Pepe anda por ahí, y por aquí, también, añade.
El caso es que se lanza a la búsqueda
Luisa que es muy apañada, se ha tejido un traje con una tela especial. Aprendió muy joven a coser, como José, pero este no ejerce. Que si la vista, que si no atina a enhebrar la aguja, que ya no tiene paciencia, nunca la tuvo para hacer los patrones y probar con las telas que le llegaron en el ajuar. Luisa, la verdad, no espera ninguna colaboración de él.
Junto con Helena, Pinta y Raquel se han presentado por el instituto como si estuvieran en un desfile de moda. Han decidido que irán por las clases e irán sacando a sus compañeros-as, como de buen rollo. Tampoco les va a ser fáciles, hay algunos que están en el aula como dormidos, o lo están, sin más historias, otras están pasando notas donde se cuentan como ha puesto los cuernos con Luis a Pinta, a la que vio con muy mala cara, cuando se enteró de esa traición.
A Pedro y Dolores que se estaban mirando, les cortan ese momento, cogiendo Helena a Pedro, por la cintura y Raquel se ha puesto borde con Dolores, que es lo que vas a sentir donde va a ir. El profe, empanado, estaba hablando de "la lengua de las mariposas", pero no se ha extrañado que se llevarán por la fuerza a sus dos alumnos, que, la verdad, son muy cansinos, a parte de muy pesados con el tema de los derechos de la mujer. A Felipe, eso, no le parece mal, pero no a todas horas. Al llevárselos a dado un respingo, como lo dará cuando se entere de la situación de estos dos.
A Leonor la han Helena y Pinta la han zarandeado y la han dicho: "tú, so jippi" te vamos a dar a tí, economía circular, pero porque te vamos a dar varias de ellas, hasta que caigas en las peticiones de amor más mínimas.
Cuando a esta última la dejan, junto con Pedro y Dolores pero, además vigiladas, por Azucena que se ha unido, siempre fiel, siempre patosa a estas tres desfiladoras, porque "no vayan a hacer un trío", ellas quieren pureza, aunque al decirlo Raquel se ha excitado un poco, pero como se lo va a decir a Helena, siempre firme, siempre bella, una dominatrix, vamos.
Azu nos ha atraído la atención, porque llegó con Juan y este fuerte como un olmo, parece estar podrido por dentro, por lo cual cuando ha empezado a tirar bombas fétidas para que salieran de una clase todos en desbandada, eso si había preparado junto con Félix y Josean los pasillos de la clase de tal manera que les dirigían al gimnasio donde han creado un campo de concentración. Allí, otro Felipe, Dani y Manu se han vestido con sus ropajes de cuero, los cuales le ponen Helena en un estado de paroxismo cuando en los días previos estaban preparando este golpe.
Hacemos un paréntesis, porque todo estuvo a punto de irse al garete, porque Manu dijo que él era de sólo de una, que nada de pecado. Felipe le dijo, será de uno, so maricón y todo termino en un mejunje que les relajó y les afirmó en su solución final.
Cuando Graciela ha destruido todo ese estado de paroxismo en el que estaban nuestras tres diseñadoras, alrededor del instituto los padres, agarrados a las verjas, estaban clamando por la libertad. Indi había hecho señalas de humo y su padre el Siuox había dado la voz de alarma
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