Treinta años de luchas, tremendos enfrentamientos con aquellos vecinos que estaban sentados en la parcela 23 de la parte norte según subías de la mina. La mujer, agotada, se levantaba para tomar un poco de agua. Se había rodeado de pulcros botones, tallados en maderas de las riberas recuperadas a las invasiones de detritus por los abandonos y ahora lucían espléndidas, magníficas, premonición de nuevas posibilidades. Esos botones se ajustaban a chaquetas que eran portadas por personas intercambiables. Cada tiempo ofrecía seres dispuestos a las execrables bajezas. con vistas a ser tenidos por guías de árboles, soñando que estos alguna vez le seguirían.
Aquella tarde, mientras ella bebía de la fuente, que manaba el agua filtrada por piedras, ramas entre habitáculos de los pequeños seres que descansaban de sus laboriosos cortos periodos de acción, penso que aquel zopenco con patas en la comisura de los labios, quizás por babear tantas sumisiones, si se le acercaba con trapo, le encomendaría la tarea de limpiar aquellas parcelas, testigos de tantos embates de amor.
Por desgracia, cuando llegaba el señor perteneciente a los botones, que le habían encerrado en un traje de felpa, pensándose él, de seda, percatándose de su poco valor, de la inconsistencia de sus labios caidos por andar siempre de morros con los enemigos de sus amos, saco la enseña, como para decirla a ella, que eso era lo que valía.
Ella, saciada del agua, ahora, si con una irritación que suplía al tiempo del decaimiento, se dirigía al niño de botones: ¿qué será lo siguiente que hagas? subirte al asta, como si siempre, para intentar que no te confundas como una chaqueta, la de sirviente; pero ellos, no son sirvientes, y además tienen mucha más dignidad que la tuya. Continúo ella, no, no te subirar, al menos con la bandera. Si quieres, tu sólo, desnudo de todos tus ropajes.
- Soy yo, miradme, aquí arriba, vuestro guía, vuestra referencia
Ella veía que el asta, cada vez crecía, más y más y ya, sólo le escuchaban los otros hombres de los botones, por si muchos, incautos, se paraban allí, como esperando algo, y al final, el astero caía sobre ellos y le llevaban en volandas, creyéndose él, haber sido investido como salvador.
Lo que le resultaba extraño a ella, era que los astados, por su subida a los palos, cada vez eran más, y por momentos sus colchones, de muelles, sin futuro, se hacían bola para que al caer les rodarán.
Comprender no debe ser tan fácil, cuando siempre te han dado las estrellas a seguir
martes, diciembre 31, 2019
lunes, diciembre 30, 2019
Aqui la tierra, ¿me escucha?
- ¡Vaya mierda publicas!, ¿Es para cerdos?
- ¡Válgame dios! el hombre que cabalga por el agua
- Perdón, sólo tabarko, sin mucho humo y rodeado de ceniceros donde apoyarme en caso de cansancio. Te preguntaba si das de comer los despojos, de los despojos que quedaron ayer, del atronadero de pisadas al cebadero. Nada de lo que pones podría pasar un tratado de comida basura, no tiene un mínimo de carne decomisada en los cubos de basuras de centros sociales.
¿quién te paga tus dietas de desintoxicación?
- ¡te demandaré!, ¡te marcaré la senda hacia los barrizales!, ¡sóy su dios!
- Aunque fueras sólo el portero, ¿cómo puedes ir en "Platundo" soltando las pedorretas del cataplasma pútrido que te manda expulsar? ¿Se hizo tu estereotipia a la tinta de los pozos sépticos?
- No me faltes, soy la referencia de los hombres de choque que cabalgan soñándose en éxito, pero que podrían alimentarse sólo del odio y aún así encorbatarse para lucir las crestas de sus egregias ignorancias, mientras les entre el grano, expulsado de la plaza por cuchillas adiestradas en súblimes nadas.
- Difícil tarea contigo, beberías aguas pantanosas, si con ella supieras que en mi vaso, entraría la cícuta, no del programa 1, 2, 3 sino de las tacañas tetricas, mercurias de la muerte.
