Manuel Rivas, Ferrer anticipó la Teología dela liberación;la Vanguardia
A veces te asaltan, entre tus pequeños pasos, la petición de compartir la caridad, cuando quien la exhibe se está vendiendo.
A veces, ves a caminantes que forman redes de solidaridad popular para que quien ahora recibe, sepa que él es tan poderoso como el que da, porque también tiene la capacidad de dar.
A veces, un escritor para, y sale del mundo en el que se había embarcado, para echando el ancla en esa singladura, viajar a contemplar los caminos abiertos del viajero que decidió compartir, entre la pobreza, el descubrimiento de las capacidades de cada uno de esos seres desposeídos. No les dió más que la mano con la que abrieron puertas para sentarse mirando a los ojos y ver entre sus actos, un mundo posible.
A veces, demasiadas pocas veces, tras querer embarcar, te enfrascas en miles de descubrimientos superfluos, olvidando rodearte del cariño de los seres a los que entregas un poco de tí, sino lo más banal, si guardándote la palabra que comparta sueños. Y sientes que esos dos seres que crecieron sabiéndote vivo, añoran que hubieran podido mostrarte la luz que están continuamente irradiando entre los suyos, ya despertadas del letargo de las carencias paralizantes.
Marcharon dos seres humanos a la India, Vicente, con su mujer, y los dos se descubrieron entre los pasos liberados de los habitantes que sembraron entre las duras piedras de la indiferencia para descubrirse seres únicos, por unidos y por generadores.
Y miro, la verdadera sábana del ser que crece; que se derrama por el manantial de su ilusionante vida para intentar despertar el seco arroyo que se traga todo el limo, alimentando el duro silencio. Ahora ya en 6º, ambicionando el conocer para ayudar, soñando el recibir para entregar, necesitando una educación de calidad porque en ella esta el ser, quitados los ropajes de quienes visten al rico, para ser saciados en su publicitada caridad
Y si, Madiba camina hoy con Lennon, para ser los leones que riman las vidas nacientes de los que en si mismo, también crecen apoyados en la solidaridad que rompen los barrotes del miedo
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