Es un regreso en manos del amor, quizás ya por noches, ayer de explosiones de imágenes, hoy de una luna creciente que arropa una perturbada mente; vaga un coche por "carreteras pérdidas" de un espacio casi vacio de seres humanos, grandilocuente en exuberancia vegetal.
El tiempo te explota cuando recrearte en lo realizado. No tenía pausa, no tenía la sombra con el agua cayendo por el mástil de la reguera que llegara al cuerpo de la tierra, para componer una melodía. Te urgían las urgencias; ningún sonido se escucha cuando aporreaban las necesidades:
El pimiento pedía el agua, el calabacín saborea su riego; los tomates, ¡qué decir de esas plantas que encierran los latidos de un corazón! glotoneaba gotas infinitas; la cebolla, ¡pssss! parecía indiferente pero reclamaba ir "con las olas" que mecen sus salientes. La patata ¡ayyyyy! que late pidiendo sus flores "más, más, más...." obscenas hasta la contumacia. Al ahora, que tú quisieras, pausado, la berenjena le dice: ¡¡¡soy tuya!!! Riégame.
Preparaste un orden y te acudió una bacanal; sentiste que “el beso de la serpiente” ardía generoso para proclamar el acto de la plenitud; pero tanto, tanto tu piel, se desprendía del ser “tatuada de Dolor”, para volverte dependiente de “la era de la abducción”.
Y ahí andas, hoy, reposado el caos, la mente limpia, has sido, comprendes, ayer, “chamán de la lluvia”; increíble colaborador de la magia del crecimiento y de las tonalidades que ahora retocas, en la palpitante pantalla.
En la desazón de un ataque de las aguas que no se dividen para postrarse a tu paso. Con la que luchas al borde de un pánico que aporrea con las preguntas de los porqués que nos visten en ese momento. Nace la “medicina kármica” de lo logrado, descubriéndote en todo lo que eres capaz de hacer; aunque, suenan las alarmas para que se sepa escuchar, los límites de lo que es “solo materia”, para que una “sugerencia” elimine la “tarde de amarillo tormenta” en un día que es azul martillo en un atardecer de Julio.
La vida es una “adicción” para los descubrimientos. Existen días que te sientes fuera de ella, que te grita: tan sólo “tengo un pasajero”. Son, sólo instantes, donde “las nubes pasan”. “Enjoy”..hoy…”resurrection”. Soy mi propio piloto en una experiencia “extrasensorial”.
Encuentros de “chiken Cream” entre plantas de “Antimateria”; el resultado del combate, pese a que es el gong el que salva el caos, es que somos seres “ciegos de fe”
No hay comentarios:
Publicar un comentario