De alguna manera me paso horas y horas en una autocaravana fuera de los muchos ruidos que me rodean durante otros diferentes días.
Nunca ha venido una telepredicadora hasta este lugar de silencio. Son más de ir donde pueda gritar acerca de palabras vacías y de dioses manejados por gente que sirve al poder. Los que están con nosotros pero vinieron de otros lugares, muchas veces encuentran en esa comunidad dicharachera lo que no está a su alrededor, cariño, familia, apoyo mutuo. Buscan abrigo en frases hechas y una falsa comunidad en la que son despojados por esos bocazas al servicio de cuatreros.
Cuando te vas lo justo para que allí no lleguen quienes quieren especular con los terrenos, quienes, incluso sueñan tener una terreno al que no acudan "las masas", puedes escuchar el viento, y dentro de él, vienen mensajes, con una cierta honestidad, que se despojan de la superficialidad y los lugares comunes que dicen desde los púlpitos, por supuesto, con música, porque su revolución, es una llamada a meter en el redil a los sumisos corderos que les puedan dar los votos necesarios, se saquen de donde se saquen y sobre todo, y para mayor desprecio, como se obtengan, sumisiones ciegas, deslumbradas por rayos catódicos y berridos en el ambiente.
Hacía un podcast El País, este fin de semana acerca de la operación Chamartín, esa que esta tirando para adelante, con la aquiescencia de los de siempre, que ponen televisiones y su tiempo a quienes les adoren. En este grupo metemos a ese Más Madrid, guay, que recibe los parabienes de un Florentino, que a su Ferreras le dice, a esos, sácalos y que les oigan; cuando el periodista recibe ese mandato en forma de rayo venido del cielo, termina diciendo "si, porque ya tendremos tiempo de matarlos".
Analizaban los diferentes periodistas como es la publicidad para ese gran proyecto que se inicio hace 30 años y que de forma periódica, se vuelven a él. En la publicidad, ponía como ese espacio para 20 grandes rascacielos, uno de ellos el más grande Europa, el tamaño importa, me ha golpeado siempre en mis sienes; afirmaba que era un lugar para tener en cuenta a las personas. La City, dinero, telepredicadores, milagros en forma de grandes cantidades de trabajo, grandes sumas de árboles, nacidos de entre el hormigón, Advenimientos, avances, la mano del hombre chocando las cinco con la de dios. Y...,y....
Cientos de miles de oficinas en Madrid vacías. Un cálculo dice que hasta el 2037 no se llenarían todo ese conjunto sin utilizar, de lugares que seguirían vacíos, si esto otro se construyera
El capitalismo es negociar con lo innecesario para crear dependencias a la sociedad para que le siga financiando.
Ese salvajismo crear necesidades porque es más rentable que dar unas condiciones de dignidad en el ser humano que les alejara de sus presupuestos de estar atados a su misericordia y a nuestra mala calidad de vida.
Proyectos faraónicos que quitan dinero para crear relaciones humanas, empatías y reconocimientos en una ciudad que no puede tener viviendas para la especulación y la descapitalización del trabajador
Es la Constitución, esa que como ese dios, ha sido tomado para ser manejada a su antojo.
La autocaravana para viajar a un encuentro personal y la ley de
Vivienda, para tener una sociedad con pulsos de relaciones y reconocimientos
No hay comentarios:
Publicar un comentario