El chico del bombo

  No me niegues que lo del chico del Bombo tiene que ser de una broma de mal gusto, para Gustavo, firme defensor de la pureza en uno de los barrios de Durham; este se pone como una fiera con Fredo, de la Mafia del Sur, allá cerca de Colorkado. 

  Nadie se atreve a contestarle. No estábamos todos tan a gusto, se comentan entre el grupo. El caso es que JeanRe, del barrio de élite, no muy lejos del suyo, a Fredo le tiene en gran estima, se lo ha traído para que haga los trabajos de la casa. Es tan servicial y tan majo que no le tiene que pegar, ni pagarle.

  Como un póster de gran héroe, incluso tiene al gran OldFredo, bisabuelo de su estimado sirviente. Entonces fue su ancestro, GreatOldJeanRe no no el de las películas sino, su también bisabuelo. No llegaron con las manos vacías, llevaban armas y vaya, hasta que no aprendieron los padres del bisabuelo, fueron pegando tiros por aquí, por allí, y latigazos. 

   Es lo que tiene utilizar las armas, que llegas a otro país, y no te llaman migrante, ni basura humana, te llaman colonizador, evangelizador y liberador, aunque sea para los bolsillos propios.

   Allí, sea en Kenia, con la resistencia de los Mau Mau, de donde procede Fredo, que después de haber visto El Padrino I, II, III, no se te ocurre ponerle el nombre ni a tu aparato que anda con alguna telaraña que otra. Sea en el Congo con Leopoldo y sus compinches y el beneficio de sus súbditos o allende los mares con las colonias que llenaron las arcas de Europa, en nuestras guerras de cristiandad. 

 A estos lugares acudimos con armas y vaya si cambia el tema. Ahora los señalas como el gran problema, pero por lo bajini, ¡coño que nos preparan la comida y nos cuidan nuestras cacas! 

 Tenemos un problema grande y es lo que se enriquecieron allí, aquí y en todas partes, que para esos nos inventaron un dios al que temer. Sin darnos cuenta que tienen la cara de su codicia. 

  Importante es que ellos si están en todas las partes, pero a su dios encargado no lo vemos, con lo cual les tememos a ellos, sus poseedores y claro, y nos entregamos a sus señalamientos, y les damos el poder, y nos que tutelen en los odios que nos generan. 

   Así que menos mal que Broncano es el chico del Bongo, porque los del Bombo, son los que nos ponen la cabeza de tal manera y mientras no sacian, ni cuando fueron a quitarles lo que poseían, ni cuando vienen a servirles. 

   Y gracias, que nos callamos mucho, porque incluso, si se les mandará a la mierda, en vez de amenazarnos con el gran reemplazo, lo ejecutarían, que tampoco es que hayan tenido mucho reparo ni allí en sus colonias, ni aquí con sus barrabasadas que cuestan vidas. 

    No tienen gracia ni nada para echar la culpa a los demás y además pedirle al del Bombo que lo publiciten.