miércoles, noviembre 20, 2024

Las compis

 Mucho se ha ido aprendiendo a lo largo de los años.

   Un mayor respeto y atención a los sentimientos de ellas, aún habiéndoselo tenido, se procuraría aun más.

   Ver las perversas y maquiavélicas formas como tratan de borrar de la memoria del público a una parte importante de una generación de extraordinarias jugadoras de la selección española de fútbol como Irene Paredes, Jenni Hermoso, Misa o la inexpugnable Mapi León, que si por algo han destacado, la mayoría, en el multipremiado Barcelona, es porque han creado una maquinaria perfecta de juego, a partir de un funcionamiento como equipo donde transmiten que tienen objetivo ganador común exigente, pero, sobre todo, a partir de un gran respeto y complicidad entre ellas.

   El riesgo a equivocarse es grande; menos cuando has visto todas las decisiones que han tenido que tomar en un entorno hostil, para crecer hasta límites inimaginables hace pocos años. 

   La virulencia del fútbol establecido contra ellas, ha sido magnificado por periódicos, que nunca están para ayudar, sino como los reyes, subirse o al espíritu ganador o al de la conmiseración.

   Un machismo que se cogió los cojones en una tribuna llena de apariencias, para decir que habían triunfado por encima de aquellas que habían puesto a la luz, las carencias y desprecios a las que las sometían.

    En el colmo de la soberbia, de sentirse ganador, como un Michael Corleone de ningún grado, cogió y beso la boca de Jenni, como representación de quienes son ellos.

     Un tiempo después Montse Tomé quiere terminar la tarea y como en la celebre matanza organizada en el Padrino, da las ordenes necesarias para que sean desaparecidas.

      Irene Paredes es parte de la representación española, de la honestidad y de la colaboración dentro del grupo. 

      Luis Aragonés se atrevió con Raúl, porque comprendió que este había asumido un rol de enviado que no le correspondía delante de una generación, por llegar, maravillosa y dotada de herramientas para la gloria.

      La seleccionadora elimina a Irene por el motivo de ser una gran compañera y haber cogido la responsabilidad de defender a las demás jugadoras de las carencias a las que han sometido al fútbol femenino desde siempre y que ella pone en el foco a quienes les conceden gracias, pero no derechos y medios para que puedan brillar desde un entorno seguro en todos los aspectos.

      Podrá llevar a Claudia Pina que hace tiempo debiera estar pero si Mapi León no vuelve, siendo la líder y compañera en un equipo ganador, es la seleccionadora quien se lo tiene que replantear, por mucho que el afán de gloria la ciegue.

    

lunes, noviembre 18, 2024

La preparación

  Ahora la alta preparación no es una cuestión finalista; las universidades privadas te ofrece la posibilidad de solucionar cualquier carencia, con el dinero familiar destinado a engordarlas. Mientras nos llevan años convenciendo que no hacían falta las públicas, como el capital, convenció que las televisiones privadasse tenían que quedar con el pastel de la publicidad a cambio de un retorno que con el tiempo se ha visto que no han cumplido, ni quieren aplicar, ahora. 

   Con estas cosas y otras entregas a los tenedores de viviendas que viven de rentas de los trabajadores, el "socialismo" del partido que se llama de esa manera, debiera comprender que no tienen un espacio, donde la gente hace reflexiones sobre lo que están sufriendo, incluso cuando se quieren quitar los impuestos que se les pone a las energéticas.

   Siempre taimados, siempre procurando estar con el ganador, los partidos nacionalistas de la derecha en el Pais Vasco y Cataluña juegan al poker de la política y les lanzan un envite a las izquierdas para que se sientan ellas las culpables del advenimiento del lobo. Así siguen siendo los ciudadanos quienes siguen sufriendo y pagando los efectos sobre el clima que provocan esos conglomerados que tanto inciden en la naturaleza. 

    El relato es, pues, muyvnecesario, para influir o al menos no desanimar a quienes entienden que las narraciones no pueden ser las de esos medios patrocinados por empresas con muy diversos intereses. Tres años después las cadenas que alentaban a Ucrania para su guerra con Rusia, cambian su relato y callan ante los ataques furibundos que dedicaron a los medios pequeños o, como le gusta llamar a Idafe, zaherido por las críticas, pseudo medios de información 

     Existen gente predispuesta a entregarse a himnos, imágenes y grandes palabras. Nunca se preguntarán quienes son sus patrocinadores; sólo les producen calma, sosiego, cuando son conscientes del abismo que les viste en sus actos cotidianos con su impotencia para enfrentarse a mínimos retos.

