Contestaciones

 Contestan Marta e Isa; para mí que no soy ecuánime en estos momentos, la primera obtenida la visibilidad de su partido y eliminado quien se enfrentó a quienes le querían quitar del medio, contemporiza. Buen rollismo, equidistancia, nada de contexto. Isa Serra, que hizo ruido por los débiles, que ha sufrido ataques personales, el famoso lawfare, que si existe, no compra el discurso de las preguntas, les vuelve a aclarar al equipo de "carnecruda", al que también se debe suscribir uno, de donde venimos y visualiza quienes andan por ahí, manejando grandes ataques a su partido. No, no es amable, si hace ruido pero si es realista por si dentro de unos años, los de la equidistancia, los que no quieren jaleos, les quieren pedir responsabilidades acerca de donde estaba Podemos

   La conversación no existe cuando uno se coloca en una mesa donde se despliegan los periódicos. Nos concedemos cinco minutos para prepararnos uno café. Como de casualidad se abre una aplicación, por ahí anda Gabriel Rufián, habla y aquí, como diría aquel, se le escucha. El ruido de fondo, se apaga, aunque como en el cuento de Ortega, nos trate de influir como "la gota malaya". 

   La intervención del político es magnífica, cuestiona al presidente, si al de ahora, de una forma atemporal el como se puede admitir la contaminación periodística, que para una sociedad puede ser dañina, menos que la atmosférica, ¡querer juzgar e imponer grandes penas, a quienes echan agua teñida, inicua al Congreso para reclamar que dejemos de destruirnos por encima de nuestras posibilidades!. 

   Se nos va el otoño y caen ayudas públicas a quienes hablan de ideas liberales y de las paguitas para los otros y no para ellos. 

   Se estigmatizó, porque todo se hizo publicó, y por tanto, no quedaba más remedio, a los ciclistas que se dopaban. A los medios corruptos se les apoya desde las instituciones, pero también desde las empresas que hacen trabajos para estas y que tienen señalado que parte de su beneficio tiene esa dirección: medios corruptos que se hacen eco de mentiras y que cuando estas quedan expuestas a la luz, quedan impunes a la responsabilidad de haber difamado a quienes durante días fueron expuestos en el cadalso de la exposición pública.

   Alguien podría decir que Gabriel quiere imponer su verdad. También en eso mienten. Lo suelen reclamar y denunciar esos dopados que acuden al Congreso con todas esas ayudas públicas e interpuestas para envenenar una sociedad, y que ya lo han hecho en estos diferentes canales. 

   Existen posibilidades de demostrar el daño del momento y el posterior con aquello que se dijo de forma "burda" cuando se puso en la balanza de la desvergüenza: la mentira y la realidad. No lo puede defender ni quien busca ser antifascista al lado de uno.

    Más salvaje sería que quien es atacado, tuviera la posibilidad de decir barbaridades sobre quienes patrocinan a los dopados, con las mismas consecuencias finales que suelen tener las mentiras de esos medios.

        ¡Qué se aguanten las empresas, ya que ellas patrocinan a mentirosos!. No queremos eso, tampoco la desvergüenza con la pululan verdaderos depravados del periodismo, que siguen, estos días diciendo: que a la ley de la Amnistía se le dio un varapalo en la Comisión Europa, que quien quiera ver, a parte de poca gente, fue al revés, y hace unos años fue el más infame de los ciudadanos haciéndose preguntas maliciosas sobre elementos del 11M, sin que tuviera consecuencias. 

        Si necesitamos que la contaminación periodística tenga unas consecuencias, porque daña lo inmediato la convivencia. Ahí, al lado de lo que están leyendo, tienen medios de los que me jacto tienen "una honestidad brutal" y por eso tienen apoyo, porque no se han vendido a quienes les ponen la música marcial, ni se les fue la pinza en enrevesados pentagramas vitales