Empezamos nuestros pasos cogidos de la mano.
Un día descubrimos que los caminos eran sólo suyos
sin árboles, sin piedras donde descansar.
Las únicos cantos encontrados eran para tropezar.
veinte años
Mirábamos y rebuscábamos para entender tanto guía
tarde, o quizás exhaustos, intuimos que destruían
Esclavos ellos de fetiches, verdades y economías
Algo más que una apuesta por el trilingüismo
Decían que sus nuevos eternos cielos, limpiarían
Exhibiéndose ellos ajenos, a sus negras fechorías
Parálisis catódica, nos entristecía por la crecida
¡Avanzas!, oirás tenebrosas elegías; mas se tú
Victimas de la LOGSE
Hubo errores, el mayor buscar ser
cegado, dinero escondido empalado
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