    Al despertarse, alguien prepara un café y una tostada, la untará de tomate con un poco de aceite, y añorara los tomates del verano, viciosos para los ojos y el paladar

    Pensará, una vez, que algo tiene que estar pasando para que las televisiones generalistas se hayan dado cuenta que tienen que llevar a gente que lancen racionalidad a sus espectadores, enmedio de esos opinadores mercenarios, justificadores contra su inteligencia.

   Reconfortan Laura, Manu, los Pablos, Irene; los gobiernos de Méjico y Colombia que han comprendido que a la gente cuando se la hace pensar, no sigue a buleros profesionales, ni a Vickis Dávila, terroristas de la información al servicio de sus amos.  

   Es tiempo, siempre, para recordar a Susana George: la riqueza no tiene escrúpulos en gastarse sus dineros en publicidad engañosa. Buscan a los mejores; mientras, sin complejos con nuestros medios es tiempo de cambiar el relato, además que sabemos es desde la honestidad.

domingo, noviembre 17, 2024

Algo pasa entre el caos

  Tiene la seguridad de haber dedicado un tiempo importante a su nueva ocupación.  Parece poder reclamar su cuota de devolución por el interés demostrado y sin embargo, lo que se viene sucediendo son multiples situaciones en las que ve que nada le revierte a su esfuerzo, lo cual le abre pensamientos donde se ve recorriendo una autopista hacía el infierno.

  Navegando entre el otoño, caen hojas y se bañan de colores los montes saciados en agua.

  Nunca esperas que de un cansado mágico albañil, con sus consejos, puedas retomar la senda, si la ves más escarpada, si, en extremo, larga, sin vislumbrar un final tan solo, los humos de pasados fuegos, y con la consigna de impregnarte de paciencia para recoser una tela que, en el estado actual, amenaza deshilacharse. 

   Saliendo esta mañana, sobre las 9 horas ha encontrado las palabras de Matilde desparramadas por el suelo. Fue un adiós triste, conscientes ambos, de la necesidad de la separación. Ella podría haber renunciado al desplazamiento y él, solicitado una excedencia; ninguno de los dos estaba seguro y se han llenado de excusas para guarecerse en su zona de confort.

    El viento ha derribado una rama y con parte de ella va rebuscando letras, impregnadas de besos, sus huellas y lágrimas. 

    Cuando ya tiene a todas juntas, decidirá no ir al trabajo y recomponer el puzzle de las piezas de sus corazones que se desligaron ayer.

     La doble erre son los arrumacos de los que no podían parar a pesar dela definitiva separación.

     La doble w debe ser de la fuerza de sus respectivas olas, chocaban y no hubo posibilidad de que se abriera un camino.

     La p era del pellet que les envidiaba, porque incluso en su nueva exuberancia, no podía igualar el calor de sus encuentros.

      La o era del olvido, pero sería imposible cuando has recorrido cada punto del cuerpo del otro y lo tiene impregnado como las notas del saxo en Drive All night

      Si surgen ritmos endiablados que doblan, primero y luego arranca el carrizo que había ido colonizando el cauce cuando el agua transcurre plácida, lista para masajear los días de verano entre los saltos con gritos de complicidad.

     Adaptarse a las nuevas aguas, vivas y invasivas aterroriza porque la velocidad te arroja sobre las notas como si están nunca hubiera existido y estuvieran preparadas para enseñar sus aristas más cortantes. 

      Esperar antes de entrar para observar sus cadencias, sus nuevas olas, sus contras que traguen tus seguridades; leerlas con la calma que pide Stephen para ser comprendido.

      Calentar, recordando que todo lo aprendido tiene su sentido y que, ahora, esa ensoñación del cañizo masajeando tu piel, debe dar paso a la rapidez en su ejecución.

       Cuando se ha estado tiempo entre caricias propias, adaptarte a la agitaciones extrañas, es sentir que viajas para conocerla, para conocerte.

sábado, noviembre 16, 2024

Desmedida

 No te das cuenta de la cantidad de líquido que has gastado para producir sonido en un saxofón, cuando empiezas a ingerir agua hasta rellenar lo que parece un depósito pinchado.

   Te acercas a la paz, a la que te crees merecedor y por una rendija empieza a descomponerse una seguridad que no tenías. 

    Peter, el del segundo, observa como llega su vecina. Cuando él salió de madrugada, tomando su patinete, las hojas no tenían color en la calle donde la iluminación era un lujo del que había prescindido la comunidad.

