Entras con los ojos marrones para deshacerme
pienso si ante no bebi, dos pintas en el Liffey
caí en un sopor con dos canales abrazándome
Te ví, ya sin mis ojos, alumbrarme en tu lengua
Debe ser verdad, que tu risa es el venenoso CO2
de palabras que se hacen tóxicas, atadas al vacio
encuentro a PJ, poeta Halley de Sweny: abrelas,
me invoca, destroza las Hades, para darla gozo
Shane, entre brumas, encuentra el mástil para velas
que lleven a la arena de Greystones, que besa pechos
insertado cada grano en un viaje eterno para ser volados
desde atalayas que rezuman ansias, por descubrir aromas
MacGowan destila palabras preñadas de cuchillos
mente de fuego atrapados en alcoholes ensimismados,
sortilegios escapan en vapores de amaneceres arañados
Danzad de Lincoln al pabellón de cuerpos étereos,
paladeando abrazar los ojos de tormentas en Pogues
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