domingo, diciembre 22, 2024

Días sujetos al sol

 Alguien identificó mal su mirada. La observé porque se produjeron distintos aspavientos entre los espectadores. 

  Subieron por las escaleras diferentes ideas y un zopenco. Se aturullaron cuando vieron que les prestaban una atención desaforada.

  Se habían ido soltando por la tierra, donde diferentes serpientes las arrastraban, para penetrar el recónditas cuevas.

   Planearon con los vientos, cayendo al desventarse y remontando con las corrientes de aire que provocan las ondas con sopladores sin dientes.

   En las aguas andaban, por segundos, aunque la mayoría del tiempo lo pasaban tratando de salir a flote, dura tarea cuando las colocan piedras que las ahoga y amenazan con dejarlas en los fondos de los mares.

   Un desinhibido kamikaze exhibía su testuz, seguro del cuidado con el que era protegida su precaria consistencia de la fortaleza que podían tener ideas libres de dioses, de mercenarios, de los prejuicios que estos aportaban.

     En el estadio, sin las pantallas tratando de camuflar su cara, a esta la había animalizado y sus seguidores creían que tenían que volverse, aún más.

sábado, diciembre 21, 2024

La publicidad y los medios

  Una universitaria se vuelve a sentar en el suelo de su, siempre, será su instituto público. 

   Ahora viaja, durante mucho tiempo para llegar a la facultad donde estudia lo que le gusta, la publicidad, recibe un comentario; si, pero bueno me gusta.

   En zona Comanche habla de los marranos mentales, esos seres que se reúnen para proclamar que el aborto de un derecho, sino que su alto labor es defender la vida. 

   Raúl Sánchez Cedillo siendo muy acido en su descripción de lo que piensa sobre esos seres despreciables, es muy educado comparado con los actos de estas pirañas del sistema capitalista. 

   Quieren controlar la vida de esas mujeres; pero sortean la vida de los vivos en manos de las empresas de seguros o las que poseen los hospitales.

    Llegó el ejecutor de esas macabras mentes, al poder en Argentina por medio de una publicidad que tapa las increíbles debilidades y pone en relieve que sería capaz de romper un sistema de casta; jóvenes del mismo instituto, venidas de ayer, pensaron que esos anuncios de ruptura sería verdad. 

     Hicieron caso a las palabras y no tuvieron, los mayores, ellos ¡qué iban a saber!; los que podían votar no quisieron buscar quienes iban con ese depravado y lo que habían hecho a lo largo de los años.

      El no profundizar hace no saber porque esa fascinación por la publicidad. Bueno sí, son maravillosas en muchos casos. Hoy, una marca hace una "humana" tarjeta visual de Navidad.

     A ese gobernante le pusieron una medalla en la Comunidad de Madrid; las pautas son las mismas, dicen proteger la vida del no nacido, no teniendo en cuenta de quien está embarazada y abandonan el cuidado de los que sería su labor.

     Igual que el otro Javier, el de esta semana, Gallego; hoy Javier del Pino nos narra unos cuentos de Navidad.

     El primero tiene las formas de lo anterior. Gente utilizando la publicidad de "la defensa de la vida"; mientras venden las viviendas públicas a los fondos buitres (por mucho que el asesor diga que son fondo de inversión) para dejar en la precariedad a quienes las habitaban en derecho. 

      Es cruel; porque utilizan la defensa de la vida para destruir o manejar futuros de los que se le han puesto a su cargo. 

     Sólo la persistencia de José Mariano Benítez de Lugo un abogado de 83 años han conseguido que muchos de los habitantes de aquellos pisos vendidos, los han podido recuperar. 

      Alguien, en uno de los límites de la existencia, dando valor al ser humano, por encima de la maquinaria del capitalismo. 

       Por desgracia quienes necesitan vender esas casas, esas personas son los que tienen el dinero y los que pueden hacer que la publicidad nos haga pensar que los malos son los que piden un derecho constitucional, el de la vivienda.

       Bru remata ese cuento de Navidad, con el abandono de pacientes ya recuperados en los hospitales, "públicos", en sus habitaciones porque no tienen espacios habitacionales donde ir. 

