sábado, noviembre 13, 2021

El contestador

 Existió hace mucho tiempo; ahora le llaman buzón de voz. El primero pareciera que lo tenías delante de tí para repetirte lo que, parece mentira, no has entendido a la primera, aunque no estuvieras en casa. Pero lo pensado, tenía el valor de la contundencia con la que nos martilleaba en la cabeza lo que había maquinado. En el buzón, sin embargo, se nos presenta un lugar oscuro, que siempre pareciera que se guardará la posibilidad de mimetizarse en una esquina para no llegarnos la información, que, al contrario, llegaba a un más rauda, sin importar el lugar donde estuvieramos.

 Hace no mucho, sin darme cuenta, será como siempre, en una mesa de bar, en una conversación, con gente extraña para este menester, recibí un mensaje que lo mandé a la zona oscura del buzón. No podía imaginarme que el tema fuera para darla acuse de recibo. 

 A ese mimetizarse con la oscuridad de un no debate, ayudó que la hora de la comida, les apremiaba a su prole y que era una temática ajena y profunda, muy diferente a nuestras superficiales relaciones.

 Aquella sombra se diluyó, entonces; para aparecer repetida hasta la saciedad en el contestador que es la luz visible a la que antes acudía porque pensaba que las llamadas podían cambiar mi mundo.

 He maquinado respuestas en la cama, en la carrera, entre las líneas de un libro o en las llamas de los primeros fuegos del pellet de este año. Tienen la consistencia de ser yo, el juez y el parte, demasiado personalismo, diría el periodista.

  Las respuestas caen pero para no entrar ni tan siquiera en un contestador. Guillermo Fesser lleva unos años mostrándonos una sociedad dentro de Estados Unidos, con unos cimientos que nada tienen que ver con las películas que nos llegan para acompañar a las palomitas, volátiles y las bebidas edulcoradas. 

 Muchas veces te preguntas acerca de los miedos que ahogan a una sociedad, para que en su balanza con las pesas de sus equilibrios admitan en la pesa de sus votos, a un partido corrupto, con un presidente que está a punto de verbalizar lo que el sabe que ha sucedido por años, por el apoyo que ha recibido de los poderes a los que luego les devuelven los favores.

 En el mundo infantil de caca, culo, pedo, me hago pis, se debiera admitir a un posible cuestionamiento de poder al que sirven los que se dicen puros para los trabajadores, sin que muchos de estos no se den cuenta, hasta, muchas veces, muy tarde que es un puro el que se fuman por los dineros que les dan los poderosos de tiempo; que les premian por su desvergüenza por negar que sirven a lo privado, más de lo que un poco de decencia pudiera desear

 Al fin, busca ser juicioso con el apoyo a un equilibrio social, que rompieran los arribistas que una vez les habían  hecho el trabajo, llegaron con apellidos sonoros de armas y saqueos.

  Y entonces, se lanzan a achacar de infantilismo a quien se enfrenta a la patronal para hacer ertes en vez de despidos; a buscar solución habitacional, entre los fondos de inversión, que son buitres, porque juegan con un derecho reconocido en la constitución y que especulan con una impudicia abrumadora. Te dicen invalidado quienes andan sosteniendo reyes caídos y lúcidos en una pátina por la que resbalamos y quiénes, quieren mirar incongruencias entre políticos en el disparadero, y no que la riqueza tribute en una proporción indecente por la ayuda de esos patriotas partidos  tesoros robados en paraísos del egoísmo.

 No crees que la luz llegué a su contestador. La aguas de fue por arrabales de basuras e incongruencia s

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