- Si, "Platundo" es de los ricos, servil es ser ejecutor de las postraciones
- How many times, will man be a slave, before their mind will look for their own answers?
Camina y busca a quien te busca, porque el miserable siempre lo encontrarás con sus letras de luces de lenocidio. Se venden para vagar en coches, sin motor. Sólo lucirse con sus estómagos de hiena
Son piedras con las que ruedo, sólo quieren imponer su violencia; aquí, en un cansancio infinito sigo esquivándolas, allí, a lo lejos puedo ver gente que me ofrece su mano. Sus piedras rodantes no pararán jamás, ¿Por qué no buscarnos siempre? Sentir las manos del diferente alivian las fatigas.
Piedras rodantes, nuestros silencios son las manos que encuentran en el diálogo el sudor de los días para levantarnos en las caídas. Busca la respuesta en el aire, no el ruido de los golpes de las piedras.
- ¡Válgame dios! el hombre que cabalga por el agua
- Perdón, sólo tabarko, sin mucho humo y rodeado de ceniceros donde apoyarme en caso de cansancio. Te preguntaba si das de comer los despojos, de los despojos que quedaron ayer, del atronadero de pisadas al cebadero. Nada de lo que pones podría pasar un tratado de comida basura, no tiene un mínimo de carne decomisada en los cubos de basuras de centros sociales.
¿quién te paga tus dietas de desintoxicación?
- ¡te demandaré!, ¡te marcaré la senda hacia los barrizales!, ¡sóy su dios!
- Aunque fueras sólo el portero, ¿cómo puedes ir en "Platundo" soltando las pedorretas del cataplasma pútrido que te manda expulsar? ¿Se hizo tu estereotipia a la tinta de los pozos sépticos?
- No me faltes, soy la referencia de los hombres de choque que cabalgan soñándose en éxito, pero que podrían alimentarse sólo del odio y aún así encorbatarse para lucir las crestas de sus egregias ignorancias, mientras les entre el grano, expulsado de la plaza por cuchillas adiestradas en súblimes nadas.
- Difícil tarea contigo, beberías aguas pantanosas, si con ella supieras que en mi vaso, entraría la cícuta, no del programa 1, 2, 3 sino de las tacañas tetricas, mercurias de la muerte.
- Si, "Platundo" es de los ricos, servil es ser ejecutor de las postraciones
- How many times, will man be a slave, before their mind will look for their own answers?
Camina y busca a quien te busca, porque el miserable siempre lo encontrarás con sus letras de luces de lenocidio. Se venden para vagar en coches, sin motor. Sólo lucirse con sus estómagos de hiena
Son piedras con las que ruedo, sólo quieren imponer su violencia; aquí, en un cansancio infinito sigo esquivándolas, allí, a lo lejos puedo ver gente que me ofrece su mano. Sus piedras rodantes no pararán jamás, ¿Por qué no buscarnos siempre? Sentir las manos del diferente alivian las fatigas.
Piedras rodantes, nuestros silencios son las manos que encuentran en el diálogo el sudor de los días para levantarnos en las caídas. Busca la respuesta en el aire, no el ruido de los golpes de las piedras.
Vaya bronca, ¡qué me voy!
No he podido terminar el café y ya salgo pitando, por no oírte. La mesa se ha levantado antes de tiempo y ha dejado mi taza a la altura del extractor. Claro, yo, otro día le podía haber seguido el juego, pero es que mi silla, se ha desplazado al fregadero, junto a la ventana, por donde, cuando friego, puedo ver la niña jugar; hoy, sentado, ni tan siquiera podía fregar el tenedor, con el que arranque ayer el exprimidor. ¿Qué hace? me pregunta, mirando la copa del árbol que plantamos cuando el terreno, aún no era nuestro.