        Un mundo de los crueles a poner lacitos y kisses



viernes, diciembre 20, 2024

Verde sobre los escombros

    No hace mucho, tiraron en aquella parcela, cientos de metros cúbicos de tierra; estaba agarrada por los años al lado de una construcción. El lugar había ido recibiendo las inclemencias durante los muchos años de abandono; tenía la magia de un ser infinito, entregado a su larga prole y mujer, de los que se había ido demasiado pronto.
    En aquel temporal e improvisado vertedero parecía que se acumulaba lo superfluo, lo que ya no servía. Durante un tiempo quedó como un lugar desolado; una especie de grasa adiposa que por fin, conseguíamos quitarnos de nuestro renovado cuerpo.
    Tiempo después un verde parece querer decir que aquello es parte de una vida y su espléndido color llama a la vida. 
     Si lo dejamos, volverá a sufrir el rigor de las heladas, el viento del Norte que las sana y las lluvia que las dan exuberancia. Siempre hay vida.
  
    A la marea verde la encierran en una montaña de papeleos, hojas llenas de esas cruces, con sus síes o noes, con sus tal vez, o necesita mejorar, pero que no tienen soluciones para las personas a las que se las pones, porque eso si es cierto, son niñas-os con sus necesidades, sus historias que si, se ponen muy farrucos, pero ¡en tantas veces en la misma medida que sus carencias!. 
   
   De quienes hablamos tienen vida; y en esta se muestran carencia que se solucionan con personas, más docentes, más apoyos, más recursos.
   Proclaman celebrar la vida pero la dejan abandonadas para pasar a dar más recursos a quien más tiene.
    Políticos que quieren ser administradores pero se convierten en siervos de los que les dan visibilidad para colocarlos donde su única función es facilitar más recursos a quienes les sobra.  
    Alaban la vida pero para que existan ellos en la cúpula, de una catedral sin dios porque debajo tendrán a quienes teniendo menos recursos pasan a ser esos intercambiables seres, que un día les puede servir y otra jornada tirar, para así abaratar sus servicios e incrementar sus ganancias. Crueldad de quienes ponen imágenes, sin corazón, para justificarse en su falsedad.
     Mientras miles de profesores pugnan por salir de ese cúmulo de naderías para dotar de recursos a su alumnado de herramientas para que se enfrenten a los horizontes, que los especuladores les van moviendo.

    Marea verde que nace cada día
  La puerta se cierra 

jueves, diciembre 19, 2024

Lectura no tan fácil; ella

   Con Cristina Morales te sumerges en una Barcelona de corazón, de miradas, de pasos inseguros, de mentes en búsquedas. 

    Nada que ver con habitantes de hormigueros que siguen las filas para conseguir sus fotos, sus recuerdos, sus bebidas hasta poder volver a hacer lo mismo dentro de un paisaje diferente.

    Transita ella por Moianés para recrear historias con un cuerpo que extraer todo lo que se acumula en su cabeza y ponerlo a disposición de un relato corporal.

     En aquel bar, ahora universal, restaurante donde comía el hermano de ella, Esperanza, ahora se sienta alguien, con otro tipo de libro; este contiene un mundo sonoro con sus propios signos y símbolos y con las carreteras paralela que crean ritmos en los que desde hace tiempo Simplicius trata de no salirse a la cuneta, para ello imprime velocidades que no son las apropiadas para esos símbolos, pero al menos le permite intuir el camino a esa Itaca que mañana aparecerá torpe y exploradora y al día siguiente, encontrará un muro al que ha empezado a atravesar con una complicidad de comprensión.

     El protagonista ha llegado con una vespa por la que se mueve por esta Barcelona, construida en cuadrícula y buscando hacerse humana para sus habitantes a pesar de que haya fuerza que crean cimientos para que sea un parque temático.

     En Els Pinets ha comido muchas veces; a veces ve pasar a la protagonista de Lectura Fácil, va a ensayar.  

