lunes, enero 31, 2022

Carta

   Vuela una carta hacía un destino que no tiene abierto el buzón. Llaman sus palabras con aleteos, sueños a mares que nunca estuvieron en calma.

    A mi la letra me suena, como cuando mi mujer me escribió la de despedida. Me sentencio: "hola cari, como sabía que te costaria llegar a casa aquí te dejo la carta que te ha dejado tu psicoanalista"

     Eyyyyy campeón, ¿qué tal vamos con esa autoestima?. 

       - Nada te dejo aquí unas ideas para que cimentes tus propios pasos.

          Antes de todo lo siguiente, que se me olvidaba, nunca dejaré de agradecerte lo suficiente la oportunidad que me diste de dirigir tu recuperación ............

           En fin, no es cuestión de alargar toda la pesadumbre que me fue añadiendo en cada una de sus mensajes profilácticos y motivadores , a la de haber visto a mi mujer montando en el coche de él.

 Cuando les ví, estaba jugando al baloncesto en la cancha de basket del barrio, pensé que venían a por mí. Cogí la toalla, como hace Nadal; que, a veces, a mis años, cuando meto un triple me motivo y exclamo eufórico: ¡¡¡vamos!!!. 

   Eso era, al menos, lo que siempre me había recomentado hacer Rigoberto, que así se llama el capullo. 

Cuando, emprendí el viaje hacía ellos, dejando correr una gota de sudor por mis mejillas, consciente de las palabras de valoración que harían a mi esfuerzo. Al ver arrancar el coche, tras ponerse el semáforo en verde y ver que ella sacaba su mano hacía fuera para levantar su dedo medio, a la vez que acercaba su boca al cuello de Rigo, como le llamaba los últimos días, comprendí que empezaba un nuevo viaje.

   Mira que es un poco loco pero leyendo "lawfare" de Arantxa Tirado y luego revisando la entrevista de Aimar Bretos a Jorge Vestringe he comprendido que las lavadoras que te dan, son las que te lavan lo que ellas quieren.

     Adios Cari, espero que te subas a la palabreria en la fuerza que ella tenga

domingo, enero 30, 2022

El mamarracho

 Viendo a Petra Martínez, recibir el premio a mejor actriz, en los Feroz.

  Me alucina su desenvoltura cuando dice que va a hablar de las cosas serias, "el satisfaction" yo me quiero imaginar que por sus Rollings; que más que sea"el satisfayer" para los intensitos, asonoros

   Me ha venido a la cabeza que yo fuera el receptor de ese premio como una vez me dieron la medalla de bronce del deporte de Castilla la Mancha. Ahora, alguno de los que estaban por allí, diría como el fotógrafo de móvil que está grabando a Petra, "mira al mamarracho, en su línea", si lo hubiéramos sabido. Caníbales que creen que el voto que les han dado la ciudadania se lo pueden engullir, como si un día no les pudiera llegar una diarrea mental ante la desaparición de su pedestal, al que se asen con las garras que su codicia afiló

 Yo, en estas cosas que soy muy de dar la razón, incluso a alguno de ellos; porque me razonó, si ha llegado hasta aquí es que puedes ser verborreico, que no vayan a pensar que lo digo como: "es una enfermedad", sino un estado natural de algunos seres sin escrúpulos. Y quien me la dio, tampoco los tenías.

  Me imagino que sería un premio, en mi caso, menor, de los que se dan cuando el público ya se ha ido a los camerinos, por si anda por allí algun aparato, incluso con piernas.

 Confirmaría que yo tampoco tendría temas de los que hablar, así que les contaría lo importante que ha sido en mi vida la vecina. Coincidíamos los dos en un patio interior compartido. Al principio, fruto de malas experiencias, de habernos topado con realidades paralelas, los dos hablamos de medio lado, de forma literal, de tal manera que por nuestra chimenea salían palabras para que no se mixturaran. 

 Por poner un ejemplo, antes de entrar en las palabras que expulsaría en mi discurso de recepción del premio y sobretodo por añadir anécdotas, al párrafo ya se hacía largo.

  Nuestras frases de vecinos "vaya que mala pata, me esperaba un pivón", parecían como ese jurado taimado, pacato, idiota, mercenario que es el "satisfacción" de sus amos, vota lo común aún a sabiendas que la calidad está en otras canciones, pero eso sí, lo justifican porque nunca desapareció una inquisición que es alimentada por corrupciones, inmatriculaciones, advenimientos que padres obedientes a lo establecido nos ayuda a razonar, por si esto fuera una invalidez en nosotros: "estas últimas son rupturistas, comprometidas, desafiantes a la vez que bellas". 

  Así que algo tuvo que pasar por nuestras respectivas ventanas que daban a ese espacio común. Ese, al que las miradas espías de tantos otros vecinos parecían tener acotado bajo el paraguas de sus observaciones con juicios rápidos de condena, comentarios de tendederos para proclamas de leyes marciales de este es esto, y está, aún peor. Temas para llenar vacíos, en los que se habían licenciado después de años postrados ante televisores que les sentenciaban  a creerse eunucos para copular con la razón.

  Un día, ella desde su ventana lanzó un beso teledirigido, pensé yo, que en esos momentos levantaba la vista, tras plantar el ciruelo, con su fruto ya en su vulva como saltándome a una siguiente primavera.

