Nadie me ha podido confirmar que fuera en Belén o quizás en la barriada de al lado donde se escribe esta narración.
Si que ha pasado una estrella, pero anda dolorida. Te cuenta sus problemas con el hombro y no te queda otra opción que empatizar con él. Ya le han hecho mil perrerías, sin que esto signifique que ha habido mala praxis por parte de los diferentes equipos médicos. Es una zona complicada y no siempre se da lo que podríamos llamar un milagro no hace mucho tiempo.
Luego están todos los demás de la coreografía; ciervos en celo luchando para tener el derecho a procrear con las ciervas que andan por ahí, como por casualidad.
En este caso si que está el río y al lado Lakecia Benjamin lo describe como si fueran en los rápidos del Piqueras. Fuerza, casi una violencia entre las intrincadas piedras y el conjunto, para describirlo en un cuadro de Van Gogh.
A Facu Díaz, le pasa como a aquellos romanos, estos ya tenían el sistema de saneamiento en una ciudad, inventado hace 2000 años; de ahí a mejor, es lo único que te puedes planear.
Pues no, ¡no somos fanáticos ni nada!, como para admitir algo de los que estuvieron antes que nosotros como nos describe Nieves Congostrina; tuvieron que pasar casi mil ochocientos años; "¡Agua, (y mucha mierda) va! y muchas muertes por tifus y otras enfermedades por la insalubridad para que se tomará cartas en el asunto de los retretes y la salud.
Facu ya lo dijo hace tiempo, existe un dictador pelirrojo, no genial como Vicent, que va reclamando una mayor libertad cuando él incurre en una férrea dictadura para controlar cualquier acción que le pueda hacer competencia.
Si en aquellos años hubieran estado los Monty Python lo mismo a los romanos se les había hecho caso y antes de eliminar les hubieran preguntado: ¿y esto de los acueductos y de las redes de saneamiento se puede hacer en nuestra casa? Seguro que Graham Chapman había convencido algún bárbaro.
Otra cosa es lo de John Cleese y Facu Díaz; el primero seguro que hubiera preparado una elegía a la Libertad para Pablo; me imagino que entre hormigas también hubieran cuidado a Liberad a Wally, pero
¡atad a los cómicos!, diría el señor Motos.
Y si Facu, vuelve a insinuar mis prácticas, ¡ a las hienas! y en su defecto ¡A los tertulianos, Juan y Tamara!, ¡qué bajo caíste Cristina!
En el reportaje de animales, lo hacen por el campo y no te da tiempo a ver los urbanos, esos depredadores humanos, especie única, voraz; algunos de estos, tomaron a un dios, te lo han mostrado, siempre, en un pesebre; lo besan, pero eso si en escayola y si pudiera ser en oro, pero bueno eso para su casas, el oro, escribo.
Si lo tuvieran que besar en la realidad, les llamarían MENAS y mandarían que les pusieran grilletes y que les eliminen de su vista.
A nuestro alumnado acogido en la enseñanza pública se le tiene, pero no se le respeta, porque no se le cuida. Se inventan informes-apariencia para marear las perdices caseras y agotar al profesorado que siente no les puede dar lo que necesitan.
Antes de eso, esos pesebreros han apartado a los suyos, con tan buena suerte, (bueno en realidad cinismo) que en esos privados, concertados, donde eligen a su alumnado pueden dar la apariencia de libertad, pero desde sus privilegios, cosas que: ¡a mi no me jodan! el chaval del pesebre no tenía ni en mente ni en su planing de actuaciones a posteriori, que siempre pasa en las desgracias.
Y claro ahí tenemos a Lakecia, con su saxofón capaz de mover una montaña y cuando habla rapeando; nosotros buscando su swing, nos soltamos a golpes, como cuando bajábamos el río.
somos verdes, en defender lo público
la paja está fresca para trenzar comunidad,
si no nos dejan soñar, no les dejaremos dormir
tamizaremos papeleo,
para que se labren entre ideas, sus líneas
de mapas, ¡oh Dylan! donde su libertad
sea igualdad en la escuela
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