Divagaba, la primera opción podía ser que llamará al asiento del coche que estaba en el garage cargándose, sabía de las reticencias que tienen los enchufes para dejar salir cualquiera de las piezas del auto cuando él está en plena faena. Tiene un sentido de la propiedad muy elevado; como diciéndose, si yo me entrego en la totalidad cuando nos ensamblamos porque ese vehículo va a estar pesando en acudir a otro. En fín, le podría comprender, me pasaba en el pasado y por eso, quizás no consume una plena relación. Bueno, si no era esa pieza, llamaría al palco donde ayer había estado escuchando a Bob, si ese que todos sabéis. quizás me podría prestar el sofá donde ella, si ella, y yo había revivido la intensidad de las letras, saliéndonos por un día de nuestro "desolation row". Además si acudía, esa cómoda poltrona podría elevarme a la altura de la ventana y con mi niña, ir a ver jugar al mago Luka.
Pensado, pensado...., y no realizado, porque en el tercer pensamiento, cuando se iba a cumplir mi deseo. Ella, si, esa chica que me vuelve loco desde que nació, estaba volando, entre las crestas de su árbol y la de los otros, mis antepasados que en las tormentas se agitaban para recordarme que les recordará. Yo, que vivo, intentado a cortos pasitos, acercarme a su pertenencia a la naturaleza. En ellos había un tipo de supervivencia, ahora creo que, en otro tipo de necesidad, mis pasos deben contribuir a cuidar el pequeño espacio que me corresponde.
Así que, en ese momento me veo, persiguiendo con la mirada cada una de las paradas de la pequeña. Ahora, con la ardilla, que le regala un piñón, será por lo de estar a partirlo entre los dos. Ahora con el concienzudo tordo, perseguidor de las viñas de mis vecinas, pero claro como la niña le da carrete, pues hete que la monta por encima de la copa del árbol más alto.
¡Que no puede contigo!, ¡!Que no puede contigo!, yo, gritando desaforado por encima del ruido del agua. Estos sistemas modernos, se creen que porque me acerque, voy a querer agua. ¿Y si la cartera ha llamado dos veces?
Por un momento, me pareció que la niña llevaba al tercer personaje, pues desde mi ventanal, asi me lo parecían, un lince. Pero, ¡eh!, ¡eh!, en un momento de pánico salieron de mi radio de visión. Pánico, es poco, ¡no pueden haber sobrevivido!, para al segundo siguiente, aparecer ellos, en la ventana, el lince y mi adorable niña, juguetones, risueños, amorosos, cogidos de la mano. Sentí que pronto, empezaría a desaparecer de mi vida, la silla parecía que se hundía aún más. Pero ellos, ya habían entrado en la cocina, habían lavado toda la vajilla que 20 personas habían manchado en aquella extraña reunión. Y se habían ido, lamentando que siempre, siempre, cuando llegaba ese momento, me inventaba cualquier excusa para no fregar. Allí, en la puerta, erguido, orgulloso del cocido preparado, miraba el patinete cósmico en el que ahora viajaban. ¿Cuánto tiempo tardarían en llegar a la civilación tantálica?
Al fondo, perdidos ya de vista, observé que tenía que pasar la desbrozadora
Divagaba, la primera opción podía ser que llamará al asiento del coche que estaba en el garage cargándose, sabía de las reticencias que tienen los enchufes para dejar salir cualquiera de las piezas del auto cuando él está en plena faena. Tiene un sentido de la propiedad muy elevado; como diciéndose, si yo me entrego en la totalidad cuando nos ensamblamos porque ese vehículo va a estar pesando en acudir a otro. En fín, le podría comprender, me pasaba en el pasado y por eso, quizás no consume una plena relación. Bueno, si no era esa pieza, llamaría al palco donde ayer había estado escuchando a Bob, si ese que todos sabéis. quizás me podría prestar el sofá donde ella, si ella, y yo había revivido la intensidad de las letras, saliéndonos por un día de nuestro "desolation row". Además si acudía, esa cómoda poltrona podría elevarme a la altura de la ventana y con mi niña, ir a ver jugar al mago Luka.