 En la inestable radio iba y venía Lili, Rosemary and Jack of Hearts. Dejé la azada, me quité los guantes, abrí la puerta de mi patio particular para que la voz de Bob Dylan inundará nuestros ojos que ahora se entrelazaban con nuestros pechos desnudos como Delacroix y ella, vio en la comisura de mis labios un poco de Terra, me di cuenta que miraba esas briznas de arena y hierba que besaban un encuentro fortuito, hice un gesto con la mano para dejar alguna senda por donde encontrarnos, por si además de nuestros brazos que seguían el ritmo festivo de la canción, ella quería conocer el sabor de mi corazón.

  Soltó una de sus manos,  eliminó mi gesto; me dijo: "nos mestizaremos con la Terra, que ellos tengan su placidez y dioses que les guían, incluso para soltar en ese momento, desde el séptimo cielo, derecha: "mamarrachos", lo dejamos a criterio de Jack, si la mano de cartas, las había perdido aquel que se agarró a las certezas.

  Nuestro patio, se cubrió de nuestras miradas. Las de los otros, con sus despojos, que amoldaban a salpicar sus banalidades y otras a protegerse entre las masas para ganar los puntos que da esta, "ser nada, ser masa", las rebotábamos por si eran capaces de enfrentarse a lo que eran ellos mismos

sábado, enero 29, 2022

Memoria vinculante

 La rama apenas deja pasar el Sol; por los años, por su frondosidad, por su frutos, toca el suelo Un día, por 6 metros cuadrados de más terreno, la corte. 

  Antonio Giraldo nos ha preparado un hilo en un tweet sobre lo que significa que una calle del barrio de Orcasitas en Madrid, se llame Memoria Vinculante. Merece la pena buscarlo. 

  Fue en un tiempo en el que se consiguió que esa ley se cumpliría; podría ser cruel que en una democracia, la ley no se cumpla por parte de los que las tienen que interpretar; jueces que lo fueran por encima de su ideología y de sus pretensiones y hubieran renunciado hace más de 1.100 días a CGPJ en el que no le corresponde estar. 

  ¿Qué es la justicia en su mano?. Aspiraron a ser políticos, a través de unas oposiciones durísimas, que la mayoría no se puede costear, pero pasaron por el trámite de aparecer como jueces. 

   Deciden interpretar el derecho a la vivienda de cualquier ser humano, desde la perspectiva de los que tienen el dinero y el poder. 

   Decía, esta mañana, Robert Fishman que una de las circunstancias que diferencian Portugal de España, es que en la primera, hubo una revolución y los políticos comprendieron que debían llevar cuidado de lo que vivía el pueblo porque el poder emanaba de él. Los políticos españoles y todo un "stablishment" alrededor de la dictadura buscaron como seguir ahí, venidos de una dictadura y por lo tanto no debían dar cuentas a las ciudadanas. 

     Se imaginan esos jueces, que piensan en la realidad de un artículo de la Constitución donde dice que todo ciudadano tiene derecho a la vivienda y a la vez, reflexionan sobre todo lo que conlleva su cumplimiento, deciden respetarla, tener conciencia de ser ciudadano y respetar las decisiones políticas que emana del poder dado por estos en las urnas.

     Sobre mi sombrero se ha posado un milano. A mi me da mucho yuyu quitarlo del medio. Me digo: y si viene Azarias buscándolo. Bien que vea animales a mi alrededor y que no me sienta capaz de protegerlos y alimentarlos, pero a ese ave, no la puedo dejar sin las caricias de quien ama la vida, en cada cosa que le rodea.

     Tampoco tendría mucha chance si prescindo de esa protección que me da para un sol de invierno que se está impregnando sobre una piel expuesta a sus radiaciones y a las vibraciones de un cuerpo en convulsión. Sobre las primeras existen productos que pueden aliviar su efecto, sobre las segundas, ha llegado Robinson. Ha decidido salir de su isla, no porque tenga miedo a las tetas, ni porque las soflamas fueran muy subidas de tono. Él, después de 2 años, no necesita ni marear un avión con el aleteo de sus manos, ni soltar aire con el afán de juntar letras para que las risas salgan enlatadas y los próximos, nombrados, pidan no salir en la pantalla por vergüenza ajena. 

     El milano, que es a lo que ibamos, cuando le he pedido permiso para quitarme el sudor de mi frente, se ha bajado a mi hombro. Mosqueado por si me picaba; nunca he terminado de tener todas conmigo cuando los bichos se me acercan. Nunca hubiera podido imaginar que me hablará. 

     Perplejo, por un lado porque venía un desenfado Robinson, risueño, pero claro también cubierto en lo mínimo, y por otro lado porque me ha empezado a preguntar sobre las posibilidades que tenemos mañana de ganar a Suecia en la final del Campeonato Europeo de Balonmano. 

     En estos casos, me suelo liar un poco, a Robinson, a modo de bienvenida le he dicho Agustin, entrena leches que mañana sales y al milano, le he querido abrazar; ha volado, una cosa es una cierta confianza y otra tanta familiaridad. Ha sido Crusok quien ha buscado ese contacto, yo creo que estaba helado, bueno lo confirmo, el animal me ha quitado la chaqueta a empellones cuando se ha ido a separar. Me ha hecho sentir una coctelera, como el día que utilizaron el vaso de mi boca para experimentar con los diferentes aguardientes de la zona. 

