Sobre un cajón digital se acumulan links para poder crear un sueño. Los cimientos se han ido construyendo con el paso de los años. El problema parece ser que la dirección de estos han apuntado unas veces para el cielo, otras veces para los infiernos y la mayoría de las veces se han ido echando siestas, tras unos días glamurosos
Piramio de Namur ha descubierto un nuevo océano; lo diferente de este lugar es que las gotas que lo forman son las personas que emprenden un nuevo proyecto de vida.
Empiezan separadas, de alguna manera golpeadas y volteadas por algun viento de hoy, otras solidas suciedades o lugares que se desploman sobre ellas, aunque en el último momento, y por sus habilidades se escapan.
En su huida encuentran a una, a tres, a mil, ya son diez mil y como por arte de magia, consiguen apagar fuegos que las rodeaban, saltan muros que las encerraban y porque se alían con su amigo el viento, crean olas para llegar a lugares antes lejanos.
Allí, no invaden, se unen con otras aguas, a veces, dulces, otras ricas en limo, estas últimas son muy cotorras y les dicen "¡chicas no sabéis lo que es convencer a los humanos que me dejen llegar a este estuario que sin agua se moriría!. Ellos que no, nosotras que sí, luego llegan los de ahí abajo y dicen: ¡cómo que sí!, que hasta aquí llegaría, porque tienen un fin!
Unos días nos calman, otros días, decidimos subir en montañas rusas y con algun humano deslizarnos hasta la playa y allí, algunas se quedan tumbadas junto a aquella pareja o aquella barriga que no se sabe si es de un nuevo humano, o es que otro, se ha tragado todo el bacalado.
En Fin, es divertido aunque muy raro, llegar a cualquier lado, pero PIranio, en ello, está empeñado
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