El famoso C - C - O - O me felicita. Comisiones Obreras me manda un título de reconocimiento de mis 30 años en el sindicato. Como todos los títulos, los he arrugado ya, desde el principio. No tengo remedio, de hecho he roto el espejo por si encontraba, en un descuido, alguna arruga más
Cuando lo tengo en mis manos; primero estuve en Guada, ahora en el de Madrid, me hace reflexionar sobre dos cosas:
- Una discusión, a voces, así soy, cuando en broma le dije a un antiguo conocido: "político", porque se había metido a concejal, y no me parecía ni bien ni mal; me hacía gracia que gente próxima se hubiera metido en esos berenjenales. No había nada peyorativo. El caso es que respondió: "sindicalista", y en fin, yo no sé porque, no ví buena intención.
Y me acerqué para explicarle la función de un sindicato; pero allí no había nada que explicar. Daba a entender que el sindicalismo era perverso, malo. De mi parte, falto mucha inteligencia. Lo decía ayer Cesar Rendueles en carnecruda. La derecha tiene sus "sindicatos y fuerzas a movilizar": la iglesia empresaria y colectivos radicalizados por la defensa de un tipo de vida que les es fácil manejar (nunca proteger un desahucio para como defiende la PAH). Ellos con sus medios apesebrados han conseguido transmitir una idea negativa de los sindicatos y ha calado en muchas mentes bien pensantes. Pero estos son esenciales. En Billy Elliot tras luchas inmensas y días de violencia de una policia a la que Tatcher subió un 65 por ciento el sueldo; los sindicatos fueron quebrados, quizás para siempre. El dinero corrupto que no pagan en impuestos, que no pagan a los trabajadores, sirvió para sustentar un gobierno en todas esas huelgas. Consecuencia, perdieron los sindicatos, pero también la sociedad que vió su tejido social deshilachado, creando grandes zonas de pobreza. Allí, Owen Jones lo describe de maravilla, ciudades perdieron su futuro y crearon esos barrios que han descrito él mismo autor o el cineasta, Ken Loach. Aquí, las fuerzas mercenarias han conseguido colar la inconveniencia de defenderse ante partidos que tienen a antiguas ministras contratadas por la patronal. Para darse cabezazos
El sindicalismo siempre será necesario, pero ¿sin nuestra intervención?
Eso ya es otro tema. Es la segunda para de mi taburete (el serio) Ellos son frutos de nuestra implicación.
Paralizan, como en todo, los trepas, las luchas de poder, pero existen profesionales necesarios, contundentes y si liberados pero no con sueldos de asesores.
Y entonces esta, no en nuestro horizonte, sino siempre próxima, ahí presente delante de nosotros, CNT. Ellos nos dicen que estamos todos en las mismas circunstancias, para implicarnos.
Y entonces ellos, su actos de encuentro en igualdad, nos hacen ver nuestras propias debilidades y el fracaso de nuestras luchas solitarias, porque no nos sentimos fuertes para encontrar un tiempo para compartir y descubrir. Nos esperan
Les admiro, pero seguro que ellos me dirían: recuerdas haber leído sobre "los solidarios"; pues eso, sal de tu zona de confort, leches
No hay comentarios:
Publicar un comentario