      Él repasa, una vez más esos pentagramas. Ha oído "orgullo santiaguista" tocado por alguna banda municipal. Trata de descifrar el sonido característico de cada uno de los instrumentos. El conjunto le resulta agradable; mañana, a cambio, estará el sólo ante el peligro. 

     Antes de salir hacía el lugar de ensayo, espera que pase su partenaire en esta historia; cuando la ve andado, ella con su bicicleta,  por ir en dirección prohibida; sabe que en 15 minutos podrá acudir allí con su saxofón. Este es baratillo como diría aquel, sin las alhajaras de las comisiones. 

    Cree que ya ha visto bastante la partitura pero a cambio la ve inmaculada de anotaciones. Algo no le cuadra, el fin de semana pasado, un experto hacía, una tras otra, anotaciones; su razonamiento es si el que sabe lo hace, como no lo va a hacer él. 

    La soberbia, cuando estas delante de símbolos que palpitan, es la peor de las opciones; puede pasar que cuando llegues a la siguiente esquina, aquel barrio por el que has pasado cientos veces, te ofrezca enfrentarte a los ojos marrones esa chica morena, cruzas la mirada, una décima de segundo más, que es un paso más a la exploración del deseo. Si, en ese momento, no has apuntado ese sostenido que parece un fantasma que sale y entra, pensaras que la coges de la mano y vuelas hasta sentirte suyo porque es su deseo. Por ello, el ancla que acabas de marcar, te permite verla alejarse perfecta, mientras hilvanas los siguientes sonidos. 

    Existe uno de los pentagramas donde se dibuja unos de los párrafos, desde fuera, más caóticos de la historia que nos narra esta canción. Has pasado de largo innumerables veces, otras escuchabas alguna otra música, sonido encima de la música que descifras, mala opción. Hoy, apagaste todo, y miras todo, duración, lugar, compañía, repetición y ¡ohhh!, si existen estructuras que vuelven, eso te ayudará; ella, ya no volverá.

    Lo sabes, el tiempo partió aquel encuentro; sentir su mano subir por las dunas, tirar de tí para que las semicorcheas te tatuarán un beso indeleble o bajar por el tobogán de una séptima donde los granos de arena se rebozarán de los sudores de un solo cuerpo ensamblado es el recuerdo que te hace daño, porque no se repetirá pero ya la partitura, en tí, anotando aquella fecha, aquella comida, aquel baño de pasión, lo ves impreso en ella y por ello, porque no quieres perder nada de lo que te hizo feliz, lo plasmas en cada compás que es la escritura de cada instante de aquel tiempo, para hacerlo interminable, y no pensar que ya no será

miércoles, diciembre 18, 2024

Pasos entre huellas

  Sobre la nevada se van marcando unos pasos sin que él acierte a ver quien las genera. Ha salido de la caseta donde estuvo hace años, entonces decían que era de pescadores, ahora se ha alojado allí, porque ella sufrió un desmayo cuando pasaban cerca de aquel lugar mágico.

  Ahora que mis días se visten entre arboles

  no quiero aburrir, contando una de caracoles

 me encuentro con vosotros; corazón verde

 no me deja de importar lo que os sucede

 las letras se derraman, lengua golpea tabla

en mi saxofón, hoy, la uni pública habla

seremos dignos donde estemos, más igualdad

sin privilegios para que sea verdad la libertad

 Un profe me habla de los nuevos, de allende

¡quereros en vuestras dificultades!, aprende

 Lo sabías ya no me puedo parar

distinguid la escucha del ladrar

No me extiendo, que sabéis me enrollo

hoy es día festivo, disfrutad este chollo 


martes, diciembre 17, 2024

Cuentos entre estrellas y pobreza

 Cuando sale por las noches y mira al cielo, busca estrellas por visitar si este está despejado o fija su imagen en el cuento en el que se subirá para visitar al amigo de Javier Gallego; este contó ayer un bello cuento de navidad, pero como es periodista, dio contexto y significado a todo lo que es la pobreza en Sepu, habitante de la tierra y durmiente en la calle.  