   Recompuesto, le he dicho: yo creo que Jordi Ribera tiene un plan. pero los suecos, como antes las suecas, son siempre de cuidar. 

   Robinson, luego me lo aclaró, le ha piado de una forma concienzuda, cantarina y moviendo mucho el cuello. He pensado: ¡lo que da de sí dos años en el campo!. 

   El milano, le ha ignorado; yo creo que asi era yo, cuando iba por los países anglosajones, para recoger las esencias de sus voces. Nunca fui buen escanciador. El ave se ha dicho: "allí donde fueras, haz lo que vieras". Tenía una facilidad innata para los idiomas, se me ha escapado una palabra que parecía alemán y me ha empezado a habla de Bertold Brecht. Me ha dado vergüenza, hace que no le visito a través de sus obras.

    Quien se ha pegado una sorpresa mayor que la mía. ¡es muy fuerte oír hablar a un milano!, de tal manera que ahora he sido yo quien le ha tenido que coger en brazos, con todas sus consecuencias, pues había pérdido el conocimiento es cuando le he dicho que los jueces del consejo general del poder judicial seguían sin irse desde que el había amerizado en las aguas transparentes de aquella isla. 

      Mientras demasiado poco a poco, iba recuperando el conocimiento parecía decir: "no sería mejor, si se consideran tan imprescindibles, que vayan a gobernar la isla de la que vengo". 

      Yo, desde luego, no le he soltado, pero no me quiero meter en lios, y he empezado a preguntar al pájaro por si la capacidad de vuelo de Aleix Gómez, es sobrenatural o tan sólo aviar.

       Ha sido nombrar esta última palabra y le ha dado un síncope, también al milano. 

       Mira que estoy hecho un ser individualista pero la foto de ahora, es, en un brazo, con la rodilla como almohada, se recupera Robinson, en el otro, juntando brazo con rodilla, para que no se me cuele, yace el milano bonito y en el medio, yo que parezco "la imagen sufriente". 

       Vínculos en la memoria chorreando momentos vividos

viernes, enero 28, 2022

Una foto

Acabamos de hacer el amor. Ella me dice que baje a recoger un pedido que habíamos realizado para esta ora, más o menos. Creo que me lo ha dicho para que bajé, aunque voy un poco tarde.

   Paso entre niñas que deben salir de alguna academia, mujeres arrastrando sus carros, casi vacíos de contenido, cargados de sus años.

   Cruzo la mirada con alguien con el que compartí un tiempo y ahora, me sorprende verle vivo. 

   En la tienda de al lado de la pizzeria, está ella, convivimos durante mucho tiempo y a veces, noto sus tersuras sobre mi pecho, sus besos exploratorios. Nos cruzamo una mirada y el tiempo nos ha devuelto la sonrisa. 

   Cuando voy a entrar, alguien ha abierto la puerta, le dejo salir. Él sale con violencia, siempre le he producido un nerviosismo que a mi me ha parecido un poco postureo. Él me llevó a una entrevista de trabajo y me lo dieron a mí. Él cree que perdió, nunca hablamos para que hubiera podido decirle que aquello fue sólo dinero. En muchos trabajos todo es así.

   Miro y me aparto a un lado, para evitar su mirada, para que no tenga la tentación de tropezar sobre mi dolorido hombro. 

   Allí, a lo lejos, veo a mi antiguo vecino. Nos unieron tantas cosas que sería difícil descoserlas en toda una vida y sin embargo, en una noche se rasgaron cada uno de los hilos. Nos reconocemos, nos saludamos sabiendo que la distancia evitará cualquier posibilidad de cruzar palabras o recuerdos de simpatías

    Está en la entrada de un parque y parece que ya ha sido abuelo. Tiene que ser feliz, es lo que a cada uno nos ha tocado vivir. Me imagino que habla noches en que cada segundo sea un centímetro de un cuchillo que rasga de milímetro en centímetro las entrañas. Ahora, las sonrisas deben brotar de las debilidades de un niño que le necesita.

  Cuando creo que ya ha salido, en esas décimas de segundo donde se me ha dibujado toda una juventud, voy a dar un paso hacía dentro, pero algo en el suelo, en dirección al reciente abuelo, llama mi atención. Podría ser una gran piedra, pero no la recuerdo nunca en ese sitio. Ya me dirijo a recoger el pedido y me digo, seguro que la han puesto para recordar la Edad Media, como si la nuestra fuera la de la juventud.

   El dueño del local, es familiar el negocio, me mira con una amplia sonrisa. Me recuerda que siempre nos da un margen de media hora y que hasta ahora, nunca ha fallado.  Me encojo de hombros, con una cierta humildad, pero reconociendo que explorar la felicidad con ella, es una experiencia que rejuvenece

   Desde el ventanal, podemos ver ese parque, el otoño viste diferente cada uno de sus rincones. Me señala hacía lo que yo había creído una piedra. Me pregunta si se ha podido levantar ese pobre hombre que intentó incorporarse en un primer momento, pero que ahora, sigue allí, sin que nadie le ofrezca una mano.

    Me quedo aquella forma, que ahora sí, toma forma humana. Me asustan las dos horas que me dice que lleva en el suelo. 

