martes, febrero 14, 2023

Someter a una condena

 Como esos católicos que se confiesan de sus robos, de sus llevarnos a las guerras y se sienten perdonados porque su "arrepentimiento y devolver el daño hecho, que es parte de su penitencia, lo obvian; yo, vuelvo a creer que aprenderme Gavotte lo puedo hacer sin el solfeo y con eso, puedo seguir para adelante.

  Los primeros lo hacen y, te dan lecciones de moralidad a las primeras de cambio, a parte de recibir de autoridades, investidas de divinas, el agua de un hisopo que les radicauteriza, con su impostada creencia. A mi lo de sol lafa sol fare mido resi do sol, me trae el por el camino de la amargura; muevo los brazos, como ensoñaciones, durante la carrera o leyendo crossroad, pero me pasa que mis ignorancias no mueven los brazos de las notas que permanecen rebeldes, si no se las da cariño. 

  A las marionetas mediáticas, a esas si que se las puede mover con facilidad. Sólo es meterles por detrás, las manos pecuniarias que engrosan las cuentas de sus productoras o sus chiringuitos newtrales o no y se ponen a insinuar, a poner rótulos con niegan las imágenes, o a coger estas, aunque sean con los ataques o mordiscos al rigor periodístico que han comprendido que tienen que dar.

   Si no estás muy atento, según vas jugando a descender en un orden para, enseguida, subirlo, entonces la nota a la que imaginas empinada, se tuerce en su destino y de repente baja, como tu autoestima en el vigésimo error y eso que al final de todo te esperaba un Sol sexualizado. Otros lo buscan, pudriendo una sociedad, con su desvergüenza, con sus canalladas, con sus ventas de lo público a las que, ¡vaya que despiste! pasaban por allí, entidades privadas. Esa banca impoluta que acogió a las cajas descarriadas, por su amor fraterno o las decisiones de juzgables corruptos que luego serán tomados en el seno materno de esas sociedad médicas que, ¡oh! han sido agraciadas por la descomposición de la sanidad pública.

    En el Resi misi dosol está empezar a ser sólo una pequeña parte de una belleza que otros trabajaron por años. En esas notas, sin embargo, ya amigas, buscarás arroparlas por las carreras en la noche que traen una armonía, incluso en una tormenta perfecta, que abriga el frío de la noche, más oscura

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Siameses y mercader

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