  En el libro de Dickens nos introducimos en una narración y encontramos una dureza extrema dentro de una bella narración. 

  En lo contado por Violeta, Javier se van desgranando todo, la granada, que contiene la pobreza y todos los otros granos que, dentro, luchan por darla visibilidad y esperanzas para poder afrontarla y salir de ella.

  Enfrente existe un campo muy grande inmenso, en el que al lado de los bellos granados, existen comerciantes que hacen sus propios cálculos para hacerse necesarios para quien los plantó y los cuida. 

   A Sepu, y sus antecesores les empezaron a echar de su tierra, los Combo Blancos de entonces y las Armas sucias de ahora. Esas que se producen en Occidente y son dadas, por un módico precio, aumentado según se hacen imprescindibles, para enfrentar a los pueblos.

  En el cuento de la pobreza, nos empiezan recordando los asesinatos por aporofobia que empezaron hace muchos años, Lucrecia,  y ahora se recrudecen. 

   También nos hablan de instituciones que ayudan a salir o dan soporte e incluso buscan psicólogas que explican lo que ahí alrededor.

   En un lugar sin tiempo, quizás sobre un pesebre, de los que tanto se trasvisten hoy las mentes,  sale una pregunta de un puño diminuto: ¿A quien celebráis fariseos? 

   "Dejadme en paz, e iros a vuestros FPs de pago y desde donde nos quitáis las prácticas a quienes son como yo, nacidos con recursos justos, para conseguir con vuestros torticeros pagos que yo no podría hacer, para que las hagáis privilegiados.

   Se revuelve el que parece ser el padre; de su cayado sale una voz pregunta, profunda, cavernosa ¿dónde estáis cuando nos enviáis a las guerras a los desfavorecidos para vuestros negocios de muerte y más ventas?.     Se eriza el báculo, como para atacar, "no temáis, solo nos levantamos contra los taimados que con su maquiavélica defensa de la vida es una patraña con la que pretendéis engañar a los que ya no tienen otra cosa que las falsas ilusiones".

   Al lado, silente permanece la que si es su madre, dicho por la comadrona que ha asistido al parto. Parece dormir, agotada, pero abre los ojos y pregunta que hacéis aquí los Rutte, que dice que la vida es armas; las niñas "Quirón" que babean por negociar con la enfermedad. 

  ¿Por qué nos ponéis en un instituto? Si allí nos quitáis recursos para que nuestros hijos tengan igualdad de oportunidades.

  Sigue, porque ya no puede parar; asesinos si luego les hacéis carne de guerra, al no ofrecerles futuro. 

    Decís proteger la vida y vuestros fondos de inversión nos envían a un pesebre, como vivienda, y nos hacen dianas para que podáis ganar en cada bala, en cada conflicto alimentado por vosotros.

    Decís amor y sois los sembradores de odio

     ¡Que hostias miráis!

lunes, diciembre 16, 2024

Cuentos a cuenta

  Subido en la cuenta se tumba tocando con los dedos el suelo de los vendedores de guantes 

  El jefe de los enfrentados dice que "a por ellos", y no deja tiempo para que la gente piense que hacía donde sale.

   El doctor le examina de primera mano en una exploración frenética. Ante el bote del publico que opta por no seguir las consignas del estúpido Rutte, coge este a sus mecánicos presidente y les da una pastilla y un tenedor para que amañen la maquinaria. Esta, de natural, esplendorosa y dadivosa se siente humillada por tales métodos ante lo cual se alía con Juan, el boticario y Meche, la cuerda, por la largura de sus brazos, y hace un corte de manga y media y churro taina al idiotatico del prestigitador. El mismo a diferente hora estudia el nuevo compost con el que asustar a sus súbditos, el de los respectivos presidentes; se queda mirando al espejo y sienten desmayarse cuando este le devuelve un "idiota que te crees que os va a valer como entrada para el cuernabeu, que diría el otro, que viene el lobo ruso y la pantera china. ¿No te das cuenta que ya mandaste a otros, con la misma a realizar la misma vigilia de miedos y ya algunos se ponen Magione con tanta mentira?

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y