Siempre este 19 de Octubre, viene con la ausencia de José Luis Poves, ya, 39 años. Un sábado que siempre se quería prolongar, entonces incluso, en las discotecas de los pueblos. Eramos jóvenes, porque tener miedo, si la vida se desbordaba por cada poro. Él con su chica, a la que le habría dicho que le había fichado el Leganes. Yo con mi fútbol en directo, ese año, me habían dado un carnet para ver los partidos gratis, de cualquier división. Ese día, ¿qué fue? quizás el Granada, ¡qué importa!.
Semanas antes, en el tren, habíamos ido a ver, otro partido del Madrid. No bebías, y con el famoso botillo, te ví por primera vez. Lo habíamos mezclado, me imagino que sería con fanta. ¡Gente de arte y buen gusto!
Ese día, no. Tocaba ir sólo y luego en la estación, si estabáis, pues venga donde tocará. No estabáis; baje en el centro, del bus, la noche no se podía terminar. Hasta, las tantas. Una luz se encendió cuando entraba en el portal.
Una luz se apago a la mañana siguiente, ya la derbi 49, no me la dejarías para encabritarla, sin tan siquiera haberla montado. Joder, José, el otro día, ví que yaces junto a Carmen, tu madre. Tu amor por la madre, me impresionaba, tu delicadeza con ella. Ella, esa caricia por segundo lo hecho en falta para el resto de su vida.
Ahí andábamos, el lunes siguiente empezaba Magisterio, ¡qué tiempos!, finales de Octubre y comienzo allí, en la calle Madrid del primer curso. Tarde ibamos pero llegamos. ¡Cómo hemos amado la enseñanza!, con errores, desazones, alegrias, experimentos, descubrimientos y siempre, ellos y ellas, los alu
Primer día, caído en un abismo, y allí estaba ella. Fue mirar dos filas por delante y quedarme prendado. El problema es que ese estadio vital, era tal y como se nombra. De ahí, no me baje para humanizar mis platonismo que siempre pese que era de primero, de segundo y postre. Ella lo supo, pero yo...., no era Neruda, ni brillaban, entonces, las estrellas en el cielo.
La vida, ya fue diferente. Con el tiempo, con los viajes, con las aguas, con los proyectos de por medio, aún con todo ello, tu ausencia se fue haciendo más grande.
Ya no quiero especular con lo que hubiera sido todo. Tus triunfos, tus goles, infinitos en la "calle muerta" y en el Forja, y luego en el juvenil del Guadalajara.
Sólo sentir que en lo que soy, en lo que pienso, siempre existe un agujero negro de desazón y de ausencia, pero que tu eras fuerza, para que el pequeño incendio que habíamos organizado en el barrio y que entre cuatro no podíamos apagar, lo hicieras tú. Resuelto y directo.
Ahora, cuando envían la enésima patochada sobre política, elaborada con fines simplistas, yo, lucho, como puedo; para con fuerza y si, un poco de dinero, ayudar a quienes siento que son honestos para construir una mejor sociedad.
El tesón, lo tengo, como te lo ví, en tantos y tantos partidos. ¿vendrá de ahí?. Luego también fuí cabezota haciendo maratones y medias maratones y sobre todo, duros entrenamientos. Me lo había recordado mi primo, José Luis, al decirme Poves, se mueve por todo vosotros. En la carrera, después quizás esa enseñanza me hizo conseguir metas jamás soñadas con mi parsimonia futbolera.
En ello andamos, tesón para colaborar con medios honestos como CTXT, carnecruda y tener la convicción que el recuerdo de aquel tiempo común, infinito, de remates de cabeza bajo mi ventana, de partidos repetidos sin horas de clase, de calles sin casa, fue corto; no se pudo alargar.
Ahora, feliz de bailar, intentar enseñar a alumnas y alumnos de los que aprendo, tú siempre ese 19 de Octubre y cada uno de los días del año, me visitas en la memoria, para intentar ser un poco mejor.
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