Nos parece, quizás un loco; tal vez, un cuerpo estrujado por una mente
criminal; pudiera ser un asesino en serie pero adornado por quienes se han
propuesto desvalijar un pais en nombre de un progreso infinito, que eso siempre
atrae mucho; sin embargo, tan sólo y no es poco es el fruto de nuestras
creencias y de nuestras aceptaciones, desde un equilibrio en el que creemos
estar.
Nadie avisa al que trabaja de forma honrada de que los cuatro puntos
esenciales en los que parece basarse nuestro edificio vital, esten carcomidos
en sus esencias.
No deberían esperar una reconocimiento tácito del embalaje con el que
se recubren esas bases sólidas de nuestro actuar; 4 columnas,
En una cadena de radio de máxima audiencia, la Iglesia, se supone que
la católica, cuela un mensaje de comprensión, de amor al prójimo, de proximidad
con el dolor, dice que lo hace "por tantos", no sé porque siempre he
pensado en la cercanía a "por tontos".
"Por tantas", podría ser las grietas y la podredumbre de
muchas de sus acciones spúreas, en mitad de actos individuales de algunos de
sus miembros.
- Colegios defensores de la "libertad", pero de
la suya, de la de los privilegiados que priman el negocio por encima de la
aceptación de un alumnado variado como puede ser la sociedad
- Inmatriculaciones vergonzosas de cualquier edificio
público que les produzcan beneficios, pero no gastos.
-
Radios tomadas para atacar gobiernos elegidos en
elecciones y subvencionadas en sus
pérdidas, “por tantos”, que somos todos.
En la segunda base, encontramos a esos medios, CUARTO PODER,
nada menos; pero que resulta que sólo se
han convertido en meros voceros de a quién hay que atacar porque les molesta para
la obtención de sus beneficios, de los que hacen participes a inversores que
cubren sus vergüenzas, hablando de su amplitud de miras, por leer los titulares
de todos los medios.
-
A ver, alma cántaro; entre una noticia tratada
con una perspectiva propia, donde se han acudido a diferentes fuentes y la
parcialidad de una opinión reforzada con un sesgo, que olvida, como hacía ayer,
por ejemplo, la Sexta, de dejar de poner, siempre, vaya casualidad, siempre a
Podemos; no hay término medio. La basura, aunque sea orgánica y pueda servir de
abono y principio de algo, pero en si misma, ya ha quedado como, basura.
Vergüenza ajena, necesidad propia,
que hay que respetar y analizar pero apoyo de empresarios salvajes que nos son
mostrados como ejemplos a seguir por la toma de riesgos, pero que en estos
momentos, obcecados por el dinero que les entra, dejan de percibir la muerte y
el ingente número de infectados que entran en las UCIs, como un problema
propio. Ciudadanía que olvida el enorme sacrificio, la inestabilidad de un
mundo que crece sobre las arenas movedizas de riquezas adquiridas sobre las explotación del otro.
Esta tercera pata, de una sociedad que fue, casi,
obligada a ser propietaria, que ve los valores adquiridos, fluctuantes, en función
de las grandes inversores, tomados
nuestras aportaciones como rehenes.
- Rara condición humana, ser admiradora de quienes sólo defienden pagar menos impuestos que te dé dinero para pagar más caro; una sanida privada, cuidadosa de sus ganancias, una jubilación que con sus esfuerzos, paguen las timbas de las Bolsas en las que se juegan rentabilidades, que podrán disminuir el valor de tus madrugadas, clavadas las rodillas para evitar una suciedad que renace cada día.
Cuarta base, casa de termitas gigantes de quienes han ido dando codazos a sus compañeras para admitir que sus golpes, teledirigidos desde una dictadura que erosiono la convivencia, con las bombas nazis y fascistas que hoy día, esforzados sucesores tratan de dulcificar, como uno de sus correligionarios que en Guadalajara utiliza ante su vejación a una mujer; palabras como su entronizada libertad, autoritarismo que ven en el otro y no en su falta de empatía hacía el otro, al que le acha intolerancia para sus faltas de respeto hacía el diferente a él.
Palabras tabúes arrojadas en los medios que son recogidas por quien cree que ni en un sitio ni en el otro, aunque uno haya sido vejado y el otro, haya adjetivizado a una persona.
Y así, nos encontramos, encerrados la mayoría, pero admitiendo la desvegüenza de una Comunidad Autónoma que es la cuna de las infecciones, porque a estas "líquidas" cimentaciones no se las debe atacar.
Aquí, pasa que la apertura encierre a familias del contacto con sus allegados. Pero vean siempre una mente que denuncian esas situaciones descritas, como si fuera una mierda.
Pasan porque nos perrean con sus trajes de excelencia y nos gusta. Aquí, se dejó de cuestionarse a uno mismo