Pensado, pensado...., y no realizado, porque en el tercer pensamiento, cuando se iba a cumplir mi deseo. Ella, si, esa chica que me vuelve loco desde que nació, estaba volando, entre las crestas de su árbol y la de los otros, mis antepasados que en las tormentas se agitaban para recordarme que les recordará. Yo, que vivo, intentado a cortos pasitos, acercarme a su pertenencia a la naturaleza. En ellos había un tipo de supervivencia, ahora creo que, en otro tipo de necesidad, mis pasos deben contribuir a cuidar el pequeño espacio que me corresponde.
Así que, en ese momento me veo, persiguiendo con la mirada cada una de las paradas de la pequeña. Ahora, con la ardilla, que le regala un piñón, será por lo de estar a partirlo entre los dos. Ahora con el concienzudo tordo, perseguidor de las viñas de mis vecinas, pero claro como la niña le da carrete, pues hete que la monta por encima de la copa del árbol más alto.
¡Que no puede contigo!, ¡!Que no puede contigo!, yo, gritando desaforado por encima del ruido del agua. Estos sistemas modernos, se creen que porque me acerque, voy a querer agua. ¿Y si la cartera ha llamado dos veces?
Por un momento, me pareció que la niña llevaba al tercer personaje, pues desde mi ventanal, asi me lo parecían, un lince. Pero, ¡eh!, ¡eh!, en un momento de pánico salieron de mi radio de visión. Pánico, es poco, ¡no pueden haber sobrevivido!, para al segundo siguiente, aparecer ellos, en la ventana, el lince y mi adorable niña, juguetones, risueños, amorosos, cogidos de la mano. Sentí que pronto, empezaría a desaparecer de mi vida, la silla parecía que se hundía aún más. Pero ellos, ya habían entrado en la cocina, habían lavado toda la vajilla que 20 personas habían manchado en aquella extraña reunión. Y se habían ido, lamentando que siempre, siempre, cuando llegaba ese momento, me inventaba cualquier excusa para no fregar. Allí, en la puerta, erguido, orgulloso del cocido preparado, miraba el patinete cósmico en el que ahora viajaban. ¿Cuánto tiempo tardarían en llegar a la civilación tantálica?
Al fondo, perdidos ya de vista, observé que tenía que pasar la desbrozadora
domingo, diciembre 29, 2019
12 años en un cambio climático esclavo del consumismo
Refundición de un escrito del 2007-07-03
Busco reconocerme en escritos del pasado. No sé si mi escritura se ha enriquecido a la paz que mi imaginación ó si pertenezco ya al mundo de la aceptación, a ese donde dicen que quien sigue siendo izquierdista de mayor, es que no ha evolucionado. En mí, puede haber sido una involución absoluta. Creo en la necesidad de la intervención del Estado, pero de un Estado, formado por ciudadanos activos, incluidos en él como parte operante.
En el siguiente escrito, de Julio del 2007, entro en reflexiones para reactivar el mensaje que ya, entonces, me llamaba la atención; el cambio climático.
Confirmo en el siguiente párrafo que era el
cambio climático, una de mis preocupaciones; hoy, en esos doce años pasados;
consciente de la batalla de la comunicación que siempre ganan las grandes
multinacionales, por recursos, por, con ellos, lanzar espumarantes periodistas
a la ejecución de mordiscos preventivos, hago una alabanza de quienes se
exponen, para que los supérfluos, les busquen, sólo a ellos, en sus
justificaciones de ir comprendiendo el desastre por llegar. Seres humanos
expuestos, a día de hoy Greta Thunberg. Inteligencia sin título, que tiene más
de doctor que quien enmarcado, escupe sus conocimientos, con mezclas de
mercadeo.
Soluciones de las que participo
- 11 de Enero, película de "Mañana" y acciones en el pueblo. 19h.