    Una especie de candiles urbanos permitían que los tropiezos no fueran espectaculares. Todo se estaba reconstruyendo y Ka debería arreglar aquel automóvil, una rueda era lo que la entretenía aquellos días.

     La llama y la pide que espere, está ansioso de enseñarle sus progresos en el idioma de aquella nueva patria. Ich mochte sprehem deustch warum englisch isth nicht ihre Sprache.  Zwei Monats später er spielt Saxofon in der Nähe des Goetheparks.

     No es uno de los días más felices, en su nuevo aprendizaje; de forma reiterada le demuestran que estaría siempre regresando a un eterno comienzo. 

   Cuando su ímprobo esfuerzo le hace creer que ha subido un peldaño para como si este hubiera acercado al infierno de la desesperanza. 

     Ella está cansada, pero escucha una más de sus inacabables excusas; de alguna manera le ama, pero sabe que todo pasará; no, no es su patria, se irá. No ha sido un día agradable y él sólo parece querer hablar de sus historias, no la pregunta por como la puede ayudar. No lo está pasando bien.

    Comienza a sentirse inseguro y no la quiere molestar, piensa en volver a die Bibliotek um neue Comics abzuholem y esta próxima vez, llevará cuidado en que en su divagar no vuelva a entrar en una nueva tienda de disfraces, donde estará la misma vendedora que en este décimo retorno procurará mostrar que le odia, pintándolo en todas las facciones de su cara y reventara para decirle que ella no es Penelope, que no le espera y que, por ella, se puede pudrir delante del escaparate que piensa que le cambiará la vida; ese sin sabor, unido al rechazo de Ka, le harán sentir perdido en ese lugar en el que quería ser adoptado como su nueva casa.

     Para evitar esa travesía, toma su maleta y mochila y sale a la calle. Ella le mira y él se vuelve; oh, cielos, al menos no le soy indiferente; me dolía el puñal de parecer siempre inoportuno. Decidido, pretende ensayar las canciones de aquella zona en algún rincón del parque y ya, si pudiera componer una para ella, sería su paraíso compartido.

    Nunca ha pensado que aquello pudiera ser amor, pero corresponderle aunque fuera en esa pequeña huida, le hace sentir el cariño que la ha tomado.  

    Er fragt sicht, welche Harmonie er in ihr sietht und seine Gëfuhle ausgleicht

    Cuando llego, el frío es abrumador, apenas parece reconocerme, y la contestación es fría y cortante como un bisturí. 

    Se siente mareado; nada le sale. Visita la ciudad, como un fantasma, invisible 

     Al llegar, el cielo está formado con besos en pasteles y sus abrazos tienen sabores únicos e incandescentes

viernes, noviembre 15, 2024

La desbanda

  Hubo una Desbandá, la de los ciudadanos, por la costa del Mediterráneo. Fue un ataque criminal que se realizó desde el aire y el agua. La acción se ejecutó sobre personas que huían de la toma de Málaga a cargos de las tropas rebeldes apoyadas por las tropas fascistas de Mussolini.

  Ahora se anuncia una desbanda de una red social, ya ni sabe uno como llamarla. Dicen que la han tomado muchos fascistas; pero lo dicen periodistas que no parece haberse dado cuenta de lo que ellos ejercieron desde sus reconocidísimos medios de comunicación.

  Alguien va sobre un barco, por como tira bombas podrían llamarlo de guerra, no es el caso. Ese ser de una manera infame lo está utilizando para perpetrar crímenes sobre persona civiles, sobre todo niñas-os, con mujeres que huyen de otra masacre. Sólo andan y huyen a un lugar seguro porque donde estaban asaetaban a los diferentes.

   Muchos años después, alguien gasta tiempo dando datos como metralla e impiedad como bombas, enfrente también, tienen a gente diferente, a la que pueden odiar porque ponen en evidencias todas sus flaquezas.

    Permanecen porque se saben protegidos por quienes son beneficiados de sus políticas. Esos seres que han conseguido una riqueza estratosférica, casi siempre, vendiendo sus productos a los que consideran infra seres intercambiables. 

     Los que enumeran una retahíla de ayudas que son las que podrían haber utilizado antes de dejar abandonadas las diferentes poblaciones, saben que sobrevivirán mientras, pérdida su dignidad, sirvan de parapeto para que no se destape todo lo que hay detrás de enriquecimiento ilícitos y el encumbramiento de lo privado que no iguala, sino que remarcan las diferencias entre los seres humanos. 

