos y el sexo la que lo hizo. Tuvo que hacer un esfuerzo tremendo de concentración. Ander parecía estar presente en el escenario, cuando recibía unos calambrazos en la espina dorsal que la hacían retorcerse para regocijo de los pocos espectadores; alguno también acudía allí, por la música y por contemplarla.

    Había un festival de jazz. Les contrataron para los tres primeros días, para las sesiones matinales que tanto éxito tenía entre las familias que acudían con las niñas, estudiantes de diferentes instrumentos musicales, que en aquel paraje era una religión.

    Así que la afinación se alargó durante más tiempo del previsto. Eligió, hacer ese trabajo con el himno de la Alegría y con unos drones que le permitían una mayor precisión.

    Le pareció que poco a poco, el violin le devolvía el sonido que amaba; en ese tiempo que había durado ese trabajo, le había venido algún flash de los dedos de Ander anhelantes de impregnarse de su sexo; a la vez, lanzaba pequeños grititos como para estar seguro que la voz con la que había cantado los anteriores días, permanecía en ella. 

    En ese tiempo de encontrar notas, le había crecido el ansía pon cantar y el de retener al ser, que aunque se fuera al día siguiente, la materializa cada uno de los placeres que viajaban en dedos, pieles, boca y claro, lengua, aunque parecieran multiples.

    Sabía que otra banda había nacido esos días.


martes, octubre 15, 2024

El lucho dor

   Varios chotos corretean por el campo; van y vuelven, saltan y giran, cabecean y patean. Es tanto su frenesí que pudiera ser la hora de recreo con algunos de los que han permanecido engrilletados a la mesa donde no se le permite más que escribir, como si eso fuera algo que ejercite sus músculos, ávidos de acción. 

   Existen seres que corretean por los campos, saltan dentro de todos los charcos y capotean a los mal intencionados y les encienden hasta que estos pierden sus papeles y rodeados de sus sabidurías, la espumean sobre las cortes en los que dicen ser "jamón en rama". Estos no nos merecen la pena

   A Luis Enrique se le ama, desde siempre. Como madridista, porque lo éramos y luchaba por encima de esos mismos sabios que hace 30 años, ya expelían odio; criticaban la mediocridad de este aquel, la misma que llevaban exhibiendo en sus treinta años de periodismo. Luego en Barcelona, porque con su honestidad y su brega contribuyendo a grandes logros en su equipo. 

   Más tarde, se le quiso por triatleta, maratoniano. 

    Se le admiró aún más cuando como entrenador les trató como lo que eran; estos, porque cambian de chaqueta, porque nunca se juegan nada, sólo esperaron a que el ciclo le pusiera en el disparadero y ahí, salieron en tromba, vengativos como los fanáticos de sus certezas cambiantes.

    Detrás de él, siempre ha habido un trabajador nato, buscando la excelencia y coronado por una humanidad que deja a los ventajistas como lo que son. 

     Igual que Luis en su tesón ve a su niña que le empuja a hacerlo mejor; otros vemos a nuestro amigo, al que no tenemos, para disfrutarle, sufrirle, aguantarle, reírnos con él, admirarle pero si nos acompaña para recordar todo lo vivido con él y, por celebrarle, nos impulsa en los momentos de debilidad.

      Lucho, gracias por tantas gotas esencia de humanidad.


lunes, octubre 14, 2024

Lo mágico

   Se metió por unos vericuetos por los que nadie había llegado para descubrir los orígenes de aquella nave que había aterrizado al lado del río. 

   Siempre los paseantes llegaban hasta un punto en el que la tierra se había hundido y preferían volverse con el grupo que llevaba un gran número niños y niñas. Hubo una familia que había atravesado aquel abismo; cuando regresaron, lo hicieron sin el hijo pequeño; no quisieron dar ninguna explicación. Se apoyaron para ello en un miedo extremo. 

