Observa libre de otros obstáculos, el horizonte que se presenta desde esa trinchera.
Allí vio a la derecha, el Alto Tajo; no, no es ese sitio donde va ese señor tan largirucho al que exhiben por todos los lugares donde son otros los que van al curro. Ya saben él es más de apariencias.
Mirando para el frente, te ves Alcolea, pero lo que se sigue removiendo, siempre, son las apariencias que hacen que funcionarios para un orden, curritos para imaginarse en la mente de sus posteriores generaciones, y patronos insaciables se den la mano para aupar a sus carneros topadores.
Y ya a la izquierda, tío, es que se ve el Ocejon; parece que caía la tierra, como fue Colón, a tirarse por el terraplén. Vaya, te encuentras un "cuestarron" que te hunde y sin embargo empiezas a unir un paso al siguiente y te acercas a otros seres, sumidos en las mismas dudas y que las vas soltando para elevarse ante la gravedad
La única solución ha sido empezar y aceptar los otros frentes.
A él, allí, a su placa la pusimos en nuestro corazón y en la memoria para, primero otear y luego encontrarnos para marchar en dignidad.
Habrá muchos reventadores, ojalá se supiera todo de lo de aquellas marchas
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