lunes, enero 03, 2022

El año que quise un ser un gorila

 Siempre Berlin, siempre esa ciudad que me pareció tan oscura, la primera que la visité, que ya me fue de luz, cuando descubrí las otras luces. A las de las salas de música electrónica, me acerqué, pero no entré. Mis paseos eran hacia espacios tétricos que producían emociones ambivalentes.

 Existen otras grandes aglomeraciones que podría visitar con unos pantalones de explorador y una cámara que no recogiera quienes eran los que habían construido tantos lugares emblemáticos y quienes eran los que habían pagado para que aquello fuera una seña de identidad de su poder, conocimientos e influencia en aquella sociedad. 

 Todas ellas, tendrán sus Karo, pero la auténtica estaba allí. No hubo nada más que cuidado a un cliente de su planta y un silencio de proporciones ciclópedeas por aquí chalada, que este hubiera sido. Aceptarle por parte de ella, fue coronar el descenso del cañón del Colorado. Así de simple, son las vidas de uno.

  Aquellos días, en una revista, leí, algo sobre teatro.  Como loco, como gato errante en un pueblo pequeño, que busca dádivas de seres patados. Entrenamos dos días y el tercero, una performance, pudiera ser en la plaza de Rosa de Luxemburg. 

   Flipante. ¡acojonado!

 No sabía, ni sé alemán, ni inglés, pero era un Monkey

   Un monkey que hace 15 años, pediamos cuidar el Clima

   Para muchas cosas, no entregarte en el instante es un fracaso.

      ¡fracasé!, estaba más pendiente de mis miedos, ibamos a pasar por la casa de Merkel, que de demostrar que el medio ambiente, me importaba, ya entonces, mucho.

     Ayer la Comisión Europea, se ha rendido ante la sociedad. No es lider. Dice que tenemos que aceptar que lo Nuclear y el gas, es energía verde. Si, expande menos CO2, pero a costa de ponernos cadenas y de trasladar el muro, sólo un poco más lejos.

      Un Fukujima, nos arruinaría en gastos económicos y morales. Las grietas nos las abrimos, con nuestras extracciones y depósitos de gas, que cuando producen terremotos se los pagamos a los empresarios que son glamour y......gasto estatal. 

      Un grupo de 8 o 9 personas nos desplegamos por la plaza.

        Había órdenes primarias.

         Para reunirnos.

         Para dispersarnos

         Para interactuar con los ciudadanos y con los coches (me horroriza, la imagen que se me viene de aquel intento de comunicación por mi parte)

         De  volvernos a juntar para proclamarnos fuertes

         De hacer que intentábamos controlar a uno

     La policia nos viso, nos escoltó, pero no intervino. No hubo ninguna ley que fuera más fuerte que la libertad de expresión. Ni uno de sus sacerdotes que viera desorden social.

 Paso aquella acción. No sé volvió a repetir, y sin embargo, la llevo en el corazón. 

    Y hoy, la considero necesaria; interactuar desde nuestra fragilidad para mostrar la de la tierra. Ya estaba entonces, terminando de crecer aquella plaza, hasta convertirse un ocho caminos, llenos de coches. También, para su suerte de bicicletas.

      Un día, allí, o en nuestro Berlín de Henares, se preparará una acción. Y aquella musa real, con un corazón de besos en látido estará rediviva y un encuentro fortuito, aquí, será la excusa para una rampa de lanzamiento

     Si fuera un gorila, llamaría a mi tribu y les diría que nos podemos conformar con tenernos, sin hacernos esclavos de las ofertas de energía que nos proporcionan para que seamos nosotros mismos quienes nos pongamos las esposas y por ello, se puedan llamar, proclamar para sus conciencias: energéticos limpios.

   No dejé nunca de sssssSSer un gorilaaa aa aaa aa, desde aquel día quizás, sólo he estado en la jungla de la ciudad

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