      En aquel barco iban de tripulación los hacedores de bulos, los que creyéndose partes de la historia por ir con los ricos cavaban oquedades en su convivencia diaria, donde nunca encontrará a quienes han puesto en su altar.

      Esos seres comunes que odian porque creen que aman imágenes y patria, a las que no ven entre las personas con las que conviven, sino entre quienes les quitan recursos para que sus riquezas no les den la eternidad. 

     Celebran, como únicos, los goles de sus amados equipos, los destrozos que su metralla esparcen sobre columnas de seres minimizados con los que sus ojos, inyectados en desprecio tratan de no cruzarse aunque todos sus actos se desarrollen en lugares compartidos.

      Scurati, invitación a todos a participar para que no nos vuelvan a dispersar con armas sin vista, con palabras afiladas para seccionar manos construyendo sociedad.

      Aquellos barcos, estos seres capaces de quebrar la realidad, investidos con las mallas de oro, prestadas para su obnubilación criminal.



jueves, noviembre 14, 2024

La sopladora

  Aquellas series enseñaban a planeadoras que se deslizaban sobre el agua. Parecía que llevaban ventiladores y los guardias que la conducían siempre hacían respetar el medio ambiente. De alguna manera te encariñabas con ellos, aunque hoy en día para que, por cuidarle, tu eres el que provoca los desastres.

  Hay que ser un depravado moral; es posible que lo seas porque llevas treinta años viviendo de la política, para ir a Europa, utilizar tu tierra, tus seres queridos, tus raíces para atacar a alguien, al que el gobierno de tu Comunidad de tu partido, no ha dejado hacer nada, a parte de que tienen ellos todas las competencias, como las actuaciones sobre una segunda catástrofe minimizan los daños porque tu mismo partido actúa de otra manera. 

   Uno se imagina a una chica de Glasgow, el ser mayor te permite la licencia de llamarla joven; ha sido elegida porque defiende su ciudad y claro su país. Se va a Marte y allí empieza a habla de Ian que no cerró bien el grifo y de Stuard que anda de pleitos con su casero. Phil, apostilla ella, mucho cantar pero poco trabajar.

   El consejo de Marte, se la queda mirando; llaman a las tripulaciones de sus platillos volantes y cuando están a punto de partir, la preguntan, ¿tú quieres que vayamos allí a invadiros y tomar nuestras decisiones?

    Ella, Mary se pone pálida, balbucea: bueno es que yo, mira, quizás en otro momento es que no les he dicho nada a mi señor ¡cualquiera le pisa el terrazo cuando ha fregado!. Mi primo el mazao, lo mismo se mosquea porque tiene plantadas una semillas que luego dan unos humos muy raros. En fin, no, mejor que no vayáis.

     Los marcianos después de ver estar actitudes, hacen un aparte y comentan entre ellos, estos terrícolas, mejor que vivan en otro planeta. 

     Si, porque tienen que tomar decisiones intergalácticas inquieren de Mary que describa lo que pueden aportar para el equilibrio intergaláctico.

      Mary, hace un amago de señalar, otra vez, a Ian, pero sienten que los puñales de la mirada de sus interlocutores no la van a permitir, ni difamar a Stuard, ni a Phil.

      Empieza a aportar ideas, de manera pormenorizada habla de soluciones y de quienes pueden ser quienes las lleven a cabo. Hace descripciones precisas de las intervenciones a tomar y de las personas necesarias. 

      Sin darse cuenta, desde el momento que ha empezado con esa aportación de variadas visiones para otros relaciones posibles, se le ha empezado a desencajar, primero, la armadura que llevaba puesta y a continuación ha ido cayendo, la lanza, la espada, y un puñal que le habían colocado para atacar por detrás si hacía falta. Las calzas se han desvanecido, también, pero desde la sinceridad de lo que estaba haciendo, no ha tenido ningún rubor. 

      La desnudez física, acompañando al reconocimiento de lo que puede aportar para la convivencia universal, le ha dado una confianza que no sentían cuando trataba de caminar, torpe, con la armadura de la desvergüenza.

     Todo lo que ha descrito como una actuación apropiada para algunos de los peligros que se avecinan, es lo que dejaron de hacer los Puddy, Salohm y otros de sus, siempre, elusivos colegas.

      Recuerdan, hoy, que el último día de emisión, del antiguo canal Nou, los trabajadores hicieron un reconocimiento de todo lo que habían dejado de hacer para informar a toda una comunidad como la Valenciana. 