    Creo que tampoco me desviaré de mi camino. Ella espera y quizás hoy salgamos a ver alguna película. Me comentó que le apetece ver una que tiene una belleza profunda por la temática y porque han conseguido, a través de la fotografía, que el mensaje  de aquellas vidas jóvenes segadas por un instante, sea mostrada con colores intensos, agresivos y atardeceres hacia un horizonte que en su fuga, se extasia en los cuerpos de bailadoras flamencas que cimbrean con sus besos en vientos que empujan las velas de la pasión

    Al salir, comentamos algo de un proyecto de actividad común. Suena la puerta, me vuelvo y al percatarme de quien es, a la vez hago un cierto gesto de desdén hacía el indigente que de forma apresurada nos pide un vaso de agua y si le puede dejar unos manteles porque la persona allí tumbada parece estar al borde de la congelación.

   Sus ropas están raídas, su calzado está comido por una manada de ratas, su olor tiene los colores deteriorados de la corrosión. Alcanza a elevar los ojos una milésima, en su humanidad destruye nuestras urgencias.

   Sale ignorándonos, sus paseos van presurosos. Del vaso, caen gotas, de nuestros ojos caen derrotas. Ese ser humano, es eso. Nuestras prisas son cadenas. Cuando vemos llegar a la ambulancia y su lucha por insuflarle vida. No sabemos si sobreviviría. 

   René Robert, fotógrafo de gran prestigio, cayó,al suelo en una calle de Paris, quedó inconsciente durante más de dos horas; muchas personas pasaron a su alrededor. Tantas vidas, alguna iría a alguna exposición. Murió congelado.

      Una foto de este tiempo

jueves, enero 27, 2022

Aliadio

 Algunos días de pasiones desatadas, descubres que la vida son todas esas cosas que te suceden, mientras Casado sigue hablando y gesticulando en escenarios cambiantes. 

  Sueñas que te has subido a un autobus que va conducido por Jacques que nos hará salir de las carreteras más viradas, renacer de las vías que llegan a Finisterre. Nada parece que tendrá una continuidad, aunque ves que el tonto cuando se acaba la linde sigue a lo suyo.

   Te golpeas con los ojos de alguien que espera un sortilegio y tú que sabes que eso significa ser tu mismo con las limitaciones propias y cuando, en tu fuero interno, no te ha dado tiempo a crear un mundo por el que descubrirnos, parece que esa percepción propio te atrapa en un círculo hipnótico el cual te va a ir nublando la vista. 

   Aspirar a poco, es la consigna, pero que confronte con lo real para que con ello, se pueda construir las propuestas en las que nazcan cada uno. Descubrirte en todos tus nacimientos, es distinguir lo que te ha válido, percatarte en lo que te has pérdido y siempre buscar la honestidad en ofrecer barcos que tengan la navegabilidad suficiente para que el otro quiera salir a las aguas.

    Hubo una época en la que encontraste un tutor, silencioso, conocedor de los resortes del funcionamiento de lo que es aceptado por las instituciones. Sus trabajos eran tan sencillos que vestían los espacios en los que se desarrollaban. 

     Nunca construyó cohetes para llegar a Marte, ni tan siquiera la Luna e incluso que ni tan siquiera pudieran alcanzar Nueva Zelanda; estaba todo tan arraigado al entorno, que sus fotos eran de las manos encallecidas por el trabajo en el campo, o las vallas necesarias que relucieran ante la necesidad, aunque también tuvieran el brillo suficiente para que los canallas pudiera engrandecer las pequeñas virutas de imperfecciones. Pero estos, no fueron nada, tan sólo dinero. Tampoco lo fueron sus asalariados, encumbrados a las luces, donde gran parte de la sociedad creía intuir la realidad.

     Su obra era que el alumnado interaccionará y que aquellos paneles demostrarán que la grandeza puede estar en descubrirse uno, naciendo en esos artilugios.

     Atrapado en el pozo por el que te has ido deslizando sin darte cuenta que la luz se iba diluyendo; descubres a deshora, de ello te sacó el máldito e irrefrenable tiempo, que había manos fuertes, donde asirte para que la caída, por la gruta al fondo donde el agua de la ira te ahogará en unas sombras con ramas de tinieblas, no te hicieran temblar atado a la nada.

     Cuando el conductor y el guia se fueron; en días como este, el laberinto emerge para hacerte creer que incluso el camino también se cegó

miércoles, enero 26, 2022

Oyente

 Por el campo donde se ha introducido ella, parece que los sonidos son de lo más variados. Nadie parece hacer caso a su respiración. Los ruidos son el coro que ensalzan su forma de moverse, cadenciosa, emanando un ritmo, adquirido a través de los siglos; magia sobre cada uno de los músculos que se activaron como una alarma construye un nuevo día.

  Remas por el oceano de una manta de silencio que ha ido tejiendo la sociedad, para acurrucar en los días a quienes toman la vida como un "será que tiene que hacer frío porque lo que tengo me ha sido concedido por obra y gracia de unas circunstancias que me han colocado en esta tesitura y no otra"

   Carnecruda.es después de dar voz a una propuesta de un "puto" podcast de "labase" que ha nacido a partir de grupo de personas, con Pablo Iglesias, comunicador, como cabeza visible, da visibilidad a

 Manta para la dignidad

Tienda del colectivo de manteros que elabora ropa, calzado desde una propuesta ética, con respeto al medio ambiente, a sus trabajadores y por ello a la sociedad.

