miércoles, noviembre 10, 2021

Caer de golpe. Ovidio y el destierro

En "el infinito en un junco", se narra las vicisitudes que tuvo que pasar Ovidio hace 2.000 años por escribir en "el arte de amar", lo necesario que es para el disfrute propio, sentir que la otra parte, participa de ese disfrute. De ese sentimiento de entrega mutúa. Hace años con aquella maravillosa mujer de Azuqueca lo sentí. 

  Entonces, aquellos seres que luchan para la decencia de los demás, le castigaron y termino sus días exiliados. 

  Siglos después todo sigue igual. Mentes que atribuyen culpas a ellas, por tener los mismos derechos. Cabezas que albergan alguna neurona que recibió el mensaje que tal era cual, y no se les ha borrado de la cabeza. No esperamos que esa imagen les haya servido de algun particular estímulo. Cabezas

  Cae de golpe la compostura, la decencia y la coherencia que parece tendríamos que pedir para un tribunal, que tantos en este país, parecen decir que es el principio y final de nuestra Constitución; nombrar a quien le critico por su sistema de llegar allí, por quien ve en el contrario, su enemigo al que menospreciar. Quien se lucró, saltándose las reglas con las que ahora se deberá regir.

  Tanto desprecio tienen por la democracia que la nombran para mancillarla porque la creen su servidora. Estos que sirven a sus dueños y abducen a sus votantes, que se creen libres, con golpes de efectos desde las cavernas de sus periódicos en los que dicen informarse


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