Recibo del volcán de lava ardiente la poesía de Luis Eduardo Aute; coge la palabra para impregnarla de aromas que salen expelidas de un surtidor de una ballena con olores en los tonos de voz; para explorar las altura donde el cóndor me agarra. Vuelo con el homenaje de Rozalen; me alivia de las garras de la tristeza de lo que amamos.
Aquellos días, la radio, compañera fiel, con corazones manando para la vida
La oí para amasarme entre los torrentes de agua de gotas innumerables.
Otro día, Era Silvia Pérez Cruz con su voz que removió los cimientos de una casa de cien años, que ya conocía la ternura y los revuelos juveniles y despertó de su embalsamiento, con aquella invitación a asaltar los cielos. Su final fueron los múltiples "arco iris", orgasmo en melodía
Brotó vacío el día después de la muerte de Michael, donde a los crudos futboleros nos introdujeron un dron por el cuerpo para ver como él nos había ido colonizando las arterias para irrigar la curiosidad que nos sustenta.
El tiempo que se escapó. Hoy, 12, en este nuestro tiempo de reposiciones, nos devuelve hoy, el Informe Robinson sobre Lucas Eguibar y su hermano Nico y comprendemos, otra vez, el derrumbe en un instagram del que se me escapaba el funcionamiento, ante la magnitud del sentimiento de orfandad de aquella noche y luego día.
Terminó carnecruda, y fustigado por aquel tiempo de confinamiento, se abrieron las trampillas para caer en las garras de la desesperación.
Abajo, hasta allí, acude la sonrisa inglesa para invitarnos a la vida que tanto amó y homenajeó; por ahí, empezamos a rehacernos.
Si hubiera una isla descubierta en "interestelar" la empezaría a repoblar a partir del semen de los programas que nos regala, en esfuerzo, sabiduría y respeto al oyente todo el equipo por hacer
La radio ¿qué es?
Con Santiago Alba Rico, viajo a lo tangible, a lo profundo que me lleva por los torrentes, o por los saltos a nuevas agua. En todas percibo su violencia, su caricia, su pureza manchada, su cristalina vista al espejo de descubrirme tras atravesar la pared de las excusas sinfín.
En las ondas encuentras decepciones: un programa con revista de prensa con medios de la luz de foco a la caverna. Ya pasó la sumisión; insensatos, como yo, proclamaron que al ser humano, se le puede respetar al no ponerle las cadenas de nuestras dependencia.
En la radio que aún me acuna, de Gemma, Carlos Llamas; en la de ahora, con los equipos de Javier del Pino y Javier Gallego, me voltean en un acto carnal pleno y entregado. Adictivo y suave como la dulce mano de la amada o el grifo que te abre para volver a explorar la plenitud.
Las piraguas que nos dais para no conformarnos con ver las noticias, como la Dora Baltea, sólo desde la orilla.
Las tomaremos, incluso entre los fríos, también cuando los deshielos la conviertan en una incesante noria con vértigos ante los miedos ante las piedras de la violencia
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