    Quedó a unos cientos de metros de aquella extraña forma; había llegado dentro de un gran destello pero, este se había ido diluyendo hasta quedarse mimetizado con aquel prado de un color mestizo, que, sin embargo, aquel artefacto había tomado a la perfección.

    Empezó a andar confiado; ese día sabía que no podría practicar su deporte preferido. Su vida se había cometido en una repetición de certezas en las que cada vez se encontraba más cómodo y que por ello, veía que las garras de lo obvio le permitía cada vez menos movimiento.

    De repente,  un ruido ensordecedor quebró la paz de una piara de jabalíes que vagaba cerca del río. Un ciervo que procedía a montarse sobre unas de las ciervas que serían inseminadas en estos días, emprendió una terrorífica embestida sobre la hembra, que como el macho, quedó herida en sus entrañas y el otro, en su miembro que pareció quebrarse. 

    Un macho cabrío que estaba a cientos de metros, emprendió una veloz carrera hacía nuestra nave; el hombre se percata de ese ataque. aún lejano. Cree conveniente poner sobre aviso. Comienza a levantarse.

    Por un segundo se ve volando en una nave con una joven; es una aventura pasajera, vuelan y se divierten pero la nave pierde altura, aterriza y la vida les vuelve a separar. 

    Deja a un lado el papel en el que había empezado a escribir aquel acontecimiento. Sabía que nadie le creería y no le importaba, porque soñaba con narrar cosas mágicas. De alguna manera, le dolía que le acusarán de escribir de una forma tan liviana sobre las realidades de las que se ha alejado tanto. ¡Qué sabía él de la PAH, si les había dejado en su locales, sin ofrecerles su presencia que siempre es tan importante!; ¡ Qué contaría sobre los miedos que paralizan y siegan la dignidad de quienes se han preparado para interpretar las leyes!.

    Cuando ya, casi, podía sentir el aliento del macho, se descubrió débil en su condición. Le faltaba imaginación y siempre se limitaría a ser un mal narrador de las noticias diarias. El cabrío le aferró, le montó sobre sus lomos y se dirigieron alocados hacía aquella nave. 

    El macho cabrío y aquel humano golpearon con estrépito con la puerta. Esta se abrió, les absorbió y aquel humano, luego liberado, reconoció con pesar que estaría condenado a escribir de una manera poco profunda y por momentos, zafia.

    Nadie supo nada de aquel animal que había sido tan valiente; es triste reconocer que en su triste final, fue como un precursor de la cobardía de fiscales, jueces y militares que se desnudan cuando se dejan fotografiar con una manipuladora corrupta.

    El hombre escribía esto tembloroso; su ego tapaba las carencias que mostraba en la escritura

domingo, octubre 13, 2024

La escucha

  Ni en un partido se tiene que apropiar de las asociaciones, sino que estas deben estar vivas y señalar y hacer pasar un mal rato a quien se arroga su representación.

   - Ehhh, hemos hecho esto

   - Nada ha cambiado

   - Te desafío

   - Nos sentamos aquí en el medio y hablamos.

   - Nos llamarán perroflautas

   - Y te dirán que te financian desde fuera. Pero, asúmelo, te lo dirá el del micrófono espírico. Tienes medios. Llévanos con Laura

   - Los jóvenes ven partidos de youtubers. Nosotros, también lo somos. Creyeron que somos demonios, creen a quienes les han mentido toda la vida.

  - Ehh, uhh, uh, uhh, uhh

 - Hostía, Maldonado.

-  ¡ehhh, no me pongas la mano en el hombro!, va, va, va, (mimo con un micrófono que va y viene en movimientos espasmódicos)

 - Faltaba el otro, Facu, faltón con los que venían a limpiar la política y defendían los privilegiados.

 . Bah, bah, bahhhh, va, vámonos, por eso no puedes entretenerte con uff, uf, pa po pa po pa po pa, la alcach8ofa ping pong.

