miércoles, noviembre 13, 2019

Una respuesta a los muros

Me miras,
estás oyendo que en todos los lugares la moda es poner muros; en Estados Unidos, en Melilla, en Bolivia, vuelven a edificar uno con armas y biblias y tú me vuelves a mirar.

Me interpelas enérgico,
con la fuerza que te transmiten tus gurús de los eternos desastres finales, que vuelven a empezar cuando los mandamases ven reducidas sus ganancias y sus secuaces repiten las dentelladas por las que filtran sus verdades.

Lo siento, esta vez te construyes tú
          - la fábula que cuando se paga impuestos, nuestra envidiable sanidad pública, nuestros servicios sociales con los que solucionas más de un problema doméstico, van a ir peor
          - la auto mentira de entregarte a la especulación con los productos, con las casas como forma de libertad cuando están jugando con la cohesión y la dignidad de personas que, incluso trabajando, entregan su dinero a estos apostadores para que menos Estado les permita imponer sus reglas de juego.
          - la patraña que se va a romper la unidad de España y que el único remedio son los 155, las fuerzas del orden, y las leyes que se interpretan en cavernas que cuando salen a la luz sufren el deslumbramiento de decisiones sin ligaduras. Asustándote de las personas que quieren la independencia y no asustándote de tu sumisión a los que roban a la amada patria y no queriendo mirar a los tantísimos lazos que harán que esa ruptura se haga cuanto menos, hercúlea, y sin embargo no quieres mirar la lucha común por una nueva sociedad únida contra un cambio climático que nos necesita juntos, ni los objetivos conjuntos por una dignidad del trabajador, de los recursos que les llegan; pero sí, de todos los trabajadores, sin razas, sin orígenes, pues de sus deficiencias, de sus errores participamos todas las personas y ¿por qué siempre mirarnos en nuestros errores y no en los de los grandes poseedores a los que les perdonamos todos, desde la sumisión? ¿En cúanto nos empobrece los errores de nuestros iguales, por encima de las trampas de los que nos dirigen?

         - la excusa de ser una sociedad cordial porque todo esto sucedió hace tiempo y es mejor no removerlo, pero no quieres conocer a las personas que siguen aplastadas por la sumisión de haber visto a sus familiares, aparte de asesinados, vilipendiados, despersonalizados y tampoco ver, las grandes rupturas que produjeron en la sociedad quien fueron favorecidos por una rebelión buscada y amamantada desde los diferentes poderes, que les hicieron tomar del Estado, los recursos que pertenecían a los ciudadanos y que tan bien describen, el general rebelde Latorre Roca, por un lado, ganador de la guerra y descriptor de la pérdida de la paz y, entre otros muchos, ahora Antonio Maestre, con "Franquismo S.A.".

Por ello,
A ti, no a los esbirros de los amos que lanzan rayos y centellas y finales apocalípticos,
A tí, con capacidad para despertarte, de tus indiferencias que siempre se sellan en un voto fiel, te encomiendo a que si quieres construir muros.

Los hagas tú,
Mucha gente, se mira a los ojos, comparte fuegos, palabras, anises o comidas para sentirse parte de una sociedad en construcción



No hay comentarios:

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y