Han muerto treinta y siete seres humanos.
No hay nada bien resuelto, cuando 37 seres humanos han muerto.
Andaron, se escaparon de una miseria infinita. No, nos valen si no es para explotarlos, para minimizarlos, para obtener ganancias de ellos. Hace siglos les quitamos a los más fuertes. Hicieron ricos a muchos y fueron mano esclava que nos vistió con nuevas ropas. Nos sentimos bellos, mientras sus cantos, los utilizaban de analgésicos y nosotros les llamamos aullidos porque nos obligaba a oírlos y darles su condición de ser ser con derechos
Siglos después, siguen siendo fuertes para atravesar dantescos parajes y miserias humanas e infiernos creados por nosotros mismos
Un presidente de gobierno debe ver al ser humano. No trabaja por la muerte. Tiene la obligación de no hacernos sentir "lobos" para los nuestros
No vanagloriarse de vidas pérdidas, por concertinas, por muros, por palos.
Tiene el poder de dar órdenes de comprar más armas, y aún más, y siempre más. Nos castiga con el ventajismo de nuestra seguridad. Sabe de comisionistas regios y no encuentra el momento de ser humanista.
Avalanchas de pobreza. Nos desaparecemos entre los violentos si a éstos les damos las armas y nuestro silencio calla.
Gobernar no es fácil, existen submundos de opresiones económicas y de populismo que sin responsabilidad echan los problemas en las bolsas de sus rentabilidades.
En la economía, parece que ayer, se dieron cuenta de quienes están con ellos. La Base sigue haciendo una mágica e inesperada función que se empezó en este gobierno que fue masacrado, incluso por periodistas mercenarios, que no iluminados.
En lo humano, deben ser aún más valientes. No hacemos rehenes a las mujeres, con sus propias e intransferibles decisiones. Las armas son mucho más caras que buscar soluciones para dar dignidad a quienes aman, atraviesan desiertos, trabajan como esclavos, dan besos al aire, entre sus pesadillas, por si llegarán a quienes añoran.
37 sueños, latidos, miradas para clamar ayuda.
37 dagas que nos clavamos, para automutilar la humanidad.
Convertirse en bestias que nos preocupamos, con manifestaciones, por los no nacidos, y admitir las ejecuciones de seres "provida" para la lucha por su familia, para desarrollarse ellos.
Tenedores de casas salen en su aquelarre de poseer lo que otros necesitan.
Políticos se unen en un ejercicio de transformismo que sería más propio de estos días del Orgullo, mientras han votado contra Ertes, SMI; a la voz que protegen las riquezas impudicas, exclusivas y desgarradoras de un tejido social.
Salir a la luz, a la calle, a la exposición para insuflar aliento a los desposeídos, para humanizar 37 seres abatidos en nuestras fronteras de Melilla. No son un número
Vida antes que uno
Amantes más que dos
Madres, vencen al tres
Sueños donde el cuatro
Desiertos atravesadas entre cinco
Solidaridad por seis
Migrante encima de siete
Legal como un ocho
Besos, ante nueve
Soles, apagan diez
La mano, consuela al once
La mirada, sustenta al doce
Inspirar la ola de trece
Abrazos en suelos a catorce
Tocar ritmos bajo quince
Mecer miedos contra dieciséis
Acunar desamparos de diecisiete iete
Acaricia encima de dieciocho
Susurros de encender al diecinueve
Nacer desliza al veinte
Fronteras sin vallas de veintiuno
Darles dignidad ante veintidós
Son nosotros por veintitrés
Dureza para vencer veinticuatro
Vencer infiernos de veinticinco
Compartir latidos para veintiséis
Descubrir sus pasos veintisiete
Visibilizar a ver ante veintiocho
Frotar el frio desánimo de veintinueve
Acercarse para comprender treinta
Escuchar para compartir treinta y uno
Viajar a encuentros con treinta y dos
Levantarse hasta el llegar a treinta y tres
Conseguir ser ante treinta y cuatro
Dignidad por encima de treinta y cinco
Mamá me destruyen en treinta y seis
Treinta y siete humanos caídos ante la indiferencia de la riqueza, nuestra dueña que nos hace bestias
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