martes, enero 05, 2021

Ciencia

Releyendo, encuentro instropección, pero ¿Qué me fue de la ciencia?

No pude corresponderla. Tienes que tener la osadía de desnudarte para empezar a vestirte.

Cuando dejas que el Sol te entre por la derecha sobre tu escrito, le va a faltar el frío de una calle helada a la que no es capaz de calentar una luz invernal.

 En el papel especulas soluciones que te incumben; en la calle confrontas con quién ese papel lo ve desde la izquierda, o desde  un plano cenital o una luz artificial que tapa párrafos o revela tintas humanas, distintas a tu particular mundo.

En la nieve pura, que se deshiela a duras penas, fluye el temblor del desconocimiento, o las palabras de la niña que te comprendió incompleto para ser científico. 

Hubo un tiempo en el cual encontraste un hombre en búsqueda. Te guió en un proyecto común para saber las hojas del río Henares o los animales que bebían de sus aguas. 

Pasean los corzos, acecha un felino blanco entre los copos de nieve.

 ¿Están cerca quienes acechan para darte el resultado absoluto?

 El señor D. Gato baila con la impudicia de saberte cómodo en tu mecedora, abrazadora. Saltimbanquis risueños, desvergonzados se mofan de tu perplejidad.

 Entre músicas del siglo XXI sabes que tienes que salir para conocer tu debilidad y saberte parte, con otros, de un proyecto común.

 Te están construyendo paraísos de cartón piedra con tu dinero, para sembrarse sus propiedades de riqueza. 

Por eternidades, si te adormeces en sus soniquetes de propaganda por correspondencia a sus beneficios obscenos, les proclamaras dioses. Un día, por el contrario, te verás privatizadas tus pensiones. Expuestas al carrusel de apostadores de Bolsas. Habrás pagado por inyectarte, cuando ya estás pagando a enfermeras, infrautilizadas o precarizadas y habrás visto el cartel por su amada LIBERTAD, a quien precariza las condiciones de otras alumnas. Todo por SU libertad.

No, no podrás cientificar la conversación sobre química que, con las puertas abiertas, tras el confinamiento oíste en un aula, para tu perplejidad, entre una antigua alumna y su profesor. 

Solo sabes que el río Henares, o la Meuse, están llamando a la puerta de cada una de las personas que se trezan futuros para decirles, que la parte Climática también es esencial para su supervivencia.

Maldita Ciencia, nos reclama el respeto por el conocimiento, para nuestro propia identidad. 

El Sol entrante por mi diestra busca deshacer el paisaje de un tren lanzado al vértigo de lo no confrontado

Se reivindican eficientes, pero con sus trajes bufones, te lanzan sortilegios y al final

If not for you

- sus palabras serían venenos ignotizadoras

- las barcas las habitarian mis demonios y 

- sin AFG, habría menos visualización de otros mundos posibles




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