Me imagino que estoy atrapado en una camiseta que me puse hace muchos años, la del Real Madrid; sin embargo, me maravilla todo el conjunto femenino del Barcelona, su forma de ser, su amor por un deporte que viven con pasión
Cuando las veo siento que no es un montaje publicitario que necesitaba un incrédulo presidente del Madrid para aparentar empatía por una causa que le es utilitaria para ser parte del "candelabro"
Desde la número uno hasta el número más estrambótico que luzca alguna de ellas, todas parecen formar parte de una misma familia.
Sólo me falta que Mapi y Patri quieran jugar con la selección, sería tan placentero. Siempre creí en ellas y sobre todo, conozco a esos grupos de "funcionarios" de las federaciones que buscan sobrevivir en esos puestos, aunque se tuvieran que llevar por delante a cuantas jugadoras y personas interpuestas que estuvieran por medio. Su dignidad es asegurarse visibilidad y un sueldo; su baja ralea la exhiben, según el momento con impudicia, con amenazas y compras de votos.
Gavi, es mi admirado Puyol, en joven. Mi capitán eterno, implacable y generoso en su esfuerzo y deportista en el sentido más amplio de las palabras. A Gavi, es muy fácil felicitarle, se hace querer porque tiene el mismo amor por las gentes que representa y las entrega no tiene ningun sentido de la medida, es plena. Es sólo fútbol pero duelen sus lágrimas, porque ha sido honesto y generoso en su esfuerzo y no esperaba esa fatal recompensa
Lástima que este tan mercantilizado el fútbol, que se les exprima hasta la locura, hasta parecer que son animales estabulados a los que se les tiene que sacar el máximo rendimiento. En las vacas chirrias, en el ser humano, como parecen ganar mucho dinero, todo es más "cool"; al final desastroso.
Es tan bello, sentir que por ahí, cerca de él, andará Aitana, Ona, Alexia, la infatigable Mariona, la vertiginosa Salma, ¡vuelve al atletismo!, danos el placer ver tu potencia; en fin, te queremos en dos vidas paralelas, ya imposibles.
Hablaba con una alumna esta mañana y coincidíamos en que el Barça femenino es otra cosa. Profesionalidad pero empatía y camaradería.
A Gavi le enviamos la admiración de un contrincante deportivo, como el cariño que siempre tendré con Xuvenil de As Pontes, Lucus, Umia o el Palentino, equipos de kayak polo, siempre hermanos.
Esperamos a Claudia, Caroline, Ingrid, Keyra, Vicki, alguien adolescente que crea en el Barcelona será mejor tratada que en su Madrid natal es muy significativo.
Todas merecían tener el nombre en el titular; hoy era el día de acompañar a Gavi, porque existirán esos días tristísimos, en los que conduces con los ojos empañados, como de estar sólo; que parece que toda la empatía que has generado se ha apagado, o escondido
Los cielos del verano de mi pueblo tiene las estrellas que espero te ayuden, Gavi.
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