martes, febrero 01, 2022

Anulisis

 Nunca me dijeron que sería fácil; es más, afirmaron que no lo intentara porque sabían de mi inconsistencia. 

   De hecho, ahora que he conseguido meterme en la esencia de las palabras, me doy cuenta de los materiales que la dan su consistencia. 

No conocía el instante para empezar el viaje, ni la palabra conveniente, dude tras oír el Bum Bum o vsi sería para my yummy; en todas ellas encontré una fijeza en una "u" que si la hubiera tomado para entrar, a la vez que caer como en su rampa, podría haber salido catapultado hacía los cielos lo cual tiene su peligro si te quedas enganchado a cualquier estrella o gas, esto peor si es de efecto invernadero porque te puede retener por los aires, y arriba, me aseguran, sus bacanales son fétidas, con   "narices exploradas", para más señas. 

  No era fácil, pero no desistí, leía toda la lírica e iba entrando en una épica; en Booty, encontré esa ansiada puerta trasera dos gafas, una vertical y otra horizontal. Fue en su intento de ponerse guapas paralelas, bien horizontal, bien vertical lo que las perdió. 

Al fin por ahí me cole, aunque no dieran ni Cocacola ni nada, ni a mí, ni por supuestos a todos, tampoco nada de comer y mira que era beauty, la susodicha. 

  Al grano; no puedo decir que no me quedará maravillado del lugar donde se cocía todo aquello. Una locura, sublime, me arrulle en un "do"sostenido,  expelido para refrendar mi entusiasmo "mama, yo quiero ser artista y casarme con la reina de Saba". 

   Allí entre marmitas, con forma de escenario, cuatro alquimistas, andaban trazando líneas y poniendo diferentes colores a los espacios matemamamatizados. Buauuhhhh (perdón soy Zenit, las palabras, me han hechizado y poseido).  No podía creerme lo que estaba viendo. 

Soy muy friki y estos cocineros de la alta cocina del lenguaje, sabían elevar a un trono a una letra y a la vez, someter a desplazarse arrastrando, pedigueña, a la otra. Si no lo han visto, confien. 

Tanxugueiras, es otra cosa. Recien salida de la terra; emanan energía y fuego, ahí les prometo que, en esta época de tanta exaltación y asaltos cabestriles, no me voy a lanzar. 

  Si pueden, por otro lado, comprender el éxtasis al que llegué cuando me topé en la sala de máquinas del dios de la danza Dembow, ¡¡¡¡dios!!! me había topado con el coreógrafo de Britney, tututututu ya sabes papapapa que me vuelve loco mo mo mo ver trabajar a esos compositores que están también dentro de las grandes multinacionales. Un poco de envidía si que les tengo lo lo lo porque se llevan una pasta gansa. Aunque yo viviría sólo del de dem demb dembow ma ma ma ma. 

   ¿No se dan cuenta de la locura de viaje? estoy como poseido en un último ma, me da igual si dice pa,  que ma, que tatatata, lo que me pasa es que me subo al mirador de sus cornisas, isa, isa, ¿estás ahí, Isa? te recuerdo, como otros a Amanda. Nuestro tiempo también duro cinco minutos, siempre estuvimos ready, dy dy, as as en ko ko kos tas permanecen para la vida eterna na na na na, aquellos cinco minutos.

  Debo reconocer que voy cogiendo mareo, mis profes, ohohoh me dan una pastilla y juran esconderla Lalala para su nenanana, pues son jurado, ohoh oh. 

   Químicos, físicos, letristas, cuentistas, funambulistas, transformistas , trasfugistas todos están alumbrando cada hypnotic bum bum bumbum que me descoyunta y me expele aunque me agarro al shake, shake, shake y ¡ui! me dicen ahora vamos a elegir a quienes den dignidad a esto. Producto, creo que se dice, toto to. 

 No una máquina no.

 Slo, mo mo, por ahora una mujer, que nos humaniza y damos, zas zas




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