  - Los jóvenes se tragan un partido de la fuente de la Niña. No escuchan

-   Salta, hala, ahiva, ahiva, ahiva 150.000 jóvenes diciendo que con la vivienda, no se puede crear rentistas.

    - Me da vértigo

    - Asaltar los cielos era eso, vértigo. Abrid la ventana y comprobad que llueve, afírmalo y siéntete unido a quienes pagan su sueldo a rentistas, con un bien Constitucional, Iao, iao, iao, yuhhh, yuhhh, Valeria; 

    - Da miedo, los fondos buitres, los fondos de inversión han colonizado jueces y dicen dar tranquilidad y estabilidad.

    - Piensa; un rentista se guarda el dinero y buscará especular. Apoyará a los Miley que han recibido medallas en España. Aquí aspiran a lo mismo.

    - Pa, pa pa, tatatatatatata

    . ¿Te estás volviendo un Maltorres?. Gente pagando un 10 por ciento de su sueldo, para vivienda y una inyección para el consumo 

    - oh, ohoh eeeeeeeeeeeyyyyyy, eyyyyy, y el vértigo, me vuelve el vértigo, de tener encima esos psicópatas del poder, amamantando a uaaa, uaaa, uaaa a micros.

    - Estamos, pero no nos pidáis que nos callemos 

     - Va, va; hoy estaremos con Ana Mari y su intento de desahucio en Madrid. Javi, Javi, ¡¡¡boludo comprendiste que la equidistancia con las yolis y con quieren seguir prevaleciendo porque

        ¡¡(voz gutural muy profunda, de más abajo del abismo) tenemos más de cien años de historia y al final quedaremos nosotros!!

    - Si pa' meapilassssss  o besamanos.

    - vale, baaaaaajjjj, chicos, si Gallego, comprendiste y llevas a Pablo a tu programa, quienes eran los que traicionaban.

    -  OOOOOOORdddeennnnn de desahucio, venimos la autoridad, os llevaremos en volandas

    - Vosotros sois los que la imponéis. 

               ¡¡¡El pueblo es la autoridad!!!

 

sábado, octubre 12, 2024

De Este a Oeste y lo evitable

El Sol por el Este y va de ruta hacía el Oeste, sobre todo por el afán que tiene la tierra por rotar.

   Un comunista acude al vasallaje al rey, como consciente que las ideas permanecen pero él tiene sus urgencias vitales.

    Una aspirante a reina da la mano, de forma muy correcta a quien está destapando todas los amoríos de su abuelo, que no respeto nada a la abuela, durante más de medio siglo, con sus días, tardes y sobre todo noche de insomnio y mestizaje; no como ella que fue un arrebato adolescente. 

    Trata de comprender que raro vasallaje de quien acude al besamanos, habiendo atacado a la familia. Papa, piensa, me ha dicho lo importante que es que todo se quedé en su padre para que nosotros sobrevivamos. A la vez que me lo afirmaba, gritaba: ¡viva la abuela! profesional y defensora de la herencia del dictador. Por eso, se ha comido todo. Valorará, servicial y calculadora

    El socialismo español sigue la Constitución en estos días pero olvida a la ciudadanía de las grandes urbes y prefiere hacer vasallaje a los fondos buitres, fondos de inversión dicen. 

    Parece que tuvieran miedo a los que estos día se ponen trajes militares para recordar que el descubrimiento de América, fue cosa de armas y biblia. Decía Galeano, nos dijeron cerrar los ojos y meditar sobre lo que viene en este libro y cuando los abrimos, nosotros nos quedamos con el libro y ellos con nuestras tierras. Anuncios por Madrid, hablan de orgullo por el Descubrimiento. Este lo sería si aquellos que vivían allí, se hubieran quedado con los adelantos que se llevaron y los migrantes llegados hubieran sido, parte de la sociedad, no los dominadores. 

