sábado, octubre 03, 2020

Impunes pero mortales

 Termino de correr; hoy es día de sentirse un poco ligero, después de llevar durante esta semana dos bloques de hormigón tratando de levantarlos con la grua de mi experiencia y una cierta preparación física.

  A doscientos metros en el cruce de la calle Zaragoza, en plena intersección, en la estrecha calle que comienza, veo un coche que empieza a girar, vamos una locura. Tiene que estar muy loco, me pienso.  Un autobus que le podría haber arrollado, debe esperar que termine las maniobras; porque me he percatado que no le da vergüenza terminar ese giro que puede molestar a tres vías. 

Me acerco, me había fijado en el autobus, pero al mismo coche se le había adelantando alguien. Ha tirado recto en la rotonda, no lo puede permitir, durante 30 metros le da las larga. 

Debe ser que soy mayor, ¡qué desvergüenza!, ¿quién habrá sido?. 

La contestación; en ese semáforo donde ha girado. un grupo de jóvenes, se prepara, hoy, cuando todo está desbocado para ir de botellón. Llego a ellos, otros tres, se juntan, venían de donde yo. Palabras de colegueo. 

Joder, me gustaría saber sus nombres y esperar un tiempo que ha pasado con los familiares de cada uno.

Domina la sinrazón; el coche era la metáfora de estos tiempos. La exhibición de la prepotencia. 

A los jóvenes les ha hecho gracia mis apariencias. Me hago el ofendido; olvido mi vena de gusto por la exhibición y el payasismo, que no he desarrollado para darle dignidad.

Unos metros más adelante, aún enfadado por tal sensación de impunidad; me viene el recuerdo de la juventud, el Octubre de ya hace 39 años. La juventud inconsciente. ¡Qué puedo recriminar! Siempre nos creemos inmortales.

Antes, una llamada,  CTXT, un períodico digital, con unos artículos de puro respeto a la información, al conocimiento y a la capacidad de sus lectores. Se asoma a nuestra ventana. No girará a lo loco, no será encendido en sus trabajos por las llamas de un alcohol de mentiras y medias verdades.

A nuestro periódico, no le acompañan las sonrisas de complicidad que gastan los sujetos en profunda simbiosis de los periódicos, no de éxito, sino de recursos basura, con políticos con acciones propias de pocilgas .

 Se hace duro escuchar los panegíricos de mercaderes de noticias de sus amaestradores con látigos de dinero que les tienen dóciles y raudos en expulsar noticias como se alejan las deposiciones. En una ráfaga, veía la desvergüenza del poder protegido, enfrente de un micrófono sacado de las profundidades de las cloacas más adyectas y vomitivas. 

Aquí, con ellos, no hay juventud, es el eterno dominio. Ese que cuestiona la convivencia, por querer mantener siempre el poder y denigra a su oponente, hasta conseguir crear un clima, no de respeto a una situación alarmante, nunca fácil, siempre proclive a descontrolarse; sino de hastío y descrédito por todo, que mata. En la basura, el puerco se regodea

Estoy orgulloso de colaborar con CTXT; el periodismo honesto, navega siempre con vientos contrarios, de los grandes titulares sin cimientos; de los serviciales canallas rompedores de convivencia. Son vientos rolantes que se adaptan a los accidentes de obstáculos terrestres, marinos, aéreos. 

No sabemos como ayudar a la juventud, para que no sólo escuchen las sirenas.

Navegué muy poco; en lo poquito, un grumete, puede ayudar a sujetar una escota, que tense la vela, para alejarnos del mal periodismo y de la soberbía juvenil.


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