- 18 de Enero, como cuidar el bosque de entrada al "Alto Tajo"
- 25 de Enero, como alimentar a la naturaleza que nos protege. Las abejas
Me planteaba entonces a quien escuchar. Menciono
a Avaaz, me imagino que la acción que anuncio se diluyo en el ritmo infernal
que nos guía, pero sin embargo, ahora, en España, Ecologistas en Acción, en
todos los lugares Greenpeace, intenta colar sus mensajes preventivos. Oía a Bop
Pop está mañana: En un mundo en el que en el trabajo nos tienen absorbidos
hasta en nuestras últimas fuerzas, ¿para qué? para consumir lo mismo que nos
vuelve a atar; es más fácil que llegué el discurso facilón de los descerebrados
a poco que introduzcan en su mensaje: amor a la patria, confianza en un mañana
eterno que nos eleve de nuestras miserias actuales y mucha seguridad, sobre
todo de los de arriba, donde nos hacen pensar que estamos
Menciono, más abajo, mi incredulidad acerca de
que quien se hicieron millonarios, no supieran del daño que estaban haciendo.
Era demasiado goloso, ganar dinero, más que nunca, con los gastos, ahora
reducidos porque habían miserizado a la población. Fondos buitres que
construyen supergranjas de alimentos, sabiendo que generarán un déficit hídrico
mayo y que serán defendidos por políticos killers. ¿No hay nadie, en esta
sociedad que se atreva a exponer la realidad de un crecimiento ilimitado como
forma de exterminio de otra parte del cuerpo?
Nunca vino nadie a casa, aunque hacia un
llamamiento para empezar a extraer conclusiones que nos ayudarán a avanzar.
Entonces, ya había empezado a perder contacto con los grandes grupos de
personas; ahora, en Huetos, más aislado, más consciente de mi pertenencia a la
sociedad, desde mi crecimiento personal, hago un llamamiento, en el cual, creo
que será igual de atendido, pero, lo anunciaré más y me implicaré de forma
activa. Aunque los horarios, como indico arriba, serán diferentes.
- Por ello, y con este primer punto de partida, la construcción, os hago una invitación para que este sábado 7 de Julio, en mi casa, a las 15 horas, podáis pasaros para expresar vuestras ideas, para realizar algo creativo.
El largo párrafo final es la narración de un
fracaso. Con la perspectiva de ahora, la cocina permaneció impoluta, el tablón
de sugerencias, vacío y a las energías, nos encadenaron de una forma impúdica
para ser asaltados los consumidores y agraciados los apostadores bursátiles.
Todo ello, sería una derrota, si no pudiera afirmar que las puertas, poco a
poco, me las he ido abriendo. Introducirme en el campo, a golpes Charlotianos,
pertenencia a cooperativas de consumo sostenible, mi cielo Rincón Lento, y
gastar luz con SOM energía, son principios, son pasos, el texto de abajo, es la
aparición de ese ser que se da cuenta que algo no va bien y que se hace
portador de una carta para que en el recuerdo, nuestros Yos se activen
Un abrazo y la lucha por un mundo mejor desde el conocimiento y la visión del otro
Busco reconocerme en escritos del pasado. No sé si mi escritura se ha enriquecido a la paz que mi imaginación ó si pertenezco ya al mundo de la aceptación, a ese donde dicen que quien sigue siendo izquierdista de mayor, es que no ha evolucionado. En mí, puede haber sido una involución absoluta. Creo en la necesidad de la intervención del Estado, pero de un Estado, formado por ciudadanos activos, incluidos en él como parte operante.
En el siguiente escrito, de Julio del 2007, entro en reflexiones para reactivar el mensaje que ya, entonces, me llamaba la atención; el cambio climático.
Abrir
el blog, es de alguna manera salir del armario. Pongo luz a escritos,
reflexiones, en su mayoría muy pocos cuidados, que he ido colgando en este blog
pero que no conocía nadie, ni su procedencia ni su nombre
Soluciones de las que participo
- 11 de Enero, película de "Mañana" y acciones en el pueblo. 19h.
- 18 de Enero, como cuidar el bosque de entrada al "Alto Tajo"
- 25 de Enero, como alimentar a la naturaleza que nos protege. Las abejas
Hoy
os lo comunico porque de mis pensamientos, de mis charlas corriendo, de mis
lecturas muchos sabéis de que pie cojeo, pero no me quiero conformar con ello,
por ello, quiero poner mi granito de arena para luchar contra el cambio
climático.
