Por una minúscula senda, con tramos donde las ramas te acarician, te paran, te golpean, caminas para ver un imposible. Te aseguran que es cierto pero, en esos momentos, la espesura y la mezcla de barros y maderas cuchillos te ciegan para ver aquella extensión llana y saciada de agua.
Dicen que allí no ha llegado nadie, jamás. No me lo creo, con nuestra tecnología hemos abierto en canal el universo y a los asteroides les hacemos morder su propio polvo que levantamos con nuestros cohetes suicidas.
Soy una avanzadilla porque antes de ese bosque superé un cañón y tierras movedizas que era la piscina natural de jabalíes hambrientos.
Salgo al borde, intentando quitarme la última rama que resulta ser una boa gigante. Me pregunta si dejaré allí, toda tecnología para el provecho del pueblo que vive alli y a las empresas y religiones que pregunten por el lugar para ir a ayudar y a evangelizar las daré las coordenadas necesarias para llegar al planeta "A la mierda"
La contesto que si
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