     Lo evitable hubiera sido que nuestro protagonista de estos días, Bíceps, rompiera el sentido de lo que hemos visto revelar y consiguiera que el Oeste fuera hacía el Este. Medimos la gran magnitude de nuestra poca fortuna porque vimos que no, que ellos son servidores de quienes tiene el poder.

 Alicia Valdés, politóloga, entrevistada aye en el "avivir", que acaba de editar "La política del malestar",  nos deleitó ayer en una conversación de una lucidez pasmosa con los corresponsales de ida y vuelta. 

   No ha engrosado sus músculos, ni con alimentaciones especiales, ni con hormonas, ni con pesas, alineadas para servir a la cantidad de fibras; lo ha entregado todo al respeto a su cerebro, al que le ha dedicado tiempo para su formación, ser consecuente entre lo que ve y lo que le han ido explicando y sus propias conclusiones; ha terminado no siendo servil, para quien le fija el foco en algunos a los que quiere imponer miedo. 

  Ella llama a los seres humanos para romper esa rotación de aceptación de un orden que no tiene cimientos en la realidad. 

   - Un comunista no se humillará ante alguien en razón de su nacimiento

   - Un rey; primero no lo será, e irá dejando su prevalencia porque en su dignidad comprenderá que algo otorgado por una pasada sumisión no tiene que perpetuarse. 

   - La descendencia mirara a su alrededor y comprenderá que quienes se inclinan ante ellos, a la vez, utilizarán esa imagen para que los demás sufran los embates de su codicia.

  - Alicia nos mira a la cara, lanza un mensaje, quizás a los que desisten, no a los que siguen abriendo fronteras en los tiempos oscuros, y nos dice Podemos, no puede hacer nada, aunque haya comprendido que haya que entrar en los gobiernos para cambiar las cosas; necesita, nos recuerda Valdés que son las asociaciones, los movimientos sociales, los que seguirán dando fuerza para llegar a los logros que queremos.

   Sabe que no es fácil, siempre existen excusas para el desistimiento. Comprende que los manipuladores de los afectos, cogen la palabra Libertarios, se la ponen en la frente, y nos dejan estupefactos porque quienes amaestran y doman a los "bíceps", se hacen llamar anarquistas cuando necesitan golpear para empobrecer más al pobre y enriquecer hasta lo obsceno a los que ya poseen.

    Girar, imitando al Sol en su huida diaria hacía el Oeste, en el humano es evitable. Sólo tenemos que dar pequeños pasos; venciendo los vientos, que como son tan físicos, nos ofrecen un desafío y lo hacemos; pero también lo que parece nimio y hoy, por ejemplo, no se hará:

     Acompañar a una sociedad que se enfrenta a lo común y sale a la calle para decir que la vivienda la han hecho el mayor de los problemas. 

      La gente tiene derecho a trabajar y a vivir con dignidad. No puede dejar que rentistas obtenga beneficios obscenos con la mala habitabilidad de las personas. 

      En Madrid, una muchedumbre coge el Dios-Sol, Constitución y lo hace girar en una dirección de respeto al espíritu de lo que se defiende en ese sacrosanto libro, modificado siempre, sólo, a conveniencia de los poderosos. 

      La luz que sale es la que forman por miles de trabajadores que consiguen iluminar por encima de ese dios pagano que es la rentabilidad brutal sobre una necesidad vital

     Cada paso de cada una de las integrantes de esa marcha es romper el poder de los "bíceps" musculares y políticos que se han arrodillado ante el Dios-Sol Mercado.

                 El cerebro físico no estará, lo siento. El conocimiento impregnado en él, clamará porque

                    La vivienda es un derecho básico del ser humano


viernes, octubre 11, 2024

Viaje al sur

 En ese fornido bíceps, al que le es casi imposible tener una conexión con las posibles neuronas que aniden en el cerebro de su tenedor. 

  Si le vemos, muy por el contrario, su capacidad para tomar caminos más fáciles; al corazón que siempre se llena del líquido de lo visto. 