Estoy
apuntado a Avaaz, movimiento de información y acción alternativa a "lo
institucional" y me comunican que el día 7 julio habrá una emisión por
televisión, por internet para concienciar de esta tremenda situación.
Empiezo
por no creerme, que la gente que esta construyendo de una manera desaforada y
obscena, estén preocupados por crear puestos de trabajo (cobran los emigrantes
el mismo sueldo de hace 15 años), por activar la economía (primero ellos y
porque no queda más remedio, luego los demás),
-
Por cuidar el ambiente (crear necesidades de agua, de servicios, imposibles de
cumplir).
- Por ello, y con este primer punto de partida, la construcción, os hago una invitación para que este sábado 7 de Julio, en mi casa, a las 15 horas, podáis pasaros para expresar vuestras ideas, para realizar algo creativo.
- Sabéis
de mi justa fama de mal cocinero, pero lo intentaré suplir y a la vez me
alienta el poder estar con personas a las que estimo, y a las que no quiero
tener lejos, a la hora de manifestar mi preocupación por este terrible
problema.
-
Puede haber inconvenientes para venir: festivo, julio, pero para mí es una
fiesta saber que os tengo
-
Manifestaros mi lucha por una situación ofensiva para el ser humano. El camino
os lo dejo abierto para que me aportéis ideas sobre el mal uso del agua en el
continente africano.
-
Para buscar soluciones al uso exagerado de la energía (alternativas baratas,
etc.)
Puede que salga algo bonito, o algo aburrido, la puerta estará
abierta. Un abrazo y la lucha por un mundo mejor desde el conocimiento y la visión del otro
sábado, diciembre 28, 2019
Pascal en la plaza
¡Es blanco!, ¡es blanco!, hay empezó la distopia en la que me hallo
envuelto. Pascal Comelade, puso, en aquel tiempo, música a los sonidos que yo
no podía entender cuando eran lanzados por gente que celebraba que el chocolate
fuera, por fin, blanco; ya no tendrían excusa para embadurnar a aquel señor de
aquella crema pegajosa, indeseable, con la que debían impregnar a un vecino del
pueblo. Ahora, si la tableta era de una blancura celestial, no habría rey mago
de otro color mas que del blanco. Yo mientras, al músico, que no se dio
importancia lo había guardado en mi memoria, ya que mis premuras sólo le
permitió invadir mi espacio por un pequeño tiempo, ¿penetrarme?, no lo hizo,
¡válgame los planetas!, pero siempre intuí que era parte de lo que yo quería
componer ante acciones de mis pasos a la danza como guia de mis caídas.
Aquellos del chocolate, fueron pringándose de más y más desquiciamientos, cayendo en mis contradicciones señalaban a los niños ¿"malos"? para, a continuación impunes, afirmar que ellos, en hipótesis, eran el futuro de la continuidad humana. Se agarraban a ser populares con su religiosidad ante las masas, plebes que les observaban, para ser destructores a cañonazos de muchas de sus máximas. Abyectos merodeadores, que habían comprendido que disfrazados en sus sayas encontrarían la protección a sus miserias; que transformaban el amor al prójimo, en el acercamiento carnal al que sometían a sus desprevenidas víctimas, a las que después imputaban las bajezas de sus propios actos.
Cómo en "el cuento de la criada", sentían que su tiempo les había llegado, ahora, y que no podían dejarlo pasar, eran marionetas convertidas en reyes de bastos que acudían ante cualquiera requerimiento para arrasar con la inconsciencia de sus músculos anarbolizados.
Sentían que, en la vaciedad de sus cerebros, no había un abismo con la realidad, porque los grandes mercaderes, como hace 80 años, recuperado el control de la sociedad, o a martillazos, o a vejaciones, o a bendiciones, les harían creer que en ellos existía un equilibrio, que en un malabarista que atraviesa el gran cañón por encima de un mínimo cable, le produciría perplejidad y desazón por verles a ellos andar sin vara equilibradora, con un desparpajo criminal, sobre el hilo que rompe la sociedad.
