sábado, noviembre 30, 2024

El cielo ciego

    Tiene una grandísima disposición y una desconocimiento tan amplio como el cielo que contempla en una inmensa noche de verano.

    La carretera lleva hacía las estrellas, pero los carros parecen marcharse a cada paso de aproximación. 

    Puenteareas, como pasodoble a tocar, se presenta inescrutable; muchos se sientan al lado de un pino para narrar la armonía de la noche. Neruda, recuerda las noches estrelladas; Poe, imagina los terrores, como el inconsciente que se acerca a la partitura por surge la magia. El poeta le recuerda que tiene el filo de una cuchilla que le puede cercenar la confianza para que surjan los monstruos que te abracen para absorberte. 

    Ante él, cada nota pareciera una ascensión, cada novedad es la piedra que aplastará a un Sísifo que creería en el poder de su persistencia y se encuentra con que la piedra se engrosa con sus persistencias.

   Van Morrison corría las vallas para entrar en la mente de la gente; lo hacía ya a los veintidós, ya con la persistencia de los genios.

    Desde otro balcón alguien le escucha y quiere ir por la playa, pasando las hojas de un Ulysses al que será difícil que vuelve y por ello, no lo desentrañara, aún así en aquellas arenas en las que se hundía, encontró la paciencia para recorrer las incontenibles areas de la partitura.

  

  

viernes, noviembre 29, 2024

Nada ando

  Se cae el tiempo, sin haber descubierto remedio para retenerlo, a no ser recrearte en los más bellos  episodios o los enervantes instantes que recreas o adormecido o enfervorizado por las manos que parecieran, reales, y recorren tu mente, exploradoras e insaciables.

  Existe la música de reuniones que se sucedieron durante años; está al otro lado de la oscuridad.

  Metido en una sala, alguien la escucha, en forma de banda; acudió orgulloso de su trabajo para enfrentarlo con todos los demás integrantes. 

  Se materializaron dunas, con ganas de arenas movedizas; parecía la primera Sandpaper ballet, asequible y una oportunidad para integrarse en el grupo. Resultó ser un áspero comienzo para la noche que se avecinaba. Demasiada bella para ser respondida en el mismo tono, cuando enfrente existe unos incipientes conocimientos y un tratamiento irregular. 

   Sólo unas horas después se aprenderá que la traducción sería el ballet del papel de lija y que esta, se convierte en una parte más de los sonidos que van a adornar esos tres largos minutos. 

    No todo resulta ser igual; como tantas cosas se utilizan ahora, en los debates Broncano Motos o fascista antifascista; se debe entrar en lo profundo de las dicotomías, como se entra en la canción, para reescribirla para tí.

   Existe un océano; un catamarán se hace al océano en Lorient, es espléndido por bello y por grande. Sólo va un tripulante pero a cambio la dificultad en que te han puesto dos velas; el foque, también es una gran vela, si más pequeña, pero a la que se tiene que atender y dar su importancia, porque sino en una maniobra tirará la embarcación.

  En tierra se queda quien ha alquilado el barco; sabe de la destreza de ese esporádico patrón pero le da los últimos consejos; el osado navegante sabe que aparece en un lugar donde nunca práctico. Unas prácticas en casa, dígase un pantano y en sus alrededores, un Mediterráneo con sus extrañas violencias y sus cotidianas calmas, no es lo mismo. 

   El Atlántico, ese extraordinario corcel, transitaba en unos días donde las costas inglesas mostraban sus días. Aún así los movimientos de ese salvaje catamarán respondía a la más mínima recepción de viento. 

    Sandpaper ballet le pareció sencilla para un segundo saxofón solitario y herido en carencias; este mismo, cuando la escuchó en los demás de su sala, la describió como excitante; más tarde, en una plataforma la ve y escucha ser reinterpretada con una mezcla de humor y sabiduría por parte de una orquesta y unos cómicos con profundos conocimientos musicales. Entonces pasa lo lógico.

    El primero cae porque toda la información del catamarán era demasiado para un osado principiante, como él; un pequeño practicante con sueños de principito.

    Dentro de la aguas se siente débil, impotente por su herida, aún abierta y esperando que en algún momento llegue el propietario profesor y le diga porque no actúa y él, avergonzado

    No le confiese su herida y el desconocimiento de tantas cosas a las que quiere llegar, pero el profesor le diría, aprende lo fácil primero, en un optimist, en un pastinaca, pero no te metes en un Hobby 14, así a lo bruto. Navega y escucha las aguas y el viento, pero ten paciencia y ganas de aprender.

 

Ocupados

 Llego Yagüito el pelota y coge a John de la pechera y le repite con fuerza:

   Ni puto caso al Julian Macias Tovar ese, ¡es un puto máquina!; nos pone todas las puñeteras mentiras, falsas historias y fanfarronadas de todos esos outsiders a los que amamantan empresarios, tahúres y políticos necesitados de casito.

   Cuando le suelta le recuerda a quienes puede apoyar

    A carnecruda.es ¡eh, eh que igual te cuenta sus ratos con Sepu, que te lleva a Miquel Ramos, que te hace leer libros, ahora que los evitas como si Gabriel García Márquez no hubiera hecho gritar a aquella chica, como para levantar las lápidas de aquel cementerio.

    Tienes que estar orgulloso del programa de La Base sobre la vivienda, ¡qué de información! quien se hace con la vivienda. La invitación a empoderarnos. Tenemos que estar por encima de quienes nos especulan

     Joder John, no lo entiendes; ellas nos crean un ambiente de odio donde nos quieren  sin hogar.

        Y escuchar a Inna, Irene y Manu como nos dan claves, donde los otros dan pútridas opiniones

     Este, como si saliera de un largo letargo, lanza un alarido 

         Uaaaaaaaaaa! Parece una chorrada, pero da miedo ver comer a Broncano

                         Mas horror da dejar que ensucien la vida el mundo marrano

  

jueves, noviembre 28, 2024

De dos A A murcianos a los del de, soberbios; océanos

  Dos jóvenes de Murcia acuden a una gran  urbe. Esta, les acoge en una mezcla de gracias por tenerla de referencia y de condescendencia porque os tragaremos en el anonimato ante nuestra grandeza, en cuanto os entreguéis:

 Acudís a la ciudad que nunca duerme con vuestros sueños. Os comeremos en lo que nos sirva, os borraremos de la lista de visitantes, como eliminamos los versos de Miguel Hernández, 

   La ciudad que come y deglute 

   No muy lejos, las élites servidoras de los dueños, reciben lecciones de quienes, dice Susana George, elaboran los argumentarios para la permanencia de sus pagadores.

   Jefes, pagando a los brujos de la tribu. Jueces, avivando fuegos para que nos entretengamos apagándolos, mientras los dueños se enriquecen ofertando extintores y nuevas viviendas.

   Colocado en el púlpito; sobreviviente de haber servido a corruptos. Por esto mismo, soberbio porque la patina de oro de la impunidad que le reviste, se busca inmortalizar como esos sacerdotes enviados para la sumisión de nuestras cotidianas doble A, Antonio y Arturo, adolescentes creadores de la identidad profunda e indeleble de todos los que habitan ciudades invisibles 

   Allí, ungido en tarima, expele pútridas palabras para menospreciar a nuestros pequeños yo, buscadores de identidades y futuros desde pupitres, atendedoras de cajas o barras.

  Cobrador del frac ante quiénes se someten a ser ejecutores en empresas sin patria. Les recuerda a quien pagar, pero con su voluntad atrapada, y a quien despreciar aunque de ahí provengan ellos.

   Ironía es una nueva diosa, expone a quien, solo es por a quienes sirve, para dar sus peroratas trufadas de mentiras y desprecios, bagaje envueltos en papeles de regalos inmensos para tan pobres mensajes.

   La diosa enfrenta a los anteriores con un espejo convertido en ventanal que les devuelven las imágenes de quienes han crecido por si mismos o buscan sendas donde Janis Joplin les energuice para ser ellas mismas.

   Caminantes por las calles, Big Mamá destruyendo la fatuidad "de" Eloy, saga de criados pagados para someter. Ferocidad de una voz para los hacedores de sueños y vidas en las que sólo ser humanos, nada más grande, más normal en lo que somos en, ahora, nuestros, Arturo y Antonio, murcianos para más señas, reyes en palcos que todos debieran habitar por un dia, a lo sumo.

miércoles, noviembre 27, 2024

Nicodemus y la orilla

 Locura, diría ella, tumbada sobre la toalla, cuando Nicodemus le pregunta si está bien la respuesta.

 Ella, de natural prudente, escribe sobre la arena. La noche está estrellada y tiritan,, azules, los astros en el cielo.

  Pudiera haberse llamado Sheefeni, como aquel de Namidia, sólo se llama Eugeni, de "Truñol y no para", al lado de la Grecia del Oeste, Hispania la brava. 

    Nuestro Nicodemus no comprende como sus antecesores podían estar tan adelantados para llamarle con ese nombre, de tal guisa y chúpate los dedos, pero reflexionó y mantuvo tal acepción cuando le dieron la oportunidad de cambiarla, porque entendió que podía quedar bien en el futuro epitafio

    Nos extenderemos en esa situación porque pudo haber un antes y un después en aquella civilización pérdida.

    Sucedió que en el horizonte apareció la voz de un Advenido; ella, Laura, siempre pensó que podía ser un advenedizo, cosa que le reconvino Nico, para los amigos, porque todos, incluso elegidos, tienen derecho a su minuto de gloria.

     Las palabras se transmitían por el viento, siempre diligente en sus tareas, e iban a posarse sobre los oídos de quienes habían recibido el don de ser los Receptores, un don que el mundo "normalizado" no tenía.

     Todo lo dicho, al posarse en aquellas mentes, caían en tierra para que fueran las semillas de un mundo mejor.

     Nuestro hombre, ajeno a Sheefeni, de Namidia, sentía que las palabras del Apóstol, traían la sabiduría etérea por los dones generados y atraídos, por gracia de afables colocados, en puestos de mando.

      Eugeni puso en duda, todo lo que durante meses había visto, con sus propios ojos, a los que Laura, daba también faro. 

      Había visto la belleza en los movimientos pero envueltos en papeles grasientos de malos modos expelidos como insultos hacía quienes consideraban sus enemigos; todos, que no estaban en su equipo.

      Seguía el moderno Elías hablando, sólo, todos escuchaban, de las excelencias que no tenían ninguna tacha;  de lo equivocado que podía estar el mundo, por no reconocer a su elegido.

       Nico, se hartó, como en una oración atemporal llamó a un Sheefeni futuro, se materializó, le miró, confirmó su negritud, sus conocimientos, su respeto hacía los demás y sí, añadió en sus reflexiones

           ya no la quiero, es cierto (...)

              aunque este sea el último dolor que me causa

              (...) y estos sean los últimos versos que yo le escribo

        Se movió para arrancar las raíces que le empezaban a brotar de la semilla del "advenedizo", decía Laura, y todo lo que tenían de soberbia, de despreció al diferente, lo insonorizó para que aquellas palabras brotadas de los cielos, se pudrieran en la campana de los luminosos pretores, alimentadores de odios y xenofobia.

        El fondo que encontramos en los dos Nicodemus quedó revestido de respeto a si mismo, sin necesidad de ser subyugados por falsos profetas, alabados por mercaderes hasta el servilismo.

martes, noviembre 26, 2024

Una imagen, positiva, cruel

 A Alicia Valdés, o apagamos todos los ruidos que nos rodean, o la vamos a leer con una incapacidad de la que seremos los únicos culpables. 

   Su libro "Política del malestar" es una intensa labor de explicar parte de lo que nos estamos creando en nosotros mismos.

    Analiza, en estos momentos de lectura, el optimismo cruel y una de esas conexiones inverosímiles que nos llegan de vez en cuando, coincide con las explicaciones que da Pablo Motos a lo que se destapó el jueves anterior.

     Ese día desde la Revuelta se reveló como se había presionado al campeón del mundo de moto GP, para que no diera una entrevista que iba a dar allí. Todo muy chusco; una explicación de un recorrido por el inframundo que en realidad nos rebela como se construye este.

     Muchos no se han enterado de esa perversidad, ni tienen tiempo; otros vuelven al programa, porque le son fieles y es el vertebrador de una imagen de éxito; Pablo exhala glamour y transmite que se ha hecho a si mismo; en un proceso de construcción desde las dificultades en la que le pudieron poner otros comunicadores en sus principios.

       Sería el poster ideal del Optimismo; obviando todos los entresijos anteriores, es un buen muestrario para que se entretengan los mayores y copien algunos jóvenes. 

      El problema nos dice Alicia, es que, habiendo eliminado el mucho juego sucio ejercido; ese optimismo en una parte mayoritaria de la ciudadanía, va a ser cruel. 

       El sueño es conseguir el éxito, eliminando todo lo que te hace humano, amigos, debilidades, deficiencias. El logró de todos estos vendedores es que una vez metido en la rueda te van creando nuevos retos para que no dejes de castigarte para conseguirlo.

       La imagen cruel de fondo, con este enviado del éxito es que utiliza una noticia falsa, una mentira, una fake que el periódico que la dio tuvo que quitar de su portada.

        La definición de deshumanización de esos métodos es considerar al que está escuchando sus explicaciones, un ser imposibilitado para la reflexión.

       Quien acepta al periódico "el Mundo" como su fuente de conexión con la verdad, ya tiene un problema de principio.

      El medio se ajustaría más a la definición de panfleto, si entendemos por esto, al medio subvencionado por algún partido político; este obliga a poner su verdad, para que luego diga que ha salido publicado, contando con que en un cierre de círculo, la gente le considere un periódico

    Su actitud en el 11M, es lo más bochornoso y dañino que puede perjudicar a una democracia; y en eso sigue.

      Al día siguiente de la explicación-revelación de David Broncano en la Revuelta acerca de la prohibición de emitir la entrevista con Jorge Martín, este panfleto, cada cosa por su nombre. volvió a mentir al indicar que Televisión, a coro: ESPAÑOLA, había dado en portada esta polémica. 

      Era: MENTIRA

      Y las redes se encargaron de demostrar esta: MENTIRA

       De tal manera que el panfleto, tomado como periódico debió rectificar la información.

           - Como de desconectado debe estar uno de la realidad

            - Como debe despreciar a sus propios televidentes

        Para que esa noticia falsa. Quitada de la portada por MENTIROSA

           Sea puesto como fondo de pantalla para hacerse la víctima

              Y decir que estás siendo atacado

         Volvemos a Alicia Valdés; no se profundiza en el hilo tan bello que va hilvanando en su libro. 

 Si se hace una reinterpretación de esa fabricación del éxito, del optimismo, de sus negatividades, a través de esa 

                 Portada mentirosa

           Imagen cruel de un ser ajeno al respeto al otro que está al otro lado de la pantalla, a si mismo, encubridor de una MENTIRA, por repetirla, habiéndose quitado esa portada hace días del panfleto que la difundió.

           En esas nimiedades, que mueven millones de miradas, se ahogan las reflexiones de Alicia, a la que hoy, debemos regresar. Intentar comprender nuestros naufragios

lunes, noviembre 25, 2024

Un torrezno en el chupete

  Peter, enseguida, se dio cuenta que aquello no saldría bien. Claire había subido el botijo desde la fuente y el primer trago la avivo el olor que la lleva penetrando durante dos días.

   Sarah, venida de un país al que habían bendecido, como por designio divino, con armas y tecnología para destruir al diferente, había iniciado la acción de persignarse ante el gesto violento de su madre Mary; se contuvo porque recordó que a ese nuevo dios, no había que celebrarlo con la señal de la cruz, sino con el signo de un dedo apretando un gatillo.

    John había empezado su nueva lucha contra aquellos vertidos cercanos a un manantial que siempre había regado la huerta de Josephine.

    Zacariah, vecino de ella, había quitado importancia al hecho de haber permitido dejar en su parcela, todos los bots que habían colonizado el cerebro de quien levantaba un brazo de forma sospechosa. 

     Nunca, Tom, hubiera escrito de la relación incestuosa del anterior con su propia hermana, si no se hubiera dado cuenta que uno de los containers de una partida de los bots tenía la forma de pesas de los más diversos tamaños y peso. 

    Allí, Tracy gastaba horas y pensamientos tratando de perfilar sus músculos, aunque el material era nocivo, compacto en su apariencia pero lleno de ponzoña en sus conexiones interiores.

     Bernard llamaba, en esos instantes, desde una pequeña localidad francesas. Epinal había sido el lugar donde se habían impreso algunas de las primeras caricaturas que la habían servido para tomar conciencia de como se conforma el poder en la sociedad. 

     Ibrahima, ajeno al torrezno que masticaba aquel tosco bestia Ascol, contempla como Magatte distribuye su esfuerzo entre limpiar con John aquel manantial y poder sacar de las tripas del cerebro de Sinnead toda la podredumbre que es capaz de absorbe por la manguera de un canal hipnótico de lo transmitido por una excelsa televisión, coronada por un lacito que la hace aparecer como muy cuqui.

     Claire lleva dos minutos y cuatro segundo vomitando sobre el mando a distancia el agua bebida que, a parte de lo dicho de su sabor y olor, tiene un color y forma sulfurosa que la hace postrarse para atrás, durante unos segundos, hasta volver a irrigar el mando con un nuevo vomito.

 Josephine, a 403 metros, de la imagen anterior, ofrece, otra aún peor, se había lavado la cara con esas mismas aguas y las formas que se transmitían sobre esa superficie era el mapa de la abominación más cruel y del horror propio que debía estar creciendo dentro de la cabeza de aquella, antes, dulce hortelana.

    En Tracy surgió la idea de materializar su gesto de sumisión, realizándolo sobre una pequeña Beretta;

    Zacariach, siempre dispuesto a colaborar, le ofreció una que almacenaba en el zulo de la vergüenza, decía él, porque no tenía la misma eficacia que sus bots espolvoreados sobre alguna de las televisiones por las que se paseaba su amada hermana. 

     Bruce invocó las cornetas del Clarence donde las estrellas calentaban ese paisaje frío, casi tétrico y con la fuerza de su voz desnudo a Ascol, cerebro vacío y músculos perfilados de los detritus que iban deshaciéndose dentro de las pesas. Este último, gustaba de aparecer, con su magnífico caballo, siempre parado, para esconder la tara de ser patizambo, este y mermado, entre otras cosas, en palabras, él.   

      Bob nos silabea sus canciones, no estando seguro que podamos entender el significado de ser inundados por las palabras vacías de contenidos y envueltas en trapos embellecidos con dibujos de soles y casitas, dibujos primarios, exhalando vacíos del anterior, una especie de Jacques el destripador, de terrones yermos, inútiles, elevados a la categoría de no hay futuro, hacia el caos a golpes


domingo, noviembre 24, 2024

Identidades líquidas

 En Política del malestar Alicia Valdés nos rompe los apriorismos y nos avisa que leerla para añadirla al de los logros lectores es una mala decisión porque no habremos comprendido nada.

  Cuando nos dan identidades para explicarnos y estas fallan, los vendedores, bien sea de productos tangibles, melones, sastisfyer, perfumes, como intangibles, España, entonces estos se ven en la obligación de poner otros insumos para dar valor a sus peroratas.

   Imagina Dulce ir por una calle; allí, de forma ostentosa un grupo de seres grita por un Ideal. 

   Ella ni corta ni perezosa le mete contenido a ese Ídolo. Piensa, derecho a la vivienda de todos los españoles. Enfrente, alguien la mira, si no es odio en su expresión puede ser otro tipo de fobia, apalicemos y sometamos a los perroflauta.

   Dulce, que a veces no sé si tiene cuatro pájaros en la cabeza le dice al otro que apenas escucha:

    Ok, voy contigo. Tú lo haces, pero yo no puedo, me lo prohíbe mi nombre. Él la mira y se piensa, ¿me estará vacilando?.

    La escena siguiente es diez tíos despatarraos por el suelo, el fuerte, eufórico y ella, muy bien Fran conseguiste tu propósito y ahora ¿Qué?

    Mira a su alrededor; unos cuantos, admirados; otros, temerosos; una, si es por collares, yo les extripo, más y a más.

    Dulce, paciente, pero estos que te miran necesitarán casas. Ten en cuenta que te admiran.

   Ok, se las damos, pero algo tendremos que sacar.

    Se enfadarán 

    Entonces, señalaremos a los hocegotes.

    ¿Quienes son esos?

     Ni idea, pero la sensación de tener un enemigo y la ilusión de patearlos, entretiene.

     Ya, tendrán que ir hacia algún sitio 

      Entre que lo averiguan y se desilusionan, se habrá creado otro enemigo.

     ¿Se puede vivir toda la vida contra enemigos?

      No, esos no existen, el asunto es presentarnos siempre como solucionan.

    ¿De la nada?

     Gracias, 

     De nada

     Dulce recorre las miradas de los integrantes de esa manifestación.

 Como los medios de comunicación que ayer, no sabían llamar estadio Santiago Bernabéu al lugar donde juega el Real Madrid; los  del Atapuerca de ahora, no saben que los sujetos de sus realidades se los van creando a conveniencia para fidelizar su odio hacia el diferente y su falta de empatía por crear un proyecto común, ese sí, llamado España.

sábado, noviembre 23, 2024

Jenny y las dos cabezas

  Javier del Pino disfruta creando monstruos. A Max ese juego le agranda su mente creativa y le estimula para darnos lecciones musicales y canciones con una chispa que a Rafa Panadero le pone en el disparadero.

   El fútbol masculinizado creo un monstruo que durante muchos años dió vergüenza ajena, pero sobretodo propia. Tener a verdaderos primates como preparadores, cortaba cualquier posibilidad de crecimiento.

   Como siempre, en estas tres últimas décadas fue el Barcelona quien abrió la puerta a otro tipo de juego; más bello, más propio. Errores, al no tener ni idea, casi criminales, estuvieron en un tris de tirar todo por la borda. 

    En el mundo futbolístico, el equipo femenino, ha sido aún más maravilloso. El monstruo de la precariedad y de las cortapisas fue devorado por la empatía y un deseo de progreso que pedía profesionalidad en todos los estamentos y una dedicación que ha dado unas futbolistas increíbles pero, lo más importante, un deseo de ir allí, por parte de las mejores promesas del mundo porque les dan la oportunidad de un crecimiento en un entorno de fútbol, fuera de la falsedad de una televisión que ofrece fanatismo y de un presidente megalomano, al que pasean en palio, sin preocuparse por las raíces de un deporte que ellas, las jugadoras del Barça, han elevado a la categoría de inmortal.

   En ese entorno, Jenni Hermoso es una de las referencias de crecimiento del Fútbol en España, cosa que no lograrán nunca los mediocres que le niegan su nombre a un polideportivo en su barrio de nacimiento. 

  Existen monstruos de dos cabezas, las de los dos partidos que han arrastrado por el barro de la corrupción el nombre de España.

   También en el fútbol femenino queda la cabeza de Montse Tomé, un monstruo deportivo que tiene que ser devorado por una generación de jugadoras, de alta profesionalización, con bellas trazas de empatía entre ellas, que ya hizo hizo desaparecer la sonrisa del entrenador, cómplice, ganador del mundial, ante la cogida de gónadas de su presidente; se pensaban ganadores ante unas personas tan normales, humanas como Aitana, Alexia, Irene y tantas otras, como extraordinarias en la ejecución de un deporte al que aman y buscan la perfección.

viernes, noviembre 22, 2024

Sonar a lo invisible

  No, no parece que tenga patrona, pero Cecilia, la cantante o la que celebran los músicos, podrían ser, ahora, una u otra de mis referencias.

   En Sofá sonoro hace poco nos pusieron en contexto a una mujer a la que oía y amaba en mi niñez adolescencia, con su voztam característica y a la que sigo cantando porque sus letras se grabaron de forma indeleble.

   La maldita imprudencia y otras razones, cometidas en las insaciables carreteras, nos quitaron a amigos y aquellas artistas. 

   A sus familias, les extirparon raíces, a los demás nos cerraron rutas, también sonoras.

  Se emprenden otros viajes. Muchos los buscan en recorrer espacios a los que no pertenecen, llenos de animales salvajes;  invasores de su hábitat con la excusa de que tendrán más medios para sobrevivir y que viven llenándose de experiencias únicas También lo dicen de los especuladores habitacionales, dicen que compran pisos y que con esa acción, llevarán a construir más edificios, moverán la economía. 

   A unos, no cuentan, les desgarran sus lugares de paso para alimentarse o procrear. Los fondos buitres destrozan las nóminas de los asalariados, no para darles nuevas oportunidades, sino para fidelizar una precariedad y consolidar nuevas nocivas jerarquías, colonizadoras de constructos sociales, para derribar sus muros, como higueras insaciables.

   En medio, Lakecia Benjamin celebra la vida, el poder, la lucha, el empoderamiento.  De un mundo nacido en las calles del Nueva York, saliendo de entre las cadenas cerradas, en las calles empobrecidas, para crear dependencias y señalar culpables de sus propias carencias; robadas las oportunidades entre mentiras y riego de drogas que les animalizaron y buscan perpetuar.

   Les invisibilizan, como un club al que seguí, por el que lloré, al que grité sus alienaciones y, ahora, en esta época, he descubierto que no tiene nombre, cuando las cosas les van mal. ¿No existí yo?, sería la pregunta correcta. 

    Aprenden las empresas, Mercadonas, Real Madrid a esconder sus malas acciones porque así, para sus fanáticos, no existen sus fechorías.

    Mientras la democracia la vamos perdiendo, por sus dineros, sin dignidad y sus hordas, ciegos para abrazar el odio que les guíe a empalar a sus enemigos.

     Cubrirnos del fanatismo para emprender viajes hasta Sandycove y allí, comprender todos los océanos que deberemos navegar 

jueves, noviembre 21, 2024

Lo público

  Nadie me ha podido confirmar que fuera en Belén o quizás en la barriada de al lado donde se escribe esta narración.

    Si que ha pasado una estrella, pero anda dolorida. Te cuenta sus problemas con el hombro y no te queda otra opción que empatizar con él. Ya le han hecho mil perrerías, sin que esto signifique que ha habido mala praxis por parte de los diferentes equipos médicos. Es una zona complicada y no siempre se da lo que podríamos llamar un milagro no hace mucho tiempo.

     Luego están todos los demás de la coreografía; ciervos en celo luchando para tener el derecho a procrear con las ciervas que andan por ahí, como por casualidad.

    En este caso si que está el río y al lado Lakecia Benjamin lo describe como si fueran en los rápidos del Piqueras. Fuerza, casi una violencia entre las intrincadas piedras y el conjunto, para describirlo en un cuadro de Van Gogh.

     A Facu Díaz, le pasa como a aquellos romanos, estos ya tenían el sistema de saneamiento en una ciudad, inventado hace 2000 años; de ahí a mejor, es lo único que te puedes planear. 

      Pues no, ¡no somos fanáticos ni nada!, como para admitir algo de los que estuvieron antes que nosotros como nos describe Nieves Congostrina;  tuvieron que pasar casi mil ochocientos años; "¡Agua, (y mucha mierda) va! y muchas muertes por tifus y otras enfermedades por la insalubridad para que se tomará cartas en el asunto de los retretes y la salud.

       Facu ya lo dijo hace tiempo, existe un dictador pelirrojo, no genial como Vicent, que va reclamando una mayor libertad cuando él incurre en una férrea dictadura para controlar cualquier acción que le pueda hacer competencia. 

       Si en aquellos años hubieran estado los Monty Python  lo mismo a los romanos se les había hecho caso y antes de eliminar les hubieran preguntado: ¿y esto de los acueductos y de las redes de saneamiento se puede hacer en nuestra casa? Seguro que Graham Chapman había convencido algún bárbaro.

       Otra cosa es lo de John Cleese y Facu Díaz; el primero seguro que hubiera preparado una elegía a la Libertad para Pablo; me imagino que entre hormigas también hubieran cuidado a Liberad a Wally, pero

      ¡atad a los cómicos!, diría el señor Motos. 

       Y si Facu, vuelve a insinuar mis prácticas, ¡ a las hienas! y en su defecto ¡A los tertulianos, Juan y Tamara!, ¡qué bajo caíste Cristina!

       En el reportaje de animales, lo hacen por el campo y no te da tiempo a ver los urbanos, esos depredadores humanos, especie única, voraz; algunos de estos, tomaron a un dios, te lo han mostrado, siempre, en un pesebre; lo besan, pero eso si en escayola y si pudiera ser en oro, pero bueno eso para su casas, el oro, escribo.

       Si lo tuvieran que besar en la realidad, les llamarían MENAS  y mandarían que les pusieran grilletes y que les eliminen de su vista. 

       A nuestro alumnado acogido en la enseñanza pública se le tiene, pero no se le respeta, porque no se le cuida. Se inventan informes-apariencia para marear las perdices caseras y agotar al profesorado que siente no les puede dar lo que necesitan.

        Antes de eso, esos pesebreros han apartado a los suyos, con tan buena suerte, (bueno en realidad cinismo) que en esos privados, concertados, donde eligen a su alumnado pueden dar la apariencia de libertad, pero desde sus privilegios, cosas que: ¡a mi no me jodan! el chaval del pesebre no tenía ni en mente ni en su planing de actuaciones a posteriori, que siempre pasa en las desgracias.

        Y claro ahí tenemos a Lakecia, con su saxofón capaz de mover una montaña y cuando habla rapeando; nosotros buscando su swing, nos soltamos a golpes, como cuando bajábamos el río.

         somos verdes, en defender lo público

         la paja está fresca para trenzar comunidad, 

         si no nos dejan soñar, no les dejaremos dormir

         tamizaremos papeleo, 

         para que se labren entre ideas, sus líneas

         de  mapas, ¡oh Dylan! donde su libertad

          sea igualdad en la escuela

        

miércoles, noviembre 20, 2024

These beastly times

 Recorriendo las diferentes veredas donde dicen que pueden campar a sus anchas, tanto ciervos como machos cabríos, vas descubriendo las carencias por las que te mueves, refugiado entre excusas.

   Stephen está dolido con Buck; este fue muy imprudente cuando utilizó beastly para calificarlo delante de la madre del último. 

    Me imagino a algún otro Mulligan definiendo a estos tiempos y dentro de este a las personas y personajes, quienes lo van conformando.

     Un personaje puede ser un antiguo estudiante de Derecho, que se pudo doctorar y que de ahí ascendió hasta el puesto de juez. 

     Una posición técnica, universitaria que destruye, como la de quienes estudian esa carrera, Derecho y pasa a poner en cuestión a otros técnicos, cualificados por sus propios estudios realizados, que habiendo cumplido con todos los protocolos, en su puesto de trabajo, ese ejecutante de la carrera judicial se salta todos los datos a la luz, para acusar a los que pertenecen, por ejemplo a la AEMET. 

      Está dando a entender que quienes ejercen su misma carrera  profesional, pueden saltarse todos los datos para embarrar la tarea realizada dentro de ese organismo.

      Pasó y sirvió, durante años en Guadalajara tuvieron aprisionados en imputaciones a todos los técnicos de la Consejería de Agricultura. 

      Es una bestial cuartada para que el relato de los desaprensivos políticos que muerden la carnaza con voracidad puedan soltar su retahíla de excusas hilvanadas por quienes en la sombrar preparan argumentarios que calman a los que luego van a votarles.

      Tiempos bestiales, estos en la aldea global en la que vuelven a tener el control, unos pocos para, ahora controlar a más de seis mil millones de personas. 

      Estos bestias a los que Claudia Sheinbaum interpela. Con un por ciento de lo  que se va a gastar en armamento durante un año, se liberarían 24.000.0000.000 millones de dolares para para el cambio climático. 

      En un espacio de "seres de arma", se las aparte de sus partes gonadales y les habla del amor. ¡Joder! del amor, no de esos dioses a los que han tomado para justificar las muertes de los otros. 

      Les habla del amor a la humanidad.

      La gente acepta que el relato ya ha sido tomado por los amorales, Indas que quieren callar a quienes les señalan como miserables, Ione. Un rey le ha dado paso en un "besamanos" medieval, pese a haber "matado" al padre; el signo de los tiempos.

      Obsesionados en igualar todo, quieren llamar política al hecho de someter unos a otros. Con relatos en X, tomada esta por otros de los amos, dioses caducos con mensajes para sus legiones de descerebrados cumplidores de sus designios.

      Si todo está perdido, sentémonos en el árbol cruzado para que podamos ver los atardeceres bañados de luces entre luces que nos hacen añorar la belleza.

      Más no, James Joyce en su inconmensurable obra nos habla de los viajes vitales emprendidos en medio de nuestra propio océano. En el de Leopoldo, nos dio una complicada hermosura; en el nuestro, pese a los tiempos bestias, le tenemos que dar a nuestra consciencia parte de lo que nos invita a hacer Claudia, alegre para que la noche no se instale.  

martes, noviembre 19, 2024

Las compis

 Mucho se ha ido aprendiendo a lo largo de los años.

   Un mayor respeto y atención a los sentimientos de ellas, aún habiéndoselo tenido, se procuraría aun más.

   Ver las perversas y maquiavélicas formas como tratan de borrar de la memoria del público a una parte importante de una generación de extraordinarias jugadoras de la selección española de fútbol como Irene Paredes, Jenni Hermoso, Misa o la inexpugnable Mapi León, que si por algo han destacado, la mayoría, en el multipremiado Barcelona, es porque han creado una maquinaria perfecta de juego, a partir de un funcionamiento como equipo donde transmiten que tienen objetivo ganador común exigente, pero, sobre todo, a partir de un gran respeto y complicidad entre ellas.

   El riesgo a equivocarse es grande; menos cuando has visto todas las decisiones que han tenido que tomar en un entorno hostil, para crecer hasta límites inimaginables hace pocos años. 

   La virulencia del fútbol establecido contra ellas, ha sido magnificado por periódicos, que nunca están para ayudar, sino como los reyes, subirse o al espíritu ganador o al de la conmiseración.

   Un machismo que se cogió los cojones en una tribuna llena de apariencias, para decir que habían triunfado por encima de aquellas que habían puesto a la luz, las carencias y desprecios a las que las sometían.

    En el colmo de la soberbia, de sentirse ganador, como un Michael Corleone de ningún grado, cogió y beso la boca de Jenni, como representación de quienes son ellos.

     Un tiempo después Montse Tomé quiere terminar la tarea y como en la celebre matanza organizada en el Padrino, da las ordenes necesarias para que sean desaparecidas.

      Irene Paredes es parte de la representación española, de la honestidad y de la colaboración dentro del grupo. 

      Luis Aragonés se atrevió con Raúl, porque comprendió que este había asumido un rol de enviado que no le correspondía delante de una generación, por llegar, maravillosa y dotada de herramientas para la gloria.

      La seleccionadora elimina a Irene por el motivo de ser una gran compañera y haber cogido la responsabilidad de defender a las demás jugadoras de las carencias a las que han sometido al fútbol femenino desde siempre y que ella pone en el foco a quienes les conceden gracias, pero no derechos y medios para que puedan brillar desde un entorno seguro en todos los aspectos.

      Podrá llevar a Claudia Pina que hace tiempo debiera estar pero si Mapi León no vuelve, siendo la líder y compañera en un equipo ganador, es la seleccionadora quien se lo tiene que replantear, por mucho que el afán de gloria la ciegue.

    

lunes, noviembre 18, 2024

La preparación

  Ahora la alta preparación no es una cuestión finalista; las universidades privadas te ofrece la posibilidad de solucionar cualquier carencia, con el dinero familiar destinado a engordarlas. Mientras nos llevan años convenciendo que no hacían falta las públicas, como el capital, convenció que las televisiones privadasse tenían que quedar con el pastel de la publicidad a cambio de un retorno que con el tiempo se ha visto que no han cumplido, ni quieren aplicar, ahora. 

   Con estas cosas y otras entregas a los tenedores de viviendas que viven de rentas de los trabajadores, el "socialismo" del partido que se llama de esa manera, debiera comprender que no tienen un espacio, donde la gente hace reflexiones sobre lo que están sufriendo, incluso cuando se quieren quitar los impuestos que se les pone a las energéticas.

   Siempre taimados, siempre procurando estar con el ganador, los partidos nacionalistas de la derecha en el Pais Vasco y Cataluña juegan al poker de la política y les lanzan un envite a las izquierdas para que se sientan ellas las culpables del advenimiento del lobo. Así siguen siendo los ciudadanos quienes siguen sufriendo y pagando los efectos sobre el clima que provocan esos conglomerados que tanto inciden en la naturaleza. 

    El relato es, pues, muyvnecesario, para influir o al menos no desanimar a quienes entienden que las narraciones no pueden ser las de esos medios patrocinados por empresas con muy diversos intereses. Tres años después las cadenas que alentaban a Ucrania para su guerra con Rusia, cambian su relato y callan ante los ataques furibundos que dedicaron a los medios pequeños o, como le gusta llamar a Idafe, zaherido por las críticas, pseudo medios de información 

     Existen gente predispuesta a entregarse a himnos, imágenes y grandes palabras. Nunca se preguntarán quienes son sus patrocinadores; sólo les producen calma, sosiego, cuando son conscientes del abismo que les viste en sus actos cotidianos con su impotencia para enfrentarse a mínimos retos.

    Al despertarse, alguien prepara un café y una tostada, la untará de tomate con un poco de aceite, y añorara los tomates del verano, viciosos para los ojos y el paladar

    Pensará, una vez, que algo tiene que estar pasando para que las televisiones generalistas se hayan dado cuenta que tienen que llevar a gente que lancen racionalidad a sus espectadores, enmedio de esos opinadores mercenarios, justificadores contra su inteligencia.

   Reconfortan Laura, Manu, los Pablos, Irene; los gobiernos de Méjico y Colombia que han comprendido que a la gente cuando se la hace pensar, no sigue a buleros profesionales, ni a Vickis Dávila, terroristas de la información al servicio de sus amos.  

   Es tiempo, siempre, para recordar a Susana George: la riqueza no tiene escrúpulos en gastarse sus dineros en publicidad engañosa. Buscan a los mejores; mientras, sin complejos con nuestros medios es tiempo de cambiar el relato, además que sabemos es desde la honestidad.

domingo, noviembre 17, 2024

Algo pasa entre el caos

  Tiene la seguridad de haber dedicado un tiempo importante a su nueva ocupación.  Parece poder reclamar su cuota de devolución por el interés demostrado y sin embargo, lo que se viene sucediendo son multiples situaciones en las que ve que nada le revierte a su esfuerzo, lo cual le abre pensamientos donde se ve recorriendo una autopista hacía el infierno.

  Navegando entre el otoño, caen hojas y se bañan de colores los montes saciados en agua.

  Nunca esperas que de un cansado mágico albañil, con sus consejos, puedas retomar la senda, si la ves más escarpada, si, en extremo, larga, sin vislumbrar un final tan solo, los humos de pasados fuegos, y con la consigna de impregnarte de paciencia para recoser una tela que, en el estado actual, amenaza deshilacharse. 

   Saliendo esta mañana, sobre las 9 horas ha encontrado las palabras de Matilde desparramadas por el suelo. Fue un adiós triste, conscientes ambos, de la necesidad de la separación. Ella podría haber renunciado al desplazamiento y él, solicitado una excedencia; ninguno de los dos estaba seguro y se han llenado de excusas para guarecerse en su zona de confort.

    El viento ha derribado una rama y con parte de ella va rebuscando letras, impregnadas de besos, sus huellas y lágrimas. 

    Cuando ya tiene a todas juntas, decidirá no ir al trabajo y recomponer el puzzle de las piezas de sus corazones que se desligaron ayer.

     La doble erre son los arrumacos de los que no podían parar a pesar dela definitiva separación.

     La doble w debe ser de la fuerza de sus respectivas olas, chocaban y no hubo posibilidad de que se abriera un camino.

     La p era del pellet que les envidiaba, porque incluso en su nueva exuberancia, no podía igualar el calor de sus encuentros.

      La o era del olvido, pero sería imposible cuando has recorrido cada punto del cuerpo del otro y lo tiene impregnado como las notas del saxo en Drive All night

      Si surgen ritmos endiablados que doblan, primero y luego arranca el carrizo que había ido colonizando el cauce cuando el agua transcurre plácida, lista para masajear los días de verano entre los saltos con gritos de complicidad.

     Adaptarse a las nuevas aguas, vivas y invasivas aterroriza porque la velocidad te arroja sobre las notas como si están nunca hubiera existido y estuvieran preparadas para enseñar sus aristas más cortantes. 

      Esperar antes de entrar para observar sus cadencias, sus nuevas olas, sus contras que traguen tus seguridades; leerlas con la calma que pide Stephen para ser comprendido.

      Calentar, recordando que todo lo aprendido tiene su sentido y que, ahora, esa ensoñación del cañizo masajeando tu piel, debe dar paso a la rapidez en su ejecución.

       Cuando se ha estado tiempo entre caricias propias, adaptarte a la agitaciones extrañas, es sentir que viajas para conocerla, para conocerte.

sábado, noviembre 16, 2024

Desmedida

 No te das cuenta de la cantidad de líquido que has gastado para producir sonido en un saxofón, cuando empiezas a ingerir agua hasta rellenar lo que parece un depósito pinchado.

   Te acercas a la paz, a la que te crees merecedor y por una rendija empieza a descomponerse una seguridad que no tenías. 

    Peter, el del segundo, observa como llega su vecina. Cuando él salió de madrugada, tomando su patinete, las hojas no tenían color en la calle donde la iluminación era un lujo del que había prescindido la comunidad.

    Una especie de candiles urbanos permitían que los tropiezos no fueran espectaculares. Todo se estaba reconstruyendo y Ka debería arreglar aquel automóvil, una rueda era lo que la entretenía aquellos días.

     La llama y la pide que espere, está ansioso de enseñarle sus progresos en el idioma de aquella nueva patria. Ich mochte sprehem deustch warum englisch isth nicht ihre Sprache.  Zwei Monats später er spielt Saxofon in der Nähe des Goetheparks.

     No es uno de los días más felices, en su nuevo aprendizaje; de forma reiterada le demuestran que estaría siempre regresando a un eterno comienzo. 

   Cuando su ímprobo esfuerzo le hace creer que ha subido un peldaño para como si este hubiera acercado al infierno de la desesperanza. 

     Ella está cansada, pero escucha una más de sus inacabables excusas; de alguna manera le ama, pero sabe que todo pasará; no, no es su patria, se irá. No ha sido un día agradable y él sólo parece querer hablar de sus historias, no la pregunta por como la puede ayudar. No lo está pasando bien.

    Comienza a sentirse inseguro y no la quiere molestar, piensa en volver a die Bibliotek um neue Comics abzuholem y esta próxima vez, llevará cuidado en que en su divagar no vuelva a entrar en una nueva tienda de disfraces, donde estará la misma vendedora que en este décimo retorno procurará mostrar que le odia, pintándolo en todas las facciones de su cara y reventara para decirle que ella no es Penelope, que no le espera y que, por ella, se puede pudrir delante del escaparate que piensa que le cambiará la vida; ese sin sabor, unido al rechazo de Ka, le harán sentir perdido en ese lugar en el que quería ser adoptado como su nueva casa.

     Para evitar esa travesía, toma su maleta y mochila y sale a la calle. Ella le mira y él se vuelve; oh, cielos, al menos no le soy indiferente; me dolía el puñal de parecer siempre inoportuno. Decidido, pretende ensayar las canciones de aquella zona en algún rincón del parque y ya, si pudiera componer una para ella, sería su paraíso compartido.

    Nunca ha pensado que aquello pudiera ser amor, pero corresponderle aunque fuera en esa pequeña huida, le hace sentir el cariño que la ha tomado.  

    Er fragt sicht, welche Harmonie er in ihr sietht und seine Gëfuhle ausgleicht

    Cuando llego, el frío es abrumador, apenas parece reconocerme, y la contestación es fría y cortante como un bisturí. 

    Se siente mareado; nada le sale. Visita la ciudad, como un fantasma, invisible 

     Al llegar, el cielo está formado con besos en pasteles y sus abrazos tienen sabores únicos e incandescentes

viernes, noviembre 15, 2024

La desbanda

  Hubo una Desbandá, la de los ciudadanos, por la costa del Mediterráneo. Fue un ataque criminal que se realizó desde el aire y el agua. La acción se ejecutó sobre personas que huían de la toma de Málaga a cargos de las tropas rebeldes apoyadas por las tropas fascistas de Mussolini.

  Ahora se anuncia una desbanda de una red social, ya ni sabe uno como llamarla. Dicen que la han tomado muchos fascistas; pero lo dicen periodistas que no parece haberse dado cuenta de lo que ellos ejercieron desde sus reconocidísimos medios de comunicación.

  Alguien va sobre un barco, por como tira bombas podrían llamarlo de guerra, no es el caso. Ese ser de una manera infame lo está utilizando para perpetrar crímenes sobre persona civiles, sobre todo niñas-os, con mujeres que huyen de otra masacre. Sólo andan y huyen a un lugar seguro porque donde estaban asaetaban a los diferentes.

   Muchos años después, alguien gasta tiempo dando datos como metralla e impiedad como bombas, enfrente también, tienen a gente diferente, a la que pueden odiar porque ponen en evidencias todas sus flaquezas.

    Permanecen porque se saben protegidos por quienes son beneficiados de sus políticas. Esos seres que han conseguido una riqueza estratosférica, casi siempre, vendiendo sus productos a los que consideran infra seres intercambiables. 

     Los que enumeran una retahíla de ayudas que son las que podrían haber utilizado antes de dejar abandonadas las diferentes poblaciones, saben que sobrevivirán mientras, pérdida su dignidad, sirvan de parapeto para que no se destape todo lo que hay detrás de enriquecimiento ilícitos y el encumbramiento de lo privado que no iguala, sino que remarcan las diferencias entre los seres humanos. 

      En aquel barco iban de tripulación los hacedores de bulos, los que creyéndose partes de la historia por ir con los ricos cavaban oquedades en su convivencia diaria, donde nunca encontrará a quienes han puesto en su altar.

      Esos seres comunes que odian porque creen que aman imágenes y patria, a las que no ven entre las personas con las que conviven, sino entre quienes les quitan recursos para que sus riquezas no les den la eternidad. 

     Celebran, como únicos, los goles de sus amados equipos, los destrozos que su metralla esparcen sobre columnas de seres minimizados con los que sus ojos, inyectados en desprecio tratan de no cruzarse aunque todos sus actos se desarrollen en lugares compartidos.

      Scurati, invitación a todos a participar para que no nos vuelvan a dispersar con armas sin vista, con palabras afiladas para seccionar manos construyendo sociedad.

      Aquellos barcos, estos seres capaces de quebrar la realidad, investidos con las mallas de oro, prestadas para su obnubilación criminal.



jueves, noviembre 14, 2024

La sopladora

  Aquellas series enseñaban a planeadoras que se deslizaban sobre el agua. Parecía que llevaban ventiladores y los guardias que la conducían siempre hacían respetar el medio ambiente. De alguna manera te encariñabas con ellos, aunque hoy en día para que, por cuidarle, tu eres el que provoca los desastres.

  Hay que ser un depravado moral; es posible que lo seas porque llevas treinta años viviendo de la política, para ir a Europa, utilizar tu tierra, tus seres queridos, tus raíces para atacar a alguien, al que el gobierno de tu Comunidad de tu partido, no ha dejado hacer nada, a parte de que tienen ellos todas las competencias, como las actuaciones sobre una segunda catástrofe minimizan los daños porque tu mismo partido actúa de otra manera. 

   Uno se imagina a una chica de Glasgow, el ser mayor te permite la licencia de llamarla joven; ha sido elegida porque defiende su ciudad y claro su país. Se va a Marte y allí empieza a habla de Ian que no cerró bien el grifo y de Stuard que anda de pleitos con su casero. Phil, apostilla ella, mucho cantar pero poco trabajar.

   El consejo de Marte, se la queda mirando; llaman a las tripulaciones de sus platillos volantes y cuando están a punto de partir, la preguntan, ¿tú quieres que vayamos allí a invadiros y tomar nuestras decisiones?

    Ella, Mary se pone pálida, balbucea: bueno es que yo, mira, quizás en otro momento es que no les he dicho nada a mi señor ¡cualquiera le pisa el terrazo cuando ha fregado!. Mi primo el mazao, lo mismo se mosquea porque tiene plantadas una semillas que luego dan unos humos muy raros. En fin, no, mejor que no vayáis.

     Los marcianos después de ver estar actitudes, hacen un aparte y comentan entre ellos, estos terrícolas, mejor que vivan en otro planeta. 

     Si, porque tienen que tomar decisiones intergalácticas inquieren de Mary que describa lo que pueden aportar para el equilibrio intergaláctico.

      Mary, hace un amago de señalar, otra vez, a Ian, pero sienten que los puñales de la mirada de sus interlocutores no la van a permitir, ni difamar a Stuard, ni a Phil.

      Empieza a aportar ideas, de manera pormenorizada habla de soluciones y de quienes pueden ser quienes las lleven a cabo. Hace descripciones precisas de las intervenciones a tomar y de las personas necesarias. 

      Sin darse cuenta, desde el momento que ha empezado con esa aportación de variadas visiones para otros relaciones posibles, se le ha empezado a desencajar, primero, la armadura que llevaba puesta y a continuación ha ido cayendo, la lanza, la espada, y un puñal que le habían colocado para atacar por detrás si hacía falta. Las calzas se han desvanecido, también, pero desde la sinceridad de lo que estaba haciendo, no ha tenido ningún rubor. 

      La desnudez física, acompañando al reconocimiento de lo que puede aportar para la convivencia universal, le ha dado una confianza que no sentían cuando trataba de caminar, torpe, con la armadura de la desvergüenza.

     Todo lo que ha descrito como una actuación apropiada para algunos de los peligros que se avecinan, es lo que dejaron de hacer los Puddy, Salohm y otros de sus, siempre, elusivos colegas.

      Recuerdan, hoy, que el último día de emisión, del antiguo canal Nou, los trabajadores hicieron un reconocimiento de todo lo que habían dejado de hacer para informar a toda una comunidad como la Valenciana. 

       Se cerró aquel Canal ruinoso en lo económico y criminal y propagandístico en lo moral. 

       Periodistas en la calle, desprovistos de su aura y su dignidad porque eran conocedores de su Cuarto Poder que existe en la sociedad.

       Gente consciente de estar hurtando la buena información a los ciudadanos que  dedicados a sus propias tareas confían en la veracidad de lo que ofrecen. 

       Los marcianos, por estar por arriba, más allá de las nubes, ¡que ya es decir! le piden a Mary que les den entrada a dos diferentes habitaciones de lugares diferentes de su tierra.

        En una, entre palomitas, dos personas de cuarenta años y tres de setenta y tres, siete y ocho, escuchan que durante todos estos años les han estado dando una información falsa. Dos mayores, se enervan; otro dice que va a preparar un sandwich y Pierre pregunta que quien quiere más palomitas. 

       2 más Z y 4 en P se preguntan si allá lejos todo les da igual; si no son sembradores de pepinos, pero también de desgracía.

        Ahora mismo, se activa la sopladora y no hay nadie que se comunique en estos momentos.

        Allá, quien se quedó desnuda sin ninguna vergüenza, por la veracidad de su cuerpo y de lo que expuso; empieza a taparse cuando comprende que tendrá que volver a exhibir su impudicia, en la lectura de lo que le debiera condenar para volver a mirar a los ojos a quienes les fallaron, muchos de los suyos. 

         El equilibrio de los planetas aguanta esos soplidos. Creemos

miércoles, noviembre 13, 2024

Las anacrusas futuras

   Juana, con precedentes en indagación y suflés, salió muy de mañana hacia el metro, precedida por Evaristo, el del quinto levanta y Sosias, sin ningún otro parangón, del primero derecha.

   Acudió al médico muy dado este a preguntas que en otros hubiera llamado inquisitoriales; él, científico en estudios, las calificaba de verificadoras; ella, no le quedaba más remedio que asentir, aunque preguntarle por el tamaño; podría tener un sentido antropométrico pero el pertinaz dolor de cabeza, en ella, no creía que se relacionase con la dotación de él.

   Subió por una de las calles paralelas a la via principal. Allí, intuía que encontraría el sonido que se le escapaba en cada uno de sus intentos desesperados por afinar un oído mal educado. 

   Los brazos la picaban y creía recordar el porqué, ya la había sucedido varias veces y aún creyendo que había puesto el remedio, este no había sido del todo eficaz.

   Sentada, enfrente de la majestuosa obra, olvidó todas las prevenciones que le nacían de sus repetidos fracasos; saco de su bolso la hoja en la que tenía diseñado un viaje por la memoria de los sentidos y se dispuso a darle lectura y luego orden. 

    Ignacio había aparecido unos minutos antes, por un lateral de la plaza; no tenía más destino que el de merodear entre la gente y los escaparates de la tienda. Descubrió un oasis de paz, no era lo que iba buscando, pero necesitaba atarse una de las zapatillas; el cordón había sido pisado por alguien y él había caído de bruces sobre alguien tan absorto en otras cosas que no le había devuelto una contestación a sus acomplejadas disculpas 

     Refugiado en el oasis, se agachó para hacer las pertinentes lazadas, a la vez que giraba la mirada para contemplar, desafiar a aquel ser del que se había alejado, él, menospreciado, transparente.

      Durante el tiempo en el que había realizado las dos lazadas que aprendiera de niño con aquella tía, tan risueña se habían instalado en su mente toda una secuencia de situaciones que fueron acompañadas por un ritmo casi imperceptible, que parecía guiar a Juana. 

       Recordaba, con la angustia de entonces, con el cariño de ahora, las implacables demandas de su padre para que no olvidará entrar en casa y dedicarle un tiempo a lo que de alguna manera amaba pero le creaba la angustia de perder en esos días de fiesta.

       Se metía en un aula con una especie de león hambriento que ponía a prueba todas las prácticas que le habían demandado para esa semana. Como un gladiador aprendió a ponerse las mallas de las repeticiones, la coraza de cimentar lo mínimo y el casco para recibir algún medido mandoble que le hacía comprender que no todo estaba trabajado.

       Cuando bajó la cabeza y vio que todo bien enlazado e hizo un último gesto de afirmación para apretar esa atadura, en su corazón la miraba a ella y medía aquella canción que la ayudará a comprender que llegaría sólo hasta un mínimo, pero la animaba para que fuera con plenitud. Era fundirse en un acto de amor, pero habiéndose entregado sin cálculos a futuro


     



martes, noviembre 12, 2024

Diarios sin motocicletas

  A ver quien tiene narices para coger una motocicleta y conocer la realidad de las calles por donde va pasando y parando. Hablar, convivir, entablar conversación porque sucedió tal pinchazo o quedarte en el borde un río que ha decidido tomar su ruta por el medio de una carretera que quiso ser más que el agua. Entrar en una casa para saborear un rico potaje, mientras le interrogan de donde viene, que existe detrás de esa cortina oscura que es el horizonte que les cerca para realizar toda su vida.

   Narrar lo que son las ciudades, como se agranda el río que se hace navegable para bajar productos, o para subir víveres.

    Subirse a los árboles con quienes allí habitan y aprender a interpretar todo lo que les rodea, como allí, puede desarrollarse toda una vida, en alimentos, cobijos pero también en sentimientos de amor y odio, con quien, ¡fíjate!, ¡fíjate!, aquel humo. Vinieron hace unos meses y se llevaron a varios de los nuestros, después de asaetar a nuestro gigante y amenazarnos con hacerle pedazos.

     Volver a bajar y empezarles a contar lo mismo, con diferentes ropas y con los telones diferentes, quizás transparentes pero que parcelan la vida que desarrolla tanta gente.

     Estar en el corro, compartiendo una especie de pan y paciente asado, condimentado con especies, que te hacen ver estrellas, aunque no tengan premio. Transcurrir sin mesas en medio, con miradas de atención por lo de aquí y por lo de fuera y entonces, aparecer un Medium, su medium con sus ropajes, huesos tabúes y bailes entremedias de lo ridículo o lo orgásmico. Quedar ellos mediatizados y empezar los visitantes a tener una cierta sensación de ridículo. 

     Pasar un tiempo de lo primero y otro, para lanzar imprecaciones a los cielos, señalamientos a los visitantes y aspavientos de un desastre en el que todos parecen quedar dormidos, será muertos, piensa el conductor. 

     El, sobre todo, acompañante quedarse pensativo, fijar la mirada en una parte de una cabaña y como si estuviera viendo pasar la película de los actos diarios del lugar de donde vienen. 

      De manera sucesiva, mira a su nueva pantalla, y contempla al inagotable mensajero que no quiere dar descanso a sus paisanos. Actúa, cuando de ellos, quiere añadir algo, por el hueco de una décima entre un gesto y un vozarrón; él adelante un sonido que interrumpe el vano intento.

      Si es el motorista quien se siente interpelado, "el broncas", vamos a llamarle ya así, entra en éxtasis y trata de hacer ver una violencia que, antes, en el dialogo entre diferentes lenguas, nadie veía pero que ahora se hace insoportable por como mira a los extraños y su feroz motocicleta.

       Sucede, sobre la cabaña se proyecta, la vida cotidiana de donde vienen. 

       Formas tan diferentes y fondos tan iguales.

       Voceros que se meten en la vida cotidiana que comparte el esfuerzo en la consecución de una cosecha, con el arreglo de una motosierra;  la hacendera para que un canal no se desborde y perjudique a alguno del grupo; con el respeto para que una calle no se llene inmundicias.

        Gestualidades del primero para que todo lo que nos une se vaya quebrando. La única diferencia es que allí, más gente, más proporción de filibusteros, sin complejos que tratan de romper todos los lazos que se iban trenzando en la convivencia, que sí, tendría que avisar que ¡ojo! no cojas lo que no te pertenece, pero era el diálogo o las tensiones las que recrecían las conexiones. 

       Ahora, nuestro copiloto, de forma alternativa mira al desvengozado de la pantalla y al estrafalario urdidor de rencores que hace parar el intercambio de una olla, reparadora y equilibrada.

       Por afinidad en la convivencia busca enfrente a su poblado con el diferente. ¡Por nada!, piensas, por ¡pura maldad!

       Entre las hebras de las construcciones, se recrea la impune maldad de quienes trapean los hechos, con sus mezquinas palabras de negarlos; aparece el pagador de taimados espadachines de letras, que ebrio de su poder amenaza a quien le niega su poder absoluto.

        El espectador, percibe detrás de su pantalla, algo diferente, una construcción que se diferencia de las que supone el grupo de convivencia con el que llevaban horas compartiendo experiencias de uno y otro lado. 

         Si, ahora recuerda, de allí vino aquel fantoche, como los que vuelve a reconocer en esas imágenes que le golpean, porque las ahora vividas, son tan semejantes a las que se archivaron en la memoria de los seres desacomplejados y canallas que aparecían transmutados para proclamar enemigos que una sociedad iba aceptando, aunque no tuvieran nada que ver con lo que les sucedía.

         Afrodisiacos para la eternidad era inhalados por los enviados de vivir de las diferencias.

           Un sidecar se une a la motocicleta; la marcha se hará más lenta, pero se van uniendo gentes, para comprenderse, sin los malditos e indecorosos mediums


lunes, noviembre 11, 2024

De puntillas

    La desnudada higuera ha ido invadiendo cada punto débil de un muro. Sobre él, una niña se sube para alcanzar el último fruto del verano, casi olvidado, ya, tumefacto. 

    El equilibrio es una danza de semicorcheas, próximo a desvanecerse; sientes en cada pasada que una nota no subirá a tiempo y otra golpeará tu autoestima, sobre un altiplano con sus aguijones.

    Emigras, atravesando tierras sobre las que pasas de puntillas; cuando te alzas por encima de la borda de estribor de una barcaza, observas si dentro de ella habrá algún monstrenco. La verdad, ahí, en penalidades no se suelen meter, más bien en bronca pero controlada.

    Si te recoge el Open Arms, igual sobre los famosos metatarsos, de un profesor vas pasando niños a algún voluntario con faro de ángel. Cuando le toca, alguien le baja los gemelos a punto de colocarse en diadema.

    Tiempo después, cierto Alex te pregunta sobre tus trabajos de recuperación en un lugar que ha sufrido una Dana. Él quiere visibilizar la humanidad de los seres, despojados de sus fronteras para la ayuda.

    Cuando se asoma por aquí algún besugo de los que dicen: "pues mételos en tu casa". Miras, callas a voz en grito "vive de las limosnas que te da un rico".

     A la vez, como para acomplejarte, se iza sobre sus puntillas, porque no fue nunca nada más que un bluff, al que elevaron porque estaba  dispuesto a emborronar su cara, siempre apariencia; nada que ofrecer más que enmarcados instantes ficticios

     

domingo, noviembre 10, 2024

En Marte, Gonzo

   Cuando decidí unirme a los ganadores, obvié lo que había amado tanto tiempo para ser el nuevo descubridor que sería recordado por siglos.

    Me olvidé que ese ser, ahora no tenía vida, no podía disfrutar de ese reconocimiento y podría haber muerto en lechos de traiciones. 

    Ahora era yo, quien sería nombrado 500 años después, intentaría vivir la dulzura del reconocimiento, que para entonces, no podría abrigarme.

    Me presenté voluntario para este experimento de ser despreciado en vida, frotándome con las desgarradoras acacias del futuro esplendoroso, carne divinizada comida por las zorras hambrientas de lo inmediato.

    Mi señora ha preparado todo para que yo sea el próximo influencer de éxito. 

    Aquel primer Pochi de Laura, Simplicius y otros payasos fueron los precursores de los años bovinos enfrente de la televisión. 

   Se prepararon preguntas estúpidas respondidas desde los ovarios o gónadas para solaz de las mentes que necesitan olvidar una factura en cohete o una tecnología que las enreda para succionar sus últimas ganas.

    El Gonzo del Intermedio no reconocería al Fer que hace cuestiones masajes a Rita, la dulce, para echar sosa caustica sobre las palabras de los Bernie Sanders que miran a los emisores de las facturas y a los embaucadores feudales, sosías de dioses en tweet.

    Fanzines, absortos en los neones, hacen reportajes donde concluyen que se pierde cuando se deja de atender a las personas y se dronean realidades, pero sin espetar lo que nosotros se pueden hacer.

    Un tema al día pasea por la derrota y reconoce que el presentar al malo, como el más malo de todos los peores, no arregla el pago de un alquiler, con tendencia a la bestialización.

    La dulce dama no conoce, pero pontifica sobre el mal que reconocía en la otra, mientras abrazaba la traición.

    Olvidarse del altar póstumo para señalar que quien vive del alquiler, no debe endeudarse por un derecho para vivir. 

     ¡Oh, cielos! no digas eso, proclama la temerosa Chus

      Se dijo, o que crees que el atrapado en ese pago, va a pensar en que el ogro, es el más grande ogro; ya lo sabe, pero enfréntale.

      Escribe Steve Forti, sobre el sobrevuelo sobre la Libertad, la Patria, palabras totems en las que se refugian quienes se sienten el vacío de no estar sustentados en un suelo.

      A las bestias se las combate, señalando sus amos. Los actos marciales son dirigidos contra el débil, el diferente, nunca contra quienes patrocinan sus golpes y sus manos alzadas. Esos seres, pegadores al señalado, pero como lo es el perro de presa agradecido a quien le da la carnaza necesaria, ataca a la cruz trazada en los lomos disidentes

      Mienten, cuando dicen querer una Patria mejor, porque nunca miran a esos milmillonarios que lo son porque explotan a sus suministradores, convertidos en servidores, empequeñecidos en sus dependencias; vejan a sus trabajadores, disminuyendo sus derechos y la vida familiar y subyugan a la sociedad con sus trampas contables que les hacen aparecer en listas de grandeza pero, más bien sería, de los miserables que roban a su amada Patria, sometida a sus sueños ególatras.

      Se les nombra, por despertarles; no merece la pena, les leen las proclamas y las siguen. No luchan; sometidos, intentan someter para librar a los depravados, siempre exculpados.

       Gonzo, me sale escribir, tío, sal de ese círculo diabólico de burdos periodistas, dan comida, pero no dignidad.

       No ofrece nada, nada, la que sonríe al amo de Madrid; no hay izquierda, si sólo hay supervivencia en una cierta agresividad en sus cuitas parlamentaria. 

       La educación pública necesita de recursos para atender la diversidad que se da en sus colegios e institutos. Se necesita enfrentar ese modelo con el que sirve a la comodidad de las familias, cobijados en los concertados para ir seleccionando sus interacciones, mientras andan creando más diferencias dentro de la sociedad. 

      Las aseguradoras que, al final, como sus clínicas tienen que ser auxiliadas con el dinero público. Deben pasar a ser servidoras de la Sanidad Pública; ofrecer dar un buen servicio que cubra a todas es esencial. 

      Explicar el sentido de los impuestos se ha vuelto a hacer pero ya no se debe dejar de explicar. 

      La lucha es ardua y sísifca porque el poderoso nunca dejará de patrocinar publicidades de engañosas excelencias, pero a quienes no pueden y no quieren se les tiene que decir que más médico y más pronta atención es gracias a ellos.

      La lucha está en lo pequeño y en cambiar en relato. Nunca se le va a reconocer a Olga Rodríguez, Pablo Iglesias, Laura Arroyo, Silvia Intxaurrondo el enorme y honesto esfuerzo personal por cambiar narrativas tóxicas. 

      Insistir en ellas y recordar con cariño a aquel incisivo Gonzo que estaba pisando la Tierra de la ciudadanía.

sábado, noviembre 09, 2024

Saltar para volar

    La luz del bar invita a abandonar la próxima aventura. El cansancio se apodera del cuerpo y cae a plomo sobre la mente. 

    La noche enseña su maraña de oscuridad que amenaza enredar al coche entre una naturaleza a la que hicieron salvaje, con animales, entonces desubicados; ahora, propios de un paisaje que les alimenta por el abandono de las tierras por parte de los humanos.

    Iniciada la odisea por esa nueva carretera nocturna, la Penélope de un olvido, lanza sus amorosos brazos para que abortes un Itaca que en el último viaje te pareció inalcanzable, doloroso por mostrar todas las incertidumbres que te rugen porque el tiempo es finito.

     Las olas de la oscuridad se agitan en cada recta renacida. Creías conocer cada escarpada revuelta o cada curva que terminaría en el pequeño movimiento de volante en el que te crees ya hábil y sin embargo, te golpea la incertidumbre porque las estrellas de la carretera no tienen osas mayores o menores.

     Aunque llegues a un llano en el que intuyas la rueca de la nueva Penélope de las ultimas semanas. Te persigue el cansancio y un aire encalmado en un eco te canta al desistimiento.

     Llegas a la isla de la música; miras la puerta y tienes las suficientes excusas para ponerte tapones y negar oír a las sirenas que si, abres la puerta, te devorarán la autoestima de los dos años dedicados en plenitud de días, al saxófono.

      Giras torpe, es un ultimo intento para el abandono; se abre y aparecen lo que pensabas serían cinco cíclopes con la suficiente hambre para decir que ya basta, que no estás dispuesto a ser devorado por esos seres tan míticos, como dantesco.

      Sucede, que sus caras se transvisten  en agradables miradas que te dan la bienvenida por atreverte a entrar en los mares de la Banda. 

      Te explican, acuden a darte el nuevo alimento hasta la, demasiada, inmediata Navidad. 

      Aún tienes la última excusa; el cansancio y lo lejos que estar en dominar lo que has leído, pero las nuevas caras, te esperan sin ningún pero. 

      Comienza el ensayo y si, todo está aún muy lejos. Seguir al grupo es realizado entre tropiezos, angustias y saltos al vacío.

       Este segundo día te está descubriendo las estrellas que el primero estuvieron tapadas por negras nubes. Aguantas, desnortado, te cogen remolcadores para que las olas no te vuelvan a llevar a alta mar, donde ya te abandones a la suerte de corrientes, donde en la profundidad, no puedas anclar para recordar lo que siempre te dijeron los maestros pasados.

       Lee despacio, mide sin parar aunque la lentitud primera te asuste, cuando escuchas a quien lo hacen con aplicación y sabiduría, pero como te recuerdan una y otra vez, lo hicieron durante sus años de niñez, adolescencia y juventud, repitiendo hasta la extenuación la lectura

       Sales, extenuado, debes regresar al Itaca de 14 kilómetros con boca de Saturno; ya es igual, viste las desgarradas ropas de la música, pero ya vas comprendiendo como usar las singer que apisonando con garras, no, por ahora, pies que las mueven para el ritmo y agujas de los dedos que controlan el tiempo y notas estrellas que intuyes entre la luna creciente. 

        Erena Terakubo ruge con su saxofón, para que a lo épico del aprendizaje, le pongas el descubrimiento de una caos en el que crecer para volar

viernes, noviembre 08, 2024

Acordes y compostura

 Viajando por Burundi, fui percibiendo como unos hombres blancos me iba persiguiendo a unos cientos de metros. Me ayudó el hecho de haber sido acosado por salvajes, a los que combatí haciendo círculos y viendo por la espalda, el tamaño de su mala calaña.

   Aquí aunque el lugar me era desconocido, podía realizar esa maniobra tomando como referencia alguno de los pocos árboles que asomaban por encima de las casas bajas por las que iba pasando. Aquellos canallas se quedaban paralizados al saberse descubierto, una y otra vez. Pese a saberse reconocidos persistían en su persecución. 

   Con mi pareja, nos dimos cuenta que recibirían un dinero que le permitían obviar el riesgo de poder ser denunciados y multados.

   Seguimos buscando sonidos y olores entre aquellos lugares. 

  Una mujer sale con un niño a sus espaldas. Luce un soberbio porte y la admiras como una imagen única, aunque salió de un lugar donde era un ser común pero con el poder de tener sus raíces

  Aquí, intuyes, también, la belleza interna, sus necesidades hacen que su mirada parezca pérdida sobre un horizonte al que llegar cuando las aceras que pisa son movedizas.

  Hemos parado en la cuneta de lo que podría ser un camino; gente duerme allí y ofrece un limón que ha podido coger unos metros más adentro. No quiere hacer vivir con esa venta, tan siquiera sobrevivir en el abismo de su invalidez. Le miramos y sacamos una moneda, sin plantearnos lo que hay detrás de ese ofrecimiento.

  Dungo aparece por detrás de nuestra atención, nos empieza hablar en un perfecto francés y nos hace ver que aquel producto pertenece a un campo en el que nos hace focalizar nuestra atención por su valla tan firme como invisible. Nos habla embutido en un traje en el que podemos distinguir el logo de un famoso supermercado de nuestro país. 

   Fijamos nuestra atención sobre el cítrico; igualito en textura al que puse en el agua que tomé para evitar cualquier bebida edulcorante preparada. 

    Vaya, esto parece una rave, de repente un hombre espigado, con buen porte, rodeado de quienes parecen protegerle, como nuestra mujer que revistió nuestra mirada en admiración, pese a que intuíamos su precariedad vital; el protagonista se acerca a Dungo, que parece arrodillarse, como quienes le rodean. 

    En un país de mayoría negra, él exhibe su tez blanca, con autoridad, con apenas gestualidad, uno de sus "escoltas", golpean a Yamin, que suelta el limón, humillado en su hambre y en sus necesidades; el limón vuela cae sobre nosotros, que, por la sorpresa, no podemos controlar el euro que íbamos a posar sobre las manos, de nuestro circunstancial proveedor.

    El soberbio hombre, protegido por la sumisión, se nos acerca condescendiente; habla nuestro idioma, ¿de qué me suena su cara?, no dice, orgulloso, mirad con ese euro, en España podéis comprar un kilo de estos límites.

     Recordamos a Marc Gavalda, y su viaje a Repsolandia, países de la parte Sur de América, que cedían su riqueza a los modernos conquistadores. Uno cuántos, ahora son los libertarios, servidores de la riqueza de otras partes del mundo, que venden una engañosa rebeldía que encadena a los Dungo, Yamin y otros que reciben migajas para sobrevivir, con la amenazas  de ser desaparecidos, como Berta Cáceres y otras; o  desenraizarse para que les admiremos en su talle por nuestras calles, mientras sus zapatillas describen sus penalidades







jueves, noviembre 07, 2024

La pinza y la patrulla bulofóbica

 Vas corriendo por el "malhuele" y no piensas en taparte la nariz, por si te desequilibras; lo que haces es intentar dejar de respirar, mas vas rápido, mas el viento te lo echa encima; entonces expulsas aire y ahí, se te echa encima la derrota; vamos que pegas un sorbo de aire que te hace girar mente y a duras penas, consigues no caer mareado

  En ese preciso pozo séptico van a poner un remedio, alivio;  el problema es que ese lugar se te queda lejos, ahora no llegas hasta allí corriendo, el gemelo niega y aburre

  Por el día a día de los seres humanos van llegando "medidos" detritus que se van acumulando y a los que la inacción van agrandando hasta convertirlo en una afable piscina en la que poco a poco, se nos va haciendo más común donde, ya, se nos hace menos raro meternos para relajar nuestros día a día, además de los músculos; ahora que llegará el frío, esos detritus cálidos, se nos ha convertido como una opción para nuestro solaz.

  Si tú abandonas a las personas con problemas de habitabilidad y crees que con pequeñas y falsas promesas de nuevas construcciones imposibles, si les espetas como un escupitajo que la buenura de los caseros les hará controlarse en su demanda de cada vez más dinero, los que sufren esos precios y arbitrariedades, te van a abandonar, porque las vivencias reales saben que les ofrece el colchón de la nada. Puedes decirles, soy el mal menor, o que ¡ya estás con la pinza, ya estás con la la pinza!. 

   Si, por el contrario, coges la Constitución y les recuerdas que existe una prioridad: toda persona tiene derecho a una casa digna, por encima de quienes compran estas para negociar, con su derecho a la propiedad privada.

   Si ante una justicia con raíces en una dictadura, que no ha cambiado su modo de acceso; que sigue teniendo a preparadores que son jueces y que cobran sus clases fuera de la ley y no ofreces a la sociedad que exista una justicia elegida por el pueblo, ante el que tengan que justificar porque tienen dos DNIs, o porque ha seguido ejerciendo la interpretación de la justicia, no ya después de cebarse sobre un partido, una vez, sino en multiples ocasiones. 

   Está pasando en Méjico y para ello, el anterior presidente del gobierno, que ha entendido la importancia del relato, ha tenido que organizar  unas televisivas "mañaneras" donde destruya la máquina de detritus que son financiados por los que quieren ejercer el control de la sociedad desde sus inmensas rentas, aunque sus operarios sean unos zafios, amorales

    La patrulla bulofóbica puede ayudar y trabajar para crear hilos para que el raciocinio entre los jóvenes; pero desde luego quienes aún creen en que existe una cierta democracia, necesitan que les ofrezcan firmeza y no ese malmenorismo que iguala a los que dan prioridad a quienes bajan de impuestos para dejar al individuo sólo ante pilares de un estado como pueden ser la educación, sanidad y servicios públicos, con quienes creen que los impuestos dan firmeza a un país para que estas puedan crecer en lo individual.

    Nuestro querido Miguel de CTXT, la incansable Silvia de TVE y otras tantas personas están en el altar de ese imaginario de ese inefable grupo.

miércoles, noviembre 06, 2024

2 años en clave de sax

    Ella, buena compañera, abrió la posibilidad de un mundo diferente. Unos meses antes, habíamos perdido de forma traumático a un buen y leal compañero. 

    Es más duro, desde luego, que la vida de una persona, joven se te escape entre las manos, intentando regañar a las cientos de soluciones que se te aparecen a posteriori. Es rompedor estar esperándole en la llegada a una cena, en la que vas a culminar, un día de esplendor de vida, compartiendo cena sonrisas, risas e ironías con los compañeros de cena de los últimos años. Es como la ascensión a la más alta montaña, un techo, como comprobarás poco después, de cristal de la felicidad.

   En su no llegada, a sus seres más próximos, se les abre un abismo, donde antes fluía un manantial de vida plena que les entregaba en dosis que abrazaban.

   Allegra, algo ha intuido, e invita a tenerle, cada día, entre los sonidos de una banda y su inicio en el aprendizaje del dominio del saxofón. Se incumple lo primero, porque la base, para crear un grupo erao era cero y andaban los componentes por los intrincados caminos de sus inicios a las amazonias de la adolescencia. 

    En lo segundo, 731 días después, se la ofrecen, pequeñas sendas de conocimientos buscados, explorados durante cada una de sus mañanas o tardes y que dan unos cimientos, a veces, demasiado ansiosos de ofrecerle un homenaje diario a quien, entre sus innumerables facetas, tocaba el saxo, aunque algo oliera a podrido en Dinamarca. 

     Le miras en la foto, de fondo de aquella sesión en nuestro primer bar de cenas y si vas a embarcar en la nave del Ulysses, antes preparar clases o desde hace tiempo, escribir. 

     No lo tienes, es imposible, pero te alegras de cada uno de los momentos que compartiste aunque fuera para recordarte que habías intentado ahogar al Casti, o te habías metido en medio de la natación de un triatlón o él te había sacado una hora en aquel infausto marathon, Millenium que terminaste abrasado, todo exhibido como para atacarte, con tanto cariño como teatralidad le era posible. Nos separaba una generación, otras formas de vida, pero existieron esos otros instantes que se compartieron o se oyeron entre las hazañas que a los interlocutores nos provoca sonrisas. 

     En estos, hoy, dos años, sin un sólo día de haber dejado de tocar, buscas los tempos en las llaves que te aproximen a la belleza en el sonido, como la que se escapó, pero, hubo en esos efímeros cruces. 

     Quieres saltarte pasos en el aprendizaje del dominio del saxofón, como si eso tuviera un efecto en hacer más grande el agradecimiento. Te lo recuerdan las acciones mal ejecutadas y los profesores que te lo examinan y aquella otra anécdota que te gusta repetir porque es como si te lo estuviera diciendo en persona, cuando estaba haciendo el interior del primer Rincón Lento, ¡estuvo y ayudó en tantas cosas!, te proclamaba: ¡José! estate aquí y dame conversación, pero no te metas en medio de lo que estoy haciendo. Todo y todos tenemos nuestro tiempo.

      Hoy, 730 días después, mañana 7 de Noviembre, será el cierre completo del círculo de esos dos años, acudirás al profesor, sabrás que puedes leer más rápido una partitura, tocar cosas más difíciles con sentido y otras, aún más, como cuando leíste a James Joyce dentro de una cárcel interior, sin significado, cuando la naturaleza a tu alrededor es exuberante y es como lo debes leer para su comprensión; esas otras, que por ahora te están vedadas como son la música que tocó para sus ferias, la banda de Cifuentes y las otras que preparan para la Navidad.

       Había un ánimo antes de aquel empujoncito final de la compi, pero ella puso las manos de sus certezas palabras sobre la espalda, para que ese salto incierto desde un despeñadero no fuera el de una caída abrupta a la nada de un gasto inútil de un instrumento abandonado en u desván, sino el inicio de un vuelo mantenido, a veces, incluso en malas condiciones, pero que nos va permitiendo encontrar la descripción de vidas para ser descubiertas, en la lectura de esos nuevos libros que entre sus compases nos descubren amores, emociones, fiesta e incluso jolgorio. 

     No tiene fecha el día que decaerá el ánimo por practicar con el saxófono y hablar que con las vidas que compartimos y la que se nos abre; pero el viaje sigue con el afecto interno por quien tanto te enseñó y con el cariño de aquella joven exploradora que te empujo para que cogieras una nave con la que explicar los mundos internos que siempre, todos, tenemos ahí dormidos.

       Mientras se teclean estas ultimas líneas, el tudel no tiene el frío que debía haber en este comienzo de la serranía y la boquilla te dio un aviso para que la sigas cuidando como hasta ahora, para que sean muchos los amaneceres emocionales a los que puedas dibujar con sonidos a las personas que te acompañan entre tempestades, "calmas chichas", vientos enrachados y huracanes que te amenacen en quedar encallados en islas con ojos de ira. La partitura se agita y la memoria te pide que la ejercitas, para también "Las mañanitas", como quienes te salieron a despedir a la dársena, al emprender esta travesía. 



martes, noviembre 05, 2024

La constelación y la tele

 En una pantalla quebrada aparece un ex; no todos los ex van a hablar horrores de los seres con los que tuvieron relación. 

  Existen los que compartieron pasiones entre abrazos mutuos, confianzas, placeres explorados que alimentaran soledades y lo que más permanece, que hubiera realidad en ese intercambio de fluidos. Cuando se quiebra lo último es porque alguna piensa en una veracidad fuera de ese tórrido rectángulo. Ya no se puede retomar, cuando el espejo en el que se regodeaban, se quiebra del todo.

   En las teles, no en las de sección, que pueden ser todas ahora, un ex jefe de comunicación de, pongamos un rey, le sigue siendo fiel, al fin y al cabo vendió las excelencias de un producto, obviando lo contaminante, y demostrar que es un buen vendedor, le abre puertas a otros productos del marketing. Otro, como Antonio Caño, también serán contratados como vendedores, pero ahí es más difícil demostrar que el producto no lleva ni uso de pesticidas, ni venenos ponzoñosos, ni transmutaciones pueriles. Se compran esos otros productos. 

    El "buen vendedor" como analizaban ayer en canal red, es que magnifica hasta la nausea aspectos positivos de una acción de su antiguo cliente producto. 

   El envoltorio es único, el contaminante está impregnado, incluso en él; observar como con cariño, rodeado de fuerzas de seguridad, acoge a unos imberbes, bien vestidos eso si, quien no se enternecerían ante esa imagen. 

    Álvaro Morata es otro producto de la imagen; se ha vendido muchas veces y sigue dando un resultado basado en la honestidad de sus esfuerzos. Decía a otro compañero, un insigne nada "futbolístico", cuando iban a salir de un túnel de vestuario cualquiera, sobre todo, por lejano, que no hiciera caso a Morata, que "era malísimo". Bueno el tiempo, la suerte, el trabajo y alguno que otro factor ha colocado a cada uno en su sitio. No ha sido Cristiano, si en varios momentos, en su soberbia, pero da una imagen muy pulcra en los campos de juego; loas a Álvaro.

    El problema que nos aporta Pablo, siempre Pablo, ¡joder! es que lo que nos dice ese tal Ayuso, no por favor, sólo Javier y ese Morata, no el Pedro comentarista, sino Álvaro, es que nos quieren parecer unos seres comunes ensalzando a un rey y como decía aquel otro "tranquilos que el que los va a consumir soy yo".

    Buscaré la sonrisa en la veracidad de Miquel Montoro, antes que ver el fútbol embutido que me sirve para crearme imágenes paralelas. 

    La veracidad es lo que tiene, en unos te provoca una complicidad, en otros, buscas rascar esos prospectos y envoltorios que te hacer oler más las uñas. 

    Temes que vuelva a haber un envoltorio de 40 años, como en aquella tarde en el Montemar, con algún compañera de Magisterio, porque aquello te daba la sensación que podía vencer a un golpe de estado. Hoy aquel relato tiene la podredumbre de narraciones engañosas y disneyladas, en las que nos hayamos contaminados en muchas de las instituciones que dieron cobertura a aquellas mentiras.

    A Álvaro enfrascado en ser honesto en su esfuerzo, duro en su ánimo para afrontar los silbidos del estadio de ruido selectivo, no le voy grandeza en sus conocimientos, ni le voy a aceptar su ignorancia a la hora de contarme las bondades de un rey, al que Ayuso, el periodista, no la bulera, se ha encargado de tamizar.

   Si le pido a seres en quien confío, que no tengan a la siguiente generación que dentro de cuarenta años, sigan preguntándose como alrededor de un rey había decenas de fuerzas de seguridad, y como ante un presidente, elegido por un pueblo, apenas hubiera miembros de los cuerpos del Estado. 

   Como alguien que no ha sabido rodearse más que de ignorancia impúdica en los servicios que debe dar a una comunidad, más los añadidos, torerarios-funerarios, puede estar reunido horas y horas, tras abrazarse con un periodista, condenado en diferentes ocasiones, y subvencionado en las comunidades por su partido; disgresión: "corrupción-subvención", curiosa mezcla.

    Morata, no lo leerás nunca, aunque intuyas que existe respeto en el conocimiento de tu trayectoria futbolística, no intelectual, porque si no quieres saber que pudo suceder para que desde aquellas puertas encerradas, saliera el fango moral de ese marrano para que indicará como tenían que actuar quienes iban a venir, no a ayudar a quienes estaban sufriendo las consecuencias de una Dana y de una actuación que algunos tachan de criminal; sino ante un presidente del gobierno.

  Por eso, desde tus subjetivas declaraciones, repetidas en otras ocasiones, y que pueden tener más valor que las mías, te ánimo a que busques la decencia que debes mostrar ante los tuyos. 

 La burbuja del fútbol no puede  llevar a la indigencia intelectual, si con esa sobreprotección que llevan uno y una, quien son llamados al "dejad que los niños se acerquen a mí", son miembros de grupos ultras, ajenos al gran problema, uno mayor, nos lo estáis trasladando a vuestros posibles seguidores, como verás, sólo futbolísticos. 

   Agreden a un jefe del Estado; tu no te acordarás, bueno ni te habrá interesado, asesinaron a Olof Palme, presidente sueco, porque confiaba en su gente; quiso obviar a la mala gente, esa que siempre existe y que ya nos dijo Machado. Tú mencionas la grandeza de un rey, en su burbuja de seguridad, que da abrazos a nazis, que no fueron apartados por unos servicios de seguridad que les conocían incluso por sus ropas "les reconoceréis". Y que a quienes vivimos el día a día para, entre otras veleidades, conocer tu trayectoria desde el Castilla, nos produce un desamparo que debiera dar lugar con el miedo y el pánico a la inacción, pero chico, tu tienes el descaro de hablar desde tu torre; yo sólo desde mi silla. 

   A quienes les toque, si les pido, que el hilo no nos lo corten y que no se tarde cuarenta años, en vivir amansados, sobre trozos de otros lodos, también criminales para muchas vidas.

lunes, noviembre 04, 2024

La consternación de Aguirre

 Apareció hace dos años un personaje infame por las ondas de la radio. Le escuchabas, las primeras veces y no podías dar crédito a lo que oías.

  Por el nombre, Marco Antonio, trataba de ser un personaje mayor, curtido en mil batallas y con un halo de sabiduría que extendería sobre nuestra cabeza para introducirse, puro, en nuestro cerebro. 

  En el apellido, Aguirre, deberíamos ver a un luchador, conquistador entonces de las Américas, ahora del nuevo mundo de la equidistancia, porque el bien se extendiera por el mundo.

  El resultado era un infame ser, que no era ni blanco, ni negro, ni alto ni bajo, ni de derechas ni de izquierdas. Era ese ente que, por estar en el medio cree ser sabio y es la antesala, de esa mediocridad que se convierte en un escobajo o pala, justificativo para golpear a un ser en el otro extremo, con el que el ser abyecto golpea a un presidente del gobierno, antes de ser acogido bajo las plumas regias protectoras.

   Enseguida se le dejó de seguir, como al programa entero que daba cabida a ese insulto a la inteligencia.   

  Golpea la decana de los jueces de Madrid, escribiendo unas palabras puñales, por segunda vez al presidente, no se sabe si por ignorancia, dejaría en evidencia al colectivo que la eligió; por maldad, disfruta del daño infringido al diferente; o por golpista, porque con sus palabras quita la barra con la que se golpeó al presidente, para ponerla en sus dos manos-frase y atizar con todo su odio a quien no permite gobernar a quien la da soporte.

    La gente se ha levantado, ha cogido el coche, se encuentra haciendo sus tareas cotidianas. Es mejor no leer nada; es una pelea ajena a lo cotidiano; llegar a final de mes para pagar la letra del coche o al casero ansioso que amenaza con otra subida de alquiler, eso, si que es, nos decimos, la realidad.

     Cuando ha cogido el coche, Angels habla de su consternación, el conductor gira el dial y se le introduce la música clásica para martillear con dulzura notas sobre las que descansar el caos en el que se ha querido meter, por querer conocer lo que había alrededor de lo que sucede.

      Cuando llega al trabajo, que no ama, en el que cumple con una escrupulosa pulcritud y sumisión, no le queda otra que dejarlo aparcado en la segunda planta subterránea, la primera es para la clientela que es la que crea riqueza al dueño, que ya ha dado muestras de impaciencia por dos de sus retrasos en un mes; mientras en su cuenta de resultados, nada se ve alterado, porque el estado ha intervenido para que exista estabilidad en la sociedad, a la que insulta con su prepotencia. En el trayecto en el que le habíamos dejado, se coló Wagner, le ha acompañado en su maravillosa cabalgata de las walkirías, mucho mejor que haber escuchado a Juan Manuel de Prada hacer una incitación al asesinato desde su cristianismo inquisitorial, por supuesto sin dios; nuestro conductor, de eso si se da cuenta, como no va a comprender que esta sociedad está maniatada por la victoria de un golpe traidor de hace 80 años, al que se busca en una vuelta cíclica y maquiavélica

  Aprieta el ascensor. Otros días, sube las escaleras de los dos pisos, sabe que potenciar sus cuádriceps, le ayudarían a calmar en cierta manera, el dolor de sus rodillas; se justifica, luego estará ocho horas de pie, sabe que no es lo mismo, pero ha llegado agotado, al máximo, lo siente, soñar con el cuerpo de una walkiría le parece más real que intentar comprender como un gobierno se quita del medio a quien le hace ruido, le pone en el disparadero de llegar a un límite en el cambio estructurales que moverían las anclas de barcos de las amenazas de muerte que llevan diabólicos piolines, pero hubiera sido la solución a muchos de los problemas actuales.

   Todo esto lo intuye, porque anoche, cuando daba un paseo por la oscuridad, para encontrar luz en tantas noticias recibidas, se encontró a un pesado, que le cambió el paso de sus razonamientos; hasta le llevó a afirmar lo que el hombre oscuro le había dicho al principio y que él, con tanto ahínco repetía para ser un aguirre cualquiera.

    Como la aparición del espanto que aterroriza, incluso a todo un horror como es Halloween, un milmillonario dice: no las redes, no, eso es el mal absoluto. Está tan seguro que tiene dominados a los medios convencionales de información que ver, como es él, sin tamizarlo sus gabinetes de comunicación, le hace gritar espantado. Hoy, sus mercenarios, potenciales asesinos, preguntan por quienes expusieron a sus amos, a su verdadera naturaleza. Piden, por privado, con desvergüenza, que les delaten para amedrentarlos, para enviar somatenes. Ellos, siguen impunes; son perros de la internacional del odio

     Mientras una tormenta perfecta se está generando y a nosotros no nos queda otra que como Víctor y Tarzán en el podcast "los guerrilleros" no arrepentirnos de escribir estas letras; aunque a ellos, Almudena y su guionista les traten de sacar una pena por toda la violencia que pudieron generar e intentaron circunscribir a quienes de forma asesina la estaban ejerciendo sobre seres de una sociedad a la que quisieron tener bajo sus botas corruptas de patria, dios; buena mezclar para saquear a un pueblo.

      Aquel Marco Antonio daba tanta rabia porque quería evitar un riada que siempre llega cuando se concede el gobierno a inútiles, como los de la Comunidad valenciana, ya lo predijo Mónica Oltra, mientras era ajusticiada por las huestes canallas de una pira  llamada "al rojo vivo"    



Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y