En la derrota

 En la derrota nos cabe ver todos los pasos dados para conseguir ese fracaso. No hay noches oscuras cuando de repente aparecen intermitencias.

Existen actos que son toboganes imposibles de remontar. Si decoras tu programa de radio con un análisis de prensa donde criticas al demonio Iglesias, con dos periódicos como El Mundo y el ABC, magnificando que existen diplomáticos, que no es que tengan sólo diplomas como dice el juez, para viajar por los diferentes paises. Sino que saben analizar las debilidades y fortalezas de nuestra tierra. Para primar las primeras y minimizar las segundas, deberá saber si este político osado o imprudente hace más daño en sus palabras que:

   - Tener un rey huido de un pais al que ha gobernado desde el glamour y la sumisión a su campechanía

   - Un partido político de gobierno organizando la policia, cual gestapo para controlar la información y los contrarios políticos.

   - Este mismo grupo, duras palabras de un juez, asociado para delinquir como asociación criminal.

  - Jueces que desjercen la justicia, estando en una situación a la que no corresponde estar.

Si esa revista de prensa radiofónica subjetiviza la critica, agarrándose a la tabla de naufragio de otras naves piratas, podridas; como te razona en un podcast Antonio Maestre, no te preguntes luego Angels Barcelo, porque crecen los extremistas de derechas. 

  Si en partido; atada la información para que en unas nuevas elecciones, pasara de 52 a su número actual. Informaciones corrompidas, irracionales.

Con sus fallos, pero que tiene entre sus objetivos, que la reforma laboral nueva, no sea premiada con una entrada de su ministra, Yolanda Díaz, con un puesto premio en la CEOE, como lo esta la anterior

Que sus leyes contra la lacra de un juego al que apuestas todas sus impotencias, no den cabida a Alberto Garzón, en esa patronal, pero si al anterior ministro de justicia

Y que su apuesta por ciudades y pueblos, con tres millones de casas vacías, no contemplen a Ada Colau, como la directora de una lobby de la construcción.

Claro que hicieron algo gravísimo los lideres catalanes. Pero si no llegamos a comprender que aquello no empezó allí, y que lo que está diciendo y después se demostró con una actuación contundente con leyes disponibles que pararon la deriva al caos, es que sabiendo cada uno jugar sus cartas, al final existen unas normas; que aplicadas desactivaron las trampas de los trileros que en sus cartas, trataban de esconder, corrupciones, odios de antaño y siempre, legítimos derechos, pero como los de los demás.

Enfrentarse a una sociedad normalizada con extremismos y seres embarcados en ella, merece un esfuerzo para un periodismo, sin trincheras. En un pueblo, casi vaciado, en una apertura no sabemos si duradera uno se da cuenta que incluso el socialismo, se siente en evidencia porque estaría más cómodo en un modus vivendi", donde podría volver a aparecer otro Jorge Fernández Díaz, impositor de medallas, a un imagineria de grandeza como la que parece proclamar otra vez, un victorioso Trump, sacado de un impeachement por cobardes amarrados a la poltrona de la nada, que sin embargo, es la constatación de nuestra derrota