lunes, diciembre 30, 2019

Aqui la tierra, ¿me escucha?

- ¡Vaya mierda publicas!, ¿Es para cerdos?
- ¡Válgame dios! el hombre que cabalga por el agua
- Perdón, sólo tabarko, sin mucho humo y rodeado de ceniceros donde apoyarme en caso de cansancio. Te preguntaba si das de comer los despojos, de los despojos que quedaron ayer, del atronadero de pisadas al cebadero. Nada de lo que pones podría pasar un tratado de comida basura, no tiene un mínimo de carne decomisada en los cubos de basuras de centros sociales.
¿quién te paga tus dietas de desintoxicación?
- ¡te demandaré!, ¡te marcaré la senda hacia los barrizales!, ¡sóy su dios!
- Aunque fueras sólo el portero, ¿cómo puedes ir en "Platundo" soltando las pedorretas del cataplasma pútrido que te manda expulsar? ¿Se hizo tu estereotipia a la tinta de los pozos sépticos?

- No me faltes, soy la referencia de los hombres de choque que cabalgan soñándose en éxito, pero que podrían alimentarse sólo del odio y aún así encorbatarse para lucir las crestas de sus egregias ignorancias, mientras les entre el grano, expulsado de la plaza por cuchillas adiestradas en súblimes nadas.

- Difícil tarea contigo, beberías aguas pantanosas, si con ella supieras que en mi vaso, entraría la cícuta, no del programa 1, 2, 3 sino de las tacañas tetricas, mercurias de la muerte.

- Si, "Platundo" es de los ricos, servil es ser ejecutor de las postraciones

- How many times, will man be a slave, before their mind will look for their own answers?

Camina y busca a quien te busca, porque el miserable siempre lo encontrarás con sus letras de luces de lenocidio. Se venden para vagar en coches, sin motor. Sólo lucirse con sus estómagos de hiena

Son piedras con las que ruedo, sólo quieren imponer su violencia; aquí, en un cansancio infinito sigo esquivándolas, allí, a lo lejos puedo ver gente que me ofrece su mano. Sus piedras rodantes no pararán jamás, ¿Por qué no buscarnos siempre? Sentir las manos del diferente alivian las fatigas.

Piedras rodantes, nuestros silencios son las manos que encuentran en el diálogo el sudor de los días para levantarnos en las caídas. Busca la respuesta en el aire, no el ruido de los golpes de las piedras.


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