  Pudiera parecer que eso es fácil hoy en día. No parece. 

   Creeríamos que son quienes fabrican dando condiciones

                de semiesclavitud, y se hacen ricos

                         son nuestros mecenas

                             a los que admirar

                              sin impuestos

                                su caridad

    www.topmanta.store durante el confinamiento, no sé anunciaron. Tuvieron problemas para dar cobertura a sus trabajadores. 

          Echaron el cierre a su tienda, lo hicieron taller, consiguieron locales

                 vieron lo que necesitaba la sociedad en la que viven 

                   amaron a los empleados de la salud, los cubrieron

                     sus mascarillas donadas, aliviaron cansancio

                        telas para recoger impotencias y lágrimas

                           abrazaron para que salieran palabras

                               taparon los rictus de horror

                                 migrantes en sociedad

                                   integrando seres 

                                      enamorados

                                        mañana

                                           hoy

martes, enero 25, 2022

El relato

 El tiempo libre se debe dedicar a luchar. A veces por un reto que no sabes si fue tuyo o te pusieron ante él, para que lo atraparás creyendo que eras cazador y sin embargo, te llevó a asumir una tarea de la que ya habías salido y ahora tiraba de tí como el anzuelo del pez

   Cuando la asumes como reto, te enganchas como el drogadicto y también tienes problemas para saber salir. En el medio, fuera de la adicción que te deteriora, habrás encontrado seres maravillosos, momentos increíbles, juventud agradecida y mañanas en la que un policia municipal te deja partir porque comprendes que estás al límite.

    Empezar a leer "el lawfare. Golpe de Estado en nombre de la ley" de Arantxa Tirado Sánchez, te lleva a un viaje personal, intransferible  pero trufado con tantas mentes que desde sus pequeños faros van dando el sabor propio de una taza de encuentros para desnudar los falsos ropajes de una sociedad removida en ruidos de una gritona, caida en desvergüenza, imágenes desenfocadas, proclamaciones finales que hilarían ropas de podredumbre donde falsos espejos nos construyen escenarios sin cimientos.

    Habla el libro de las primeras utilizaciones del término "lawfare" y como desde una perspectiva bélica se tuvo el miedo que esas guerras fábricadas se fueran desnudando por el desarrollo de una justicia ética.

  Pronto descubrieron que igual que el anorak, lo puedes convertir en una señal de aviso, con sólo darle la vuelta. La justicia también tenía seres que la habían tomado bajo su propiedad, para ser prostituida en nombre de unos ideales, que ellos mismos no representaban.

  Podríamos irnos a Brasil, donde ya se ha reconocido que se fabricaron pruebas falsas, que fueron ejecutadas en el patíbulo de jueces verdugos de la decencia para quitar de la carrera electoral a Lula da Silva. Los años siguientes, quienes quieren ser consciente de esa tropelia, viven atrapados bajo el gobierno de un ente que se ofreció como ejecutante a unas élites que desprecian al ser humano, fuera de ellos.

   Nos podemos quedar, más fácil de comprender, en Barcelona, esta semana pasada salió una acusación contra Ada Colau. Una denuncia bajo la cual parece estar Aguas de Barcelona, vestida para deleite de vista y ensoñaciones con la ropa de la Torre Agbar. La gestión de las aguas de la ciudad se quiere hacer pública, para evitar sobrecostes y para darle una perspectiva pública que es lo que parece que pediría algo en lo que está implicada toda la sociedad. 

    En el relato de lo que está aconteciendo, por desgracia, sólo para mentes que se salen de la equidistancia, del conformismo, del algo habrá hecho, aparece un periodismo ético que pone a la luz que esta empresa da cursos a jueces. 

     Las disquisiciones podrían ser profundas, bañadas en las aguas de la racionalidad. Cuando sales de ellas y compruebas que Epi y Blas, sólo tienen una toalla para secarse. Te dices, se seca uno sólo; uno por cada lado o se secan el uno a otro y este al primero.

     Comenta Pablo Iglesias que un consejo que le dió el presidente Pedro Sánchez es que, a veces, hay que ir a tomar tres cafés con algunos de ellos, que por muchas horas que se pasaron estudiando sus oposiciones, ahora leen panfletos, como forma de relajar su vida.

     Puede ser un buen consejo, siempre que Agripina, madre de Claudio, no esté preparándolos

  

lunes, enero 24, 2022

Trivializando

   Enfrente al juego que ideamos alrededor del río Henares, surgen tormentas que nos desorientan, contracorrientes en las que nos quedamos, sifones en los que intentamos ver una salida clara, rulos sobre los que permanecemos por si ahí existiera una nueva vida.

   Intuyes la construcción de paredes, las ves incrustadas en un paisaje con colores de esperanza y esfuerzo. Los negros quieren invadir los momentos en los que te atreves a empezar. Son tantas las veces en las que la tentación es posar la cabeza sobre los codos y darles sentido a esa oscuridad, que pasar de esas tinieblas a los grises es una tarea atacada por vientos por los que se mueven los tiempos

domingo, enero 23, 2022

La bata

 En estos tiempos, tengo que coger la bata o algo de abrigo hasta que se ambienta el espacio en el que hago la vida.

