En mi caverna, escucho a Javier Gallego, "crudo", leo a Magda Banderas, me paseo, por eldiario.es y en CTXT, reposo mi cansancio para buscar respuestas. Pero es mi caverna, quizás deba salir porque ahí fuera existen miles de personas que no lo han oido en su vida y que, sin embargo, afirman que existen un periodismo malo, malísimo. Y lo igualan por los dos lados.
Nunca sabré los dos lados de los que hablan; si no conocen uno de los lados y si no ponen en cuestión todo lo que le están negando.
Su gran diablo parece ser Ferraras, puede que lleve algún año, o al menos meses, sin ver más de 4 minutos. Lo raro de ese odio es que habiéndole visto rodearse de seres alimentados por los bajos fondos de todo tipo tantos económicos, como policiales. Sean conscientes de esa imagen pobre que transmiten esos seres embellecidos por las basuras
Encuentro en la puerta de la caverna al clásico portero que debido a mi pobre imagen siempre me mira de arriba abajo y duda de dejarme salir, incluso habiendo adquirido ya mi ticket. ¿Por qué siempre he dado una imagen tan débil? Será que lo soy. Después de un rato y recibir el señor gorila la orden, me deja pasar y me dice oye, se equidistante, de esa manera vas a ir teniendo lianas a las que amarrarte.
En dos segundos, me confirma, he recibido toda la información que tiene todo el mundo de tí. Sé de tus debilidades, de los malos entendidos que, a veces, te rebelan contra ti mismo. Por eso, se complaciente, afirma y no busques enfrentarte. ¿No te das cuenta? no has conseguido cambiar nada en la información que reciben las personas que te interesan.
Escribes mientras Jeff Jarvis habla en el "A vivir", cuestiona la información como la recibimos. A la mayoria de las personas no le importa. Cuidan a sus seres queridos, trabajan con un cierto interés, escuchan lo que un ser humano medio debe oír. Él mismo es crítico con la labor del periodismo; y por otro lado, anda buscando soluciones para que alguien que lanza mentiras, sea anulada porque antes el periodista haya indicado que es lo que se ajusta a la realidad sucedida.
Así que este Domingo, cuando he podido dejar de utilizar todas las herramientas que tengo a mi disposición, me he lanzado a advertirle a Guillerm que me siga rompiendo la pantalla, porque si, me he quedado en la caverna, al menos que las anteojeras que me llevan a la única pantalla, esta sea destrozada para ante mi tenga una caleidoscopia de posibilidades.
A ver quien tiene narices a sujetar la bandera del radicalismo en el artículo de Santiago Alba Rico
No es cuestión de negar a los compañeros de Climática, en LaMarea. Ni a Elisa Beni, su descubrimiento en medio de la exploración.
La conversación agradable, primera con un compañero de fatigas, sabía que tenía un abismo al que no debíamos arrojarnos.
Ojalá la mención a los medios que pongo aquí a la derecha, le llegué a mi interlocutor para que la maldita afirmación que tanto oigo para justificar lo imposible de un posible equilibrio, se descubra entre magníficas periodistas en compromiso consigo misma y sus lectoras