Vivían alabados por periódicos, descritos en "El director" como serviles propagadores de las grandes falacias, impunes por una libertad de prensa que ellos destripaban al cambiar sus datos a órganos ajenos a esas funciones. Cuando alguien entrega la confianza de elaborar sus respuestas morales a diabólicas maquinarias de colocar letras floridas, grandilocuentes, maximalistas en un orden que destruye los cimientos sobre los que deben sustentarse las relaciones sociales, debe empezar a conocer que su parte de responsabilidad, aún en su pulcritud, agranda los fallos en las conexiones que deben conjuntar una sociedad.
Los tiempos del cansancio a la exposición llegan a quienes extrajeron de sí las armonías que describen un barco navegando en empopada ayudado por el esfuerzo común; pero los mares ser convirtieron en pantanos para que "los roles" de viento desventarán la llegada a otros puertos diferentes a los que hasta entonces habían producido egoísmos, desigualdades y podredumbres. En estos cambios, participaban los que seguían añorando sus privilegios, por encima de la comprensión del daño producido y de los cismas por llegar, vivían demasiado bien gobernando la miseria de los otros.
Demasiados marineros se bajaban ante aquellos ventarrones sin orden, el miedo les arrojaba a islas donde habían cíclopes a los que no se sabían enfrentar y eran engullidos; la desidía les llevaba hasta acantilados que les llamaban con sus sonidos de sirenas acostadas en afiladas piedras, donde se insertaban para ser manecillas guiadas; el colocarse de medio lado, con estos caóticos vientos, les proporcionaban momentos donde sus vidas quedaban desventadas, incapaces de llevar el timón a un lado u otro, por los rotos de las velas, por la pérdida de fuerzas que les hacían hipnotizados seguidores.
Nada, nada quedaba al escrutinio de aquellos bellacos, transformados por programas piratas, en señorones de opiniones estúpidas, transmutadas ahora en concienzudas patadas a la razón, pero, eso sí, vestidas, vestidas, de gloria, si es el caso hasta bendita.
Tiempos para alimentarse ahora de lo pueril, de lo inmediato, como si en el fondo el ser humano se hubiera hecho consciente de su propia destrucción y vencido, saciarse al día, fuera su único y último horizonte.
Ayer, en un espacio pequeño, con movimientos pequeños, en mínimas olas de calor, con un cuerpo apenas móvil, el creador transformó las sombras en ritmos para ser diferente, siendo más humano. En sus melodías arropó la mente para que no se ciñera a la pesadez de saberse controlado, sino que imprimiera dibujos dónde lo imposible es agarrado por sueños bajados a los encuentros para transformar esos mundos podridos de intereses. Pascal Comelade, gracias, cuando te encuentro en los sonidos, gracias cuando te encuentro en las realidades que quisiste transformar con la belleza de tus exploraciones. Si al día, le quieren atrapar con sus arpones. Tú, al amanecer le das vuelo con tus viajes por los océanos de todos los vientos con los que consigues navegar
Aquel intrigante viajero de los sonidos que me acercó a tus creaciones, me embarcó en un catamarán, en el que como en aquel breve viaje por el cabo de Rosas, siento el vértigo de no saber gobernar mi propio barco, cuando los vientos crecen; pero estos me dicen, conócenos, no te empequeñezcas y esos sonidos te harán arribar a unos de tus Itacas, el embellecido por Lluis Llach
Aquellos del chocolate, fueron pringándose de más y más desquiciamientos, cayendo en mis contradicciones señalaban a los niños ¿"malos"? para, a continuación impunes, afirmar que ellos, en hipótesis, eran el futuro de la continuidad humana. Se agarraban a ser populares con su religiosidad ante las masas, plebes que les observaban, para ser destructores a cañonazos de muchas de sus máximas. Abyectos merodeadores, que habían comprendido que disfrazados en sus sayas encontrarían la protección a sus miserias; que transformaban el amor al prójimo, en el acercamiento carnal al que sometían a sus desprevenidas víctimas, a las que después imputaban las bajezas de sus propios actos.