  Se dice que muchas personas dedicadas a las tareas de la salud quieren dejarla colgada. 

   El fracaso es nuestro

 Hilamos a partir de lo que oímos un domingo como este, cuando creemos estar ateridos de desvalidez en medio de la destrucción de la sociedad con asesinatos  como el de Luz Marina Arteaga y otros 35 activistas mediambientales en este principio del año, en Colombia y la luz emitida por seres como José Elías Navarro, a este le definen como milmillonario y él se considera pobre. Por su origen y por la conciencia que tiene de estar dentro de una sociedad a la que cuidar. Resultan entre curioso y ejemplificante sus razonamientos sobre su situación actual.

  Un ejemplo es su sudadera de Open Arms. Estar con la humanidad para visibilizar a los desfavorecidos.

   Enfrente tenemos a la otra riqueza que amenaza y ejecuta a los seres, es ciega, ociosa, canalla. En Colombia, para no irnos lejos, aquí busca la complicidad de siervos, esbirros, ejecutantes; plumas espadas de escribientes sirvientes; balanzas sin fiel de justicieros sin justicia; bocazas imitadores sin complejos que dan mítines con voces escondidas, alimentadas por aquellos amos.

  No existirían todas esos zombies, si nuestra sociedad tuviera la madurez para desvestir la equidistancia, ropa pudorosa para admitir la desvergüenza de igualar al que asesina en sus actos, con los que se enfrentan a estos con sus palabras buscando verdades y sus cuerpos desnudos de las corazas antes las armas punzantes de cada uno de los colectivos que sirven a la deshumanizada riqueza.

  Las batas de la pública son erosionadas por nuestros silencios. Creernos al margen de los naufragios provocados, es una ensoñación que nos golpea cuando los privilegios que creemos nos pertenecen, se deshacen en los azucarillos de las necesidades no cubiertas

sábado, enero 22, 2022

En la barandilla

 Todo es tan plácido, el agua es tan receptiva, su ritmo tan susurrante y sus colores tan receptivos que te subes a una barandilla para viajar por el frágil equilibrio en el que intentas cimentar el edificio que suelta las amarras para tener paredes de sueños.

  El Liffey, en esta noche en calma, yace adormecido; ni el bullicio de la zona de Temple Bar, lo altera. No sabemos si Leopoldo seguirá agotado por aquel día interminable.

   Bibiana Candia aporta las palabras y las mentes de los que se vieron atrapados en un gran engaño. Son pinceladas de toda una gran peregrinación a la ignominia que sufrieron más de 1.700 gallegos que fueron esclavizados por Urbano Feijo de Sotomayor en diferentes plantaciones de Cuba. 

  Si en el "Combo blanco" de Carlos Bardem conocíamos pormenores de como se iban tejiendo alianzas entre negreros y de estos con sus socios capitalistas; como también iban engañando tribus, que se enfrentaban entre ellas; como eran las condiciones de los viajes, para de esa manera tener una base de conocimientos amplias de todo lo que rodeaba el comercio de esclavos y los negreros que lo llevaban a cabo, para compradores, siempre piadosos, siempre edificando iglesias con material bañado en sangre. 

  La poetisa gallega ha cogido un momento especial de la historia y se ha subido a uno de los tantísimos barcos que realizaron esas tareas de llevar esclavos para obtener el azucar "azucre". 

  Nos posa la mirada en algunos de sus posibles orígenes, puertas abiertas a caminar a lo desconocido para salirse de la miseria y de las cadenas del hambre, en muchos caserios. 

  Pinta los personajes escogiendo con exactitud en las paletas de palabras los matices con los que conocemos a los personajes y nos situamos ante sus reacciones. De cientos de barcos que hicieron ese recorrido su mirada ha caido sobre ese grupo de gallegos, en su mayoria de tierras adentro que emprenden una Odisea en las que son volteados por su pasado, un presente que les arroja a las embestidas de las olas de agua y engaños y un futuro que pretendió atraparlos en la sumisión y en la explotación de sus posibilidad de sentirse humanos

 Con "Azucre" podría encontrar las miradas pérdidas de quienes fueron talados de unas raices que les fueron extirpadas con el veneno de la codicia, de la inhumanidad, añadiendo el infame veneno de la traición a una tierra, a la que siempre nombran, ayer y hoy, para postrarla a su servicio.

  Seguimos empeñados en surfear sobre hierros que son los sellos con los que nos queman nuestra piel, para que tomemos conciencia de ser suyos

viernes, enero 21, 2022

Sentadilla

 Ahi, junto a la ventana, me quedo horas y gentes mirando como en un infinito. Cuando ya he terminado de coser el jersey de mi José y él me ha dado unas friegas en los pies, por si soy capaz de volver andar. Es entonces cuando levantó la vista y veo a aquel que hace sentadillas por un metro de amor, otros por subirse al vagón, otros por si en su salto hacia el cielo, podrían parar la bala que ha asesinado a Breiner en Colombia. Era un niño, a los que podría mirar yo, enfadarme porque no toma iniciativas, o eso me creo, o porque me da la sensación de dejarse llevar por un ambiente de pasividad e inacción. Allí, él, era un niño ambientalista que amaba la zona en la que vivía y no se dejaba comprar por la promesa en la que sueñan, que vivirían mejor. Nosotros nos escribimos, que no podemos hacer nada, mientras no nos falta la luz. 

