martes, abril 13, 2021

Sin premio

 Habría muchas razones para no merecerlo; la primera la falta de calidad literaria. Definitiva y sin ninguna demagogia de abrigarse en la incomprensión, pero ¿Y la temática? Agacho la cabeza y lo admito, repetitiva en el fondo y con trajes apresurados. 

Si, al menos, consiguiera esconder la resolución bajo una elaborada trama donde aparecieran culpables confusos, héroes inesperados y circunstanciales encuentros amorosos donde vibrará la cama durante noches enteras para pesadillas de vecinas insomnes. Pero la narración era lineal, sin volver a recuerdos. 

Los recursos literarios, pocos; las claves históricas , cogidas con pinzas. 

Nada, nada abría puertas al cielo.

 ¿Cómo puede llegar a un lector, una instagramer, un youtuber la enésima repetición que los medios de comunicación tienen un pagador al que no atacar, o por el futuro o por autoconvición de esa realidad vivida?

 Entre medias de 200 ovejas y cabras; con cabreros elevados a la categoría de don Juanes ¿Puedes interrumpir la extracción de la leche y su mezcla con sueros para crear quesos únicos por la convicción que muchos estudiantes de Derecho, han secuestrado en su ideología la interpretación de unas leyes, tamizadas ahora por el futuro cómodo de las sendas que les trillaron?

 Dices escuchar a Javier Gállego. Un ser inquiriente con un bisturí para separar las finas capas que cubren los cuerpos de los hechos que nos rodean.. Hoy, se ha paseado con Ángel Viñas, historiador y escritor que ha investigado sobre las razones que destruyeron y violaron la República. ¿Entre las últimas recetas, el glamour de la riqueza, y los peinados cardados con tintes requisados a soles bronceados por sus auras de luces que entran en ignición por la ofensa de dudar de sus pedestales, de los que tapan toda su podredumbre, pueden dejar de hincar las rodillas quienes recibieron la verdad con golpes de pecho, las bendiciones, agachando la cabeza, y la verdad, al ocultarla mirando en la otra mejilla que has apartado, sembrandola en la sinrazón de una iglesia de ganancias terrenales?

No, no habrá recompensa para una obsesión




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