  En ocasiones, acompañado de ese sentido, lo rodea y acude donde dicen que anida la testosterona. Allí, ante estímulos auditivos de sus guías, recordemos que el cerebro estaba en stand by, empieza a sentir una hinchazón, suele ser testicular, que a falta de un lugar más privado, le suele llevar a una profunda erección, a la que sólo sacia cuando ve al enemigo señalado. 

  Entonces, con un sonido gutural, para orientar al lector, con raíces gorilescas, rompe todos los lazos con la pulcritud y todas las gotas de fuerza, contenidas en ese mapa, cuadriplicado con material inerte, pesas, sale en una eyaculación precoz que busca caras, troncos, brazos o cualquier parte, del indicado como enemigo, para crear en ese ser, que le han marcado como despreciable, un mapa de los logros conseguidos con su dedicación a ser amaestrado por quienes tiene fines muy diferentes a los suyos.

  Grita, espeluznante sonido, reivindicándose como autónomo; es verdad que en su peregrinaje al Norte, cerebral, reconoce, encontró tantas dificultades que desistió; pero se reivindica como de buen corazón, como aquel sátrapa que asesinó a sus hijos, por una reacción de ese músculo batiente.

   Cuando regresa de haber trazado manchas unidas por las líneas de su deriva hacía "el odiado", Siente que ha aliviado su engrosamiento eréctil; recibe el reconocimiento tanto de los que podríamos llamar, iguales en la manada, como del hermano mayor; este muy satisfecho de haber conseguido ese status que le lleva a parar o a acelerar, a un ser humano, al que siempre se le había considerado, como un ser superior de la "creación" o de la "evolución".

   El poseedor del bíceps de mapa analizado, quiere sentarse, descansar, como para desahogar ciertos pantanos que se llenan, y oprimen el cerebro, con los glaciares que se deshielan por ayudar a llegar al músculo, a las neuronas que añoran cierta autonomía. 

    Su mentor no le da tiempo, le alaba y le incita a hacerse foto. Enseña, enseña el bíceps, ¡el más grande miembro!, ¡estate orgulloso!. Necesitamos fotos de tu músculo, sacaremos también todo el cuerpo. Incluso de la cabeza, porque esta te sirve para embestir. Orgullo patrio.

    Ahora, gimnasio, luego proteína, luego escucha, pero no a tí, a los oráculos. El chico, de alguna manera, está muy orgulloso, engreído; añora eso si, como en una pesadilla, el uso del cerebro, ser él, pero no lo puede decir, no le está permitido abominar de esas chácharas que se le lanzan,                                               Si de alguna manera, afirmamos 

                               está hasta el culo, 

                               pero el seguidismo

                                 calma fantasmas

                                    cerebrales

jueves, octubre 10, 2024

Bíceps; erase..., una vez...

 Miro con arrobo el bíceps, paletilla de un ser que ama exhibirlo como un fin, tal vez, un martillo

   Me vuelve al programa, de una juventud pasada, donde ponían, una y otra vez, erase .. una vez.

    Podríamos observar cada uno de los puntos de ese mapa de fibras e hinchazones que se han producido de forma más artificial que natural, por ese espacio posado, descenso cuasi dívino, en un ser humano entregado a ser una guía social. 

   Como la jovenlandia de Yunez Chaib, podemos intuir que en esa protuberancia se diseñan mundos en los que estamos anclados y que visten nuestras acciones.

     Te admiras porque intuyes todo lo que se te presenta en esa gordura, eso si, musculada. 

     Te acude la necesidad de comprender donde ese vida inteligente, donde se da la vida animal,  donde crecen los manantiales que sacian a esas bestias, dicho desde la admiración que produce; como pudo pasarle eso a él.

      En el norte observas, aparte de una artería, intuyes que por allí habrá unas neuronas entre todas las deformaciones, llamemos montañosas, que amenazan aislarlas y quedar como un reducto ajeno a todas las otras partes del cuerpo.

