Estoy seguro, que nadie, nadie, nadie, nadie, nadi., nad..,
na…, n…., ha estado enfrente de teatro Moderno de Guadalajara, hoy para la
convocatoria de celebración de la próxima apertura.
Y cuando digo nadie, es …., bueno a mi me ha pillado de paso
y sabiendo que no habría nadie he sonreído ante la situación que más adelante
contaré; dos horas después, he vuelto a pasar y bueno, ya había comprado, ya había
charlado, ya había sustituido como vendedor (un éxito más a poner en mi zurrón:
cero compras), pero para nada, para nada, yo he vuelto a pasar por allí, ……..por
nada en particular.
Minutos después he visto a unos niños con petardos, y claro,
yo, pues no estoy para bromas, sólo que he ….pensado, quizás……????; pero no…..,
por supuesto que yo no pensaba encontrar nadie allí, aunque pudiera pensarse
que son unas horas más normales para los artistas; yo, yo siempre voy a casa
por ahí, ¿Por qué me miráis así?. ¿Acaso créeis que he caido?
Además para
confirmarlo me he tomado mi cervecita en el Primavera, no habiendo al lado
ningún otro bar que merezca mi atención ni pecuniaria, ni literaria (si no se
valora una vez, ¿Cómo voy a esperar que gente del mismo espíritu del depravado
neoliberal, odiador del latín, de la palabra, me vaya a escuchar cuando lo
único que quiere oír es el tintineo de las monedas por un lado y por otro lado, de nosotros a su servicio?
El caso es que en esa primera pasada, si me quería
entretener en exponer porque claro, me refería a que no había nadie de la gente de la cultura, pero ¿de
la política? Estaban todos, la entrada a rebosar.
No faltaba ni un, en este caso se puede afirmar, alma
(blanca o negra no entremos en detalles?).
Me han dicho, ¡hombre tú!, peazo mari...!; yo rápidamente
les he salido al paso, he cortado de raíz, lo dicen en broma y luego te envía a equilibrado depravado.
Ellos, ya sabéis como son, la sueltan, si te la tragas bien,
sino, ..ya sabes, son formas de hablar, pero vayamos a nuestro tema, me dicen.
¿Nuestro?
Si hombre sí, hombre de poca fe. No ves que vamos a abrir el
teatro dentro del sublime “eje cultural”. El que me ha hecho la matización, he
pensado para mí, que bien hablado es, ¡parece un clásico!.
Queremos, prosiguió, con un marcado acento boniano que tanto
he destetado en los últimos tiempos, que aquí tenga cabida, con una exaltación de la libertad, ¡¡¡todo ser
humano!!!, ha saltado desde lo más hondo de mi cabeza, Willi Toledo que nombraba
ayer David Trueba, hola truhanes, filibusteros, ¿existo?. Yo le iba a contestar a este actor
que por supuesto, pero claro, ellos después de varios minutos me han puesto en
la certeza que no existe. Y oye, será que no existe. La Verdad es la Verdad, me
dicen ellos.
Ha tomado después la
palabra, podríamos llamarle el Educador Manchado Mayor, me dolía la espalda, se
ha extendido en lo bueno que es quitar profesores durante todo un año, para que
luego los alumnos aprueben en un mes. Menos profesores, menos tiempo, menos
dinero, más eficiencia. Claro, a mí se me subían los colores, andaba entre el
rojo y el verde, con algún tono de negro, la bandera de Kenia, ¿no estarás
vinculado tú con aquel país?. La verdad que estaba para pocas bromas y le iba a
contestar pero el orador, ha reconocido mi posición sufriente por la espalda y
me ha dicho: ¡cuidado!, que te veo, por experiencia, que puedes tener un mal en
la columna y esto lleva mucho tiempo. Le iba a preguntar qué cuanto, pero me ha leido la mente, (¿por qué siempre tan transparente?) hombre si
tienes mucha suerte, contesta risueño, puede ser 15 días, pero lo normal es un año. No le he
querido preguntar porque por su cara de satisfacción parece que él hubiera
estado sólo quince días.
Así, muy corteses, como en mi pueblo, me han traído un
asiento donde la espalda ha encontrado un gran reposo, pero yo quería
marcharme. Si no venía mi admirada gente de los artistas que hacía yo entre
ellos. Con la mala fama que tengo, lo mismo me tienen que ando entre ellos.
Hete ahí el Major, pletórico, parece que cuanto más trabaja
uno, mejor esta de salud; me lo tendré que mirar, he pensado, para mí. Decía,
aunque por el tono proclamaba se lo daremos a gente sería, como podéis ver,
ninguno de los taimados y trúhanes de la palabra) se ha levantado pronto, para asistir a este magno acontecimiento, por
lo tanto, a partir de ahora, el teatro lo gestionará algún bróker, el de
twitter último, sería la caña. Sin alma,
sin espíritu, sin letras, (hombre le he querido decir que lo mismo nos pone de
rodillas a adorar todos al dios dinero) o alguna fundación sin ánimo de lucro
con sede, por supuesto, en algún paraíso, si no mejor, en el paraiso a secas.
Yo, la verdad, veía que eso difería mucho, y no sabía si
finiquitaría para el futuro, porque en el pasado se había quebrado el presente,
pero si, como les acabó de escribir lo difería mucho, para mí que mi espalda lo
sufriría y a todo ello, como los chicos del Moderno, no habían interferido en
este magno acontecimiento, pensaba que no debía diferir mi salida, para que
estos finiquitarán el acto, que parecía más bien una respuesta a mi flautez, ya
ves tú, yo que ni chicha ni limoná.
Así, que para nada molesto, a nadie lo puedo imputar yo
nada, ni quiero. Oye, allá se lo defienda cada uno en su imputación. Pero me he levantado y les
he dicho: ¿Por qué no difieren este discurso dos horas, para finiquitarlo con
los artistas?.
Yo, puedo afirmar, que cuando, por supuesto por casualidad
he vuelto a pasar allí, no había nadie. Para mis adentros, he deducido que
estos siempre dan un plasmazo y después desaparecen. Tampoco había ningún chico
del Moderno, cuando salía del Primavera, he escuchado con atención pero no
había más delator que la brisa que subía hacía el teatro; uff!! Me he dicho,
tanto silencio, tanto orden, ¿ayudará?
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