Cómo en "el cuento de la criada", sentían que su tiempo les había llegado, ahora, y que no podían dejarlo pasar, eran marionetas convertidas en reyes de bastos que acudían ante cualquiera requerimiento para arrasar con la inconsciencia de sus músculos anarbolizados.
Sentían que, en la vaciedad de sus cerebros, no había un abismo con la realidad, porque los grandes mercaderes, como hace 80 años, recuperado el control de la sociedad, o a martillazos, o a vejaciones, o a bendiciones, les harían creer que en ellos existía un equilibrio, que en un malabarista que atraviesa el gran cañón por encima de un mínimo cable, le produciría perplejidad y desazón por verles a ellos andar sin vara equilibradora, con un desparpajo criminal, sobre el hilo que rompe la sociedad.
Vivían alabados por periódicos, descritos en "El director" como serviles propagadores de las grandes falacias, impunes por una libertad de prensa que ellos destripaban al cambiar sus datos a órganos ajenos a esas funciones. Cuando alguien entrega la confianza de elaborar sus respuestas morales a diabólicas maquinarias de colocar letras floridas, grandilocuentes, maximalistas en un orden que destruye los cimientos sobre los que deben sustentarse las relaciones sociales, debe empezar a conocer que su parte de responsabilidad, aún en su pulcritud, agranda los fallos en las conexiones que deben conjuntar una sociedad.
Los tiempos del cansancio a la exposición llegan a quienes extrajeron de sí las armonías que describen un barco navegando en empopada ayudado por el esfuerzo común; pero los mares ser convirtieron en pantanos para que "los roles" de viento desventarán la llegada a otros puertos diferentes a los que hasta entonces habían producido egoísmos, desigualdades y podredumbres. En estos cambios, participaban los que seguían añorando sus privilegios, por encima de la comprensión del daño producido y de los cismas por llegar, vivían demasiado bien gobernando la miseria de los otros.
Demasiados marineros se bajaban ante aquellos ventarrones sin orden, el miedo les arrojaba a islas donde habían cíclopes a los que no se sabían enfrentar y eran engullidos; la desidía les llevaba hasta acantilados que les llamaban con sus sonidos de sirenas acostadas en afiladas piedras, donde se insertaban para ser manecillas guiadas; el colocarse de medio lado, con estos caóticos vientos, les proporcionaban momentos donde sus vidas quedaban desventadas, incapaces de llevar el timón a un lado u otro, por los rotos de las velas, por la pérdida de fuerzas que les hacían hipnotizados seguidores.
Nada, nada quedaba al escrutinio de aquellos bellacos, transformados por programas piratas, en señorones de opiniones estúpidas, transmutadas ahora en concienzudas patadas a la razón, pero, eso sí, vestidas, vestidas, de gloria, si es el caso hasta bendita.
Tiempos para alimentarse ahora de lo pueril, de lo inmediato, como si en el fondo el ser humano se hubiera hecho consciente de su propia destrucción y vencido, saciarse al día, fuera su único y último horizonte.
Ayer, en un espacio pequeño, con movimientos pequeños, en mínimas olas de calor, con un cuerpo apenas móvil, el creador transformó las sombras en ritmos para ser diferente, siendo más humano. En sus melodías arropó la mente para que no se ciñera a la pesadez de saberse controlado, sino que imprimiera dibujos dónde lo imposible es agarrado por sueños bajados a los encuentros para transformar esos mundos podridos de intereses. Pascal Comelade, gracias, cuando te encuentro en los sonidos, gracias cuando te encuentro en las realidades que quisiste transformar con la belleza de tus exploraciones. Si al día, le quieren atrapar con sus arpones. Tú, al amanecer le das vuelo con tus viajes por los océanos de todos los vientos con los que consigues navegar
Aquel intrigante viajero de los sonidos que me acercó a tus creaciones, me embarcó en un catamarán, en el que como en aquel breve viaje por el cabo de Rosas, siento el vértigo de no saber gobernar mi propio barco, cuando los vientos crecen; pero estos me dicen, conócenos, no te empequeñezcas y esos sonidos te harán arribar a unos de tus Itacas, el embellecido por Lluis Llach
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