      Si ya de por si, eran puntiagudas, con el tiempo les han ido echando toneladas de mugre de informaciones falsas que van cerrando los pasos para que las neuronas puedan oxigenarse. Algunos pobladores de la mugre se suben en las partes altas para que cuando observan algun movimiento emancipador de alguna de ella, e intentan escapar por recónditos desfiladeros para llegar a un razonamiento lógico, desde arriba se preocupan que haya desprendimiento de esas basuras de tal manera que las ahogue. 

     Se ha dado el caso de encontrar alguna de ellas, aplastada, pero balbuceando, antes de su fallecimiento, sólo quería comprender porque nos callamos cuando habíamos llegado a la cima y nos daban cobertura y éramos los putos amos.

      Si ya la altura se había elevado y la mugre tapaba antiguos pasos para conectar con el resto del cuerpo para que tuviera una lógica de vida. Se añadían los hielos, esos que salen de los móviles y las televisiones tomadas por voces ardorosas, irrespetuosas, de forma paradójica hielan la mugre y crean nuevos glaciares que ya terminan de impedir la llegada de la sangre, con todos sus alimentos a las neuronas. 

       Ese aislamiento produce que esos enormes bíceps confíen sus movimientos a seres ajenos. 

        No siempre son las mejoras personas ni tienen las mejores intenciones

miércoles, octubre 09, 2024

Green border y el vagón de la bruja

Un hombre permanece durante 15 minutos picando piedra. No no está en una cantera y de alguna forma dice ejercer una libertad, que incluso, alega, es premiada.

  En algún otro lugar del mundo, una mujer, poco habituada a caminar, lleva varias horas dentro de una multitud guiada por el ansia de una libertad que va encauzada en esa riada de gente con la mirada extraviada y la mente golpeada por las realidades de quienes, en ese lugar, dicen proteger la patria.

   Unas horas antes Delfín se ha vuelto a adentrar por el maremágnum de la gran ciudad; se siente pesado y ya no se desliza por ella para dejarse sorprender. Se ha montado en un vagón de tren y se adormece cansado. El viento que introduce por la boquilla, a veces, le parece que le dejará sin oxígeno. 

    Desde hace años también está atrapado por el móvil; pensaba que lo evitaría cuando veía aquellos ladrillos que hacía hablar a los humanos por la calle. Ahora ya, es uno más, escucha sus podcast y se acerca a la música. 

     En ese vagón, cuando ya el golpeo de las ondas le parezca insoportable y levante la vista para tener un pensamiento propio y percibir a quienes le rodean ve que todos están en su propio mundo, que le ofrecen pantallas con tal poder atrayente que quizás no tienen un pensamiento para la puta nomina que aún no han recibido o porque las costumbres de ese extraño con el que debe compartir vida, le exasperan hasta tal punto que tiene que evitar pensamientos oscuros para uno y para otro.

    De forma intemporal ese locutor, vuelve  tener esos quince minutos taladrando la realidad. La desmenuza, para repetirla en formatos absorbibles por los humanos que son capaces de aguantar esa descomposición de la realidad como en una diarrea. 

    En ese tren un exuberante joven africano recibe una llamada desde alguna patera, a punto de hundirse. Mientras el compañero de asiento hablar en un idioma, ¿pastún?. Su hermana, a la que la pudiente pero temeroso, gran Occidente ha abandonado por los bosques de Bielorrusia y Polonia. Las palabras, como durante años las de Dylan, no le dicen nada pero el lenguaje gestual, la tensión, la impotencia y la rabia salen de las mismas entrañas. 

   Al viajero se le encoge el corazón y aparece en el pantano donde se ahoga un niño y se desgarra una madre por el sentimiento de culpa. Soldados, policías, deshumanizados reparten a diestro y siniestro, como personajes esporádicos del tren de la bruja. Vuelve a la infancia, teme que en un momento determinado le pueda tocar a él. Aquellos se justifican porque el hambre y la impotencia están destruyendo las estructuras de un estado. Se lo han dicho en la academia. Algunos de los que más hablan, son los corruptos que reciben mordidas. Pero ellos tienen que defender la patria, honor. 