       Se cerró aquel Canal ruinoso en lo económico y criminal y propagandístico en lo moral. 

       Periodistas en la calle, desprovistos de su aura y su dignidad porque eran conocedores de su Cuarto Poder que existe en la sociedad.

       Gente consciente de estar hurtando la buena información a los ciudadanos que  dedicados a sus propias tareas confían en la veracidad de lo que ofrecen. 

       Los marcianos, por estar por arriba, más allá de las nubes, ¡que ya es decir! le piden a Mary que les den entrada a dos diferentes habitaciones de lugares diferentes de su tierra.

        En una, entre palomitas, dos personas de cuarenta años y tres de setenta y tres, siete y ocho, escuchan que durante todos estos años les han estado dando una información falsa. Dos mayores, se enervan; otro dice que va a preparar un sandwich y Pierre pregunta que quien quiere más palomitas. 

       2 más Z y 4 en P se preguntan si allá lejos todo les da igual; si no son sembradores de pepinos, pero también de desgracía.

        Ahora mismo, se activa la sopladora y no hay nadie que se comunique en estos momentos.

        Allá, quien se quedó desnuda sin ninguna vergüenza, por la veracidad de su cuerpo y de lo que expuso; empieza a taparse cuando comprende que tendrá que volver a exhibir su impudicia, en la lectura de lo que le debiera condenar para volver a mirar a los ojos a quienes les fallaron, muchos de los suyos. 

         El equilibrio de los planetas aguanta esos soplidos. Creemos

miércoles, noviembre 13, 2024

Las anacrusas futuras

   Juana, con precedentes en indagación y suflés, salió muy de mañana hacia el metro, precedida por Evaristo, el del quinto levanta y Sosias, sin ningún otro parangón, del primero derecha.

   Acudió al médico muy dado este a preguntas que en otros hubiera llamado inquisitoriales; él, científico en estudios, las calificaba de verificadoras; ella, no le quedaba más remedio que asentir, aunque preguntarle por el tamaño; podría tener un sentido antropométrico pero el pertinaz dolor de cabeza, en ella, no creía que se relacionase con la dotación de él.

   Subió por una de las calles paralelas a la via principal. Allí, intuía que encontraría el sonido que se le escapaba en cada uno de sus intentos desesperados por afinar un oído mal educado. 

   Los brazos la picaban y creía recordar el porqué, ya la había sucedido varias veces y aún creyendo que había puesto el remedio, este no había sido del todo eficaz.

   Sentada, enfrente de la majestuosa obra, olvidó todas las prevenciones que le nacían de sus repetidos fracasos; saco de su bolso la hoja en la que tenía diseñado un viaje por la memoria de los sentidos y se dispuso a darle lectura y luego orden. 

    Ignacio había aparecido unos minutos antes, por un lateral de la plaza; no tenía más destino que el de merodear entre la gente y los escaparates de la tienda. Descubrió un oasis de paz, no era lo que iba buscando, pero necesitaba atarse una de las zapatillas; el cordón había sido pisado por alguien y él había caído de bruces sobre alguien tan absorto en otras cosas que no le había devuelto una contestación a sus acomplejadas disculpas 

     Refugiado en el oasis, se agachó para hacer las pertinentes lazadas, a la vez que giraba la mirada para contemplar, desafiar a aquel ser del que se había alejado, él, menospreciado, transparente.

      Durante el tiempo en el que había realizado las dos lazadas que aprendiera de niño con aquella tía, tan risueña se habían instalado en su mente toda una secuencia de situaciones que fueron acompañadas por un ritmo casi imperceptible, que parecía guiar a Juana. 

       Recordaba, con la angustia de entonces, con el cariño de ahora, las implacables demandas de su padre para que no olvidará entrar en casa y dedicarle un tiempo a lo que de alguna manera amaba pero le creaba la angustia de perder en esos días de fiesta.

       Se metía en un aula con una especie de león hambriento que ponía a prueba todas las prácticas que le habían demandado para esa semana. Como un gladiador aprendió a ponerse las mallas de las repeticiones, la coraza de cimentar lo mínimo y el casco para recibir algún medido mandoble que le hacía comprender que no todo estaba trabajado.

       Cuando bajó la cabeza y vio que todo bien enlazado e hizo un último gesto de afirmación para apretar esa atadura, en su corazón la miraba a ella y medía aquella canción que la ayudará a comprender que llegaría sólo hasta un mínimo, pero la animaba para que fuera con plenitud. Era fundirse en un acto de amor, pero habiéndose entregado sin cálculos a futuro


     



Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y