La bala, como recordaba hoy Guillem Martínez que, a la vez, dijo en una de sus genialidades, Miguel Gila, tenía un gran problema, tenía mucha velocidad y le mató. Algún día nos llegarán los nombres de los sicarios, eso,  es lo de menos, son solo percutores, pero más tarde nos saldrá el nombre de la empresa para la que trabajaban que, casualidad, es alguna que conocemos que patrocina algo que nos gusta ver. En el remate de cabeza de nuestro héroe podría dibujarse el lugar por donde le entró. 

  De Breiner, pese a su corta edad, podríamos leer que es un enemigo del progreso, eso que vamos perdiendo como referencia, cuando veo desde mi ventana que las edificaciones matan la naturaleza; crear necesidades, para atrapar pensamientos.

  ¿Los envoltorios? Se puede tomar las basura de muchos medios digitales que como el papel de estraza, una vez soltada la porquería, la puedes envolver en sí misma y arrojarla como detritus venenoso, como pudo ser el amianto, el cual siguieron poniendo piadosos asesinos cuando ya sabían el veneno que eran.

   Bajas tus ojos y te vuelves a concentrar en tricotar ese ropa para tu marido.

  Sentadilla ya no te sorprendes de los libros que vas leyendo cuando ya te crees muerta de sueño y sin embargo anidan próximos a tu corazón. No sabes, o si, y lo temes, lo pasajero que puede ser todo lo aprendido en "Balas para todas". Cuando cierras la lectura, sabiendo que tendrás que volver a los datos y las narraciones de las seis autoras. Te plantas ante la portada de Azucre. 

  Has oído la trama. Te duele saber la respuesta al imaginarte cuántos de los conocidos que se echan en mano de los ricos, y sus bondades, se hubieran ido a Cuba, tras recibir la oferta de un parlamentario de las muy leales Cortés Españoles que les ánimo a ir hasta allí a trabajar. Más de 1.700 gallegos se fueron allí a vivir donde habían estado los esclavos y sin tiempo para reaccionar, a trabajar como ellos. 

  Lo cuenta en Azucre Bibiana  Candia y sera doloroso de leer, pero necesario.

 Sentadilla, con el Sol iluminando aquellas vidas y sus frustraciones

jueves, enero 20, 2022

Semblanzas

 Las personas pasan, las ideas permanecen; en el libro "Balas para todas" nos dice que eso no siempre es así. Cuando los regímenes tiranos permanecen más tiempo del debido; van eliminando a los opositores poco a poco; quienes han llegado a comprender lo que pasa se conforman con "el asi son las cosas", las ideas parecen que se van diluyendo como azucarillos y no son el aceite que termina subiendo a la superficie.

 Hace unos cuarenta años en Afganistan e Irán había un aperturismo que las grandes empresas, que nos sirven las gasolinas con las que nos movemos para encontrar nuestros momentos de felicidad, encargaron de ir cercenando en sus cimientos. El caso de Irán lo cuenta un documental sobre como una de nuestras petroleras de referencia propicio un golpe de estado para poner a una Sha; en esas condiciones nadie puede esperar que tuviera más honestidad de la que tenía el dinero que le había llevado a esa situación, como así fue. Como también sucedió en la monarquia impuesta en España, por un regimen dictatorial con una corrupción que colocó sus piezas en los diferentes estamentos que en algunos casos siguen interviniendo en las decisiones de un estado llamado democrático.

  Está denominación también la recibe un pais como Estados Unidos y entre otras cosas, aparte de su participación en aquellos paises del Golfo, una cosa que nos debiera poner los pelos de punta sería que en diferentes estados; casi todos gobernados por los republicanos, se dictan leyes para excluir a los ciudadanos con menos rentas, que en algun momento, de votar lo haría por los demócratas. Seleccionar la gente que puede votar.

  Me viene a la cabeza, una persona con la que coincidí en la enseñanza, en uno de los colegios en los que he estado. Pertenecía a un sindicato de maestros, oportunistas y centrados en ellos mismos. En un momento coincidimos a la hora de irnos a tomar en un café en una máquina que teniamos en la sala de profesores. 

   Me imagino que los dos nos conociamos bien, pero el tenía las tablas y la caradura de haber sido un trepa como, no mucho más tarde, lo demostró cuando el sindicato lo colocó en  tareas burocráticas. Un poco en voz alta, habló de lo fundamental de votar en las elecciones sindicales. Cuando ya, cerca de la cafetera, que apartada para evitar sus olores, no los del susodicho que apestaba su falsedad, pudo matizar que sí, había que votar pero sólo si era a ellos. 

  Le miré con el desprecio que merecía. Siempre lo han hecho esas gentes de grandes principios. De grandes patrias, que como dijo en un artículo Martín Caparros: "cuando las derechas no tienen nada que proponer, hablan de patrias". 

   Ahora ya, en su desvergüenza ni eso. Van fuera de ella, para hablar no mal de ella, que siempre ha sido un mantra falso; sino de los seres que las habitamos, trabajamos y luchamos por una sociedad más justa. 

