Cuando se toma una dosis gigante de silencio
Puedo ocurrir que el río se esconda,
el viento desgarre las hojas nacientes
y la palabra se encierre en oscuras cavernas.
Todo cogerá polvo
los ojos azules que palpitan para encontrarse
los olores que se caen convertidos en acero
las aguas que nos hubieran besado, se esfuman
El silencio sin un baile, te aparta la mano
pero
un móvil bloqueado, despide las posibles ayudas,
la tecla emergencia estaba en salir a encontrarles,
Las mulas tercas, te delatan; pero son sólo tuercas
como las que faltan cuando los tomillos no huelen.
Las abejas desenroscan los sabores de las flores
para crear habitaciones donde sus paneles abaniquen
con suelos de polen para masajear caidas autoestimas
luces de neon, juegan para crear nuevas esperanzas;
por allí, el Henares vibró con el coro, y espero kayaks.
Se vivió despertando sueños; ahora, que este no nos gane
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