Llega exhausta, es ella, la mujer que protege el futuro
no está sola, los árboles escuchan pasos de la juventud,
ya no quieren quebrarse con los huracanes del egoismo,
ven praderas sin atilas, que edifiquen pisos para buitres
playas sin colectores que reclamen muertes colectivas.
Ella, se te asoma en tu salón; si, tu puedes, junta el corazón
mezclalo con el conocimiento, dí a la sinrazón:
- Lo privado, me encierra en los réditos del Ibex
- Mi pensión puede estar jugándose, en pókers
- ¿Qué soy, si me doy a un orden que rompen?
No, no soy su español, si ellos son racistas; en España
si, si aquí, crisol fecundado por padres del norte a Sur
del Este al Oeste, que necesitaron saltar los mares.
No, no soy su español, si su entrega al capital, encadena
si, si aquí, trabajadores que deben unirse porque arriba
sólo les ven hormigas, a las que se tratan de guiar, dóciles
pipas vacias para dirigir sus patitas a propias hecatombes.
Volver locos a temas que no resuelven, para llegarse nazis
y otra vez retornar a ordenes que intuyen, ser telediridos
y repetir equidistancias, para limpiar, la mugre adquirida
olvidarte de lo público, entregarte a lo privado, todo por
ESOS, los diferentes, los que no nos quieren, los abducidos
porque yo no, yo soy el justo, EL PILATOS sin mácula
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