    Enfrente existen tantas excusas, como macrogranjas, pero todas alimentadas a lo bruto, produciendo muchos purines e impidiendo en muchos casos, que las aguas y las cosas se vean claras

miércoles, enero 19, 2022

41

 La mamma que diría el actor, la mamma es morta. Hemos hecho todo un viaje. Con marejadas, con olas que nos llevaron a playas o a las piedras caídas de los acantilados. 

 Naufragamos y agarrados a actos llegamos a islas, en las que al poner pie, salieron torrentes de lava sobre los que nuestros sueños creíamos que nos obligaban a caminar. Las realidades nos dejaban desnudos.

 En todo, fuimos conformando un ser nosotros que se fue adaptando a las limitaciones exteriores y a las que anidaban entre nuestros actos 

 Trenzar canastas con los juncos de nuestros pies que corrieron cientos de sendas para liberar al cuerpo de las anclas de los pasos y darle la plasticidad de su flexibilidad que ahora es un lejano recuerdo.

  De un pantano marchamos a aguas que siempre terminan en el embalse de un lago o un mar que se hace inmenso para perdernos en miles de gotas de "no fuimos" pero pudo suceder

  El silencio era unas veces prudencia y muchas otras, las ocultas pequeñas explosiones que terminaban provocando maremotos de los que, cada vez, costaba mas recuperarse

martes, enero 18, 2022

Algunos días de radio

En estos días de radio. El micrófono lo tocas tres veces, despues de otras varias. Mira a la mesa de sonido y a la vez a aquella fotografía que hiciste para que no te pegaras la hora de "normal", en la que tras molestar algun paciente interlocutor, consigues que se oiga de la manera que tu quieres. En el ordenador el programa parece obedecer a las órdenes que tu le mandas e intentas editar algun momento que te hayas grabado de prueba.

  Te das cuenta que todo eso es superficial. En el fondo, lo que más te preocupa es las ideas que vas a transmitir y sobretodo su forma.

  Las veces que te grabaste, parecías recien salido de un monasterio, tras 20 días de meditaciones y como queriendo no atravesar con tu voz el impaciente silencio, que ahora en las ondas no te permites guardar. No, aquella grabación de una poesía, en los días de confinamiento, no era para mentes infantiles que ya habían sido encerradas en paredes de una cárcel desconocida.

 Te conmueve oír "la nana de la Cebolla", con la voz que hace muchos años no encontrabas las palabras para describir lo que me producía Juan Manuel Serrat; si, era su humanidad y la mano que le posaba en la espalda a Miguel, mientras este escribía la poesía para su hijo en la cárcel. Del cuerpo herido, fatigado, amordazado para ser libre (como escupen esa palabra los que controlan los medios, las economias, las justicias). Conseguía, nacía la voz que no se extingue, entre los pulmones, la mente y la voz del cantautor.

  Ese corazón bombardeando posibilidades sería un buen comienzo para la interlocución, pero luego estás los temas que se agrandan entre las búsquedas y el respeto por la honestidad. 

  Las dos sesiones de Carnecruda.es de esta semana, son bellos en los temas: la soledad y una entrevista al maestro periodista argentino Martín Caparros “Ñamerica”, atrayentes en los ritmos y variado en las personas que aportan los datos, expuestos para ser juzgados, si es que quieres estar capacitado para desnudarte de apriorismo. 

  La suscripción a esta radio digital tengo claro que la regalaría a las personas que quisieran ser volcadas a la intemperie para desde ahí crecer y conocer.

  De los libros que he oído sus introducciones para ser leídos, me quedaría con varios, con todos. No sé si la jubilación es una opción para quedarte quieto en un sofá leyendo para despegar a ser partícipe de viajes a descubrimientos.

    El de hoy, la entrevista es todo un cruzar el charco, pero no como les canto a quienes escuchan con la superficialidad del viaje de Marco a buscar a su pobre mama, que tendría un libro, sino para comprendernos, entre los muchos acontecimientos que han ido modelando aquellos países.

    Sesiones de radio para repetírtelas y darlas para compartirlas y aprender de todo lo que se escucha en esos momentos y todo lo que extraes de contrastarlas con quienes les escuchan.

   Todo esto, para buscar un día de radio con el libro “Balas para todas”, con Habbass, la aceitunera que es una “nadie”, como nos recuerda Eduardo Galeano. Alguien que no es temida por ninguna de las partes en conflicto y, a la vez, es aquella tierra que permanece. No tienen nada, no dan miedo a nadie. Un bando, gana y busca a sus enemigos, para exterminarlos de forma física y mental; pero ella es la luz por la que se guían cada, no la nombran, no la encienden ni la apagan pero les es necesaria para su subsistencia.

   Un tiempo indefinido después llega los opuestos, los liberadores o arrasadores y ella sigue, porque tampoco hacen ninguna mención especial al oxígeno, pero este sale de sus olivos, de sus raíces de generaciones que orean las entrañas y besan los países con sus ósculos escondidos entre las hojas.

   Habbas, como en el artículo que nombra Javier Gallego, que ya hace años escribió Martín Caparros, desde Nueva York,  no necesitan que los mercaderes nombre las patrias para perpetuar todas las tropelías que cometerán en su nombre. Ella es el agua que baña cualquier día y todo ser humano

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y