   Se ha sumergido de nuevo en ese móvil; está triste sabe que amaba su trabajo; pero ellos necesitaban alguien con nuevas fuerzas. A cambio, se le abre un abismo, ya, único, hacía el final.

     ¡Qué nadie tenga prisa!

    El multipremiado informador ha cogido su propia escoba, se repiten esos 15 minutos para el oprobio para pegar a esa sociedad embebida que veintitantos años después de su aparición se ha sumergido en una caverna en la que vuelven a ver aquella imagen que le proyectaban a quien ahí vivía.  Ahora son miles y por ello, la pantalla se ha dividido en miles de granos de realidad. Cuando lleguen a su casa, encenderán la tele y ese impúdico repetidor de mensajes apocalípticos volverá a golpearles con la escoba. Esa misma con la que sus amos, siempre agradecidos a su lealtad, irán barriendo la realidad, ahora que comprendieron que la democracia ya no les sirve para tapar todos sus desmanes. 

     Como diría aquel, van a "calzón quitado" y su falo de capitalismo inhumano destroza vidas humanas; mientras en miles de vagones, todos piensan estar viendo una sucesión inevitable de imágenes que les liberen de los hechos en los que andan angustiados.

    Los ojos están vendados por móviles y las mentes anudaron su destino a lo visto.

      Mentir, manipular, mercenario mediático, eso no lo tapa ni mil premios, ni un agradecido rey apostador en ruletas trucadas.

     Sobre el Green Border de Agnieszka Holland caen gotas de cianuro de gobiernos fascistas que contaminan con su falso orden y cuidado de la patria. En ese mundo creado para la desesperación del débil, existe la humanidad de quienes levantan la cabeza del móvil. Ellos rezan un padrenuestro para desnudar y burlarse de ese orden instaurado sobre la punición y la deshumanización. Amen

martes, octubre 08, 2024

Retirada

 Hemos hecho coincidir nuestra retirada, él y yo. Del primero se dirán muchas y elevadas cosas, de mí, que que majete, poco más y además comprimido en una pildora, pero bueno ahí se acaban nuestras diferencias.

   Cuando contemplamos los amaneceres, el sol se nos muestra radiante, bello y por aquel valle que desagua en el mar transcurre un rayo, para dar unas cuantas proteínas a alguna trucha y tal vez, a algún salmón, que ¡ufff! empieza su remontada. Andrés empezó la remontada aquellos días en los que por Valladolid, parecía que el mundo acabaría. Aquí, Juangol la empezó por aquellas deficiencias que le eran señaladas y que con sus pasos las iba enterrando. 

   ¡Qué importa el grado de dinero que nos diferencia! Los dos hemos llegado a pequeñas metas, porque la vida continúa, ya lo decía Kavafis y lo reinterpretaba Serrat con una belleza inusitada: no temas que cuando consigas tu Itaca, está sea más pequeña de lo que esperabas. El camino recorrido te habrá enseñado y te habrá dado sabiduría para andar nuevas sendas.

   Vale de acuerdo, yo para la sociedad soy invisible, pero cuando la habitación se queda en silencio, si logró apagar alguno de los malditos artilugios electrónicos en los que yo, he caído; y en la de él, se apagan las voces de las vidas que ha engendrado, existen pensamientos que tratan de envolvernos con lazos con los que arrojarnos a pozos. 

    Dicen que es el sentido de la culpa del cristianismo. De aparecer siempre como culpables y por tanto merecedores de la tutela de algún ser superior, revestidos de bondad y susceptibles de la concesión de su perdón.

