viernes, abril 29, 2022

La finca

 Estando de pie, no me atrepo a pasar por la finca. Ha caído mucha lluvia y ya, el coche, ha estado a punto de quedarse atrapado entre el barro y alguna que otra inoportuna pared.

  Si que es bella y los surcos han sido trazados de forma muy humana, con unas curvas, que no harán derrapar pero tampoco permitirá cerrar los ojos. Ya, desde hace tiempo, ha dado una pequeña producción, gracias a un grupo de abnegadas personas que se han propuesto participar en su cuidado y en su aprovechamiento, en forma a los ciclos de la naturaleza.

   En el móvil, he puesto el programa que toca a esta hora. Igual que la finca, no está fácil de encontrar e incluso parece que hubiera puesto algunas plantas y árboles para disimular que existe e incluso, viendo que el horizonte no se acaba, lo ignoran como para demostrarle que no existe. También algunos postes de la luz no parecen existir cuando tu atención está en como hacer llegar el agua y como vas a aprovechar las curvas de nivel para que el último tramo pueda ser regado.

   El no ser nombrado parece como confirmar que no se existiera; desde hace un tiempo, cuando con las leyes existentes y con el funcionamiento del Estado de derecho se demostró que este se puede defender de un quebrantamiento por parte de una parte de la sociedad, no pareciera necesario que se ensuciará el dialogo social, hace muchos años, con la existencia de un gal que convirtió la muerte en una excusa para sembrar terror, no sólo entre sus enemigos, sino en la población, o que, ahora, fuera necesario espiar a quien bien se sabe que tiene ideas diferentes a las tuyas; como si en las de muchos de estos, no estuvieramos nosotros, con nuestras ideas, entre sus posibles "enemigos", si volviera otra vez a un partido, que se hace llamar constitucionalista, sin que eso signifique respeten a la constitución.

  Raro es que una planta invasiva, que ha entrado en el terreno abonado para tomates, pimientos, pepinos, sea defendida por productos químicos, que van abonando un crecimiento en desmesura. Como raro es que una ministra que, buscando defender una tierra, está la invada de móviles invasivos que además sean defendidos por quienes conculcan la ley con una periodicidad a prueba de grandes premios.


No hay comentarios:

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y