Las listas las dan todos los días. De las jugadoras para el mundial de fútbol, sin Mapi, Claudia, Patri y otras que se confiaron a quien decía oírlas pero con cuchillos traidores.
De los mejores restaurantes, de los programas más vistos, de los charlatanes en todas las tertulias de radio y televisión.
Las listas de los partidos políticos es otra historia. Cuando las das y te felicitan tus peores enemigos, tienes un problema y encima, si no te das cuenta de lo que haces entonces el caos es la fiesta de los canallas.
Llega a una de las emisoras que financiamos los españoles a través de la Iglesia, Rodríguez Zapatero y les desmonta toda la sarta de tonterías con las que votan desde la derecha. Te dices, pura lógica y llega el amigo Maestre, dice Pablo Iglesias, y mientras los oyentes copenicos siguen la linde, este pone en duda acciones de la izquierda y claro Antonio se ofende cuando lo oye y se siente atacado, aunque va a la sexta, porque no la hay sin cinco, cuatro, tres, dos, uno y cero y allí, reivindica su izquierdismo con odio, "made in masperiodismo".
Zapatero fue muy bueno y con el Podemos que ha resistido tanto salvajismo nos hubiera dejado al margen de la indignidad del 135. Tiempo después se supo quien nos lo exigía era un trilero. El capitalismo se pone nervioso sin el poder político, entonces y ahora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario