A Julian Assange, no le han extraditado a Estados Unidos desde Inglaterra. Y a mi oveja, no la mandaré al matadero, pese a las buenas palabras que me ha dado el guepardo, sobre su abstinencia.
Mira que se ha subido por un cortado, que me ha puesto los pelos de punta. Arriba se ve que las piedras por las aguas retenidas y los hielos sobrevenidos, se están empezando a agrietar y están cayendo, llevándose matojos e incluso ayer, con un clack, me pareció ver que un pino se inclinaba más de lo que ya de por si da esa pendiente.
Le recuerdo lo primero, que no la pondré en peligro, acercándola a depredadores, que aunque juguetones al final "la cabra tira al monte", y en este caso "el carnivoro se come al cervatillo". Para pedirle por lo segundo, oveja, no la puse nombre, no me pareció apropiado humanizarla, lleva cuidado, tira para el monte pero no para los Galayos, tienen una pendiente del 90% y ya sé que tienes unas pezuñas "con buenas agarraderas", la digo guiñándola el ojo, para que sepa de procacidad, pero una piedra desprendida puede dar al traste con tu preciosa lana y tu carne, contundente y trabajada.
Ella, siempre se me queda fija, pensativa, cuando me va decir algo que muchas veces, podría parecer trivial, pero que después de unos días. Antes no, asimilo lento. Me digo: "esta jodia lanuda, esconde más de lo que en un momento determinado podía parecer"
Al cabo de un rato, rumiando las palabras, tiene la maldita costumbre de hacerlo todo así; risueña, queda me suelta:
Me encantas, por lo primero; tu animalidad, en vosotros decis humanidad, hacía nosotras, las que pensáis descerebradas. Pero cuando me hablas de lo segundo, que no me arriesgue con cortados del 90%, que si muy "heavies", pero asumibles. Me haces gracía
Voy a abrir la boca, pero no me deja
¿Cuánto riesgo crees que asumes tú, cuando en tu contundente sabiduria, vuelves a votar a un partido que tiene, vamos a decir según tu siempre absoluta decencia, más de un caso (no te digo los más de 1.000 que existen porque luego te pones a rumiar como tu jefe, por lo bajo, y te meten en el apartado de rumiantes como a mí. Eso, no lo tolero).
Como para que tome conciencia de mi afecto por ella. Le señalo, un......; un...... espera que en plena caida no le reconozco; oh!!!!!, un macho cabrío, con una cornamenta imperial".
Le remarco, el bicho con el mejor agarre del mundo, se está despeñando.
Nos acercamos, me señala, la entrada y la salida de una flecha.
No falló el óvido. Atacó el ser humano, como cuando os creéis que vuestros enemigos son quienes se arriesgan para que haya un mejor reparto del dinero para todos y piden que aflore todo el dinero escondido y que las tropelias de quienes llaman desde sus poltronas para que se amañen elecciones o se publiciten mentiras.
Concluye la oveja, abrazándome, un día descubríis que esos, os han atravesado con la flecha al eximir al más poderoso de pagar impuestos que aunque lo hubieran hecho, vivirían mil vidas mejor que vosotros.
Os negaréis a asustaros, porque sería negaros a vosotros mismos cuando veáis que tiene los arcos y quienes los jaleadores del ruido, para despistaros de por donde os viene el peligro, para al final caer en la poza por el lugar menos esperado.
En días como estos, cuando la oveja concluye, me dan ganas de salirme del camino al matadero porque nos llevan embaucados.
Como en un destino trágico, me acerco a ella, la abrazo y nos vamos monte arriba. Ha nevado, pero ¡qué leches! un muñeco de nieve, al menos podremos hacer.
A Julian Assange, y a las periodistas-os honestas que saben que los rebaños ahora casi todos son de lobos, unos hambrientos, otros, son canallas, pero, a todos les pusieron la piel de oveja
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