    Con el tiempo, hemos, mejor escribo por mí, hemos comprendido parte de ese mecanismo. Encerrarte en la habitación de la que ellos tienen la llave, es lo que peor puedes hacer. En el caso de aquel podría ser esa prensa que necesita carnaza; aberrantes seres mueven bolígrafos o teclas para comerciar con el dolor y las inseguridades que nos surgen. 

  Darles carnaza a seres que no distinguen a quien le está protegiendo, es subirte a  un cable para atravesar el desfiladeros de todo lo que pudo ser de otra manera, pero sucedió y esperar que los posibles psicópatas no les de por utilizar el alicate. 

  Seguimos jugando, dimos patadas a esas cadenas y entendimos que nunca quisimos nada que dañara a las personas con las que nos cruzáramos.

   En el momento de la retirada. Lo hicimos, amamos nuestro trabajos, convivimos y aprendimos de las personas con las que nos cruzamos.

   

lunes, octubre 07, 2024

Aula

   Entra, Silveria, en un nuevo aula, no tiene las paredes en las que anduvo encerrado en las ultimas épocas, pero si un muro, al final, que le va atrayendo para que al final sea sólo un graffiti, invisibilizado por vientos y aguas.

   Erase una vez en un bosque se sucedían días, que se sentaban a contemplar serpientes que aún buscaban los últimos calores del otoño, ciervos con capacidad para oler la pólvora que se quedó impregnada en el lomo de su madre muerta, jabalíes tan tranquilos dentro de su piara y tan en estampida cuando veía acercarse a Luis, con su saxofón. ¡dios! porque no se quedaba en su casa.

    A Luis le dolía aquella huida para adelante de esos ¡cerdos!, no podía explicarles que su casa se había llenado de nietos, nietas, yernos, hijas, mujer, que a la vez siempre tenía alguna visita para preparar algún bollo especial.

   Uno que se había quedado dormido después de despertarle a las 7 de la mañana; "la niña" había trabajado hasta las 4h. de la mañana, la mujer que hoy quería pasar ella la aspiradora. 

    Luis tomaba las dos bolsas y acudía allí; le dolía la incomprensión pueril. Como a aquel otro le debió doler que le tacharán de onanista cuando su pequeño piso se había convertido en algo más cruel que el camarote de los hermanos Marx, porque aunque repetimos la imagen mil veces, siempre era el mismo día y la misma hora. A aquel hombre, su convecino, aquello le duraba horas, medios días, noches, y así durante semanas. Le dolía que por buscar un necesario momento placentero, en la naturaleza, ¡¡en la naturaleza!!, nada menos, con una autosatisfacción le llamarán "mataperros", o parecido.

    No hablemos, de los pinzones y otras aves que convertían los árboles en unos crueles generadores de ecos que podían encerrar a aquellos conocidos turistas que habían acudido a aquel lugar, sólo, para poner una muesca más en los lugares visitados y contribuir a arrojar unas cuantas toneladas más de carbono. Parecían aquellos cielos oscurecidos, como para hacer desagradable aquel hermoso paraje; se habían convertido en seres más comprometidos con el lugar que, esos humanos, que hablaban mucho y favorecían la especulación y compadreaban con los propietarios de las casas que rodeaban aquel espacio único; para que lo arrasarán de pasos y basuras.

    Aquella especie única de árboles había arraigado allí con una fuerza que le hacían crecer con una exuberancia que a muchos mequetrefes que andaban por allí, cazando mariposas, salivaban de imaginarse obteniendo increíbles beneficios con la venta de la madera. Nada fue como esperaba, empezaron a talarlos y un veneno, mató al de la red y dejó tumbado a quien manejaba la máquina, con el serio aviso de intentarlo de nuevo. En estas cosas, por desgracia, siempre existen los necesitados que al final, tirarán para adelante.

    Por ahí, marchando Silveria, aquel bosque la tenía entretenida y aprendía de las necesidades de aquellos saxofonistas, padres sin espacio personal, pájaros comprometidos y árboles arraigados, tanto como para vomitar venenos especiales para los especuladores

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y